Compartimos la tristeza de las familias y rendimos el reconocimiento más que merecido a todos los caídos, a quienes regresaron y cayeron producto del olvido, a quienes estuvieron bajo bandera y a quienes hoy siguen luchando por recuperar nuestra legítima soberanía sobre Malvinas y todo nuestro territorio.
Pero, también rendimos homenaje a todos los que sufrieron -estando al servicio de la patria y ofreciendo su propia vida- los vejámenes y destratos1 de todo tipo por parte de sus “superiores”: militares de carrera.
Todo ello, no debe hacernos olvidar que el legítimo reclamo fue empleado por la Dictadura Cívico-Militar para sostener su régimen genocida y servil a los capitales transnacionales concentrados, que pergeñaron el Plan Condor y lo instrumentaron a través de su nación huésped: EEUU.
Por ello, por no olvidar a quienes sirvieron con convicción y honor la causa de la soberanía nacional:
- Repudiamos las palabras del presidente argentino Javier Milei, confeso admirador2 de Margaret Thatcher y bajo cuyo mandato se envió oro del Tesoro de la Nación Argentina a Inglaterra.
- Repudiamos todo su plan de gobierno, entreguista y genuflexo de los intereses extranjeros (recordemos que, su par, Donald Trump se encuentra haciendo todo lo contrario: cerrar-limitar importaciones y favorecer la producción nacional).
- Repudiamos la decisión de los miembros del Congreso, eufemísticamente autodenominados: dialoguistas, por apoyar la política económica y la política represiva del actual gobierno.
- Repudiamos a todos los Gobernadores provinciales e Intendentes Municipales que se han alineado detrás o más bien bajo las botas de un claro gobierno totalitario, cuyo líder proclama perseguir a comunistas y a todo quien no piense igual, no sin antes denigrarlos y promoviendo constantemente la violencia.
- Repudiamos la política de la ministra Patricia Bullrich, quien hace no mucho tiempo proponía renunciar a las islas Malvinas a cambio de vacunas de una marca específica; y que ahora comanda a las fuerzas de seguridad, justificando y sintiéndose valientes al aplicar toda su entrenada violencia para golpear y empujar a jubilados.
- Repudiamos quién ahora se erige en “moralista” dando un paupérrimo discurso presidencial que reivindicó el derecho de los invasores británicos y sostuvo intentar seducirlos para que deseen ser argentinos. Esto último, unido a la restricción que se les impuso a los mismos veteranos de guerra, que no pudieron acceder al acto, en esta fecha tan cara a los sentimientos de todo un pueblo, termina por parecerse más a una cruel burla que a un sincero homenaje.
No debemos permitirnos olvidar que, fueron las fuerzas armadas -como institución- las que violaron los principios democráticos y los Derechos Humanos; persiguiendo hasta a sus propios miembros disidentes. A estos últimos, al CEMIDA3 y a todos los que portaron el uniforme con honor quedan exceptuados de la general y legítima consideración de: genocidas y torturadores vende entrega patria.
Por un 2 de abril con “memoria completa”, a cada cual lo que le corresponde; a los genocidas-fascistas: repudio, ni olvido ni perdón; y, a los héroes: honor.
Notas:
1 Humillaciones, torturas, entre otros.
2 Cabe aclarar que no es lo mismo identificarse o admirar a un estadista que a una estadista que mandó a hundir un buque fuera de la zona de exclusión, a quien solo se puede calificar de criminal de guerra.
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