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Complejidades diplomáticas

Fuentes: La Jornada

La decisión de la CIJ sobre las medidas cautelares no significa la conclusión del proceso ni la Corte se ha definido aún en torno al grave e injustificable asalto a la sede diplomática mexicana por medio de un violento operativo policiaco-militar.

«A llorar a la llorería. Quien está en contra de la Justicia, está en contra del Ecuador», Así reaccionó el presidente Daniel Noboa con cierto aire triunfal, ante el fallo emitido el pasado jueves 23 por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), ya que la noticia difundida por varios medios enfatizó el rechazo a emitir medidas cautelares tras el asalto a la embajada mexicana en Quito, porque consideró que las garantías dadas por Ecuador ya abarcan las preocupaciones expresadas por México. (France 24, 23/5/24)

Prácticamente todas las cabezas de las cadenas noticiosas mal interpretaron la decisión de la corte sacándola de contexto: «La CIJ falla contra México» (CNN); «La CIJ rechazó las medidas solicitadas por México» (Infobae); El colmo de la distorsión fue la nota del periódico mexicano Excélsior: «Corte da revés a México, falla a favor de Ecuador».

Este falso encuadre noticioso fue hábilmente utilizado por el gobierno de Noboa para enmarcar su informe a la nación, al que con pompa tituló El nuevo Ecuador (sic).

En la mañanera del 24 de mayo López Obrador señaló todavía no termina el juicio. La decisión de la CIJ sobre las medidas cautelares no significa, en efecto, la conclusión del proceso ni la Corte se ha definido aún en torno al grave e injustificable asalto a nuestra sede diplomática por medio de un violento operativo policiaco-militar. En entrevista realizada por Ecuador en Directo, el ex vicecanciller Fernando Yépez, señaló que la Corte no prejuzgó el tema de fondo, al agregar que un principio básico de la diplomacia internacional es el respeto a la inviolabilidad de las misiones diplomáticas, que es justamente lo que Ecuador violó, es decir no se trata de ningún triunfo del Ecuador: es un fallo de la Corte sobre medidas provisionales (Ecuador en Directo, 24/5/24).

López Obrador rechazó entablar conversaciones con Noboa: No estamos buscando el diálogo con quien no respetó la soberanía de nuestro país. Esto ya está en la Corte Internacional y allá se va a resolver (Sputnik, 23/5/24).

“Subrayó que son cuatro las demandas de México en el conflicto con Ecuador: una disculpa pública por la violación a la soberanía y que esa nación sea suspendida de la ONU hasta que no lo haga; que Ecuador respete el derecho de asilo –en particular del ex presidente Jorge Glas–; que se comprometa a no repetir hechos similares y que la CIJ determine que cualquier gobierno que actúe como lo hizo la administración de Noboa sea expulsado de Naciones Unidas (Emir Olivares y Andrea Becerril, La Jornada, 23/5/24).

Habiendo sido el móvil del asalto a la embajada el secuestro de Glas, se pone en entredicho precisamente el derecho de asilo consignado en la llamadaConvención de Caracas (1954), en la que se detalla que corresponde al Estado asilante la calificación de la naturaleza del delito o de los motivos de la persecución.

Para Araceli Mangas, catedrática de derecho internacional público de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Ecuador puede tener su opinión divergente, pero la calificación de perseguido político es competencia de México, indica a DW. Si dependiera del Estado receptor (en este caso Ecuador), nunca se respetaría la inviolabilidad, recalca, y señala que Quito debió de buscar la mediación de un tercer Estado o anunciar una demanda contra México, en lugar de entrar por las bravas (Andrea Ariet, Ecuador, México y el asalto al derecho internacional, DW, 8/4/24).

Concuerda con esta apreciación Elisabeth Salmón, profesora de derecho internacional en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú: de ninguna manera el uso de la fuerza puede ser la forma de hacer cumplir el derecho nacional a nivel internacional (Ariet, DW).

Frente al grave contexto internacional es esencial contar con instrumentos diplomáticos para agilizar las relaciones entre los Estados a nivel regional y mundial y respetar las convenciones vigentes, hoy en riesgo ante comportamientos como los demostrados por la presidencia de Ecuador.

Parece haber intereses en que México y América Latina proyecten una imagen de caos poniendo en entredicho su autonomía política y su capacidad para coordinar esfuerzos colectivos en defensa de recursos naturales estratégicos que están adquiriendo una importancia cada vez mayor en ciertos procesos industriales y de manera masiva en la producción de automóviles eléctricos como se observa en la fabricación de esos vehículos en China, Estados Unidos y en Europa.

Estas guerras también son por los recursos, no sólo los minerales, sino también por la enorme biodiversidad. Los recursos de América Latina y del continente africano están en el centro de las disputas internacionales, ya que como se ha dicho, estas guerras también son por los recursos, en el contexto de cambios en la balanza de poder de potencias hegemónicas.

Facebook: John Saxe Fernández

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2024/05/30/opinion/026a1eco