M.H.: ¿Qué te impidió llegar a los estudios de Fm La Boca? V.M.: Estábamos en una reunión donde se discutía una recomposición del movimiento popular, con la CTEP, la CTA Autónoma y otros agrupamientos. Hay diferentes visiones sobre cómo posicionarnos ante el nuevo gobierno. Además esta tarde por suerte cerré la negociación con el propietario […]
M.H.: ¿Qué te impidió llegar a los estudios de Fm La Boca?
V.M.: Estábamos en una reunión donde se discutía una recomposición del movimiento popular, con la CTEP, la CTA Autónoma y otros agrupamientos. Hay diferentes visiones sobre cómo posicionarnos ante el nuevo gobierno. Además esta tarde por suerte cerré la negociación con el propietario del inmueble de Mielcita, lo que va a permitir que puedan trabajar libremente, el martes van a tener la matrícula nacional. Y, por otro lado, el tema de la charla con los abogados por la nulidad de la deuda externa.
M.H.: ¿Cómo va eso?
V.M.: La causa está radicada en el juzgado Nº 8 en lo Contencioso Administrativo Federal. Todavía no hemos tenido novedades. Trabajamos muy firmemente con el escrito, creemos haber demostrado que el Gobierno anterior ha pasado por encima de la soberanía popular. Si bien era un Gobierno elegido democráticamente, ese Gobierno y todos sus funcionarios deben respetar la Constitución, sus leyes, y para la toma de la deuda han salteado todo eso, no han hecho nada de lo que deberían como funcionarios.
M.H.: La semana pasada nos visitó Eric Toussaint, quien investigó la deuda externa ecuatoriana por pedido del ex presidente, Rafael Correa. Inclusive el Parlamento griego lo convocó en su oportunidad. Con distintos resultados, porque esto le permitió a Correa desconocer el 66% de la deuda externa ecuatoriana, y Tsipras terminó aceptando la imposición de la Unión Europea.
V.M.: Igualmente estamos en otra etapa.
M.H.: Fue en 2008 en Ecuador y en 2015 en Grecia.
V.M.: Pero el pueblo griego sigue pagando la deuda.
M.H.: Claro, inclusive esa investigación fue avalada por un plebiscito popular y luego el gobierno griego terminó reconociendo la deuda.
V.M.: Convocó a un plebiscito, la gente votó contra el pago de la deuda y al día siguiente el mismo gobierno desconocía la voluntad popular.
M.H.: Exactamente, entonces el tema de la deuda estuvo muy presente a partir de la presencia de Toussaint en la Argentina que tuvo oportunidad de desarrollar una actividad en el ámbito de la Cámara de Diputados, considerando que en el caso argentino se trata de lo que el derecho internacional denomina una «deuda odiosa», una deuda que fue tomada más allá del carácter democrático constitucional del gobierno de Macri, sabiendo el FMI que la Argentina no tenía capacidad de repago.
V.M.: Esa es una discusión, Argentina tiene capacidad de repago, tiene riquezas enormes con las que estos muchachos se quieren quedar y, fundamentalmente, la capacidad de pago la da nuestro condicionamiento político a las políticas de turno internacionales. Yo no diría que Argentina no tiene forma de repago, porque de hecho somos pagadores seriales de todas las deudas; no solo pagamos las deudas sino que fugamos capital.
M.H.: En un sentido tenés razón pero hoy en día la negociación que va a encarar el nuevo gobierno solicitando una serie de medidas a los organismos financieros internacionales están hablando de una imposibilidad de pagar la deuda que, por otro lado, el propio ex ministro Lacunza dio los datos, no sirvió para ningún tipo de emprendimiento productivo, fue una deuda en más del 80% destinada a pagar a los acreedores privados internacionales y para fugar capitales.
Me interesa volver al tema del posicionamiento de las empresas recuperadas ante el nuevo gobierno. El 30 de noviembre se realizó un importante Encuentro nacional de fábricas recuperadas en IMPA. ¿Quiénes participaron? ¿A qué conclusiones arribaron?
V.M.: Había 43 empresas recuperadas de Rosario, Mendoza, Bariloche, Chaco, una gran cantidad de la Provincia de Buenos Aires y CABA. Es un movimiento con integrantes pobres, por eso no pudimos hacer mayores esfuerzos para que compañeros de otros lugares participaran; pero en principio hubo varias comisiones donde se discutieron varios temas, hubo un plan de acción para llevar a cabo que fue aprobado por el Encuentro que tiene varios puntos.
Los principales tienen que ver con lograr desde la secretaría de Energía la condonación de toda la deuda con Metrogas, Gasban, Edenor y Edesur. Llegar a un acuerdo de una tarifa diferenciada y, por otro lado, suspender cualquier tipo de corte a empresas recuperadas. Esto se va a poner en movimiento a partir de la asunción del próximo gobierno.
Segundo, una movilización al ministerio de Desarrollo Social, porque muchos de los trabajadores que componen este movimiento, no están cobrando salario complementario por un requisito menor, que no tiene sentido, que es que no tenemos el monotributo común, cosa que por otro lado es obligado por la AFIP para los miembros de las direcciones de las cooperativas y, como los miembros de las direcciones van cambiando, en la mayoría de las fábricas el 50/60% de los compañeros tienen el monotributo común, entonces no pueden cobrar ese salario social complementario.
También un pedido urgente de reunión al ministro de Producción de la Provincia de Buenos Aires, porque necesitamos que salga una Ley ómnibus en la provincia con el tema de las expropiaciones. Y una reunión con el secretario de Empleo reflotando la idea del PTA o que definan qué van a hacer.
M.H.: Te referís al Programa de Trabajo Autogestionado.
V.M.: Claro, que funcionaba en el ministerio de Trabajo, que tenía pequeñas líneas de crédito para las mejoras de las plantas y la otra que era una ayuda para las empresas recuperadas por primera vez. Durante los dos primeros años de la recuperación había una ayuda económica para los compañeros. Eso fue quedando de lado, fue desfinanciado, vamos a ver cuál va a ser la actitud del nuevo gobierno. Yo sospecho, por la característica del ministerio de Trabajo entrante, que va a ser un programa que va a seguir siendo desfinanciado, sino borrado.
Nosotros vamos a seguir haciendo el esfuerzo para que ese programa se fortalezca. Un programa que era un logro del movimiento, independientemente de la escasez que tenía. De hecho ese programa se diseñó en IMPA con el ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada.
Lo otro que se discutió es esta nueva realidad que festejamos, que se vaya este gobierno endeudador, que nos avergüenza con sus posiciones de políticas internacionales, por ejemplo, apoyando el golpe en Bolivia y qué hacemos con el gobierno que viene. Usar toda la inteligencia para analizar, para caracterizar, para ver qué se hace en la recomposición del nuevo espacio; seguro va a haber diferencias.
Nosotros pensamos que si va a haber compañeros dentro de algunas áreas del gobierno, que la gente y los compañeros sigan movilizados en la calle presionando porque la oligarquía y los sectores de poder van a estar acechando permanentemente al gobierno tratando de no resignar ni un peso de sus privilegios.
Necesariamente nosotros, las organizaciones populares y sociales deberíamos tener en claro que la calle es el lugar donde disputar el presupuesto y los recursos de nuestro país, los que se fugan y los que quedan adentro en manos de los grandes monopolios. Si no cambiamos esa lógica va a ser un gobierno muy débil.
Así que en ese sentido estamos charlando todos los días con todas las organizaciones pensando en qué hacer, qué conviene, vamos a estar apoyando al principio. Es toda una discusión, muchos de nosotros hemos sido convocados desde alguna idea de construcción desde dentro del Estado, en participación a un mayor reconocimiento del sector. Pero eso debe estar condicionado a que esa participación no obligue a desmovilizar.
Nosotros no creemos que porque un dirigente del Movimiento de fábricas recuperadas esté dentro del Estado, va a solucionar el problema. Creemos que se gana en la lucha, cualquier tipo de reivindicación se gana en la calle. Más o menos por ahí fue el Encuentro, las resoluciones, el trabajo que nos dejó el Encuentro como plan de acción, no sé cómo lo vamos a cumplir, nos comprometimos a cumplir con cada uno de los reclamos tanto sea al Estado como hacia adentro de nuestro movimiento.
Nosotros tenemos mucho por saldar hacia adentro, no políticamente, sino cuestiones como la comercialización entre las empresas, como la compra conjunta, cómo fortalecer nuestro espacio desde lo que sabemos hacer que es trabajar y utilizar los recursos que tenemos mejor de lo que los estamos utilizando.
Una renta básica universal para todos los trabajadores
M.H.: Ustedes en ese Encuentro levantan una reivindicación que no tiene que ver estrictamente con las empresas recuperadas, la renta básica universal para todos los trabajadores. ¿De qué se trata?
V.M.: Nosotros creemos una necesidad la renta básica universal, por el solo hecho de estar en condiciones de trabajar. Una renta de 30.000 pesos, del salario mínimo para todos los trabajadores en edad de trabajar y una obligación desde el Estado de generar ese empleo. Eso es lo que estamos planteando hoy. Creemos en algo superior pero esto sería un comienzo. Es un derecho que está en nuestra Constitución, que obliga al Estado a que tengamos derecho a la vivienda, a la educación y a la salud.
Yo decía en el Encuentro que para nosotros haber asumido ese desafío de generar un movimiento que impulse este tipo de medidas y como primera reivindicación, es una muestra de que también de alguna manera, representamos a los más humildes, los que hoy no tienen nada, los más desposeídos, que no tienen ningún trabajo, olvidados y desorganizados. A esos que les corresponde todo, porque se lo han robado todo.
Cuando caminamos los barrios vemos la desesperanza en los compañeros. Esos compañeros no son pobres, son desposeídos de la parte de la riqueza que les corresponde por vivir en un país como el nuestro que es totalmente rico, por lo menos en producción física, que después lo moneticen y lo fuguen los grandes monopolios y capitales, es otra cuestión. Pero en producción física estamos convencidos de que tenemos la capacidad de que nuestro país viva feliz e integrado.
Esta no es una solución solamente para los más desposeídos, es una solución para el conjunto de la sociedad, nadie puede vivir en una sociedad tan injusta. Solamente los cínicos podrían decir que esto es lo que hay, que aparte es mentira. Esto lo decimos con conocimiento, las riquezas están, tanto sea en alimento, como en acero y aluminio para hacer nuestras casas, como en minerales y energía. Solo hay que repartir de otra forma, solo hay que tener decisión política desde un Estado que quiera un pueblo integrado, donde todos participen de la vida social y política del país.
Como necesidad también de enfrentar los avances del imperialismo, lo que está pasando en Bolivia, no va a haber capacidad de resistir cualquier intento de golpe, de sacar del lugar a un gobierno popular si no hacemos esto, si no tenemos a nuestro pueblo integrado a la vida política del país. El Peronismo existió, se sigue hablando de Peronismo porque en esa etapa se integró a la clase trabajadora a la vida política y social, el gobierno que quiera quedar en la historia va a tener que integrar seriamente, no con plancitos, al conjunto de los desposeídos a la vida social y política del país.
M.H.: Hablando de desposeídos, ¿el gobierno entrante contempla algún tipo de participación de las empresas recuperadas en las medidas que se piensan adoptar contra el hambre?
V.M.: Hay una idea, he sido convocado para discutir, he escrito sobre lo que se debería hacer, vamos a ver si se hace. Creemos que sí, que va a haber específicamente dentro del ministerio de Desarrollo Social una especie de secretaría de Desarrollo Humano donde una de esas direcciones va a tomar en cuenta a las empresas recuperadas.
Nosotros comprometidos con el espacio presentamos todo lo que aprendimos en estos 20 años, lo que debería hacer el Estado para consolidar las empresas recuperadas, para utilizar los bienes que tienen las empresas recuperadas para otros proyectos productivos, para consolidar un mercado de la Economía popular.
Cuando hablamos de Economía popular estamos hablando de 11 millones de trabajadores, trabajadores del Estado, de Pymes, de empresas recuperadas y trabajadores organizados en Economía popular. Nosotros sacamos solamente del marco de la Economía popular a los sectores que siguen trabajando en dólares que pueden ser entre 700 y 800 empresas que funcionan en otra moneda.
M.H.: La actividad del sábado fue acompañada por importantes personalidades.
V.M.: Nos visitó la Fiscal de la Cámara, Gabriela Boquín, una persona muy reconocida por nosotros, todas las personas recibieron el mismo reconocimiento que hacemos nosotros que es un humilde mate, el mismo que le entregamos al Papa Francisco y al compañero Lula, lo mismo hicimos con ella, la compañera Alejandra Gils Garbó, el compañero Eugenio Zaffaroni, el compañero «Cachorro» Godoy de Ate, Ricardo Peidro, secretario general de CTA-A, Lito Borello de la organización Los Pibes, seguro me olvido de algunos compañeros muy queridos nuestros que han pasado por nuestros movimientos y hoy están ejerciendo otra función.
Un homenaje muy sentido a un muy querido compañero periodista de Pigüé, que como vos se jugaba a favor de nuestro pueblo, que hace poco murió. Él se jugó en ese pueblito pequeño, se peleó con la Intendencia a favor de los trabajadores de Textil Pigüé y lamentablemente falleció hace poco. También a los compañeros que han pasado por nuestro movimiento y ya no están con nosotros, ese reconocimiento. Estuvo el ex viceministro de economía de la Nación y ex Diputado Nacional, Roberto Feletti, que nos apoyó muchísimo con las fábricas recuperadas.
Algunos compañeros que no pudieron venir mandaron su apoyo. Fue lindo también hacer el reconocimiento y sentir ese acompañamiento que sentimos necesario. Nosotros no somos ni más ni menos que nadie, como hoy decíamos en una reunión con los compañeros de la Economía popular, siempre nos sentimos en deuda con ellos, porque ellos siempre están cuando hay un intento de desalojo y a veces los trabajadores por la propia lógica de tener que mantener la unidad productiva, por el costo que significa la salida o la movilización, a veces no somos tan solidarios como ellos.
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