Nos golpean las noticias sobre la falta de medicinas en Venezuela, por culpa -nos dicen- del gobierno de Maduro (1). Pero sobre el informe del Centro de Investigación Política y Económica, prestigiosa fundación independiente de EEUU, que apunta a las sanciones como causa del fallecimiento de 40 mil personas en Venezuela, la censura es total […]
Nos golpean las noticias sobre la falta de medicinas en Venezuela, por culpa -nos dicen- del gobierno de Maduro (1). Pero sobre el informe del Centro de Investigación Política y Económica, prestigiosa fundación independiente de EEUU, que apunta a las sanciones como causa del fallecimiento de 40 mil personas en Venezuela, la censura es total (2).
No hay noticias sobre el bloqueo bancario internacional a las importaciones venezolanas, que afecta de manera directa a los insumos médicos (3).
El pasado lunes fallecía un niño venezolano de 7 años, que esperaba un trasplante de médula ósea en Italia (4). La causa: la ruptura de un acuerdo entre Venezuela y la «Asociación (italiana) para el Trasplante de Médula Ósea», debido a la imposibilidad de realizar pagos desde la petrolera PDVSA, que antes costeaba los tratamientos.
Tampoco hay noticias sobre el robo de los activos públicos venezolanos: 30 mil millones de dólares. 350 mil millones es el saldo global de las sanciones (5). Pero para la prensa todo se debe a la «mala gestión» chavista (6).
Que Nicolás Maduro parara la entrevista de un periodista de Univisión generó una catarata de repulsas en medios internacionales, incluidos los españoles (7) (8). Los mismos que aplauden o justifican que el ministro Josep Borrell interrumpiera a un periodista alemán que insistió con preguntas sobre presos políticos catalanes (9) (10).
Presos que deben ser borrados del mapa. La Junta Electoral Provincial de Barcelona ha prohibido a la televisión autonómica catalana TV3 el uso de términos como «presos políticos», «exilio» o «juicio de la represión» (11).
Poco hemos leído sobre Gabriel Hernández, primer periodista asesinado en Honduras en lo que va de año (12). Y nada sobre William Becerra, reportero pateado por la policía cuando cubría las recientes protestas campesinas en Colombia (13). La detención por Marruecos de la periodista saharaui Nazha El Khalidi… ni ha existido (14). Pero sobre la retención, por unas horas, del corresponsal del diario ABC en Cuba (15), o de un periodista español sin acreditación en Venezuela, encontramos centenares de noticias (16).
Más de mil personas fueron detenidas en Londres, en las recientes movilizaciones contra el cambio climático (17). Cerca de 10 mil han sido detenidas en Francia, desde el inicio de las protestas de los Chalecos Amarillos (18). Unas 200 lo fueron solo el día Primero de mayo en París (19). Es el mismo número de detenciones que se produjeron en Caracas tras el golpe de estado (20). Pero en este caso la prensa nos puntualiza la diferencia: en Venezuela fue un «régimen» que aplica una «brutal represión» (21).
Sérgio Moro, el juez que llevó a prisión, sin pruebas, al expresidente Lula da Silva es, hoy, el nuevo ministro de justicia del gobierno de Brasil (22). Pero donde -nos aseguran- no hay división de poderes es… ¡en Venezuela! (23).
¿Alguien ha leído en los grandes medios sobre la última huelga general en la India, secundada, por 150 millones de personas (24)? ¿Y sobre una concentración del Frente de Izquierdas indio, que agrupa a partidos marxistas, de más de un millón de personas (25)?
¿No? Pues es evidente. Urge una intervención internacional en este modelo de prensa mentiroso y selectivo (26).
Notas
(1) https://elpais.com/elpais/
(2) https://www.rebelion.org/
(4) http://vtv.gob.ve/bloqueo-
(7) https://www.nytimes.com/es/
(10) https://elpais.com/politica/
(12) https://periodistas-es.com/
(13) www.laremap.com/2019/03/esmad-
(16) https://www.elmundo.es/
(20) https://www.t13.cl/videos/
(21) https://es.panampost.com/
(22) https://elpais.com/
(24) https://vientosur.info/spip.
(26) https://www.elmundo.es/
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.
Fuente original: http://www.cubainformacion.tv/