Luego de un año de gestión no caben dudas que al gobierno de Cambiemos lo tiene sin cuidado la suerte de los sectores más desprotegidos de la sociedad pero ¿qué ocurre con la clase media? La clase media de las grandes ciudades votó de manera abrumadora por el actual presidente, logrando guarismos que evidenciaban la […]
Luego de un año de gestión no caben dudas que al gobierno de Cambiemos lo tiene sin cuidado la suerte de los sectores más desprotegidos de la sociedad pero ¿qué ocurre con la clase media?
La clase media de las grandes ciudades votó de manera abrumadora por el actual presidente, logrando guarismos que evidenciaban la predilección de ese sector por la candidatura de Mauricio Macri por sobre la de Daniel Scioli.
En la ciudad de Buenos Aires, reducto donde ha predominado el PRO en los últimos años, Macri obtuvo el 65% de los votos en la segunda vuelta, mientras que en Córdoba Capital el triunfo fue aún más rotundo llegando al 75%, en la ciudad de Mendoza el porcentaje se elevó al 70%, en tanto que en Rosario y Santa Fe la elección fue más pareja pero siempre con el resultado favorable para Cambiemos.
A pesar de este espectacular apoyo ¿es posible afirmar que el gobierno de Macri desarrolló una política que haya beneficiado a la clase media?
Nuestra respuesta es contundente: ¡De ninguna manera!, por el contrario, sostenemos que la clase media al elegir a la opción amarilla no estaba haciendo otra cosa que suicidándose como sector social con determinado nivel de consumo.
El ataque a la clase media
Mientras las cifras de las más variadas entidades son muy claras en cuanto a que la cantidad de pobres e indigentes se ha incrementado de manera acelerada desde diciembre de 2015, no existe una estadística similar que pueda dimensionar la cantidad de personas que formando parte de la amplia clase media argentina haya comenzado a disminuir su nivel de vida hasta el punto de pasar a formar parte de aquella porción de la población a la que se considera pobre.
Sin embargo, se comienzan a conocer algunas cifras y decisiones gubernamentales que muestran a las claras que muchos integrantes de esa clase media que tuvo expectativas con el actual gobierno, empieza a rodar por una peligrosa pendiente que está haciendo realidad la peor de sus pesadillas.
Los argentinos ya conocemos lo que ocurre cuando sectores de la clase media empiezan a desbarrancarse, lo vivimos en los 90, otra época de predominio neoliberal, tiene la forma de una acelerada reducción del consumo, en los actos cotidianos comienza a vislumbrase esa tragedia, se deja de comprar el diario y las revistas, ya no se cambia el auto cada dos o tres años, se reducen las vacaciones o directamente se dejan para el siguiente año, se comienza a consumir segundas marcas, ya no hay salidas al cine, teatro o comer afuera, y así podríamos continuar con una larga serie de acciones tendientes a mantener un determinado nivel de vida.
Vayamos ahora a ver algunas de estas estadísticas que van configurando un panorama que muestra que no sólo son los pobres quienes padecen a este insensible gobierno, que ya ha acumulado 12 meses seguidos de caída del consumo, mientras que las ventas en los shoppings, logar por antonomasia de la clase media, las ventas cayeron en un 19 %.
Esto no puede considerarse un efecto no deseado de la política macrista, las declaraciones del actual presidente del Banco Nación, Gonzalez Fraga, confirman que la clase media no tiene derecho, según su extraña filosofía, a acceder a celulares de última generación, smart Tv o vacaciones en el exterior.
Esa decisión de atacar a los sectores medios se ha evidenciado en el accionar del Ministro de Trabajo, asociado a los bancos extranjeros, para boicotear el acuerdo logrado por los bancarios en la recomposición salarial de este año, si hay un sindicato de clase media ese es el gremio bancario y la provocación de Triaca forma parte de esa decisión de gobernar para un exclusivo núcleo de privilegiados, no obstante también debe señalarse que posiblemente esta medida esté destinada a escarmentar a un dirigente como Sergio Palazzo al que no han podido domesticar luchando con éxito para evitar los despidos en el Banco Central.
Las estadísticas de ventas de diarios y revistas de octubre y noviembre de 2016 confirman que todas las publicaciones están llegando a un piso de ventas como no se veía desde el 2001.
Según la Cámara Argentina de Automotores la venta de autos usados durante el 2016 fue de un 15% menor a la del año anterior, algo similar y tal vez con mayor profundidad haya ocurrido con lo autos 0 km ya que la mayoría de las automotrices están suspendiendo o despidiendo a su personal, eso sí hay un crecimiento exponencial en la venta de los autos de alta gama e importados.
La situación también es crítica en la venta de electrodomésticos donde también se están produciendo una gran cantidad de suspensiones y despidos agravado por la política de importaciones que alienta el gobierno.
En los primeros nueves meses del 2006 se perdieron, según cifras oficiales, 127.000 puestos de trabajo y se cerraron 5147 empresas, es decir que además de un mayor número de desocupados, hay 5000 empresarios medianos y pequeños menos que muy posiblemente hayan tenido gran expectativa cuando en noviembre de 2015 Macri se alzó con el triunfo.
El flautista de Hamelin
Esta clase media marchó hipnotizada por la flauta de Duran Barba y la melodía de la prensa canalla rumbo al precipicio, luego de hacerle creer que lo importante era la marca de las carteras que utilizaba la presidenta o las cadenas nacionales donde se anunciaban medidas que beneficiaban a muchos de los que ahora deben padecer las consecuencias de una política que destruye el trabajo y las esperanzas de los argentinos.
«Se robaron todo» le decían desde los medios, y ahora deben recurrir a las mayores patrañas judiciales para tratar de probar algo, lo que sea, porque no están pudiendo encontrar nada, y lo que pudieron robar personajes como López o Jaime son monedas al lado de la fuga, evasión y contratos de dudoso origen de la familia presidencial y sus amigos.
En una biografía del general Perón señala que los militares que participaron en el golpe de 1930 contra Hipólito Yrigoyen creían firmemente que todos los integrantes del gobierno habían sido un hato de ladrones y que no había ningún medio que desmintiera esa creencia, o sea que el «se robaron todo» aplicado a un gobierno democrático no tienen nada de original, lo que vino después de ese golpe de estado fue la «década infame» donde se entregó el país al capital inglés y los actos de corrupción inundaron la vida política.
Precisamente mientras la clase media está padeciendo de esta disminución acelerada de su nivel de vida, nos vamos enterando que aquellos que la convencieron de decidirse por este presidente han sacado una tajada muy importante por su servicio a la oligarquía, uno se compró un departamento millonario en Miami, otro cobraba suculentas subvenciones de la ciudad de Buenos Aires y otro andaba en negocios en la Fundación dudosa de Michetti, mientras ubicaban a sus esposas en el estado cuando se despedía a miles de trabajadores. Todas estas relaciones fueron cuidadosamente ocultadas mientras calumniaban al gobierno anterior.
También la prensa canalla, en su desesperado intento por ocultar la realidad y evitar que se señale al gobierno de Macri como el principal responsable de la crisis por la que atraviesa la Argentina, busca incentivar lo peor de las tendencias de la clase media como son el egoísmo y el individualismo que conducen a la xenofobia, el racismo y otras formas de odio.
De esa manera si perdés el trabajo es por culpa de los paraguayos y no de Triaca, si la inseguridad aumenta los responsables son los peruanos y no Patricia Bullrich, mientras que la corrupción sólo es atribuible a kirchneristas y colombianos para silenciar los Panamá Papers y las coimas de Odebrech.
La prensa también alienta, como en los noventa el «sálvese quien pueda», si hay crisis, la salida debe ser individual porque la solución colectiva siempre es peligrosa para la oligarquía de la que la prensa canalla es integrante principal.
La invasión de argentinos a Chile y Paraguay es una muestra desesperada de la clase media para intentar mantener un nivel de consumo que Macri y sus socios quieren impedirle, lo que no llegan a percatarse es qué con ese comportamiento, además de tener un celular o un televisor más moderno, lo que están concretando es una palada de tierra más en la tumba de la industria nacional.
Tal vez la función principal de la gran prensa oligárquica sea mantener separada a la clase media de los otros sectores afectados por la política neoliberal, también aquí se quiere construir un muro, derribarlo es la tarea principal de cualquier movimiento que pretenda retornar a la senda de la liberación y la justicia social.
Publicado en www.elforjista.com
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