Nunca en la Argentina se vivió en un ambiente de plena libertad como ocurrió en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, esta última derogó la posibilidad que los periodistas pudieran ser detenidos por calumnias e injurias contra funcionarios, esto determinó un festival de insultos contra los miembros de su gobierno sin que ninguno […]
Nunca en la Argentina se vivió en un ambiente de plena libertad como ocurrió en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, esta última derogó la posibilidad que los periodistas pudieran ser detenidos por calumnias e injurias contra funcionarios, esto determinó un festival de insultos contra los miembros de su gobierno sin que ninguno de ellos padeciera de alguna consecuencia.
Por el contrario, muchos mercenarios insignificantes hicieron carrera y vieron ampliadas sus posibilidades de trabajo en los medios de la oligarquía vomitando calumnias contra aquellos dos presidentes.
Pero además las manifestaciones en los lugares públicos se sucedían cotidianamente sin que las fuerzas de seguridad intervinieran a pesar de los reclamos de los sectores de derecha que pedían a los gritos que hubiera represión, Néstor Kirchner fue muy claro desde su asunción, el pueblo argentino tenía plena libertad para expresarse sin temer ningún tipo de represalias.
Tampoco existió inteligencia interna sobre la población, al Estado no le interesaba en lo más mínimo, lo que pensaban los ciudadanos o conocer sus costumbres, las redes sociales se convirtieron en una letrina donde los odiadores compulsivos dejaban salir toda su saña reprimida, pero eso formaba parte de la libertad de la cual gozábamos todos los argentinos sin importar la orilla de la grieta que cada uno habitaba.
El macrismo enterró la libertad de expresión
Pero desde la asunción de Mauricio Macri la situación cambió radicalmente, si también con la plena colaboración del Partido Radical, hasta el punto que podemos afirmar, sin temor a la exageración, que en la Argentina ya no existe libertad de expresión.
Cientos de periodistas fueron expulsados de los medios de comunicación del Estado por su pensamiento político, en lo que fue una manifiesta persecución política, con la derecha en el gobierno los fascistas salieron del placar y se manifiestan sin ningún tipo de pudor, hace apenas unos días en Radio Nacional de Córdoba el director censuró y amenazó al aire a una periodista de la emisora por haber reporteado a la madre del representante mapuche Facundo Jones Huala, con el argumento que si la Ministra Bullrich no salía al aire no era posible entrevistar a nadie que pensara de manera diferente al gobierno.
Las principales voces opositoras al macrismo han padecido despidos como ocurrió con Víctor Hugo Morales en Radio Continental y Roberto Navarro de C5N y Radio 10, en ambos casos existieron presiones del gobierno para que las empresas adoptaran esa decisión, ya veremos como la administración macrista utiliza la pauta oficial como mecanismo de presión e intimidación.
En el caso de Roberto Navarro la intervención del gobierno fue clara cuando uno de los directivos del medio le señaló su temor de ir a prisión por las presiones que ese medio estaba sufriendo, esta participación estatal fue confirmada unas semanas después cuando el grupo Indalo fue vendido a un compañero del Cardenal Newman del presidente.
El grupo Octubre del que forman parte Página 12 y la Radio AM750 también está siendo motivo de ataques por parte de la prensa canalla, la justicia corrupta manejada por el gobierno y el macrismo para acallar las denuncias de los múltiples actos de corrupción de los funcionarios y el entorno familiar del presidente.
Además de los ataques, el grupo Octubre es discriminado con la pauta oficial que beneficia de manera escandalosa al grupo Clarín que recibe unas cifras descomunales mientras el gobierno se apresta a disminuir las jubilaciones, digamos también que el macrismo ha incrementado de manera exorbitante los gastos en propaganda como forma de sobornar a la prensa canalla que ha pasado a convertirse en cómplice de la corrupción M y el saqueo del Estado.
En los primeros seis meses del año 2017 el grupo Clarín recibió por pauta oficial 337 millones de pesos, mientras que Página 12 apenas tres millones. El diario La Prensa que también pertenece al grupo Clarín y que casi no tiene ventas recibe el doble de lo pagado a Página 12. Mientras que Radio Mitre también de Clarín fue beneficiada con 40 millones, la radio AM750 la de mayor crecimiento en este año que ya llegó a ocupar el cuarto puesto en audiencia no recibió nada por ese concepto.
La persecución a la oposición
Una troika conformada por los medios de comunicación de la oligarquía, el poder judicial corrupto y el gobierno macrista han desatado una furiosa persecución de opositores.
El sultanato de Jujuy gobernado por una alianza entre el radicalismo y el Frente Renovador de Massa, asaltaron el Poder Judicial de la provincia y decretaron la prisión injustificada en Milagro Sala, lo cual ha colocado a nuestro país en la mira de los Organismos de Derechos Humanos tanto nacionales como internacionales, en un antecedente nefasto que hacen recordar épocas oscuras de dictaduras.
Este intento de disciplinamiento forzado ha llevado a que la represión se convierta en una escena de todos los días, la represión en Cresta Roja y Pepsico por citar sólo dos casos, fueron una muestra de que la clase obrera se ha convertido en la enemiga del gobierno de Cambiemos, aun cuando la CGT no se haya dado cuenta aún.
El Ministerio de Seguridad comandado por Patricia Bullrich se ha convertido en el Ministerio de Represión, transformando a la Gendarmería en ejército de ocupación con una participación criminal en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
El ministerio de Bullrich ha detenido a jóvenes por escribir un twit mientras que los trolls financiados por el gobierno con la plata de todos, injurian y amenazan con total impunidad, sin que la ministra se inmute por esa campaña de odio y persecución que impulsa el macrismo.
El Poder Judicial corrupto ha arrasado con la presunción de inocencia al encarcelar al ex ministro De Vido y al ex vice presidente Boudou, cuando en ninguno de los dos casos se los llamó a indagatoria, y cuando unos días antes se ejerció una clara presión por instituciones cercanas al gobierno amenazando a los jueces con pedir su desplazamiento si no apuraban las causas contra los funcionarios kirchneristas.
En el caso de los pusilánimes Ariel Lijo y Lorenzetti, el apriete tuvo sus efectos, el primero al decretar el apresurado encarcelamiento de Boudou y en el segundo caso porque luego de las continuas amenazas de la encubridora diputada Elisa Carrió, el presidente de la Corte Suprema se mostró sumamente dócil a los deseos del Poder Ejecutivo, en ambos casos mostraron que están dispuestos a permanecer en sus cargos a cualquier precio.
Recordemos que Macri asumió la presidencia procesado y que el actual presidente del Banco Central Adolfo Sturzenegger estaba acusado por su participación en el Megacanje que le costó al país 50.000 millones de dólares una de las mayores estafas, sin que a ningún juez se le ocurriera detenerlos, precisamente por la presunción de inocencia, la que ahora es desconocida por estos jueces serviles al poder económico.
Espiando a los ciudadanos
Una Justicia manipulable por las corporaciones pretende ahora convertir el suicidio de Nisman en un asesinato, y el asesinato de Santiago Maldonado en un accidente, sin duda están dispuestos a cualquier disparate para asegurar la impunidad de los poderosos.
Precisamente se está produciendo una infame persecución a aquellos fiscales y jueces que no se disciplinan ante las órdenes de las corporaciones, el caso más canallesco fue la publicación por parte de Clarín del número de teléfono de la hija de la Procuradora Gils Carbó, que recibió una andanada de amenazas e insultos, si esto no es un manejo mafioso pues la mafia no existe.
Las últimas manifestaciones populares han sido infiltradas por agentes de inteligencia que realizan actos violentos para justificar la detención de pacíficos manifestantes y sorprendentemente a ninguno de los revoltosos, el Ministerio de Represión no actúa con la misma celeridad para detener a esos infiltrados a pesar de que se han publicado las fotos, lo cual confirma que son agentes enviados por el propio gobierno.
Precisamente la inteligencia interior regresó con un alarmante vigor, los ciudadanos son espiados cotidianamente por parte del gobierno que ha permanecido en silencio en cuanto a la denuncia sobre la compra de un software a Israel que permite intervenir cualquier celular, ¿para qué lo habrá comprado? si no es para vigilar y castigar a quienes piensen distinto.
La Argentina en apenas dos años ha sufrido un retroceso brutal en todos los órdenes, pero se hace mucho más evidente en cuanto a las libertades públicas y a los derechos humanos, nuestros liberales sólo lo son en lo económico, en otros aspectos han asumido posiciones francamente autoritarias e incluso fascistas.
Día a día son acalladas las voces que se levantan contra la prepotencia y el latrocinio macrista, por eso se hace necesario utilizar cualquier posibilidad para denunciar este estado de situación que la prensa canalla esconde de manera cómplice.
Pero con la mera denuncia no alcanza es imprescindible apelar a la movilización, como el pueblo argentino lo está realizando para exigir justicia en la desaparición y muerte de Santiago Maldonado, pero también es necesario movilizarse para exigir la inmediata liberación de Milagro Sala y para evitar cualquier intento de impedir que una senadora votada por el pueblo cumpla con su mandato como pretenden algunos canallescos personajes.
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