Partir de la realidad concreta. Del aquí y ahora. De eso se trata para hacer un periodismo crítico y serio. El presente de los trabajadores argentinos es producto de una oligarquía voraz que sistematizando el terror y otras técnicas de control nos someten a los designios de la plutocracia. Partir de la realidad concreta. Según […]
Partir de la realidad concreta. Del aquí y ahora. De eso se trata para hacer un periodismo crítico y serio.
El presente de los trabajadores argentinos es producto de una oligarquía voraz que sistematizando el terror y otras técnicas de control nos someten a los designios de la plutocracia.
Partir de la realidad concreta. Según informes de la Universidad Católica Argentina 7,6 millones de pibes menores de 18 años son pobres estructurales: 6 de cada 10 chicos. Asimismo, índices oficiales señalan que 7 de cada 10 jóvenes que terminan la escuela secundaria no tienen conocimientos básicos de matemáticas; y 5 de cada 10 no comprenden lo que leen. Pobres y desnutridos de alimentos y conceptos. Y sí por suerte logran esquivarle a semejantes desdichas enseguida tienen sobre su cuerpo «esmirriado» el narcotráfico, la trata, el gatillo fácil y la medicalización aniquiladora.
¿Es la muerte lenta, violenta o criminal la que le estamos dejando a nuestros pibes? Sí: eso es lo que pretenden los burgueses en el poder. Racionalización secundaria mediante el presidente Mauricio Macri así lo sostiene: «Cuando hablamos de pobreza cero no hablamos de un día para otro, hablamos de una meta , no importa que no sea presente, importan los esfuerzos, cuántos argentinos rescatamos de esa situación (1)» . Vil y perverso Macri expone su ideología: «no importa que no sea presente (…) hablamos de una meta». He ahí el sentido de clase: el «presente» para los trabajadores y sus hijos empobrecidos es consecuencia de la opresión de la materialidad (relaciones sociales de producción y de poder) del «presente» del empresario devenido en Jefe de Estado. En otras palabras: padecemos el «presente» capitalista que nos sumerge en un «presente» injusto e indigno.
Así, en este juego de palabras, lo importante es asumir que la realidad concreta es ese «presente» que varía su interpretación según la clase que lo mira. Por eso, para los trabajadores no debería ser nada creíble que con las sucesivas «reformas» (previsional, laboral y tributaria) se llegue a «Pobreza Cero». En verdad, son subterfugios y pamplinas que buscan esconder o disfrazar su objetivo principal: crear las condiciones necesarias para las ganancias empresarias.
Retomando la cuestión social de los pibes menores de 18 años, la solución oficial son los operativos «Aprender y Enseñar», el Plan Maestro, la «Secundaria del Futuro», la pedagogía emprendedora y el boom de las neurociencias: en efecto, planes y metas de selección, fragmentación y discriminación de los estudiantes a fin de «empleabilizarlos» para las empresas que disponen del Ministerio de Educación como «gerencia de recursos humanos». Pedagogía de mercado para los alumnos y precarización laboral y salarial para los docentes. En resumen: un cuadro funcional que apunta a lo antedicho: más ganancias para el capital.
En definitiva, el «presente» y su transformación va depender de nosotros, los trabajadores, que con un proyecto propio mande a la prehistoria al «presente» que según Macri hay que vivirlo con alegría y globos amarillos. A organizarnos.
Nota:
(1) https://www.clarin.com/
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