«Vos que le echas la culpa a los que cortan rutas o estan sus tierras reclamando, no seas tan tarado, el que te jode esta a tu lado» Leon Gieco Leer la Biblia desde nuestra realidad, le permite al texto liberar su reserva de sentido a fin de reencontrarnos con su enseñanza liberadora. La Parábola […]
no seas tan tarado, el que te jode esta a tu lado»
Leon Gieco
Leer la Biblia desde nuestra realidad, le permite al texto liberar su reserva de sentido a fin de reencontrarnos con su enseñanza liberadora. La Parábola se encuentra en el evangelio de Lucas 10: 25-39 y se conoce como la parábola del buen Samaritano.
Se acercó a Jesús un profesional de clase media y le preguntó:
-Maestro, que tengo que hacer para tener vida plena?
Jesús:- ¿Qué dicen las escrituras?
-Bueno, «Amar a Dios y a mi prójimo como a mi mismo»
Jesús: -Bien dicho, hace esto y vas a tener vida plena
-Pero, ¿quien es mi prójimo?
Jesús: -Mira, te voy a contar una historia: «Un hombre como tantos Argentinos cayo en manos de un empresario que, amparado por las leyes de los poderosos, compro una fabrica y para engordar su bolsillo redujo a su personal y lo hecho, dejándolo en la calle desesperado y moribundo. Y sucedió que paso un cura, lo miro, y siguio de largo porque tenia que dar misa para hablar de la «esperanza» en el mas allá y aceptar todas las cruces que la injusticia del estado coloca sobre el pueblo. Luego paso un empleado, lo vio y siguió de largo porque estaba apurado por no perder el presentísmo. Luego paso un tachero e intento pasar de largo porque creyó que la indiferencia lo iba a salvar de su miseria. Pero un piquetero, desocupado y demonizado por una sociedad opinada por los noticieros, iba caminando y mirándolo, tuvo misericordia de él y lo levantó, le propuso hacer una panadería para zafar el momento, un merendero para los niños, tener un proyecto de vida, levantar la voz ante una sociedad indiferente y así buscar juntos una salida digna para todos». Ahora bien, ¿ Quien te parece que fue el prójimo del aquel Argentino que quedo tirado en la calle.
-El piquetero que tuvo misericordia.
Jesús: «Entonces anda y hace lo mismo que el piquetero»
Lo sorprendente de este relato, es la inversión que plantea Jesús para hablar del prójimo. A la pregunta ¿quién es mi prójimo? Jesús le enseña mediante la parábola, que «prójimo» era quien lo estaba interrogando. Jesús violentó el sentido común de aquel hombre llevandolo a pensar sobre Sí mismo, mas allá de Sí, buscando destronar su individualismo para situarlo en un pensar lo propio desde una pluralidad, pues tomar conciencia del «otro» es tomar conciencia de Sí.
Quizás por estos dias sea importante rescatar lo nuclear de esta historia, y es que de entrada , Jesús plantea el amor en perspectiva política. Ese «otro» tirado y herido en el camino, no es cualquier «otro», o todo «otro», no es un hombre abstracto, sino alguien situado en condiciones de explotación y opresión. En definitiva, un amor que no es interclasista sino implicado y de clase, hacia el rostro de aquel que le es negada su humanidad e interpela la mía. ¿O «No te diste cuenta que los que oprimen son los ricos»? (Santiago 2:6).
* Psicologo Social, Militante de la Teologia de la Liberacion. Buenos Aires