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Política nuclear al servicio de la política exterior

Fuentes: Carta Argentina

Entre las cinco o seis principales noticias sobre seguridad internacional que el US Departament of State destaca en su labor diaria está el retiro de 3 kg de uranio altamente enriquecido (UAE) de la Argentina. La información aparece el 20 / 7 en el sitio Web del Departamento de la Secretaria Rice en el mismo […]

Entre las cinco o seis principales noticias sobre seguridad internacional que el US Departament of State destaca en su labor diaria está el retiro de 3 kg de uranio altamente enriquecido (UAE) de la Argentina.

La información aparece el 20 / 7 en el sitio Web del Departamento de la Secretaria Rice en el mismo status del contencioso nuclear de Irán, el acuerdo de no proliferación de armas nucleares entre Rusia y EE UU y la guerra en el Líbano.

La Administración Nacional de Seguridad Nuclear de Estados Unidos (NNSA) informa que retiró el UAE de un reactor de investigación argentino: el primero de tres pasos hasta llevarse todo el material nuclear de origen norteamericano empleado por Argentina.

Agrega el ente por interpósito Administrador, Linton Brooks, que es digno de elogio «el liderazgo de Argentina en reducir al mínimo y…eliminar el uso de uranio altamente enriquecido con propósitos nucleares civiles…es parte de un esfuerzo mundial más amplio de la NNSA para reducir el peligro de que los terroristas consigan material nuclear».

Este hecho culmina un proceso amplia y cronológicamente cubierto por CA desde julio del 2005 (ver www.cartaargentina.com.ar / Histórico / ámbito nacional / tema: defensa), a lo largo del cual se puede advertir, sin forzar la suspicacia, que el gobierno del presidente Kirchner no ha contrariado al del presidente Bush cuando menos en materia de seguridad mundial.

Queda claro en la edición de la víspera del diario La Voz del Interior. En la sección de noticias internacionales, el medio cordobés publica con prístina claridad en el análisis el tímido pronunciamiento de la Argentina, como miembro transitorio del Concejo de Seguridad de la ONU, respecto de los ataques de Israel al Líbano («Argentina, en consulta permanente con Brasil y atendiendo a su puesto en la ONU»). En la misma sección y bajo el título: «La ONU aprobó resolución sobre Irán», el diario dice que el mismo Concejo de Seguridad en el que revista la Argentina, emplazó hasta el 31 de agosto a Irán para que termine con el enriquecimiento de uranio bajo pena de sanciones.

La agencia Al Yasira de Qatar informaba el lunes pasado que la votación a favor del ultimátum fue de 14 a 1(Qatar fue el único voto a favor de Irán). De lo que se infiere que el desempeño argentino en el Concejo de Seguridad es desvaído ante la ofensiva del eje USA – Israel, en el mejor de los casos, y rudo con los iraníes amparándose en una mayoría persuadida por el embajador norteamericano Jhon Bolton el 1 de marzo de este año, día en que la Argentina asumió la presidencia pro témpore del Concejo.

La Argentina fue en 1984 el iniciador del plan nuclear iraní y hoy suma su palada de tierra a las de otros sepultureros del mismo plan ¿A qué costo y con qué beneficio? ¿Al costo de inmolar su propio enriquecimiento de uranio, es decir, de su propio plan nuclear? ¿Con el beneficio de que EE UU haga la vista gorda y sólo retire blancos de uranio 235 enriquecido con tecnología norteamericana?

La respuesta a ésta última pregunta la tiene el embajador Bolton, quien aseguró que a su país le preocupaba más el contencioso nuclear de Irán que la guerra en Medio Oriente, como si ambas cosas no convergieran en el mediano plazo.