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Plata hay… que pelearla

Fuentes: Lucha Socialista

Los estatales bonaerenses llevamos más de un mes de lucha. El Frente Gremial Docente acaba de votar un paro para el 7 y 8 de noviembre, como continuidad del que protagonizaron junto a los estatales la semana pasada. Los médicos de los hospitales harán un paro de 48hs. Y esto se da en un marco […]

Los estatales bonaerenses llevamos más de un mes de lucha. El Frente Gremial Docente acaba de votar un paro para el 7 y 8 de noviembre, como continuidad del que protagonizaron junto a los estatales la semana pasada. Los médicos de los hospitales harán un paro de 48hs. Y esto se da en un marco nacional de más de un millón de estatales desarrollando diferentes medidas de lucha, en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Entre Ríos…

El tope salarial de Kirchner del 19% para los estatales y docentes, aplicado a rajatabla por el Gobernador Solá en Buenos Aires, con básicos de menos de $300, fue miserable. Los bajos salarios y el costo de vida empujaron la lucha a pesar de la traición de UPCN, Soeme, y la Plata hay… que pelearla aceptación pasiva de ATE y el Suteba-FGD.

Plata hay…

El gobierno de Kirchner ha acumulado 28.000 millones de dólares en reservas del Banco Central. Lo que el gobierno presenta con orgullo lo consigue a costa de pagar salarios de hambre a los estatales, docentes, médicos y jubilados, bajando los presupuestos de salud y educación.

Los salarios de los estatales, que ya eran miserables con De la Rúa-Cavallo, han quedado muy por detrás de la devaluación y la inflación. Las jubilaciones fueron congeladas por Menem en 1991. Con los aumentos que dio Kirchner, la mínima llegó al nivel que tenía antes de la devaluación, pero no se les ha aumentado por la inflación de todos estos años. El presupuesto de educación está por debajo del de De la Rúa-Cavallo y, como el de salud, mantienen en crisis a esos sistemas vitales para la población. Así es como el gobierno peronista acumuló esas reservas.

¿Y en Provincia de Buenos Aires?

La «excusa» esgrimida por el Gobernador Sola para no aumentar salarios ni el presupuesto en salud y educación, es que la Ley de Responsabilidad Fiscal impuesta por el Fondo Monetario Internacional (y aceptada por Kirchner y Solá en el 2004), no permite el aumento del gasto en ESTATALES BONAERENSES las provincias si no hay un incremento del crecimiento y pone límites al endeudamiento con organismos internacionales.

Plata hay, lo que pasa es que, más allá de la pelea por la coparticipación, Solá, igual que Kirchner, opta por usar esos fondos no para salarios sino para hipotecar el país y la provincia por dos o tres generaciones, para cumplir y seguir beneficiando a los usureros internacionales. No sólo está la plata para aumentar nuestros salarios, sino también para comenzar a resolver la crisis de la salud, impedir el vaciamiento del IOMA y para financiar una política social que responda a las necesidades de los millones de pobres y desocupados que viven en la provincia.

La disposición mostrada por estatales y docentes, es una base importante para desarrollar la lucha para romper el tope salarial. Pero se hace evidente la necesidad de recuperar nuestras organizaciones gremiales al servicio de esa lucha. Hoy se ve que los dirigentes son un obstáculo para imponer nuestras reivindicaciones. Necesitamos que la unidad surgida desde abajo, que se demostró en el último paro conjunto de estatales y docentes de la provincia, tome forma en un gran frente unido de todos los que enfrentamos la política divisionista de los dirigentes. Es preciso empezar a discutir en todas las escuelas, reparticiones, hospitales, la urgente necesidad de un plan de lucha unificado por el salario, contra la precarización, el aumento de los presupuestos, por la derogación de la Ley de Responsabilidad Fiscal, y contra el proyecto de «Nueva Ley de Educación». Podemos entrar en una nueva etapa, pero para enfrentar y derrotar la política de hambre y miseria del gobernador Sola, debemos comenzar por exigir a los gremios del Estado (Suteba, ATE), que rompan con el gobierno, y llamen a un plan de lucha unificado, con medidas progresivas, hasta lograr el aumento salarial.