Ya es un clásico. Cuando promedia febrero, las discusiones salariales entre el gobierno nacional y los provinciales y los gremios docentes se vuelven un clásico de previsible final; aunque de conjunto la campaña en contra de los trabajadores de la educación no tiene un limite temporal. La actual presidenta, asumió en diciembre con una fuerte […]
Ya es un clásico. Cuando promedia febrero, las discusiones salariales entre el gobierno nacional y los provinciales y los gremios docentes se vuelven un clásico de previsible final; aunque de conjunto la campaña en contra de los trabajadores de la educación no tiene un limite temporal.
La actual presidenta, asumió en diciembre con una fuerte descalificación a los docentes. Remarcó, que en sus días mozos los maestros acostumbraban a saber más que los alumnos.
Lógicamente que esta descalificación estaba llena de venganza. Principalmente en contra de los docentes santacruceños, quienes protagonizaron una heroica lucha durante todo el 2007 que sirvió para exponer ante la sociedad aspectos que el kirchnerismo hubiera preferido mantener invisibles. La represión mediante la gendarmería en los jardines de infantes, los atentados con bombas molotov, los aliados al kirchnerismo provincial (Varizat) que gustan pasear sus lujosas 4×4 por encima de maestras y profesores…
Es cierto que estas revelaciones no lograron que el kirchnerismo sufriera un traspié en las elecciones de octubre; pero, cierto es también que la ofensiva política que Cristina necesita hegemonizar, para poner en marcha un plan de gobierno adecuado a los tiempos que corren, sigue siendo influido por esos acontecimientos.
La impresionante conflictividad demostrada por los trabajadores del magisterio durante todo el 2007 tuvo una extensión extraordinaria. Téngase en cuenta que no hubo un solo mes en 2007, en el que el gobierno y la burocracia, que dirige a los trabajadores del magisterio, no tuvieran que salir a «apagar incendios» en la mayoría de las provincias del país.
Sólo la negociación tan «responsablemente mesurada» de las burocracias gremiales docentes, afiliadas políticas al kirchnerismo, consiguió que los reclamos de los trabajadores no se unificaran nacionalmente y que, aun a costa del maestro asesinado, Carlos Fuentealba, siguieran trabajando febrilmente para la dispersión de los conflictos.
En 2007, la lucha de los maestros tuvo en los hechos un alcance provincial. Pero, la tendencia que se manifestó a lo largo de los meses de ese año adquirió una dimensión nacional. Mucho más que esto; la reproducción del método asambleario para la toma de decisiones, las movilizaciones callejeras, los cortes de rutas y calles, que se repitieron a lo largo y ancho del país, definió entre las bases de un gremio, mayoritariamente femenino, la consolidación del sentimiento antiburocratico que desde hace años viene madurando, junto a una fuerte disposición a la acción.
El clásico, que se comienza a jugar en este caluroso febrero contiene, tanto del lado del gobierno como de las direcciones burocraticas docentes, una sola motivación: desactivar la posibilidad de que se produzcan en 2008 situaciones similares a las ocurridas el año anterior.
Esta posición, se explica por si sola si tenemos en cuenta los resultados que nos deja la «histórica primer reunión de paritarias nacionales docentes», que finalizó entre abrazos, sonrisas y besos, pero que antes de discutir salarios, se centró en la discusión de mecanismos que regulen las próximas luchas del magisterio. «En rueda de prensa, Noemí Rial (viceministra de trabajo, nos informa el diario La Nación) valoró el impulso para crear una Comisión Federal de Mediación «teniendo en cuenta el grado de virulencia de los conflictos que hubo durante 2007».
«De acuerdo con una propuesta presentada por los ministerios, la Comisión Federal de Mediación se conformaría para actuar «sólo a pedido de las partes» y se integraría por representantes de organizaciones gremiales nacionales que incluyan a los sindicatos de la jurisdicción, un representante del Ministerio de Educación y otro del Ministerio de Trabajo» (La Nación). El objetivo de la flamante Comisión Federal no puede ser más claro y es una descarada muestra de cómo Cristina pretende aplicar su fracasado «Pacto social»: declarando por fuera de la ley cualquier convocatoria gremial que las bases realicen al margen de las direcciones nacionales docentes, afiliadas al kirchnerismo.
Valiente paritaria la de Yasky- Maldonado, más preocupada porque las futuras luchas de los trabajadores de la educación no los desmoronen de sus sillones, que por arrancarle al kirchnerismo un miserable aumento para los sueldos de los maestros.
Lógicamente que nuestra afirmación se sustenta en la consideración de que el salario de los trabajadores de la educación no se incluye entre las preocupaciones primarias del gobierno de Cristina Kirchner o de Daniel Scioli, todo lo contrario.
La pregunta es: ¿es prioridad, de los dirigentes nacionales de la Ctera o provinciales del Suteba, una recomposición salarial que haga más digno el salario docente y que lo acerque a los costos de la canasta familiar? De ninguna manera. «Al respecto, el secretario adjunto de CTERA, Francisco Nenna, señaló la imposibilidad de algunos distritos como Buenos Aires de otorgar un piso de 1.400 pesos, por lo cual, dijo, «será responsabilidad de cada uno de los gobiernos provinciales aplicar el piso salarial, teniendo en cuenta además el aumento en la recaudación que hubo en la Nación». (Página12)
Nenna abre el paraguas antes de marzo. Ninguna posibilidad de aumentar los sueldos mínimos a un piso de 1400 pesos. Si buenos Aires, la provincia más rica del país, no puede cumplir con un piso de 1400, que queda para el resto de las provincias «pobres».
El dirigente de la Ctera asume de esta manera como propia las restricciones salariales que el gobierno de Cristina Kirchner le ha impuesto al conjunto de las direcciones sindicales, en medio de un escandaloso clima inflacionario.
El propio Moyano ha descartado prontamente «pasarse a la vereda de enfrente» luego de una reunión con la presidente y de un ofrecimiento, por parte del kirchnerismo, de no hacerle olas para que el empresario camionero siga al frente de la CGT; además de que obtenga un altísimo cargo en la conducción del PJ reconvertido al pingüinismo (vicepresidente?).
El próximo en ser recibido por Cristina en la Rosada es el otro Hugo. Yasky participa de esta reunión como representante de la CTA y seguramente recibirá los mismos pedidos de «mesura» que recibió Moyano en su momento. ¿Obtendrá «el Hugo» (según algunos, el no tan gordo) la añorada personería para la Central que le toca conducir? Seguramente que no, ya que, en caso contrario, volverían a mencionarse los cambios de veredas por parte de (este sí, según los mismos) el gordo Moyano.
Yasky, Nenna, Maldonado, Baradel están negociando a la baja; y eso que todavía no empezaron a hablar de salarios. Las observaciones, sobre que el salario docente compensa 4 horas de trabajo son una infamia abierta que cumple con el objetivo de enfrentar a los educadores con una sociedad que atraviesa una precariedad laboral impresionante.
Los 1400 pesos de salario mínimo de los que hablan en paritarias, cubren apenas un tercio de la canasta familiar no «indec-sada» por el kirchnerismo. Esta es la principal razón para que los educadores trabajen en dos y hasta en tres cargos, lo que provoca un profundo malestar psicofísico.
Esta realidad no es desconocida por ninguno de los interlocutores paritarios, sin embargo en lugar de discutir un incremento salarial que revierta esta situación, se disponen a negociar el régimen de licencias al mejor estilo Macri; donde el trabajador pagará doblemente: con su salud y con su bolsillo la próxima vez que esté enfermo.
La estabilidad laboral también será de la partida. No sólo de los trabajadores suplentes y provisionales sino del propio docente titular.
La llamada carrera docente en boca de estos «delegados paritarios», a los que nadie eligió, consiste simplemente en poner en juego lo que en las nuevas leyes educativas (Nacionales y provinciales) se denomina salario por merito; una forma desvergonzada de derogar el Estatuto del docente, colocando al maestro/a en competencia con sus propios compañeros. El clásico apenas comienza a jugarse. Los resultados estarán a la vista antes del 3 de marzo. Seguramente la burocracia recurrirá nuevamente a la supuesta consulta a las bases, para manipular fraude mediante, la supuesta aceptación de todo el conjunto de conquistas perdidas.
La diferencia entre este clásico y el resto de clásicos argentinos, es que acá la tribuna también juega.