Bajo la consigna de «Aparición con vida de Luciano Arruga» se movilizaron en San Justo cientos de jóvenes que reclamaron por el esclarecimiento de los hechos en los que Luciano Arruga, de dieciséis años, fue desaparecido el 31 de enero de este año, por efectivos de la Policía Bonaerense que prestaban servicio en el destacamento […]
Bajo la consigna de «Aparición con vida de Luciano Arruga» se movilizaron en San Justo cientos de jóvenes que reclamaron por el esclarecimiento de los hechos en los que Luciano Arruga, de dieciséis años, fue desaparecido el 31 de enero de este año, por efectivos de la Policía Bonaerense que prestaban servicio en el destacamento de Lomas del Mirador y que fueron removidos de su cargo, en un primer momento, por el Ministro de Seguridad de la Provincia, Carlos Stornelli, pero que luego fueron reubicados en sus funciones hasta el día de hoy.
Al frente de la marcha, realizada por los 10 meses sin noticias sobre el paradero de Luciano, con una bandera que representaba el pedido de volver a verlo con vida, se veía a la madre del joven desaparecido, Mónica Alegre, a la hermana , Vanesa Orieta y a Angélica Urquiza, madre de Jonathan Lezcano, un joven desaparecido y asesinado por la policía de la comisaria 52 , el 8 de julio de este año en el barrio de Lugano de la Ciudad de Buenos Aires. La madre de Luciano aseguró que la causa se encuentra paralizada y que mientras tanto siguen los hostigamientos y amenazas para todos los amigos y familiares que se manifiestan en actividades pidiendo justicia para Luciano.
Anabela, una amiga de Luciano Arruga y de Vanesa su hermana, quien participa desde el primer momento de la desaparición de Luciano en las marchas, sufrió todo tipo de amenazas a lo largo de los últimos meses. Pero el lunes pasado fue víctima de una situación lamentable. Cuando paseaba por el centro de la ciudad de San Justo en moto, fue interceptada por policías que la detienen y la dejan ir, pero a las 5 cuadras un patrullero la atropella, se bajan policías, la comienzan a golpear, la suben al auto en el cual la pasean durante horas en las que la golpean en todo momento, y a continuación la llevan a la comisaria y le adjudican un cantidad importante de drogas, lo que la complicaría desde el punto legal. La acosaron, la manosearon y le propusieron tener sexo a cambio de dejar de molestar. Luego de estar detenida durante 13 horas fue puesta en libertad, pero las amenazas telefónicas continuaron por lo que debió irse de su casa momentáneamente y dar de baja su teléfono celular.
Así, en medio de un clima difícil, viven todos lo que participan de estas marchas. Toman más recaudos que para otras actividades y desconfían de los que no conocen.
Familiares, amigos, movimientos sociales, agrupaciones de izquierda y organismos de derechos humanos, todos nucleados en la Coordinadora Anti represiva del Oeste y en la Coordinadora por la aparición con vida de Luciano Arruga, marcharon unas diez cuadras, desde la esquina de la calle Catamarca y Camino de Cintura hasta el puente de la rotonda de San Justo en el cruce del Camino de Cintura y Ruta 3.
La marcha prevista para las 17 horas, salió unos minutos después y luego de subir al puente para hacer un acto, habló la mama de Luciano, Mónica Alegre, y le pidió a la presidenta «que me atienda como atiende a familiares de víctimas por inseguridad», y afirmo que » los chicos de la villa no roban para ellos, roban para la policía». El acto culminó con la quema de una gorra gigante de Policía, y luego se dirigió hacia la municipalidad de La Matanza, en el centro de la localidad de San Justo, para reclamarle al poder político una respuesta.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.