Con la condena a cuatro policías, dos de ellos comisarios de alto rango, suman ya siete los uniformados sentenciados por la justicia neuquina en el conocido caso de Pedro «Pepe» Alveal, el trabajador ceramista de la ex Fábrica Zanón a quien le sacaron su ojo izquierdo durante una brutal represión que tuvo lugar el 25 […]
Con la condena a cuatro policías, dos de ellos comisarios de alto rango, suman ya siete los uniformados sentenciados por la justicia neuquina en el conocido caso de Pedro «Pepe» Alveal, el trabajador ceramista de la ex Fábrica Zanón a quien le sacaron su ojo izquierdo durante una brutal represión que tuvo lugar el 25 de noviembre del 2003 en el barrio San Lorenzo, en el oeste de la capital neuquina. Si bien ninguno de los efectivos condenados cumplirá la condena en la cárcel, la inhabilitación para ejercer la función policial llega hasta cuatro años de efectivo cumplimiento. Tanto Pepe Alveal como sus compañeros de la actual FASINPAT (Fábrica Sin Patrones), festejaron este nuevo fallo a su favor «porque trae un poco más de justicia a esta provincia donde se cometió la peor injusticia de todas: asesinar un maestro, nuestro compañero Carlos Fuentealba».
La jueza a cargo del Juzgado Correccional Nº 2, María Gagliano, falló esta semana condenando al comisario mayor Diógenes Martín y al comisario inspector Luis Díaz a la pena de dos años de prisión en suspenso por el delito de «severidades ilegales» cometidas contra el obrero ceramista Pepe Alveal en las comisarías Primera y 18º de Neuquén capital, donde respectivamente ambos desempeñaban la jefatura de cada una de las mismas. En la misma sentencia, la magistrada condenó por el mismo delito al oficial inspector Adolfo Padilla -a cargo hoy de la seguridad en los Tribunales de Neuquén- y al efectivo Leonardo Calvín Díaz Pérez. Al primero de ellos le cupo un año y ocho meses de prisión en suspenso y al de menor rango solamente seis meses, ya que se lo encontró culpable de «incumplir con los deberes de funcionario público».
Hay varios datos a tomar en cuenta en este nuevo juicio, el tercero que se lleva a cabo en forma consecutiva, desde el año 2008 hasta la fecha, por la misma causa donde se juzga las gravísimas heridas que sufrió Alveal en la represión policial ocurrida en su barrio, hace casi siete años, donde además de recibir 64 perdigonadas en su cuerpo, una de ellas le hizo perder el globo ocular de su ojo izquierdo. El primero es que los dos comisarios condenados tienen antecedentes de violencia similares en su
vasta foja policial. Así Díaz, cuando era mucho más joven, actuó en 1976, durante la dictadura militar, en el llamado «Operativo Cutral Có». Allí, en la ciudad más petrolera de Neuquén, se detuvo en una noche la mayor cantidad de militantes políticos y dirigentes obreros de la cual se recuerda en la historia represiva de esta provincia norpatagónica. Por su parte Diógenes Martín, lleva en su mochila policial haber participado de la represión a los docentes neuquinos, aquel triste miércoles 4 de abril de 2007 en Arroyito, sobre la ruta nacional 22, donde cayó herido de muerte el profesor de Geografía y Química Carlos Alberto Fuentealba.
«Nosotros pedimos cinco años de prisión efectiva para los siete policías que no atendieron a Pepe (Alveal) en las comisarías donde estuvo más de siete horas, por el cual perdió uno de sus ojos y siguió recibiendo tortura y malos tratos por parte de todos ellos» dijo a Rebelión Ivanna Dal Bianco, una de las abogadas del trabajador reprimido. Mientras que Mariano Pedrero, el segundo de los profesionales de la querella y actual abogado de los obreros de la ex Zanón, la fábrica FASINPAT, expresó que «estamos satisfechos con la condena porque además de creerle y dar por absolutamente probado todo lo que Pepe contó que le pasó el día de la represión en San Lorenzo, también no se acreditaron todas las mentiras que adujeron en su defensa tanto los altos jefes policiales como los colegas de los imputados que testificaron en el juicio diciendo que lo que le había pasado a Alveal «no había sido nada importante».
Producto de los «falsos testimonios» comprobados a varios de los uniformados que tuvieron que declarar en el proceso que duró tres semanas, la jueza Gagliano ordenó nuevas diligencias judiciales que harán necesario un nuevo juicio por el caso Alveal. «La historia continuará» dijo a Rebelión Omar Villablanca, actual secretario general del Sindicato de Trabajadores y Empleados Ceramistas de Neuquén, quien remarcó que «lo que le pasó a nuestro compañero de fábrica Pepe (Alveal) lamentablemente sigue pasando en todas las barriadas de Neuquén cada vez que la policía decide entrar y reprimir a los jóvenes». «Por eso es tan importante esta condena de hoy: para que de una vez por todas se acaben las golpizas y las feroces represiones de la policía de Neuquén, aquí y en otros lugares de la provincia» concluyó el dirigente.
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