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El anticipo de una crisis venidera de financiera a bacterial

Fuentes: Rebelión

Los augurios del pasado año en referencia a la salud financiera mundial auguraban el probable estallido de una crisis financiera de raíz oriental ante la delicada y falta de crecimiento de la economía china y dada la ciclicidad de las crisis capitalistas ya el epicentro occidental se había manifestado en 2008.

La inyección ingesta de fondo capitalizada en la banca mundial finalmente no genero los efectos deseados en materia de consumo y de ingreso que si bien el actual indicador de desempleo de la primera potencia da lugar a un 2 por ciento la distribución del ingreso y la performance en el poder adquisitivo continúan siendo desfavorables por lo que un emergente son las altísimos niveles de endeudamientos de los estadounidenses en su conjunto cuya finalidad es la compra de bienes básicos de consumo y no bienes durables.

La irrupción política de Trump no ha dejado lugar tanto dentro del Partido Republicano como del Partido Democrata a otro liderazgo mas allá de los atisbos seudo socialistas de Sanders donde si bien aparece una nueva epica política esta no va mas allá de remedios caseros para una enfermedad terminal. Del cuestionamiento del accionar omnipresente geopolíticamente no hay noticias. Sera un consenso intimo de la clase política norteamericana o es el temor de un destino seguro a lo Kennedy.

Los comentarios mundiales de esta nueva pandemia denominada coronavirus poco hablan del origen geografico o bactereologico de la misma haciendo énfasis tan solo en su difusión cada vez mas acelerada en el escenario mundial.

Si de conspiraciones el mundo existe como no pensar en función del enfretamiento tacito entre los EEUU y el gigante asiático de no haber mediado una intension manifiesta.

Sin ir mas lejos la aparición del SIDA en Africa o de otros fenómenos virusicos similares quizás puedan dar lugar a que las cosas no suceden porque si.

Según la ultima publicacion de la  sociologa Monica Peralta Ramos los efectos del coronavirus afectaran a casi dos tercios de la población mundial acarreando unos 100 millones de vidas.

La consecuente parálisis económica y del intercambio comercial – que ya  se deja sentir – no dejara ajena a la Argentina que debate crucialmente su futuro económico en las duras negociaciones del FMI por su elevadísima deuda externa fogoneada por la administración de Mauricio Macri.

Si bien el Gobierno tiene un tiempo de gracia y un apoyo popular según variadas mediciones exiten signos de descontento luego de los anuncios en materia jubliatoria y algunos contrasentidos en materia de tarifas y leyes previsionales.

La recuperación es lenta y ha sido decidida para que su fogeo sea los sectores mas desfavorecidos de la sociedad que a su vez son los mas afectados por los desmedidos aumentos en los bienes de consumo masivo que en apariencia no son captados por las mediciones oficiales.

Los heterogéneos sectores medios aun manifiestan dificultades para cumplimentar un ingreso acorde a sus necesidades básicas pero que miden entre el pasado y el presente optando dar un crédito a la reciente administración.

Por cuanto tiempo será todo depende de la suerte del magistrado como diría Maquiavelo.

El desenlace de las negociaciones con el FMI dará el pulso de acción al gobierno por lo menos hasta la finalización del mandato y a su vez de sus imposiciones algunas de las cuales estas semanas pudimos observar.

Una contracción económica mundial ya sea por causas financieras o bacterologicas dará como primer impacto una merma en la captación de dólares genuinos necesarios para calmar los apetitos crediticios y dará mayor vida a la recesión interna que ha lentificado la vida de la mayoría de los argentinos donde la geografía urbana cotidiana esta enraizada por vendedores informales y moradores transitorios en sus calles.

No es factible descansar en un engrandecimiento de las arcas oficiales solo por una política fiscal o tributaria.

Es necesario pensar en la potenciación de nuestra producción mas competitiva y de mayor valor agregado y que no compite con otros espacios.

El tiempo  es un recurso escaso. Los argentinos en su conjunto debemos actuar prontamente.

Ezequiel Beer. Geografo UBA y analista político