La Administración de Biden fomenta una disputa falsa sobre las cifras de hambruna en Gaza para ocultar la realidad del genocidio
El 23 de diciembre, la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS Net por sus siglas en inglés) -un proyecto financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)- publicó un informe en el que advierte de un “escenario de hambruna” que “sigue desarrollándose en el norte de Gaza”.
En vista de la falta de ayuda y del número de personas que se encuentran en la zona, FEWS Net concluyó que “es muy probable que ya se hayan superado los umbrales de la fase más severa por desnutrición (fase 5 del CIF -Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria)”. La organización estimó que, en ausencia de cualquier cambio en la política israelí, “los niveles de mortalidad no traumática superarán la fase 5 de hambruna entre enero y marzo de 2025, con al menos entre 2 y 15 personas muriendo por día”. El umbral aceptado para la hambruna sería de dos o más muertes por día por cada 10.000 personas.
FEWS Net ha monitoreado la situación humanitaria en Gaza desde que comenzó el ataque de Israel.
Disputa falsa
Al día siguiente de la publicación del informe, el embajador de Estados Unidos en Israel, Jack Lew, lo denunció públicamente en un tuit. Afirmó que el informe de FEWS Net “ se basaba en datos inexactos” y que “es irresponsable emitir un informe como este”.
La base de su objeción era el número de civiles que había en ese momento en el norte de Gaza. El informe de FEWS Net incluía estimaciones de noviembre que citaban una población de hasta 75.000 personas. En su queja, Lew citó cifras más recientes, combinando la estimación de COGAT (la Coordinadora israelí para los territorios ocupados) de 5.000 a 9.000 personas, y la estimación de UNRWA de 7.000 a 15.000. Lew escribió que “ahora resulta evidente que la población civil en esa parte de Gaza está en el rango de 7.000 a 15.000, no entre 65.000 a 75.000, que es la base de este informe”. Para Lew, el uso de las cifras de noviembre en el informe afecta a las conclusiones del informe sobre la hambruna actual en el norte de Gaza.
Sin embargo, esta queja sólo tendría eco en quien no se leído el informe, que consta de sólo tres páginas. Si bien el informe cita las cifras más altas y anteriores, decir que éstas fueron la “base de este informe” sería completamente falso. En la siguiente frase la FEWS Net cita las cifras de noviembre de OCHA y el informe cita las cifras más bajas de la UNRWA de diciembre:
Imágenes más recientes de los satélites sugieren que miles de personas fueron evacuadas a principios de diciembre y se están realizando esfuerzos para actualizar el tamaño estimado de la población restante; una actualización de la UNRWA del 22 de diciembre sugiere que la población puede ser entre 10.000-15.000
La cita es clara al incluir el extremo inferior de las cifras en su evaluación:
El rango del número estimado de muertes diarias (2 a 15 muertes por día, aplicando el umbral de mortalidad por hambruna de 2 muertes/10.000/día) captura la base más baja de muertes de la población para una clasificación de hambruna (Fase 5 de la CIF), siendo 10.000 persona el extremo inferior y 75.000 personas el extremo superior.
El informe reconoce cierta ambigüedad en las cifras de la UNRWA: “Basándose en el lenguaje utilizado en la actualización de la UNRWA, no está claro si la ONU está sugiriendo que la población total del norte de Gaza es de 10.000 a 15.000, o si 10.000 a 15.000 son el número de personas que permanecen en un subconjunto de áreas”.
El informe de FEWS Net también deja claro las limitaciones de la recopilación de datos, escribiendo:
“En medio de condiciones cada vez más inviables para recoger los datos y confirmar definitivamente si se cumplen los criterios de hambruna (Fase 5 de la CIF), el análisis de la probabilidad de hambruna debe basarse en la extrapolación, la inferencia, la evidencia empírica, la lógica y el juicio de expertos”.
Cualquier lectura superficial del informe, invalida la afirmación de Lew de que cifras “inexactas y obsoletas” fueron la “base de este informe”.
Distorsionando la realidad
A pesar de la falta de fundamento del ataque del Departamento de Estado, FEWS Net sucumbió a la presión. El New York Times informó que la organización planea ajustar sus proyecciones en función de las cifras actualizadas, una declaración sorprendente dado que sus evaluaciones actuales incluían cifras del día anterior a la publicación. El Times también informó que FEWS Net mantiene su evaluación, pero el informe ya no está publicado en su página web (aún accesible a través de Wayback Machine). De hecho, aunque los informes más antiguos sobre Gaza todavía están disponibles, el panel interactivo de FEWSNET no muestra ninguna información sobre la zona.
Los grupos de apoyo pro palestinos condenaron rápidamente al ataque estadounidense y a la retractación de FEWS Net. El Consejo de Relaciones Islámico-Americanas (CAIR) publicó una declaración condenando la eliminación del informe:
Rechazar un informe sobre la hambruna en el norte de Gaza -aparentemente mostrando el hecho de que se ha logrado una limpieza étnica de su población nativa- es solo el último ejemplo de cómo los funcionarios de la administración Biden apoyan, permiten y excusan la clara y abierta campaña de genocidio de Israel en Gaza.
Ken Roth de Human Rights Watch denunció la disputa:
“Esta discusión sobre el número de personas desesperadas por obtener comida parece una forma politizada de desviar la atención del hecho de que el gobierno israelí está bloqueando el ingreso de prácticamente todos los alimentos”.
El embajador de Estados Unidos al denunciar el informe desvió la atención de la cobertura mediática de las conclusiones del mismo, creando la nueva historia sobre la disputa de cifras. Para el público, las conclusiones del informe quedaron en un segundo plano y la historia más importante es la disputa. La eliminación del informe por parte de FEWS Net no hizo más que apoyar esta desinformación.
El día de Navidad, The New York Times publicó un artículo destacando las quejas del embajador Lew y enmarcando la historia como una disputa de cifras. El Times parece que tampoco se leyó el informe, ya que no hace referencia al hecho de que FEWS Net cita cifras más recientes de la UNRWA.
El Times escribió que “la disputa señala las dificultades que existen para recoger datos en Gaza que han obstaculizado los esfuerzos humanitarios desde que comenzó la guerra”. El Times no hizo ningún intento de investigar o evaluar los hechos que objetaba Lew. En cambio, publicó acríticamente la defensa de Israel: “Israel ha dicho que trabaja duramente para facilitar los suministros a Gaza, pero que los grupos de ayuda a menudo no han podido entregarla, debido al saqueo generalizado y la anarquía”.
El Times se negó a hacer referencia a la enorme evidencia que demuestra que Israel está restringiendo deliberadamente la ayuda como parte de una política oficial de despoblación.
Intención de destruir
Uno de los pilares básicos de la acusación contra Israel por genocidio es su uso deliberado del hambre y la privación como táctica. Amnistía define la intención como acciones israelíes destinadas a “infligir deliberadamente a los palestinos de Gaza unas condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física”. Entre otras cosas, el principal método que utilizó Israel fue “la negación y obstrucción de la prestación de servicios esenciales, asistencia humanitaria y otros suministros vitales”.
En un informe publicado el día anterior al de FEWS Net, OXFAM alertó que entre el 8 de octubre y el 16 de diciembre, la ONU intentó 137 misiones de ayuda al norte de Gaza, y más del 90% de ellas fueron rechazadas por Israel. De los 34 camiones de ayuda a los que se les permitió oficialmente entrar en Gaza, sólo 12 lograron superar la serie de demoras y restricciones arbitrarias impuestas por Israel para poder entregar alimentos o agua.
USAID, principal patrocinador de FEWS Net, ha publicado sus propias conclusiones sobre la situación en Gaza durante el último año y medio de genocidio. Samantha Power, la “superestrella humanitaria” que dirige USAID bajo Biden, reconoció que Israel era la principal fuerza que impedía que la ayuda llegara a la Franja. En primavera, USAID concluyó que Israel estaba bloqueando deliberadamente la ayuda a Gaza, una de las muchas acciones israelíes que hacen que la ayuda militar estadounidense a Israel sea ilegal según el derecho estadounidense e internacional.
Como señaló el periodista Stephen Semler, hay numerosas formas –incluidas sus propias cifras publicadas– en que los israelíes han confirmado su propia política de bloqueo de la ayuda a Gaza.
- Israel bloquea la ayuda humanitaria en Gaza, datos del ejército israelí
- Cuando la ayuda humanitaria es más necesaria que nunca, la ayuda que entre es la más baja.
- Línea verde: Número de cambiones que se le permite entrar en Gaza
La política de hambre de Israel ha sido reconocida abiertamente tanto en Israel como en Estados Unidos. Desde al menos octubre, la política se ha materializado en el llamado Plan General para limpiar el norte de Gaza. El Plan General es el nombre que se le da al documento del general israelí Giora Eiland, de la línea dura, que insta a las fuerzas israelíes a expulsar por la fuerza a la población del norte y luego cerrar la zona, tratando a cualquiera que permanezca allí como un objetivo militar.
En efecto, este plan es la base de una campaña de limpieza étnica violenta para quienes no pueden o no quieren cumplir las órdenes ilegales de expulsión de las fuerzas israelíes. Eiland, que ha respaldado medidas drásticas, entre ellas permitir o alentar epidemias en Gaza como parte de los esfuerzos bélicos de Israel, ha defendido su plan en la prensa israelí.
En Israel, este plan se discute abiertamente como un plan para el norte de Gaza. Si bien Israel aseguró en privado a sus homólogos estadounidenses que ese no era su plan, también se negó a desmentirlo públicamente .
La esencia del plan es impulsar las condiciones de hambruna de las que informa FEWS Net.
Esta falsa disputa sobre los informes humanitarios en el Norte tiene por objeto ocultar estos hechos y allanar el camino para que Israel siga atacando a la población de Gaza. Como han corroborado Amnistía, Human Rights Watch y numerosos informes, Israel ha demostrado tener una clara intención de cometer actos genocidas contra los palestinos. Los funcionarios y los medios de comunicación estadounidenses han contribuido decisivamente a encubrir este crimen.
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