Boca Juniors es… un riesgo1 (tal vez por ese motivo quieren convertirlo en “sociedad anónima”). Representa la sublevación de los vasallos, ganándoles terreno y alejándose de los señoritos ingleses reverentes al virrey de turno. Casi que en clara oposición de clases aún dentro de la misma clase: los que se auto reconocen de la clase laburante y los que se quieren despegar, es decir los desclasados que siendo obreros no se reconocen como tales. Luego, si es nuestro querido Boquita, evoca que “Boca Juniors no es un centro aristocrático. […] Es talvez en tal condición el único club argentino amplio y fuerte constituidos por obreros…”2
Boca fue a Europa, pero no a pedir la escupidera, fue y demostró como la gente de un barrio de obreros podía enfrentarse a los poderosos, a los eternos conquistadores y derrotarlos de visitante, en su territorio. Logrando tal golpe de efecto que hasta le solicitasen jugar al menos un partido en Francia. Boca puede representar esa épica identitaria levantada desde 19133: “La idea, más que nada, de que se podía vencer a rivales mejores si uno estaba dispuesto a poner todo: que la voluntad vale más que las exquisiteces, que no hay nada imposible.” Esa idea de que nada es imposible para los de más abajo, aún en condiciones desfavorables (un presidente como títere del Pato Donald), si ponemos todo y no nos guardamos ni jugamos a hacer tiempo.
Milei no puede ser de Boca. Porque, en términos populares del futbolero argentino: es bocón durante la semana, no pone huevos en el partido; se esconde detrás de la yuta4cuando la hinchada5 canta en las calles; le llora al árbitro del FMI6 y se humilla ante la ARFA (Asociados de la Reserva Federal “Americana”) para que lo saquen del descenso. Todo ello, para no tener que reconocer que siempre será un equipo de segunda: lúmpenes que han logrado “escalar” como marionetas de los piratas de siempre. Dado lo cual, al final del día, prefieren su sillón y el bridge…
Es aquí que parafraseamos a un amigo bostero7, Atilio, y “reclamamos derecho de pertenencia”: Milei no es, ni será de Boca; ya que no es ni será PUEBLO (aunque tampoco es de los de arriba, pobrecito, apenas un lacayo servidor).
Lo que sí es: un rockstar. Pero un rockstar de MTV, de esos bien devaluados, que no componen (acaso copiar fórmulas pseudo remozadas de los chicago boys), que desentonan, desafinan y hasta tartamudean en vivo. De aquellos rockstar que, cuando los entrevistan, solo saben lanzar epítetos e incongruencias y su atractivo ante el tumulto desprevenido y superficial se limita a una estética de rebelde de actitud beligerante que rompe cosas.
Nunca sería un Roger Waters, ni mucho menos Víctor Jara, Cafrune, Víctor Heredia o Las Manos de Filippi (por solo nombrar algunos). Es ese clásico rockstar artificio de la industria cultural, que se alegra de ser coronado en el gueto ¿encubierto? de los Latin Grammys, aportando a los bolsillos de los managers y auspiciantes de USA, Inglaterra y la Europa primermundista (pues no olvidemos que dentro de la misma Europa también existen “países centrales” y los… de segunda o eufemísticamente caracterizados “en vías de desarrollo”).
Es el rockstar que no se quiere retirar porque necesita de los aplausos para sostener su débil ego y conforme a ello requiere igualmente negar su propia decadencia intentando ocultar la pansa voluminosa apretándola en prendas de cuero (que recuerdan más a las fatídicas SS que a la rebeldía original del Punk). Así mismo, intenta esconder la panza inflada por hambre de tantos argentinos a merced de un modelo económico que ya ha fracasado al menos en tres ocasiones anteriores en nuestro país, con el corsé de cuero húmedo con el que los representantes de los intereses económicos concentrados en USA y amparados por los mellizos Kissinger nos están estaqueando al sol.
Frente a todo ello, necesitamos más bosteros, menos football y más futbol… del barrio, del pueblo, porque del pueblo es la calle (así como la plaza es de Las MADRES) y en ella, cantando y marchando empuja para que los jugadores los representen y reivindiquen en todas las canchas.
La calle: potrero, tribuna y cancha de la vida, es de la militancia… espacio compartido por las banderas (azul y oro, azul, rojas…). Es esa pertenencia popular, ese saberse como todos y no “como uno”, lo que enseña a convivir y obliga convertir todo el arco cromático en un solo tono: ANTIFASCISTA.
Pues, a quien enarbola la bandera de la Escuela Austríaca -como lo hace Javier Milei- ¿puede clasificarse en otro espacio que no sea el de fascista? Siendo que sus pilares han sistemática y consecuentemente elogiado a Mussolini, Pinochet8, Videla… y sus devastadores regímenes.
Milei no solo no puede ser de Boca Juniors, tampoco puede ser hincha de futbol, ya que la afición futbolera ha demostrado de qué lado está, y no solo lo ha cantado, sino que muchos se han puesto al frente de nuestros queridos viejos para intentar que no sean maltratados ni golpeados como todos los miércoles pasa en la Argentina.
Pero no es que los hermanos Milei y el gobierno por ellos encabezado sea “cruel” (como algunos medios han calificado livianamente) por un trauma psicológico o por cualquier evento individual y/o circunstancial; ¡no!, su encono con la “tercera edad”, con los niños y con los discapacitados es eminentemente ideológico: ya que por solo proveer un ejemplo, quien da nombre a otro de los perros de Milei: Murray N. Rothbard, consideraba a los ancianos y los niños como una carga para la sociedad, por ser “improductivos” para el modelo capitalista9. Del mismo modo que les es intrínseco el favorecer la acumulación y la concentración del capital en pocas manos; por ende, les es intrínseco gestar desigualdades: “Económicamente, el capitalismo es opresor por el fenómeno de acumulación. Oprime por lo que es, acumula para aumentar lo que es, explota tanto más y sigue acumulando sucesivamente.”10 Y por lo tanto oprime/ajusta cada vez más.
Ante este panorama y teniendo en cuenta las expresiones de los representantes del FMI y el “Tesoro de USA”, que quieren ver el apoyo de la gente al actual gobierno totalitario encabezado por Javier Milei; es que aquellos quienes se autoproclaman oposición y sin embargo -y sin vergüenza- llaman a no manifestar, a no marchar en las calles… o mandan a la movilización popular a “las bases” sin ponerse al frente… solo podremos identificar -sin temor a pifiar- como funcionales a los intereses extranjeros que agobian al pueblo argentino y a la nuestramérica desde hace decenios11. Porque, si los mellizos Kissinger ven pasividad… aquí la “ayuda” revelará un corsé que oprimirá hasta el agobio/ahogo.
A cuatro años de cumplirse 200 años de la advertencia de Simón Bolivar: “…y los Estados Unidos, que parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad…” (1829)12. Frente al fascismo, frente a las afrentas de la OTAN y frente a las “ayudas” (a cambio de nuestra soberanía) de quién USA a Milei … alerta permanente y movilización popular: bosteros, gallinas, cuervos, pinchas, canallas, leprosos, sabaleros, diablos, la guardia imperial, del tomba13… juntos por una Argentina y una nuestramérica unida y libre de las botas del Gobierno yanqui y de los intereses privados a los que le es servil.
Notas
1 Todos los resaltados en “negrita” o “cursiva/bastardilla” corresponden a los autores.
2 La Mañana (1912) en Caparrós, M.; Caparrós, J. (2022). Boquita. (1ª ed.). Buenos Aires: Sudamericana.
3 Caparrós, M.; Caparrós, J. (2022). ob. cit.
4 Policía, “los de azul”.
5 La afición o seguidores de un equipo-club.
6 Fondo Monetario Internacional
7 Afición, seguidores o hincha del Club Atlético Boca Juniors de Argentina.
8 Recordemos que Milton Friedman (quien da nombre a uno de los perros de Milei: https://www.lacapital.com.ar/informacion-general/fin-del-misterio-revelan-el-paradero-los-perros-milei-n10123963.html) elogió la dictadura de Pinochet en Chile (https://www.economiaysociedad.cl/la-carta-de-friedman-al-presidente-pinochet).
9 Como puede leerse en los textos del mismo sucesor de la Escuela Austríaca en su continuidad en la Universidad de Chicago [no casualmente fundada por Rockefeller, recomendamos leer: Selser, G. (1971) Los cuatro viajes de Cristobal Rockefeller. Buenos Aires: Hernandez Editor.] o en el libro de Néstor Kohan que explicita la línea histórica de la mentada Escuela Austríaca: https://www.lahaine.org/mundo.php/libro-nuevas-derechas-escuela-austriaca-y-neofascismo y https://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2025/09/NUEVAS-DERECHAS-Y-NEOFASCISMO-Nestor-Kohan-2025.pdf.
10 Camus, A. (2007). El hombre rebelde. (1ª ed.) (trad. L. Échavarri). Buenos Aires: Losada S.A.
11 Suárez Salazar, L. (2006). Un siglo de terror en américa latina. (1ª ed.). Ocean Sur. – Selser, G. (1994). Cronología de las Intervenciones Extranjeras en América Latina (1776-1990). (1ª ed.) México: UACM.
12 Selser, G. (1994) ob. cit.
13 Sobrenombres de las aficiones, seguidores o hinchadas de distintos clubes argentinos, en metafórica alusión a los distintos sectores políticos y movimientos sociales.
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