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Panorama económico (I)

¿Qué quiere que haga?

Fuentes: Rebelión

Cuando periodistas que no son en absoluto opositores al Gobierno, le preguntaron por ese 80% que tiene dificultades para llegar a fin de mes, el Presidente fue taxativo: “¿A ver, cómo quiere que lo arregle?” fue la repregunta que recibió, por caso Eduardo Feimann.

Es interesante seguir la secuencia del diálogo. Feimann le dice: “El especialista en crecimiento con o sin dinero es usted”. A lo cual, Milei corrigió: “Económico. Crecimiento económico”. Para el Presidente, el crecimiento es económico, macro se diría. No tiene que ver con la calidad de vida de las personas.

Pero la ciudadanía vota desde la experiencia cotidiana y no desde la macroeconomía: pone su voto con lo que le pasa en el supermercado, no con el apoyo financiero de Estados Unidos.

La inflación se aceleró a 2,1% en septiembre, experimentó un alza interanual de 31,8% y acumuló un crecimiento de 22% en lo que va del año. Por primera vez en cinco meses, la dinámica inflacionaria volvió a comenzar con un 2 por delante, una lógica que no ocurría desde el 2,8% de abril.

Los datos surgen del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que en agosto había arrojado un 1,9% a pesar del encarecimiento de los alimentos y el incremento del tipo de cambio oficial.

Según las estadísticas proporcionadas por el INDEC, la división de mayor aumento en el noveno mes fue Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,1%) por subas en el sector de Alquiler de la vivienda, y el segundo lugar quedó para Educación (3,1%).

Por el contrario, los dos segmentos que evidenciaron las menores variaciones durante el noveno mes del año fueron Restaurantes y hoteles (1,1%), Recreación y cultura (1,3%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (1,6%).

A nivel de las categorías, los precios regulados (2,6%) encabezaron el incremento, seguidos de Estacionales (2,2%) e IPC núcleo (1,9%). Este último no contempla regulados ni estacionales y sirve para tener un mejor panorama a mediano plazo.

«La inflación por segundo mes consecutivo se sostiene en torno al 2% mensual. Con inflación de bienes que también volvió a la zona de 2% mensual. En síntesis hay un traslado históricamente bajo y progresivo del ajuste del tipo de cambio, en línea con lo esperado», evaluó Gabriel Caamaño, economista de la consultora Outlier.

Por su parte, el analista económico Tomás Baioni recordó que «el tipo de cambio subió 5,3% en septiembre» frente a un IPC de 2,1%. «Haciendo una regresión simple, se puede ver cómo el pass-through (traslado a precios) se desploma en los últimos meses», apuntó.

«El rubro alimentos y bebidas registró un incremento semanal del 0,9%, lo que estaría generando una incidencia de 0,5 puntos porcentuales sobre el 2,4% proyectado para octubre. Otro rubro que mostró un fuerte avance fue el de medicina, con una variación semanal del 1%, aunque su incidencia mensual es menor. Por otro lado, los incrementos observados en vivienda también podrían estar impulsando al alza el dato de octubre», señala el reporte del think tank liberal.

En contraste, la división de indumentaria anotó una baja durante la segunda semana del mes, mientras que se registraron avances muy leves en mantenimiento del hogar, transporte y recreación y cultura, según los sondeos de Libertad y Progreso.

De cara a lo que se viene, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en base a las estimaciones privadas, estimó que la inflación de octubre será de 2% y la núcleo se ubicaría en un guarismo similar a septiembre.

Alarma por la débil licitación de deuda

La licitación de deuda del Tesoro dejó en evidencia las dificultades que enfrenta el Gobierno para renovar sus compromisos en el mercado local. En la operación del miércoles Pasado, apenas logró cubrir el 45,7 % de los vencimientos, en un contexto de alta volatilidad financiera y tasas que se dispararon por encima de los tres dígitos. La mayor parte de la demanda se concentró en bonos atados al dólar, lo que refleja la búsqueda de cobertura de los inversores frente a la creciente incertidumbre política y cambiaria.

El resultado implicó un fuerte retroceso respecto de colocaciones anteriores, cuando el Tesoro había conseguido renovar la totalidad de los compromisos. En esta oportunidad, las ofertas se canalizaron mayormente hacia títulos ajustados por el tipo de cambio oficial, mientras que los instrumentos a tasa fija o variable tuvieron una demanda mínima. El bajo nivel de adhesión encendió alarmas en el equipo económico, que esperaba captar al menos una parte sustancial de los 2,3 billones de pesos que vencían la semana pasada.

La jornada estuvo marcada, además, por una fuerte tensión en la plaza financiera. Las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien puso en duda la continuidad del respaldo de Washington a la Argentina, desataron una ola de nerviosismo que se reflejó de inmediato en las tasas de corto plazo. La caución a un día llegó a pagar más del 110 %, aunque luego bajó al 86 % tras la intervención del Banco Central, mientras que la tasa de repo interbancaria alcanzó un máximo de 190 % y se estabilizó hacia el cierre en torno al 130 % nominal anual. Un nivel de tasas tan altas atentan fuertemente contra la recuperación de una economía que ya viene mostrando señales de estancamiento e inclusive de retroceso en muchos sectores.

En ese clima, el Tesoro volvió a encontrarse con un mercado renuente a extender plazos o asumir riesgo en moneda local. La preferencia por activos dolarizados se profundizó a medida que aumentaban las dudas sobre la capacidad del Gobierno para sostener la asistencia norteamericana, eje del programa financiero actual.

La combinación de tasas exorbitantes, bajo nivel de renovación y predominio de títulos atados al dólar deja en claro que la confianza del mercado se mantiene frágil, y que las señales provenientes de Estados Unidos continúan definiendo el pulso de la economía argentina.

En Casa Rosada el clima es euforia”

“Aquí en Casa Rosada es euforia el clima después de que se conociera el último tweet del secretario del Tesoro Norteamericano, Scott Bessent, en cuanto al apoyo que le va a dar a la Argentina, este swap, estos 20.000 millones de dólares y lo que empieza a desandar en cuanto a conocer los detalles”, explicó el periodista Alejandro Gomel.

Gomel también destacó que, tras el encuentro con Kristalina Georgieva, “el cierre va a ser a la noche con el hombre más querido hoy por Milei, Scott Bessent. Va a haber una cena donde va a estar el Secretario del Tesoro Norteamericano, también el ministro de Economía, Luis Caputo, que va a estar en ese cierre de la gira de Milei”.

En cuanto al salvataje financiero, comentó: “Bueno, está claro que no, los dólares no estaban, los dólares faltaban y el plan económico se estaba hundiendo y que sale el rescate a Estados Unidos”.

“Me importan tres carajos los productores. Necesito 7 mil palos verdes” («Toto» Caputo, ministro de Economía)

Las cerealeras financiaron a Caputo con U$S 7.000 millones y ganaron U$S 1.500 millones en 3 días

La ley que regula actualmente la exportación de cereales es de Martínez de Hoz y Videla. Esa misma permitió la timba financiera de 6 empresas agroexportadoras -controlantes de los principales puertos- que acapararon, sin contar con los granos, el 80% de las ventas con retenciones 0 y mandaron a miles de productores a la cola. Ante la sangría de divisas, el monopolio estatal del comercio exterior se vuelve una medida urgente de soberanía.

Tras una semana agitada en el frente cambiario con el Banco Central interviniendo para contener el tipo de cambio y dilapidando U$S 1.100 millones, Caputo apeló al concentrado mercado de agroexportadores para obtener financiamiento rápido que lo sacara del apuro.

Así, Adorni anunciaba la quita de retenciones a todos los granos como un gran incentivo para la liquidación. El costo de la medida implicó una pérdida de recaudación por parte del Estado de alrededor de U$S 1500 millones, un monto equivalente a lo destinado en todo un año a la emergencia en discapacidad, o la suma de la Ley de financiamiento universitario y la emergencia pediátrica del Garrahan.

6,46 billones de pesos sería el costo de sostener a lo largo de un año las tres leyes que el presidente Milei no quiere aplicar. 7,66 billones de pesos es lo que le costó al BCRA y el Tesoro argentino, además del de EE UU sostener el dólar el último mes.

El decreto de Milei eliminaba las retenciones “hasta el 31 de octubre” o hasta obtener U$S 7.000 millones. El miércoles 25 de setiembre, pasadas las 21:00, la ex Afip ARCA anunciaba haber alcanzado “la registración del cupo de siete mil millones de dólares previsto por el decreto 682/2025”, dando por finalizado el beneficio de retención cero.

Días antes, tras la queja de los farmers de EE UU por la cancelación de compra de soja de China a dicho país (con retenciones del 20%), el secretario del Tesoro, Scott Bessent, había twitteado de que estaba “trabajando con el gobierno argentino para poner fin a la exención fiscal para los productores de materias primas”, una ingerencia directa en la política fiscal del país.

En ese apuro -o de forma premeditada, según algunos analistas por la velocidad de registración-, el cupo de exportación se agotó en 3 días acaparado por las principales 10 empresas que acaparan el concentrado mercado agro exportador.

Casi el 80% de las operaciones registradas se las anotaron 6 compañías: LDC Argentina (perteneciente al grupo internacional Dreyfus) con el 18,1% del total; seguida por las estadounidenses Cargill (17,9%) y Bunge (13,6%); en cuarto lugar Aceitera General Deheza (12,8%); la china Cofco International Argentina (9,5%); y Molinos Agro del grupo Pérez Companc (7,4%).

Este mercado dominado por grandes multinacionales, la mayoría de ellas extranjeras, tuvieron la facilidad para conseguir los dólares con el compromiso de entregar después los granos y así ganar el cupo de exportación con el jugoso beneficio.

Esto se lo permite la actual ley que regula el mercado exportador de granos. La Ley 21.453 con firma de Videla y Martínez de Hoz, le permite al exportador hacer la declaración jurada y así congelar el valor de exportación, sin la necesidad de contar con los granos.

Algunas de las grandes agroexportadoras ya habían comprado los granos a los productores con el descuento del 26%, mientras otras se lanzaron sin contar con ellos. Se esperaba que la medida mejorara el precio para los productores al descontar la retención, pero el aumento fue magro: llegó a un pico de +15% para luego irse morigerando hasta llegar prácticamente al mismo valor que el viernes previo a la quita. Así las exportadoras obtuvieron un jugoso margen por la operación.

Según el periodista especializado en agro, Matías Longoni, Caputo fue a pedirle plata al peor “usurero”. El ministro le regaló la jugosa cifra de U$S 1.500 millones al concentrado mercado de multinacionales que controlan los puertos y una de las mayores generadoras de divisas del país.

Las popularmente multinacionales “ABCD” (por ADM, Bunge, Cargill y Cofco, y Dreyfus) obtendrán lo equivalente a U$S 7.000 millones en pesos que no compraran cereales a los productores sino que probablemente irán al mercado especulativo que ofrece el Gobierno en la inestabilidad financiera que generó y vayan comprando los embarques comprometidos, que pueden estirarse desde los 30 a los 360 días.

La oscura novela de la soja, una prueba de amor a Trump 

Por Leandro Renou

Bessent -que advirtió que los libertarios ya se consumieron millones de dólares para desactivar la crisis- le pidió a Caputo un muro de dólares genuinos como condición de otorgamiento de un swap grande del Tesoro. La negociación contra reloj con el campo por las retenciones pospuso un día el viaje de Milei a Washington. Cuando estalló la queja de los farmers estadounidenses, Bessent llamó a Caputo y, en menos de 12 horas, las grandes cerealeras liquidaron el total. «No me interesan los productores, preciso ya los 7000 palos», blanqueó el ministro. 

El lunes y martes pasado, en algunos mítines privados y en un salón reservado de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el equipo económico de Luis Caputo terminó de cerrar una operación relámpago, que hizo estallar de bronca a los productores agropecuarios de todo el país en las últimas horas. Un rato después del anuncio de retenciones cero para la soja, tres funcionarios nacionales, entre ellos el titular de ARCA, Juan Pazo, y el secretario de Agro, Sergio Iraeta, definieron con corredores de granos y operadores el monto tope de liquidación, el objetivo de la misma y hasta los tiempos cortos para hacerse de dólares frescos para parar la corrida cambiaria que amenazaba con llevarse puesto al Gobierno. En ese mitin, los funcionarios nacionales blanquearon que Caputo les había ordenado avanzar «urgente» en las condiciones de la liquidación de granos, por pedido expreso de los Estados Unidos. Toda esa negociación fue la que demoró un día el viaje de Milei a Washington. «No podemos ir sin nada», los apuró «Toto», que supo siempre que esto era un tema recaudatorio, no una política pro campo. El affaire de la soja fue una prueba de amor casi esclavo a Trump. Una traición tranqueras adentro. 

Durante el fin de semana, el jefe del Tesoro de Donald Trump, Scott Bessent, le prometió a Milei un salvataje de su gobierno, pero pensó inicialmente en un swap de monedas mucho menor al que se anunció. Bessent quería un puente no mayor a 2000 millones de dólares. Caputo, pero sobre todo funcionarios políticos del gobierno, presionaron para que sea más. El tesorero le dijo que, para que sea más, Argentina debía tener un respaldo de dólares genuinos para evitar comerse, una vez más, divisas prestadas. Allí, el ministro hizo la lógica: arrancó charlas con el sector del agro y la Mesa de Enlace para bajar a cero retenciones por pocos días y hacerse de dólares. Fue donde hay dólares rápidos. 

En medio de la pirotécnia simbólica de los tuits de Bessent y las fotos con Trump en Washington, el caso de la soja quedó inicialmente atrás, pero es el centro del freno de la corrida. Sin eufemismos y lecturas entreveradas, el dinero de los sojeros es la única plata fresca que tiene el Gobierno. El resto son promesas poselectorales, en un escenario delicado. «Mirá, yo preciso los dólares, no me importan los productores», les blanqueó Caputo a sus laderos. En Rosario estuvo uno de ellos, Martín Vauthier, que desde el inicio dejó en claro que ésta era una medida netamente recaudatoria. De hecho, uno de los negociadores fue Pazo, el titular del fisco. En ese momento, los gobernadores de la zona núcleo, la Mesa de Enlace y los productores salieron a celebrar la medida, porque regía hasta el 31 de octubre o hasta conseguir los 7000 millones. No se imaginaban que, en la negociación, ellos ya habían perdido. 

En la Bolsa de Rosario, el campo ofertó un techo de liquidaciones de exportaciones con retenciones cero de 4.000 millones, pero Caputo pidió 10.000 millones. Cerraron en 7.000 millones. Es curioso, pero la metodología de la negociación, algo desesperada, fue parecida a la de la negociación de piso y techo de la banda de flotación del dólar que se hizo con el Fondo Monetario (FMI). Cuentas urgentes a ojo y promediando. Rastros más que habituales de amateurismo entre traders. Pero hay más, porque cuando arrancó la liquidación, a Bessent le estalló un conflicto con los granjeros estadounidenses, quejosos del rescate de Estados Unidos al gobierno de Milei. Eso volvió a darle un giro a la historia. 

En las primeras 24 horas de retenciones cero, las grandes cerealeras hicieron contratos de soja por algo más de 4.000 millones. ¿Por qué, de repente, el miércoles ya se llegó a los 7.000 millones? Bessent llamó a Caputo para que apure a las empresas. Caputo cumplió. Entre las 6 AM y las 22 PM del miércoles 25, se completó el faltante, por pedido del gobierno. Cerca de las 23:00, el vocero de Milei, Manuel Adorni, replicó un tuit de ARCA vendiendo la noticia como una movida récord y exitosa, cuando había sido, en realidad, un acuerdo de tiempos, montos y presiones para que Estados Unidos no se moleste. Unas horas después de esta operación, estallaron de bronca no sólo los granjeros estadounidenses, sino también los argentinos.

Bronca acá, allá y en todos lados

Para salir del paso del escándalo, Adorni retomó en la mañana del jueves 26 un anuncio de retenciones. Aclaró que la baja de derechos de exportación a la carne no tiene topes y sigue hasta el 31 de octubre. Mientras tanto, los productores locales y extranjeros estallaron de bronca. La Asociación Americana de la Soja emitió un  comunicado advirtiendo que se estaba favoreciendo a China, que en la operación Caputo se llevó 30 embarques a 15 dólares menos que lo que le pagan a los farmers estadounidenses.  

A nivel local, hasta el titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, se vio sorprendido. Había apoyado la baja de retenciones, pero las bases que quedaron afuera -arrasadas por las exportadoras de cereales que sí entraron- le marcaron la cancha y tuvo que salir a criticar. «Quiero pensar que la intención era otra», dijo en una nota periodística. Un rato antes, llamó a Caputo para preguntarle qué había pasado. Lo derivaron a hablar con sus laderos. «Me cagaron», les dijo. No hubo respuestas. Pino, matarife de profesión, no conoce el paño de los manejos sojeros, pero el gobierno del que es aliado lo traicionó sin que él lo esperara. 

Una dinámica parecida, de bronca, apareció en los grupos de Whatsapp del campo Gurú Agro y Gurú Ganadero. Integrados por productores, militantes del PRO y dirigentes de la Mesa de Enlace, los grupos dispararoh críticas fuertes al Gobierno. Algunas, matizadas. «A ver… no creo que quien no vendió lo haya hecho sabiendo que esta nueva modalidad de comercialización duraría un suspiro… muchos pensábamos en retenciones 0.hasta el 31 de octubre y tuvimos que pensar el destino del dinero con criterio y la prudencia que nos caracteriza!», escribió allí un productor de la zona núcleo. 

Otro de ellos agregó que «todo es cierto, pero también lo es que, ¡¡¡a las 48 horas de la Declaración Jurada, hay que depositar los dólares!!! ¡¡¡Alguien los tiene que poner!!!». Otra alta dirigente de la SRA expresó que «el que no vendió fue porque no quiso. Y se le escapó la tortuga. El Mercado a Término estuvo abierto para operar y sus operaciones fueron récord, además en el disponible operó para cualquiera, o sea, si tenías y no vendiste, bancatela. No inventes que coimeaste a Caputo. Cocodrilo que se duerme…  fuiste…cartera…». 

Suspenden retenciones a las exportaciones de aluminio y acero hasta fin de año

El Gobierno dictaminó la suspensión temporal de las retenciones a la exportación de aluminio, acero y algunos de los productos derivados, mientras busca impulsar las ventas externas que tengan como destino países que aplican altos aranceles de importación.

Esta normativa fue oficializada en el Decreto 726/2025, publicado en el Boletín Oficial, bajo la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

El Decreto entró en vigencia desde el 9 de octubre y resultará aplicable a las operaciones de exportación que se efectivicen hasta el 31 de diciembre de 2025, inclusive, o hasta que los países involucrados reduzcan sus tasas por debajo del 45%, lo que ocurra primero.

Según la nueva normativa que lleva la firma de Javier Milei, la alícuota de derechos de exportación se reducirá al 0% para los productos incluidos en la Nomenclatura Común del Mercosur (N.C.M.). Este beneficio se aplicará solamente cuando las exportaciones se destinen a mercados que mantienen un arancel “ad valorem” igual o superior al 45% sobre el valor de los bienes.

Con esta medida, según informan desde el Ejecutivo, se busca aumentar la competitividad de la industria nacional en destinos donde las barreras comerciales dificultan el ingreso de productos argentinos, en este caso, del sector siderúrgico y del aluminio.

En el Decreto se detalla que los siguientes artículos serán alcanzados por las retenciones cero, solamente cuando las exportaciones se destinen a mercados que tengan aranceles de importación del 45%:

  • Laminados planos de hierro o acero sin alear, tanto en caliente como en frío (códigos N.C.M. 72.08 a 72.12).
  • Aceros aleados en distintas formas, incluidos los laminados planos y los productos intermedios (72.24 a 72.26).
  • Tubos y perfiles huecos de hierro o acero sin soldadura (73.04).
  • Aluminio en bruto, barras, perfiles, alambres, chapas y tiras, en distintas presentaciones (76.01, 76.04, 76.05, 76.06 y 76.07).

La Secretaría de Coordinación de Producción del Ministerio de Economía será el organismo que se encargará de dictar las normas complementarias y operativas para poder implementar la medida.

Esta Secretaría también deberá notificar a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), la lista de países que aplican aranceles iguales o superiores al 45% a las mercaderías incluidas. Del mismo modo, deberá informar cualquier modificación que se produzca en esos esquemas impositivos.

El Decreto 726/2025 detalla que la suspensión de retenciones en la exportación de aluminio, acero y algunos de los productos derivados comenzará a aplicarse desde el día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial hasta el 31 de diciembre del 2025, inclusive, o hasta que los países destino reduzcan sus aranceles, lo que ocurra primero.

Las cerealeras liquidaron u$s 7.107 millones en septiembre

Con esta medida, el Gobierno busca favorecer el dinamismo exportador de sectores claves, en un contexto de presión fiscal y desaceleración de las ventas externas, brindando alivio impositivo temporal a las empresas metalúrgicas y metalmecánicas que enfrentan altos costos de acceso a mercados internacionales.

Por último, con esta normativa, el sector metalúrgico se suma a las retenciones cero que aún continúan vigentes en las exportaciones de carnes avícolas y bovinas hasta el 31 de diciembre.
Recientemente, se publicaron los datos sobre empresas registradas en nuestro país a junio de 2025 (antes de las turbulencias financieras de los últimos meses).

Datos respecto de la creación o destrucción de empresas en los primeros 19 meses de las últimas presidencias de nuestro país.

A nivel nacional se perdieron 16.322 empresas entre noviembre de 2023 y junio de 2025, pasando de 512.357 firmas registradas en la SRT a finales de 2023 a 496.035 firmas 19 meses después. En términos comparativos con los inicios de presidencias anteriores (hay información desde julio de 1996), es uno de los peores arranques. Sólo se ubica por detrás de los primeros 19 meses de gestión de Alberto Fernandez, periodo que estuvo fuertemente impactado por la pandemia del COVID-19 (se perdieron más de 20.000 empresas). Es relevante destacar que luego, desde mediados de 2021 y hasta finales de 2023, en la segunda parte del gobierno de Fernández, se dio una considerable recuperación de la cantidad de firmas a nivel nacional, que culminó con una creación neta de 2.280 empresas entre noviembre de 2019 y noviembre de 2023.

Los otros períodos presidenciales que comenzaron con destrucción neta de empresas fueron el de De La Rúa, el de transición de Duhalde, el segundo gobierno de Cristina Fernández y el de Macri. Los dos primeros ocurrieron en el marco de la crisis y estallido de la convertibilidad (probablemente la crisis financiera más aguda de nuestro país) y su salida traumática posterior (en ambos casos, en magnitudes menores a las actuales). Por su parte, en los primeros casi dos años de gestión del segundo gobierno de Cristina y en el de Macri también se observa pérdida neta de empresas, aunque a una intensidad aún menor. Al observar los datos provinciales desde noviembre de 2023, sólo en Neuquén se observan valores positivos de creación de empresas netas. En el resto de las provincias la destrucción neta de cantidad de empresas es generalizada.

Argentina: Una debacle muy trumpesca

Paul Krugman 19/10/2025

La administración Trump está haciendo tantas cosas corruptas, destructivas y simplemente estúpidas que el intento fallido de rescatar a Javier Milei (el presidente argentino al estilo MAGA) con miles de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses ni siquiera figura entre las diez primeras. Pero la debacle argentina está acaparando mucha atención pública, y con razón: es un caso aleccionador, una demostración descarada de la hipocresía e incompetencia de la administración.

Así que permítanme hacer dos preguntas sobre este despliegue de 20.000 millones de dólares, o tal vez 40.000 millones de dólares de fondos estadounidenses. (Scott Bessent, el secretario del Tesoro, ha hablado de una segunda línea de crédito financiada por el sector privado, pero no veo por qué alguien invertiría dinero en esta línea sin algún tipo de respaldo oficial de los Estados Unidos que suponga un mayor compromiso para los contribuyentes). En primer lugar, ¿qué tiene que ver esto con los intereses nacionales de Estados Unidos? En segundo lugar, ¿tendrá éxito este rescate y, de ser así, para quién?

Bessent ha dicho que Argentina es un «aliado sistémicamente importante». Como señala secamente un editorial del Financial Times —que no es precisamente un periódico de izquierdas—, esto es «una novedad para muchos».

Una forma de poner de relieve la debilidad de los argumentos a favor de este rescate es comparar los vínculos económicos actuales de Estados Unidos con Argentina con el interés de Estados Unidos en México en 1995, cuando la administración Clinton proporcionó un paquete de ayuda financiera a nuestro vecino que, a primera vista, puede parecer similar al que Bessent está ofreciendo al gobierno de Milei. A continuación, se muestran las exportaciones estadounidenses a México (línea verde discontinua) y Argentina (línea azul) como porcentaje del total de las exportaciones estadounidenses:

En 1994, justo antes de la crisis financiera que llevó a Clinton a intervenir, México representaba el 10% de las exportaciones estadounidenses, una cifra que aumentaría con el tiempo a medida que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte condujera a una estrecha integración de nuestras economías nacionales. Además, México es un país vecino, lo que hace que Estados Unidos tenga un interés evidente en la estabilidad política de México.

Argentina, por decirlo suavemente, no es un país vecino y representa menos del 0,5% de las exportaciones estadounidenses. ¿Por qué, exactamente, deberían los contribuyentes estadounidenses rescatar a Javier Milei?

Sabemos por qué Trump y Bessent quieren ayudar a Milei. En primer lugar, es uno de los favoritos del MAGA, al que le gusta posar con políticos de derecha estadounidenses con una motosierra como accesorio. Por lo tanto, los trumpistas quieren que triunfe un político de derechas y anti estatista, sin importar cuánto dinero de los contribuyentes se necesite.

En segundo lugar, algunos multimillonarios estadounidenses de fondos de cobertura, cercanos personalmente a Bessent, apostaron fuerte por Milei y compraron bonos argentinos. Es casi seguro que el paquete de rescate no logrará dar un giro a la economía argentina y probablemente no rescatará políticamente a Milei. Pero puede que les dé tiempo suficiente a los amigos de Bessent para sacar gran parte de su dinero antes de que la economía argentina toque fondo.

Sin embargo, es muy posible que los acontecimientos se adelanten a los planes de rescate de Bessent. Como explicaré ahora, la situación de Milei parece estar deteriorándose rápidamente, y la intervención de Trump puede estar empeorándola.

Milei ha logrado reducir la tasa de inflación de Argentina, pero solo manteniendo el peso sobrevalorado frente al dólar. Se trata de una estrategia inútil y probada por el tiempo, es decir, una estrategia que se ha intentado muchas veces y que ha fracasado sistemáticamente. Por lo general, al principio hay euforia. Luego, a medida que la sobrevaluación de la moneda provoca un aumento del desempleo y una reacción política adversa, el dinero comienza a salir del país en previsión de una futura devaluación.

Los actos finales de una «estabilización basada en el tipo de cambio» fallida suelen desarrollarse de la siguiente manera: durante un breve periodo, el Gobierno intenta evitar la fuga de capitales y sostener la moneda subiendo los tipos de interés, a veces hasta niveles increíblemente altos. Pero el aumento de los tipos de interés agrava el dolor económico. Al final, la presión política se vuelve intolerable y se permite que la moneda se desplome.

Ahora bien, aunque Estados Unidos está comprando pesos argentinos, se supone que Argentina debe devolver el préstamo de la “línea de swap” con dólares al tipo de cambio actual, para que los contribuyentes estadounidenses no pierdan con la devaluación. ¿Pero de dónde saldrán los dólares? Siendo realistas, el dinero de los contribuyentes estadounidenses está claramente en peligro.

Estoy seguro de que Bessent conoce muy bien este proceso. Al fin y al cabo, comenzó su carrera trabajando para George Soros y formó parte del equipo que aceleró la devaluación británica de 1992 al realizar una enorme y exitosa apuesta contra una libra sobrevalorada.

El miércoles negro, 16 de septiembre de 1992, el día en que el Gobierno británico se rindió y dejó caer la libra esterlina, formó parte de una crisis más amplia del Mecanismo de Tipos de Cambio de Europa (un intento de mantener tipos de cambio fijos entre las monedas nacionales). Como documentó un análisis posterior del Fondo Monetario Internacional, todos los países que se enfrentaron a ataques especulativos mostraron el mismo patrón: un aumento vertiginoso de los tipos de interés antes de la devaluación de la moneda, ya que sus gobiernos subieron los tipos de interés en un intento de frenar la salida de dinero. En el gráfico siguiente, las líneas punteadas verticales correspondientes al Reino Unido, Francia e Italia se refieren al 16 de septiembre, mientras que la de Suecia, que sufrió la crisis más tarde, se refiere al 19 de noviembre:

Entonces, ¿qué está pasando en Argentina? Me alegro de que lo preguntes. En la práctica, esta tasa (la tasa repo del peso colateralizado a un día) desempeña una función similar a la tasa de los fondos federales en Estados Unidos. Muestra el desastre en que se ha convertido el rescate financiero de Argentina: mientras que la tasa argentina subía rápidamente antes de que se anunciara la intervención del Tesoro de los Estados Unidos, desde ese día se ha disparado, pasando del 80% al 160%. Y, como han descubierto todos los demás países que han seguido este camino, una tasa de interés tan alta es catastrófica para cualquier plan económico y cualquier gobierno.

En aras de la claridad, debo señalar que ha habido ocasiones en las que los préstamos, o incluso la mera promesa de préstamos, a países en dificultades han logrado aportar estabilidad. Por ejemplo, el préstamo de Bill Clinton a México ayudó a estabilizar su economía: la economía se recuperó y el préstamo se devolvió íntegramente, antes de lo previsto. Sin embargo, esto se hizo en unas circunstancias muy diferentes a las de Argentina: el Gobierno mexicano de entonces era realista y capaz, había devaluado el peso mexicano antes de conceder el préstamo y había aplicado políticas económicas responsables.

En 2012, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, detuvo una crisis financiera que se avecinaba en la UE al declarar que haría «lo que fuera necesario» para apoyar a los países en dificultades dentro de la UE (principalmente España, Grecia y Portugal). Su declaración funcionó, estabilizando el euro y reduciendo los tipos de interés en esos países en dificultades. Esto funcionó porque la población de esos países estaba dispuesta a aceptar años de dolorosa austeridad como precio por permanecer en la zona del euro, algo que la población argentina claramente no está dispuesta a hacer.

Ninguna de estas situaciones se aplica a Argentina. Milei y Bessent siguen atrapados en el pensamiento mágico sobre lo que pueden lograr la economía de derechas o un rescate por parte del Tesoro de los Estados Unidos. Increíblemente, los recientes anuncios de Trump han empeorado aún más la situación. Al declarar que el apoyo económico de Estados Unidos solo continuará si Milei gana las elecciones, ha dado oxígeno a la oposición argentina contra Milei, lo que ha provocado una mayor fuga de capitales y un aumento vertiginoso de los tipos de interés. Trump vive claramente en su propio mundo mágico, ajeno a lo impopular que resulta su acoso a otros países. Ahora parece probable que Milei sufra una derrota aún mayor en las elecciones de este mes de la que habría sufrido sin la «ayuda» de Trump.

Sin embargo, sabemos que al menos parte de los responsables de este desastre financiero recibirán ayuda: los fondos de cobertura que apostaron por Milei. Pueden aprovechar el apoyo artificial al peso argentino para sacar su dinero. Porque esta es la verdadera lección de Argentina: “America First” realmente significa “Billionaire Buddies First” (“los colegas multimillonarios primero”).
¡Ayuda! No voy a insultar a Argentina con Andrew Lloyd Weber, pero hasta ahora solo conozco una banda argentina (aunque son geniales).

Paul Krugman  Premio Nobel de Economía en 2008, es profesor en el Graduate Center de CUNY (Universidad de la Ciudad de Nueva York).

Fuentes: Resumen Latinoamericano, Perfil, Página 12, paulkrugman.substack.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.