La inflación de noviembre se ubicó en 2,5% mensual y 31,4% interanual, de acuerdo con lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) el jueves 11 de diciembre. En los 11 meses del año, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumula una suba de 27,9%.
Con este dato, se demora la desaceleración de la inflación en tanto los precios acumulan un periodo de 6 meses en alza, además de marcar el tercer mes consecutivo por encima del 2%. De igual manera, se detuvo el proceso de caída interanual del IPC tras el 287,9% registrado en marzo de 2024.
La canasta alimentaria aumentó casi el doble que la inflación
El informe del Indec del jueves arrojó una cifra preocupante: la canasta básica alimentaria (CBA) subió un 4,1% en noviembre, mientras que la inflación promedio fue del 2,5%. Esto significa que los productos esenciales para no pasar hambre aumentaron casi el doble que el promedio general de precios. No solo eso: la canasta básica total (CBT), que incluye además de los alimentos otros bienes y servicios mínimos, trepó un 3,6% el mismo mes.
En cifras, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó en noviembre $566.364 para no caer en la indigencia y $1.257.329 para no ser considerada pobre, según los datos oficiales.
El desagregado de los datos muestra que ningún rubro superó el 3% de aumento mensual, salvo las canastas básicas. Alimentos y bebidas no alcohólicas, según el mismo INDEC, subieron 2,8%, mientras los servicios públicos lo hicieron en 3,4%. Sin embargo, la canasta alimentaria se disparó 4,1%, mostrando que los precios de los productos de primera necesidad son los que más castigan a los bolsillos populares.
Los alimentos siguen aumentando en los barrios del Conurbano bonaerense
Según el relevamiento mensual de los precios de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que realiza el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, a través del Índice Barrial de Precios (IBP) en comercios de cercanía de 20 distritos del Conurbano Bonaerense en noviembre hubo un aumento del 3,17%. Una familia de dos adultos/as y dos hijos/as pequeños/as hace doce meses requería para cubrir sus gastos de alimentación de 438.361,80 pesos mientras que el mes pasado necesitó 546.426,36 para adquirir sus alimentos indispensables.
En noviembre, al igual que en los meses anteriores los productos de carnicería volvieron a liderar los aumentos, con 6,06%, seguido por el almacén que subió 2,44% y la verdulería que tuvo una leve baja de 0,66%. En la comparación anual las carnes subieron 64,17%, el almacén 10,75% y la verdulería 5,67%.
Compartimos el análisis realizado por Isaac Rudnik, director nacional del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI):
Mientras los precios de los alimentos en los negocios de cercanía de los barrios populares siguen su curso ascendente, el consumo de los productos indispensables para la vida cotidiana sufre recortes que se verifican cada mes, abarcando a un amplio espectro de la población que va desde los sectores de menores ingresos a las clases medías, sumergidas en una lucha cotidiana para no caer bajo la línea de pobreza.
En los últimos meses los precios de los alimentos en los barrios populares no sólo no dejaron de aumentar, sino que las subas fueron crecientes. Así, en agosto el incremento fue muy leve (+0,3%), y en septiembre llegó a 0,8%; ya en octubre estuvo por arriba de los dos puntos (+2,1%), y en noviembre superó los 3 puntos (+3,1%). Desde agosto la suba llega a +6,22%.
Lo raro –y grave- es que los aumentos progresivos se dan en un contexto de constantes recortes del consumo que alcanzan también a los sectores medios y que se van verificando mes a mes. Según la última publicación de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) “En noviembre, las ventas minoristas pymes registraron una variación interanual de -4,1% a precios constantes. En tanto, en la comparación mensual desestacionalizada la variación fue de -9,1%. En lo que va del año las ventas acumulan un incremento interanual del 3,4%”.
“Al desagregar los datos se evidenció una dinámica similar: seis de los siete rubros relevados presentaron retracciones, siendo los descensos más agudos los de Perfumería (-17%), Bazar y decoración (-9,7%) y Alimentos y bebidas (-5,9%). En contrapartida, el único sector con un crecimiento interanual fue Farmacia, con una suba del 1,8%”.
Lo que más llama la atención en este desagregado, es que entre los rubros que más descenso acusan en las ventas minoristas de la PYMES, están los Alimentos y Bebidas con una baja mensual de 5,9%. Aquí no está operando la mano invisible del mercado, según la cual la baja del consumo debería impulsar los precios hacia abajo, o por lo menos detener la continuidad de los incrementos. Tampoco detiene los aumentos generales de las Canastas Básicas la apertura de la economía, con la consiguiente avalancha de productos importados, que está provocando cierre masivo de empresas nacionales.
Por su lado, la encuesta de las ventas en los supermercados que da a conocer el INDEC, en su última publicación de agosto confirma la misma tendencia. En los meses anteriores las ventas tuvieron bajas continuas: abril -0,7% ; mayo -0,3% ; junio -0,4% ; julio -2,2% y agosto -0,2%.
Como decimos más arriba, la crisis de consumo comprende a un amplio espectro de la población que abarca a vastos sectores de las clases medias, que día a día pugnan por sumar los recursos indispensables para no caer por debajo de la línea de pobreza.
Trabajadores pobres y pluriempleo creciente
Un informe del Instituto Gino Germani dependiente de la UBA reveló que 7 de cada 10 trabajadores no cubren la canasta básica estimada por el INDEC en $1.213.799 pesos en octubre de 2025.
Dentro de los asalariados formales, el segmento mejor remunerado, el 58% no supera el umbral de pobreza, lo cual “evidencia una crisis generalizada de ingresos que trasciende la informalidad y afecta la capacidad de amplios sectores de la población para cubrir sus necesidades básicas” destaca el informe.
Con los salarios planchados, el reporte revela que los trabajadores son golpeados con “el encarecimiento continuo de alimentos y servicios, agravado por la reducción de subsidios, lo que anula la capacidad de ahorro.”
Destaca además el creciente peso de los servicios que devoran los ingresos. “El gasto en servicios (gas, luz, agua) representaba el 4% de un salario mediano a fines de 2023, pero en 2025 pasó a ser el 11% del mismo salario.”
Esta situación, a la que se suma el aumento de los alquileres, los investigadores aseguran que condena a amplios sectores a la “pobreza residencial”.
El deterioro de los ingresos también se refleja en el aumento del pluriempleo, que alcanza al 12% de los ocupados, detallando que incluso los asalariados formales deben recurrir a trabajos adicionales para evitar la pobreza.
El informe asegura que 1 de cada 5 trabajadores (19,3%) con jornada completa de 40 horas semanales, es pobre. Mientras que en los trabajadores informales con jornada completa, la pobreza se dispara al 41,3 por ciento.
El estudio destaca que 9,7 millones de personas (el 67% de la Población Económicamente Activa) enfrentan problemas de empleo, ya sea por desocupación, subocupación o inserción en puestos precarios.
Las ventas minoristas se hundieron 9,1% en noviembre
Las ventas en los comercios pymes se desplomaron en noviembre. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa reveló un hundimiento mensual del 9,1% en relación a octubre y de 4,1% con respecto al año pasado.
Al desagregar los datos, el informe revela que seis de los siete rubros relevados presentaron retracciones, siendo los descensos más agudos los de Perfumería (-17%), Bazar y decoración (-9,7%) y el sensible rubro de Alimentos y bebidas (-5,9%).
En este sentido, el reporte de CAME destaca una profundización de la brecha entre la demanda de bienes esenciales y los consumos postergables explicado por una combinación de “restricción presupuestaria y agotamiento de los límites de financiación”.
La industria volvió a caer en octubre
La producción industrial cayó en octubre un 0,8% de forma mensual y un retroceso a nivel anual de 2,9%, según indicó el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec). En lo que va del año todavía mantiene una suba de 3,1% respecto a igual período de 2024.
La industria manufacturera venía de una baja mensual también en septiembre, de 0,2%, después de un tenue rebote en agosto, de 0,8%. En la comparativa mensual, el guarismo dio negativo en seis oportunidades mientras que en los otros cuatro meses el dato fue positivo.
En octubre último, el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) tuvo una caída de 2,9% respecto a igual mes de 2024. Un acumulado de enero-octubre de 3,1%.
En octubre de 2025, el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 0,8% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registró una variación negativa de 0,3% respecto al mes anterior.
El retroceso anual se registró en once de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera. En orden a su incidencia en el nivel general, hubo un caída en “Prendas de vestir, cuero y calzado”, 15,1%; “Productos de caucho y plástico”, 12,0%; “Alimentos y bebidas”, 1,7%; “Productos textiles”, 24,0%; “Productos de metal”, 8,1%; “Madera, papel, edición e impresión”, 3,4%; “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes”, 4,1%; “Maquinaria y equipo”, 2,2%; “Sustancias y productos químicos”, 0,4%; “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras”, 1,5%; y “Productos de tabaco”, 12,4%.
Por su parte, mostraron subas las divisiones de “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear”, 3,2%; “Otro equipo de transporte”, 11,4%; “Otros equipos, aparatos e instrumentos”, 2,0%; “Industrias metálicas básicas”, 0,9%; y “Productos minerales no metálicos”, 1,1%.
Mientras, la actividad de la construcción tuvo un desempeño dispar en octubre, con un retroceso en la serie desestacionalizada de 0,5% a nivel mensual pero un crecimiento de 8% en la comparación anual del mismo período.
Con una caída mensual de 0,5%, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) quebró una racha positiva que cosechó en agosto (0,1%) y en septiembre (1,1%).
El sector de la construcción experimentó además un aumento interanual del 8% en comparación con octubre de 2024. Salvo en enero, esa comparación se mantuvo en positivo en los restantes nueves meses.
En el acumulado de los primeros diez meses de 2025, la mejora alcanza un 7,9%, lo que consolida una tendencia de crecimiento sostenido frente al mismo período del año anterior.
El Indec debió salir a responder los cuestionamientos por el dato económico de septiembre
Por Randy Stagnaro
En un inusual comunicado, explicó que la causa por la que mejoró los datos relativos a los meses de julio y agosto fue la mejora de los indicadores de septiembre.
El Indec se vio obligado a responder las críticas que recibió tras la publicación, el martes, de su informe sobre la evolución de la actividad económica (el EMAE) de septiembre. Desde diferentes ámbitos se cuestionó que el instituto oficial, junto con el informe de septiembre, modificó los resultados de julio y agosto. El resultado es que el tercer trimestre de 2025 fue positivo cuando todo indicaba que daría negativo.
El Indec sacó su inusual aclaración «a raíz de algunas consultas recibidas», según dijo en su nota. En la misma, aclaró que la información que compone el EMAE es «parcial, provisoria e incluso con algunas fuentes diferentes de las utilizadas en la estimación del PIB trimestral».
Tras indicar que en la comparación interanual (cada mes contra el mismo del año anterior) los ajustes fueron «mínimos», pasó a señalar que en el caso de la comparación intermensual las variaciones respondieron a «la incorporación del valor de septiembre».
Los datos intermensuales tienen una importancia propia. Por caso, en la ciencia económica se considera que un país entra en recesión cuando los indicadores de actividad económica arrojan dos trimestres consecutivos de retroceso en la comparación con el trimestre anterior.
Como señaló el martes, el gobierno zafó de recibir este señalamiento por los cambios en los números del Indec. Concretamente, en agosto pasado el Indec señaló que el EMAE de julio era un -0,1% comparado con junio. Pero en septiembre ese dato se tornó positivo y pasó a ser de +0,1%. En agosto también dijo que el EMAE de ese mes arrojó una suba del 0,3% respecto a julio. Pero en el informe de septiembre, el salto fue del 0,7%.
Estos cambios se produjeron, dijo el instituto oficial, porque cuando se incorpora un nuevo dato se re calcula la trayectoria previa y eso genera una «inestabilidad en los últimos meses de la serie».
Los datos de septiembre que modificaron los previos fueron los de la intermediación financiera, por el crecimiento de préstamos y depósitos, y de la actividad de los agentes y sociedades de bolsa, por el incremento de los volúmenes negociados en títulos públicos.
Así, «la combinación del efecto composición (…) junto a la re estimación propia del método de desestacionalización y el impacto adicional de septiembre al cerrar el trimestre y ajustar contra el PIB desestacionalizado, explica que la tendencia reciente del EMAE, que antes se veía negativa, ahora se observe como positiva«, concluyó el organismo estadístico oficial.
Un rojo de U$S 17.000 millones para las reservas netas
De acuerdo a estimaciones privadas, tras el pago de U$S 1.000 millones a tenedores de BOPREAL (el bono público que inventó Caputo para que los importadores paguen sus deudas en dólares), cayeron las reservas netas y quedan muy lejos del negativo de U$S 3.100 millones pautado con el FMI hacia fin de año.
Sospechan que el Gobierno pagó esos vencimientos con depósitos en dólares de las personas, el único saldo disponible quitando el préstamo del FMI (unos U$S 14.000 millones) y el swap con China (unos U$S 18.000 millones, del cual ya se utilizó una tercera parte). Estos depósitos están inmovilizados por los bancos privados (encajes) y el BCRA los contabiliza dentro de su balance.
Si bien las reservas brutas no cayeron tras el pago del lunes porque esos bonos «Bopreales» estaban principalmente en cuentas locales (es decir, es un cambio contable en el resultado global), las reservas netas (las de libre disponibilidad) sí cayeron.
Este lunes las reservas brutas en el Banco Central cerraron en U$S 41.776 millones. Sin embargo, una gran parte no está disponible porque se encuentra comprometida. De acuerdo a estimaciones de distintas consultoras, el cálculo de reservas «netas» según la metodología del FMI da como resultado un negativo de casi U$S 17.000 millones, lo que significa una distancia muy grande (e imposible de saldar en menos de un mes) con la meta de U$S 3.100 millones negativas pautadas con el FMI hacia fin de año, por lo que se espera que el organismo aplique un nuevo «waiver» (perdón) con el país en su revisión trimestral.
Las dificultades para acumular reservas son minimizadas por el equipo económico de Luis Caputo, quienes plantean que lo que se debe hacer es generar nuevo endeudamiento para pagar deuda vieja, por lo que se tornaría innecesario sumar divisas en el frente comercial. Sin embargo, a pesar del apoyo del gobierno de Trump en Estados Unidos, que le permitió sortear las elecciones de medio término, no está claro cómo hará Caputo para pagar los más de U$S 4.000 millones en enero.
De acuerdo a la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), los vencimientos de deuda en moneda extranjera suman unos U$S 4700 millones en enero, de los cuales U$S 4.212 millones corresponden a títulos públicos. En total en 2026 los pagos en moneda extranjera suman U$S 19.505 millones, y unos $157.713.000 millones en pesos.
Tras el fracaso del supuesto «blindaje» de bancos privados internacionales por U$S 20.000 millones, Caputo negocia ahora un «repo» de más corto plazo por U$S 5.000 millones, y ya se está hablando que sería de apenas U$S 3.000 millones. Insuficientes para las exigencias que se vienen.
Por su parte, las críticas del FMI y otros sectores del capital financiero y el gran capital pasa por exigir una suba del tipo de cambio o cambio del esquema de bandas (devaluación) que evite la salida de dólares y le permita acumular reservas, para así, pagar los intereses de deuda.
En la otra vereda de ambas salidas, deuda o devaluación, es necesario plantear una salida soberana, declarar el desconocimiento soberano sobre la base de una investigación de la ilegitimidad e ilegalidad de la deuda y de la más amplia movilización popular. Y defender el valor de la moneda nacional combatiendo la fuga de capitales a través de la nacionalización de los bancos en un banco estatal único y del comercio exterior, bajo control de los trabajadores.
El FMI le exige a Milei que junte dólares para pagar la deuda
El jueves 4 de diciembre, la portavoz del FMI, Julie Kozack, dejó en claro el mensaje que le baja el organismo al gobierno de Milei: “Necesitaremos apoyar un camino más ambicioso de acumulación de reservas en Argentina. Esto ayudará a la Argentina abordar mejor los shocks, y también ayudará a facilitar un reacceso oportuno a los mercados internacionales de capital”. El FMI exige que el Banco Central junte más dólares, no para mejorar el bienestar de la mayoría, sino para garantizar el pago de la deuda externa.
Desde que Milei asumió, el plan económico de Caputo se apoyó en dos ejes: ajuste feroz y dólar planchado. El ajuste fiscal y la motosierra sobre el gasto público, el empleo y los salarios tienen su contracara en la decisión deliberada de no dejar subir el dólar oficial. ¿La razón? Sostener artificialmente una «ilusión» de baja de inflación, aunque eso implique rifar los pocos dólares que quedan y agravar la dependencia externa. La estrategia, celebrada con cautela por el FMI, genera una falsa estabilidad, pero deja al país sin reservas y a la deriva frente a la próxima tormenta.
Las cifras hablan por sí solas: al 3 de diciembre, las reservas netas del Banco Central volvieron a su rojo histórico, con casi 17.000 millones de dólares negativos según la metodología del propio FMI, muy lejos de los objetivos comprometidos. El último pago a los tenedores del bono BOPREAL –creado por Caputo para que los importadores salden sus deudas– drenó todavía más los dólares. Hay sospechas fundadas de que esos pagos se hicieron con los depósitos en dólares de la gente, lo único disponible más allá del préstamo del FMI y el swap con China.
Las reservas brutas –esas que el Gobierno muestra para la tribuna– no reflejan la realidad: gran parte está comprometida o no se puede usar. Los consultores privados y hasta la propia Oficina de Presupuesto del Congreso reconocen que la situación es insostenible. En enero hay que afrontar un vencimiento de 4.200 millones de dólares, y los pagos en 2026 suman casi 20.000 millones. ¿De dónde piensa sacar Caputo esos dólares? Tomar más deuda para pagar deuda vieja.
El staff técnico del FMI ya asumió que Argentina no va a cumplir la meta de reservas, pero todo indica que le concederán un nuevo “waiver” (perdón) por pedido de Estados Unidos, que considera a Milei su aliado estratégico en la región. De todos modos, el mensaje es claro: la Argentina debe dejar de usar dólares para contener la inflación y empezar a acumularlos para los acreedores externos.
No es casual que los popes del capital financiero, como el JP Morgan y el Citi, aconsejen devaluar para juntar dólares con el argumento de fortalecer las «defensas» del país antes de las elecciones de 2027. En su último informe publicado el JP Morgan afirma que “la lección para 2026 es clara: aumentar las reservas debe ser una prioridad para fortalecer las defensas del país antes de las elecciones generales de 2027”, indicando que “el aval estadounidense debería utilizarse estratégicamente y con urgencia para construir colchones internos”.
La apuesta de Caputo por el “dólar barato” es pan para hoy y hambre para mañana. El supuesto ancla de los precios no responde a una economía fortalecida, sino al endeudamiento y a un ajuste brutal que licúa salarios, destruye empleo y liquida el consumo, que beneficia a los grandes especuladores, la banca y los grupos económicos que pueden aprovechar la estabilidad transitoria para seguir aumentando sus ganancias.
Para las grandes mayorías, la “estabilidad” se paga con más deuda, salarios de miseria y una economía cada vez más dependiente de los dictados del FMI. El ajuste, las paritarias congeladas y las jubilaciones de hambre son parte del paquete que exige el FMI para garantizar el repago de una deuda que nunca benefició al pueblo trabajador. El modelo económico de Milei y Caputo beneficia a los especuladores, a la banca y a los grandes grupos económicos, mientras ataca los salarios, jubilaciones y aumenta la miseria de los sectores populares.
La deuda externa argentina es fraudulenta e ilegítima. Fue tomada en beneficio de los grandes bancos y especuladores, para financiar la fuga de capitales y consolidar la dependencia económica. El FMI, lejos de ser un actor neutral, fue cómplice de ese saqueo, avalando préstamos que solo sirvieron para enriquecer a una minoría y descargar el ajuste sobre las espaldas de los trabajadores. Pagar esta deuda no solo no resuelve los problemas de fondo, sino que condena al país a perpetuar el atraso, la miseria y la subordinación.
La crisis se sentó en la mesa chica de la UIA
Por Leandro Renou
Luego de un prudente silencio público, el Comité Ejecutivo de la UIA compartió datos del contexto y admitió una “fuerte caída en la actividad” y que “empieza a haber pérdida de empleos”.
A velocidad crucero u otros eufemismos vinculados a una marcha lenta, aplacada, llegó finalmente a la mesa chica de la Unión Industrial (UIA) el diagnóstico crudo de la realidad de las fábricas. Admitieron los popes de la entidad que preside Martín Rappallini lo que, en público, por ahora no expresan de manera directa: que la situación de las fábricas es crítica y ya se ve el impacto en los puestos de trabajo. La posición fue clara y está en línea con el juego que habilitaron los grandes. El hecho de empezar a mostrar, de cara al Gobierno, que hay apoyo al rumbo macro, pero una preocupación seria por cómo eso se traduce en la recuperación de una actividad que hoy atraviesa, dependiendo el rubro, las peores cifras en décadas.
La situación de reconocimiento de la crisis se puso de manifiesto en la reunión del Comité Ejecutivo, la mesa chica de la entidad, en la que se sientan los pesos pesados como Arcor, Ledesma y Techint. “Hay una fuerte caída en la actividad”, expresó uno de los presentes en el almuerzo celebrado en uno de los salones de la sede de Avenida de Mayo. Otro de los presentes agregó que “empieza a haber pérdida de empleos”, un dato que hasta ahora no se había puesto tan a la vista. Fue luego de que compartieran datos técnicos de un escenario general con empresas grandes y chicas cayendo como moscas. Sobre todo, en los cordones fabriles más importantes del país.
Argen-China
Otro de los problemas que estuvo en el debate del Comité fue el de las importaciones. “Esto es más complejo porque China es otra China, es una China muy fuerte”. La idea que los industriales tienen es que la crisis puede acelerarse porque los asiáticos tienen una potencia de invasión comercial que, por caso, no existía en los años de Carlos Menem. Eso acelera el proceso de destrucción fabril y más aún con un gobierno que no está interesado en poner al Estado como intermediador y regulador de las relaciones comerciales.
Vale decir que Paolo Rocca, de Techint, venía dando mensajes más habituales sobre el golpe de las importaciones. Hace unos días, se hizo viral con el ejemplo del crecimiento de producto extranjero de línea blanca, como heladeras y lavarropas. Manifestó días atrás que, en un año, la importación de lavarropas había pasado de 5.000 a 87.000 mensuales, mientras que la de heladeras saltó de 10.000 a 80.000. “Eso lleva a muchos a la opción de seguir produciendo o cerrar y usar la cadena comercial para distribuir material importado”, diagnosticó el dueño de Techint.
En la mesa chica de los UIA boys, además, se planteó el asunto de que “estamos en un momento de transición”. Lo que los ceos industriales esperan es que la nueva conformación del Congreso, que estará operativo en 10 días, apruebe leyes que ellos creen claves para salir de la coyuntura crítica. Los que menos expectativa tienen advierten, de todos modos, que si salen las Leyes laborales e impositivas eso puede ayudar “a evitar que las empresas sigan cerrando, pero no logrará que las empresas crezcan”.
Rappallini dijo hace unos días que “producir en la Argentina es un 30 % más caro que en Brasil”, marcando la línea que más esperan los industriales. Para las pymes, sobre todo, es central que haya “una cancha más equilibrada”.
Un ceo de las bebidas, en alerta
El rubro de bebidas es uno de los más golpeados dentro de la industria de la alimentación. En las últimas horas, sorprendieron las declaraciones del ceo de Cervecería y Maltería Quilmes, Martín Ticinese, quien habló de manera directa de la crisis sectorial.
“Es necesario que empiece a crecer la producción”, expresó, como condición central para que se reactive un consumo muy complicado. Antes de partir a ser gerente de la firma en Estados Unidos, Ticinese agregó que se espera un 2026 mejor, siempre y cuando las condiciones antes mencionadas se den.
En este contexto, precisó que “el principal desafío es que el orden de las variables macroeconómicas se traslade a la microeconomía”. Entiende Ticinese que la transición “ha sido más larga de lo proyectado”. El referente de la cervecera más importante del país admitió, además, que hay problemas de competitividad y se quejó de la carga tributaria cercana al 53 %.
Por otra parte, diagnosticó que se recuperan muy lento las variables de industria, construcción y comercio, y fue tajante sobre este último segmento: “El consumo ha sufrido bastante”, reconoció.
Así fue el paso de Luis Caputo por el Cicyp
“La mejor política industrial es la estabilidad”, lanzó el ministro de Economía, Luis Caputo, a un grupo de periodistas mientras salía del Alvear Palace Hotel. Fue una respuesta a la frase del dueño del Grupo Techint, Paolo Rocca, quien semanas atrás pidió en nombre del empresariado que el Gobierno empiece a intervenir en la economía con una política industrial activa. Poco tocó el titular del Palacio de Hacienda ese tema cuando se dirigió al círculo rojo en el Consejo Interamericano de la Producción y el Comercio (Cicyp) con un mensaje con el que intentó disipar la incertidumbre financiera.
El contrapunto expone las visiones que conviven en tensión dentro del oficialismo y su alianza con el establishment. Mientras Rocca exige una «segunda fase» con intervención estratégica para defender la producción nacional frente a China, Caputo se plantó en el dogma que baja desde Javier Milei: el orden macroeconómico es la única política sectorial que ofrecerá esta gestión. Una definición con la que el salón en el que se encontraban representantes de diversos sectores comulga, pero que para muchos no es suficiente. “Estamos muy planchados, la reactivación tiene que llegar antes de las reformas”, le decía antes de sentarse a almorzar un participante de la Unión Industrial Argentina (UIA) a un integrante de la elite empresarial que planteaba cambios inmediatos y positivos para la producción, apenas el Congreso apruebe los proyectos que enviará el Ejecutivo.
En el escenario, la presidenta del Cicyp, Bettina Bulgheroni, dio la bienvenida y de su discurso resaltó una pregunta: “¿Cómo seguimos?”. Luis Caputo centró sus palabras en aclarar puntos de la negociación con Bancos por un préstamo repo para pagar los vencimientos de enero con bonistas privados y prometer la vuelta a los mercados voluntarios de deuda.
Velocidad de recuperación y presión a gobernadores
“Hay una cuestión de velocidad. Como Cámara estamos de acuerdo con el rumbo, pero nosotros también tenemos que contener a aquellos comerciantes a quienes se les están cayendo las ventas”, advirtió el titular de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), Mario Grinman. Una forma de expresar que la «estabilidad» macroeconómica por sí sola todavía no está llenando los carritos del supermercado ni las órdenes de compra de las fábricas. Grinman fue uno de los que hizo preguntas al ministro una vez terminado el discurso, con el objetivo de pasar un mensaje a los gobernadores e intendentes sobre la presión tributaria a las provincias y municipios.
El titular de la cartera de Hacienda volvió a tirar la pelota para su lado cuando instó a los empresarios a que sean ellos quienes ejerzan la «presión pública» sobre los mandatarios provinciales, ya que «los políticos son vulnerables» a la queja social. Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, preguntó sobre el timing de las obras de infraestructura, la licitación de la Hidrovía y las rutas nacionales. Caputo confirmó la hoja de ruta privatizadora y estableció un plazo de seis meses para terminar y avanzar los proyectos.
Por último, el titular de la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi, preguntó por la Ley de Perdón Fiscal y si esta iniciativa incluirá activos financieros locales. El ministro respondió que sí, habló de sacar los “dólares de abajo del colchón”, pidió cortar con el miedo a los Bancos para reactivar el crédito y «terminar con la dependencia de Wall Street». Un guiño al sector financiero presente, prometiendo que el flujo de fondos hoy fuera del sistema tendrá luz verde para volver y financiar el «sueño» del crédito propio que persigue el Gobierno.
También habló de la reforma laboral y se llevó el aplauso más fuerte, cuando planteó que “los principales beneficiarios” de la iniciativa serán los empresarios.
El ministro se sentó sólo unos minutos en la mesa principal al lado de Bettina Bulgheroni y del dueño de Corporación América, Eduardo Eurnekián. También estaban el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini; el dueño de Cabrales, Martín Cabrales; el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, el presidente de Pan American Energy (PAE), Alejandro Bulgheroni; Mario Grinman, y el ministro de Relaciones Exteriores, Pablo Quirno. El ex secretario de Finanzas se quedó un tiempo después a conversar con los hombres y mujeres de negocios, que se acercaban a él con una sola pregunta: «¿Cuándo se va a firmar el acuerdo con Estados Unidos?».
Patricia Bullrich en un encuentro organizado por Techint
El jueves pasado, Patricia Bullrich sentada a la derecha de Paolo Rocca, jugó casi de local en el encuentro Propymes que anualmente organiza el Grupo Techint, el gigante siderúrgico, constructor y petrolero que emplea a 25.000 personas y contrata o vende a unas mil pequeñas y medianas empresas.
La senadora de La Libertad Avanza desgranó desde el escenario del centro de convenciones de Recoleta el proyecto de reforma laboral que Javier Milei acababa de firmar. Su óptica contribuyó a alimentar el imaginario de la audiencia: los empresarios (grandes, medianos y pequeños) son “héroes” que luchan en la tormenta económica argentina, resisten al Estado voraz y padecen a trabajadores que tratan de esquilmarlos con su holgazanería intrínseca, sus avivadas fingiendo enfermedades o su traición para hacerles juicio. En el ideario libertario que prima en la política y el mundo empresarial de hoy, toda regulación a contratar y despedir es mala, todo impuesto merece ser eliminado (“no podemos hacerlo de golpe, pero vamos en esa dirección”, dijo Bullrich), todo juez laboral es un parásito y todo sindicalista es corrupto, al menos hasta que un rayo lo transporte mágicamente al lado de las fuerzas del cielo.
La ex ministra de Seguridad eludió con picardía la media docena de veces en que Rocca, a su lado, pidió elevar aranceles ante las importaciones chinas, bajo el eufemismo de “desarrollar política industrial”. El titular de Techint procuró tocar una fibra sensible en el Gobierno: “Trump nos muestra el camino” sobre cómo imponer aranceles de 50% a la oferta china.
Por si quedaran dudas, los proveedores pymes que hicieron uso de la palabra casi no mencionaron el detalle de la caída de los ingresos de las familias o la infraestructura pública abandonada desde que asumieron los hermanos Milei. El núcleo de sus reclamos fueron los costos laborales —en sintonía con Bullrich— y China —en sintonía con Rocca—.
Un emprendedor de sembradoras que expuso en Propymes había sido corredor de motociclismo de alta competición en su primera juventud. “Tiene tanta adrenalina ir en una moto a 300 kilómetros por hora que manejar una pyme en Argentina”, bromeó. El joven abandonó el motociclismo y regresó a su empresa familiar en Arequito, en 2008, al borde de la quiebra. Desde entonces, creció hasta los 170 empleados, pese a “décadas pasadas de decadencia”, que se habrían terminado con Milei en la Casa Rosada. Todo —se sobreentiende— por mérito propio.
La hipótesis de que los caños que necesita Vaca Muerta provengan del país asiático, “desleal y predatorio”, hoy ocupa el primer lugar en la agenda de Techint, que tiene a su área de siderurgia en Ternium y Tenaris, de grandes obras en Techint Ingeniería y Construcción, y a Tecpetrol como buque insignia en gas y petróleo. Ese reemplazo ya está por ocurrir en una licitación que lleva adelante Pan American Energy, de los Bulgheroni como accionistas principales. “Invitaron a licitar a todos los chinos posibles. Una locura”, sintetizó en un diálogo informal una persona presente en el cóctel de cierre en Recoleta. Un rumor que recorre la industria es que Tenaris podría cerrar su planta SIAT en Valentín Alsina, ante la falta de demanda de tubos de acero.
Hubo otro momento en que Bullrich se ganó el aplauso de la concurrencia. Por alguna lógica insondable, el Gobierno incluyó reformas impositivas en el paquete de la ley laboral. Una de ellas reincide en rebajas de impuestos a vehículos de lujo y a la compra de embarcaciones y aeronaves. Bullrich intentó alguna explicación productivista, pero trastabilló y acabó sincerándose: “Si alguien se quiere comprar un barco, que se lo compre, por supuesto”.
La letanía sobre el heroísmo empresarial abarca todos los rubros, desde Vaca Muerta a las finanzas, y transcurre sin el más mínimo atisbo de mirada lateral o de indagación sobre por qué los ensayos “promercado” conocidos en Argentina han terminado en derrumbes sociales y económicos. Nada equipara, no obstante, la auto erección del monumento al esfuerzo individual que en julio o agosto de cada año se brinda la Sociedad Rural en Palermo, “la fiesta del hombre de campo”.
Del emprendedor al evasor
Hay algo a revisar en el inconsciente de la elite económica argentina. “Héroes” es la palabra dominante en los encuentros empresariales, pero también es la que utilizó Milei para referirse a los evasores.
La oda al “empresario héroe” se monta sobre una negación muy abarcativa: no existe el Estado que invierte (o invertía) miles de millones de dólares por año para sostener el mejor sistema universitario público de América Latina, ni un sistema científico en más de un sentido modélico para la región. Ambos, universidades e investigaciones científicas (Conicet, INTA, INTI, hoy en proceso de desmantelamiento), proveen profesionales y avances técnicos que terminan generando negocios y ganancias empresariales, que jamás son mencionados en las reuniones de la elite. Tampoco tienen ningún valor las promociones impositivas ni los blanqueos periódicos, que condonan cada tanto miles de millones de dólares de evasión —y se terminan compensando con la recaudación del IVA o rebajas de jubilaciones—; ni los planes sociales y un sistema de pensiones universal que previenen caos social.
Rocca vs Milei y la amenaza de un conflicto que detone en el Conurbano
Por Diego Genoud
Techint dice que cierra la planta del gasoducto Néstor Kirchner en el sur del GBA si no gana la próxima licitación en Vaca Muerta. ¿Rocca enfrenta al gobierno por las importaciones o aprovecha para ajustar? La Comisión interna de la UOM, preparada para defender las fuentes de trabajo.
A mediados de noviembre, cometió la herejía de pedirle una política industrial a un gobierno que se reivindica liberal libertario. Tres semanas después, decidió pasar a otro plano. Paolo Rocca acaba de golpear la mesa del poder con la amenaza de cerrar una fábrica histórica de Tenaris SIAT en Valentin Alsina, propiedad de Techint desde hace casi 40 años.
Acostumbrado a jugar fuerte para imponer condiciones, el CEO de la multinacional siderúrgica lanzó la peor advertencia en el momento exacto y sin reparar en el eslabón más débil de la cadena, sus 400 empleados, que se enteraron por los diarios. Lo hizo, cuando se está definiendo una licitación clave en la que su empresa puede volver a perder con los caños de acero que vienen de China, como sucedió hace muy poco.
La licitación para fabricar el primer gasoducto dedicado a exportar gas licuado depende de Southern Energy, el consorcio internacional en el que Pan American Energy y Pampa Energía están asociados a empresas multinacionales como la noruega Golar y la británica Harbour Energy.
Rocca no habló sobre el eventual cierre de Tenaris en Valentin Alsina y en el holding siderúrgico se refugiaron en el hermetismo habitual. Sin embargo, la amenaza resonó en todos lados: en la política, entre los pulpos energéticos y en el mundo sindical.
El magnate del acero que en el mandato de Mauricio Macri se convirtió en empresario petrolero hizo llegar su advertencia a todos lados. Desde el consorcio que lleva adelante el proyecto, remarcan que la competencia para construir los 480 kilometros del gasoducto que une Tratayen en Neuquén con San Antonio Oeste en Río Negro excede a China e incluye a 15 proveedores nacionales e internacionales de India, Colombia, Turquía, Japón, Grecia, España y México. Pero Rocca, que ya perdió una primera compulsa con los caños de costura que llegaron de Shanghai hace tres semanas, reduce la disputa a una confrontación directa: la de la industria argentina que lidera Techint contra la invasión china. Por eso, en una jugada que hace difícil distinguir la audacia del componente extorsivo, pretende encolumnar detrás suyo incluso a los potenciales afectados.
La amenaza de cerrar la fábrica de Tenaris en Valentin Alsina sorprendió dentro y fuera de la empresa. Los 400 trabajadores de Tenaris, de hecho, se enteraron por los diarios. “Estamos muy sorprendidos. Había expectativa de un trabajo importante para mantener a todo el personal y también sabíamos que podía haber alguna baja de personal. Pero nunca en la historia, la empresa había informado que pensaba cerrar la fábrica”, dijo José Villa, mecánico de mantenimiento de Tenaris en Valentín Alsina y miembro de la Comisión interna de la fábrica. Este martes, Villa recibió la primera información oficial en una reunión que mantuvo con la gerencia de la compañía. Resumido: si Techint no gana la licitación, se muestra decidido a cerrar la fábrica.
Desde la Comisión interna de la planta comenzaron a realizar asambleas por turno para evaluar los pasos a seguir y advierten que están preparados para defender la fuente de trabajo hasta el final. Son 150 trabajadores en relación de dependencia y 250 contratados.“Es la única fábrica en Argentina que hace este tipo de tuberías. Fue inaugurada durante el gobierno de Perón y Techint la tiene desde 1986. Nosotros somos parte de la UOM y vamos a mantener los puestos de trabajo a como dé lugar”, le dijo Villa a Alejandro Bercovich en Radio Con Vos.
La relación de Rocca con el secretario general de la UOM, Abel Furlán, está en un punto de tensión inédito, después de los conflictos con los tercerizados de Techint en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. En paralelo, aunque el gobierno de Milei sumó a gerentes y profesionales de Techint a la función pública como nunca nadie lo hizo en la historia, el contrapunto de Rocca con Milei es manifiesto y tiende a escalar. Este jueves, de hecho, el magnate italo-argentino volverá a hablar en la edición 2025 del seminario Propymes.
El Ceo de Techint tiene alta capacidad de lobby en los distintos ámbitos de poder y presencia en todas las entidades patronales. El actual titular de la UIA, Martín Rappallini, llegó a la conducción de la mano de David Uriburu -vicepresidente de la UIA y presidente de Relaciones Institucionales de la T- y es considerado un delegado de Techint. Además, Rocca orienta desde hace un cuarto de siglo a la Asociación Empresaria Argentina junto a Héctor Magnetto, otro de los pesados del establishment que también entró en contradicción con Milei cuando se quedó con Telefónica. ¿Rocca es capaz de elevar la confrontación política con el gobierno de Milei o solo piensa en dar de baja los negocios que no le resulten rentables?
El dueño de la multinacional siderúrgica mastica bronca contra el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, eufórico por el proyecto de Southern Energy. A fines de noviembre, un buque con 10.000 toneladas de caños de acero llegó al puerto de San Antonio Este desde Shanghái para terminar el proyecto del consorcio que integran Pan American Energy y Golar. Los caños chinos van a transportar el gas de Vaca Muerta hasta la futura planta flotante de licuefacción, desde donde se comenzará a exportar gas licuado.
En la planta de Valentín Alsina, donde se fabricaron los caños del gasoducto Néstor Kirchner, están los afectados directos por la decisión que Techint dice tener tomada. Estaba previsto que en las próximas semanas se conozca la oferta técnica y la oferta económica de los distintos competidores. Techint afirma que se prolongó por algunas semanas la definición y asegura que está tratando de ajustar sus números para pelear en la licitación, pero advierten que es muy difícil competir con China. Antes de fin de año o en la primera semana de enero, debería conocerse el ganador.
Aunque la molestia es con Weretilneck, su decisión impactaría de lleno en el Conurbano bonaerense, a mil kilómetros de San Antonio Oeste. Valentín Alsina queda en Lanús, donde gobierna el camporista Julián Alvarez y es parte de la tercera sección electoral, el bastión que conserva el peronismo kirchnerista en la provincia de Buenos Aires.
¿Rocca está dispuesto a descargar la crisis en el Gran Buenos Aires? Todo indica que sí y parece muy difícil que Milei interceda para contenerlo. Un conflicto sindical de alta intensidad en la tercera sección electoral puede abrir a un escenario de tensión difícil de manejar. ¿Sería un problema para Milei o para el gobernador bonaerense Axel Kicillof? La posibilidad del cierre de la fábrica también preocupa en la gobernación bonaerense. Los funcionarios de Kicillof están al tanto de la situación y en contacto con los actores que intervienen en el conflicto.
“Milei quiere conflictos en el Conurbano”, le dijo un dirigente peronista que conoce a los protagonistas de la disputa y advierte que la confrontación Rocca-Milei no beneficia a nadie.
De algo no hay duda: en el sector siderúrgico, la situación es complicada. La competencia china es difícil de afrontar, mucho más cuando el gobierno favorece el festival de importaciones que está golpeando a la industria. Según los números de la Asociación Mundial del Acero, China es líder absoluto en el mercado y concentra el 55% de la producción del acero que hoy se consume a nivel mundial. A eso se suman dinámicas propias del mercado local, altamente cartelizado. “Techint tiene los galpones que estallan de material pero no están entregando. A mi gusto, parece a propósito”, dice un conocedor de la industria. Rocca parece estar desplegando todos sus mecanismos de presión. Pero la amenaza de cierre de Tenaris SIAT puede convertirse en un caso testigo, de consecuencias impredecibles.
Milei habilitó una transferencia de recursos de pobres a ricos
Los negocios de petróleo, gas, soja y maíz generan ganancias exuberantes, pero el ímpetu por bajarles impuestos y retenciones no parece tener fin. Los US$1.600 millones que el Estado dejó de cobrar cuando el ministerio de Economía habilitó unas 72 horas de “retenciones cero” al agro en septiembre pasado se suman a los US$570 millones que en 2026 dejará de percibir el fisco por otra ronda de algarabía. En la producción de Vaca Muerta y de litio en Norte, especialistas marcan que la carga impositiva ya se ubica entre los valores más bajos de Sudamérica, pero algunas firmas locales demoran decisiones porque estiman que el Gobierno puede darles todavía más, mediante reinterpretaciones del generosísimo RIGI.
En noviembre, la recaudación sobre los bienes de la cúpula económica se redujo en un 68%, que se explica tanto por un descenso de la tasa dispuesta en diciembre de 2023 como por un anticipo abonado en 2024, mientras las jubilaciones se encuentran en un piso en décadas. Hay plata para gastar US$300 millones en aviones F16 que Dinamarca procuraba sacarse de encima y Rumania pagó a 1 euro, pero no hay partida para la expansión de cloacas ni de conexiones de agua en el presupuesto 2016. La lista sigue con el desfinanciamiento histórico del Conicet y las universidades.
La prédica libertaria puntualiza en “el costo laboral” y la “carga impositiva” como dos de los principales males del país.
Con este “escenario base”, en parte heredado y en parte buscado, el Ejecutivo se apresta a implementar la reforma laboral, con voluntad de aprobación en diciembre, y otra impositiva, todavía en un Estado difuso.
Milei repite lo que parece ser una estrategia que ya utilizó Macri. Acelera el deterioro del mercado de trabajo, para después ofrecer la hiper flexibilización como solución a los problemas autogenerados.
Desde diciembre de 2023, cuando asumió el ultra, hasta septiembre pasado se habían perdido 185.700 o 2,8% de los empleos formales registrados en el sector privado, según la secretaría de Trabajo. En el segmento estatal, el porcentaje de descenso es similar. El balance general es un aumento de la desocupación, en parte compensado por un alza abrupta de autónomos y monotributistas, de 121.000 puestos, 5%. Como explicó Bullrich en la convención de Techint, eso no es malo, “porque los jóvenes no quieren depender de nadie”. Prefieren pedalear.
Milei es el rey de la minería y el petróleo, pero en ese segmento, el derrumbe de empleos en 21 meses alcanzó el 7,5%.
La consultora Invecq, de los economistas Matías Domecq, Matías Sturt y Santiago Bulat, realizó una interesante presentación en la jornada de Techint.
El famoso “costo laboral” no se verifica como un peso muy superlativo en la comparación con países como Brasil y Uruguay, que han tenido una mejor performance económica que Argentina en la última década y no han pasado por traumas tan profundos. Al incluir conceptos como aguinaldo, vacaciones, aportes a la Seguridad Social, indemnizaciones y aviso de despido, el costo sobre el salario promedio de trabajadores registrados alcanza 61% en Uruguay, 63% en Brasil y 68% en Argentina. En comparación con el resto de América Latina, Argentina se destaca por un mayor peso en la Seguridad Social, y está en el segmento inferior en el rubro vacaciones.
La diferencia sí se vuelve abismal en el contraste con Paraguay, en el que el “costo laboral” representa 44% del salario. Eso sí. Los paraguayos de 65 años o más que reciben jubilación contributiva son 11,9% (más de 90% en Argentina), otro 50% recibe una pensión no contributiva (Observatorio del Gasto Público de Desarrollo en Democracia) y sólo 34% tiene seguro de salud (no hay PAMI). Hasta ocurre el milagro de que la jubilación mínima en Paraguay (US$167) es inferior a la de Argentina (US$230), perforada por el Gobierno de los Milei. Es tal la informalidad en el vecino del norte, que se calcula que sólo 1,5% llegan a completar los 30 años de aportes al llegar a la edad de jubilarse (OIT).
El dogma Sturzenegger es inmune al dato. La motosierra en manos del ministro de Desregulación se apresta a desbaratar la mecánica de las vacaciones, fraccionándolas y repartiéndolas durante meses no veraniegos. Es decir, irrumpe en un rubro en el que el marco regulatorio argentino presenta menos costos que en Brasil (que duplica, porque los brasileños tienen más días de vacaciones) y Uruguay (33% más), y similar a Chile y Colombia, según Invecq.
Algo similar ocurre con las indemnizaciones, otra bestia negra que afecta a los “héroes” del emprendedorismo. Argentina está en un estatus similar a Chile y Uruguay.
El deterioro del mercado laboral argentino se ubica en el creciente empleo informal. Alcanza 36,8% de los asalariados, pero si se consideran los monotributistas, una categoría que Gobiernos como los de Macri y Milei se especializan en hacer crecer a paso firme, suman 42%. Se necesitan 27 monotributistas con un ingreso de $2 millones mensuales para alcanzar un aporte a la Seguridad Social similar al de un solo trabajador registrado con el mismo sueldo, informó Invecq.
Es decir, el déficit se encuentra en que el segmento que realiza aportes (58%) no alcanza para cubrir un sistema jubilatorio que abarca a casi todos los mayores de 65 años.
El blanqueo lanzado por Milei en 2024 generó una registración de 16.703 trabajadores que estaban en la informalidad, 0,3% del total. Equivalen a apenas un tercio de los puestos formales en el sector privado que se destruyeron entre junio y septiembre.
Los gobiernos que “insertan a Argentina en el mundo” lanzan blanqueos a mansalva y tienden a extender los períodos de prueba al infinito. El blanqueo lanzado por Milei en 2024 generó una registración de 16.703 trabajadores que estaban en la informalidad, 0,3% del total. Equivalen a apenas un tercio de los puestos formales en el sector privado que se destruyeron entre junio y septiembre.
Sturzenegger ideó otra solución para un problema que no es tal, el monto indemnizatorio, que se encuentra acorde al equilibrio de la región. En todo caso, el incremento del costo está asociado a la alta litigiosidad, que en cantidad de juicios acumulados en los últimos doce meses, se encuentra cerca del pico de 2017, en una dinámica que parece asociada a las crisis económicas antes que a la deslealtad del empleado al que le gusta ir a tribunales.
La solución elegida por el Gobierno ultra consiste en transferir tres puntos de los aportes a la Seguridad Social a un fondo de asistencia laboral (FAL). Esa caja actuará como un seguro para la empresa a la hora de despedir empleados. Como acumulará un volúmen latente, mayormente sin uso, se transformará en un activo financiero, sujeto a compras, ventas y cotizaciones. Es decir, se desfinanciará todavía más a la Agencia Nacional de Seguridad Social que paga las jubilaciones, lo que podría leerse como otra transferencia de ingresos regresiva.
Sturt, de Invecq, evaluó que el 28% de la carga tributaria total sobre el PBI es acorde a un país con el desarrollo intermedio de Argentina. Es unos puntos mayor al promedio latinoamericano (21,5%), el doble que en Paraguay (14%), inferior a la de los países de la OCDE (32%) y unos veinte puntos inferior a los países más desarrollados del norte de Europa.
Una vez más, el déficit está en la composición de la recaudación fiscal y en la alta evasión. Son bajos los ingresos por impuestos a los segmentos altos (bienes personales, Ganancias a las personas) y altos los asociados al consumo masivo, que se superponen en algunos casos (IVA, ingresos brutos provinciales, tasas municipales, combustibles). La evasión del IVA llega a 37% en Argentina, muy superior a la registrada en Colombia, Uruguay y Chile.
Ante la suma de distorsiones en los recursos del Estado y la distribución del ingreso, el dogma libertario propone enaltecer la evasión, desmantelar los organismos de control estatal, reducir impuestos a los ricos y sectores con hiperganancias asociadas a los recursos naturales y cargar el peso del ajuste en jubilados, docentes y científicos.
24% de las familias vive en la pobreza
El 24% de las familias tipo de cuatro miembros en Argentina vive hoy en la pobreza y otro 28% es considerado de clase baja superior, según cifras del gobierno.
Ese primer grupo está por debajo de la línea de pobreza y para no estar en él un núcleo familiar necesita ingresar más de un millón 180 mil pesos (797 dólares). Esa clase engloba el 31,6 % de la población, aunque la Universidad Católica Argentina contradice tales números y sostiene que el 36,4 % de los argentinos es actualmente pobre.
En el segundo caso, los ingresos familiares deben oscilar al mes en torno al millón 850.000 (1.250 dólares), definió un estudio de la Consultora W que utilizó datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec).
Ese centro privado de estudios económicos concluyó que esas familias componen la clase baja y la clase baja superior, en tanto para estar en lo que define como clase media baja una familia requiere de dos millones 50 mil a dos millones 400 mil pesos (de mil 385 a mil 622 dólares).
Este tercer grupo lo compone el 26 % de los núcleos familiares, mientras para estar en la clase media alta se necesita de tres millones 700 mil a cinco millones 200 mil pesos (dos mil 500 a tres mil 513 dólares).
Aquí ubica al 17 % de las familias, en tanto solo 5 % conforma la clase alta con una mensualidad promedio de 12 millones de pesos (8.108 dólares) hacia arriba.
La Consultora W usó para su análisis datos del Indec que el jueves informó que la tasa oficial de inflación en noviembre subió a 2,5 %, su mayor nivel en siete meses.
El dato del undécimo mes del año estuvo influido por el incremento sostenido en el precio de la carne. La variación acumulada de 2025 alcanzó el 27,9 % y la interanual se posicionó en 31,4 puntos porcentuales.
Los rubros con mayores aumentos fueron los de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (más 3,4 %), impulsado por el incremento en las tarifas de servicios públicos, transporte (más 3 %) por subas en el boleto de colectivo y subte en el Gran Buenos Aires (GBA), y alimentos y bebidas no alcohólicas (más 2,8 %), con un fuerte componente de carne y frutas.
Todas las subas que vinieron en diciembre
El transporte fue uno de los rubros más afectados: en la provincia de Buenos Aires el gobierno de Axel Kicillof dispuso que los colectivos que la recorren aumenten nada menos que un 14,8 % varias veces por encima de la inflación media, llegando a un valor de $ 658,44.
En la Ciudad de Buenos Aires, también por encima de la inflación, Jorge Macri dispuso un aumento de 4,3 % en los colectivos y llevará el boleto a $ 593,52. Por su parte los subtes aumentarán un porcentaje similar y la tarifa quedará en $ 1.206.
El alza de los precios también se hará sentir en los peajes, que alcanzaron la cifra de $ 4.912,67 en las autopistas 25 de Mayo y Perito Moreno, mientras que llegó a $ 2.048,32 en el caso de la autopista Illia.
Otro rubro donde los aumentos se harán sentir por encima de la inflación es en el caso de las tarifas de luz. Tanto las facturas de Edenor como las de Edesur para la zona del AMBA llegarán con aumentos de alrededor del 2,8 %. Estos aumentos llegan en la previa a la aplicación de un nuevo recorte a los subsidios para aquellos hogares que tengan de conjunto ingresos superiores a los 3,6 millones de pesos.
Los que no habitan una vivienda propia, nuevamente se verán castigados por los aumentos: en el caso de los alquileres se verán fuertemente afectados por los aumentos, aunque esto depende del tipo de contrato firmado. Para el caso de los acuerdos anuales los aumentos serán de alrededor del 40 %, los semestrales superarán el 14%, los cuatrimestrales un 8,5 % y los trimestrales quedarán arriba del 6 %.
El gobierno elimina el 75% de los subsidios a la luz y el gas
Por Luciana Glezer
Se terminó la segmentación tarifaria y se pasó a un esquema de subsidio “focalizado” como pretendía el Fondo.
El Gobierno decidió ponerle punto final a la segmentación tarifaria. Desde ahora, el sistema será “focalizado”. Los hogares se dividirán entre los que pagarán todo y los que seguirán recibiendo una bonificación. Los primeros son los que superan las tres canastas básicas, unos 3.500.000 pesos. Los segundos, los que están por debajo.
Pero más que un cambio administrativo, es una definición ideológica: el Estado abandona definitivamente el principio de universalidad, la idea de que ciertos servicios deben ser derechos garantizados, y adopta la lógica de la focalización, que reduce drásticamente las ayudas.
“Lo que era política pública pasa a ser ayuda social. La política universal es un derecho, la focalización es una caridad con planilla de Excel”, consideró un ex secretario de Energía.
Quienes queden dentro del umbral de ingresos, recibirán la factura con una bonificación. Según lo informado, la reducción en electricidad rondará el 50 % sobre el consumo, pero ese alivio tendrá un límite de consumo: un bloque mensual acotado de 150 kWh en otoño y primavera; y 300 kWh en verano e invierno.
El tema es que hogares, comercios e industrias soportan aumentos acumulados dramáticos. Los analistas estiman que entre diciembre de 2023 y octubre de 2025 las facturas promedio de gas natural aumentaron 799% para hogares y 992% para comercios y pymes, mientras la energía eléctrica trepó 524% y 570% respectivamente.
En el Palacio de Hacienda lo presentaron como un avance hacia la eficiencia, pero en los pasillos del sector energético la lectura es otra. “Dicen que van a simplificar el esquema y al final todo esto es mucho más enroscado”, afirmó un ejecutivo del sector. Y no sólo por la burocracia, sino porque el nuevo sistema abre la puerta a infinitas arbitrariedades.
El telón de fondo es el malestar del FMI que ve como se aleja la meta fiscal acordada y presiona para que el Gobierno gaste menos en subsidios. Y Caputo, con la caja exhausta, tiene que complacerlos. El superávit, tótem del plan, hoy tambalea: la recaudación se desploma y el gasto indexado crece.
La recaudación del Estado se está desplomando entre 15% y 20% interanual, las retenciones cayeron 40%, y la desaceleración de la actividad hundió la base imponible que alimentaba IVA y Ganancias. La caída de la recaudación alcanza al 1,5% del PBI, apenas 0,3% menos que el superávit alcanzado en 2024.
Para sostener la meta fiscal acordada con el FMI hay que ajustar por lo menos 2 puntos del PBI en gasto primario no indexado, lo que equivale a más de 10 billones de pesos. Como buena parte del gasto público está indexada por ley, jubilaciones mínimas, deuda, asignaciones y prestaciones sociales, todo el ajuste deberá concentrarse en el gasto no indexado, es decir, salarios, subsidios, obras públicas y transferencias a las provincias.
Fue elocuente el coordinador del área de Energía, Daniel Gonzalez, quien al presentar el nuevo esquema anunció: “Vamos a llevar el gasto en subsidios al 0.5% del PBI”, lo que equivale a un desafiante recorte del 75%.
Muy por encima de la inflación, la canasta de tarifas del AMBA subió 526% desde diciembre de 2023
Entre diciembre de 2023 y septiembre de 2025, la canasta de servicios públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) acumuló un incremento del 526%, muy por encima del aumento del nivel general de precios, que en el mismo período fue del 164%. Solo en lo que va de 2025, la canasta registra un alza del 24%, frente a una inflación acumulada del 21%.
Los datos surgen del último informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Según el relevamiento, en septiembre un hogar promedio del AMBA sin subsidios destinó $173.625 a cubrir gastos de energía, transporte y agua potable. Este valor fue 7,7% inferior al de agosto, debido a factores estacionales, pero se ubicó 26% por encima de septiembre de 2024.
El estudio, elaborado por los investigadores Alejandro Einstoss y Julián Rojo, remarca que la caída mensual en el gasto se explica principalmente por una menor demanda estacional. En comparación interanual, el aumento de la canasta total se ubicó por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC): mientras el gasto en servicios subió 26% en un año, la inflación general se estima en 31%.
Separando por rubros, el transporte fue el componente con mayor variación interanual, con un aumento del 33% respecto de septiembre de 2024, superando al IPC. Le siguieron el gas natural y el agua potable, con alzas del 23% cada uno, y la energía eléctrica, con un incremento del 18%. Del aumento total de 26% en la canasta, el transporte explicó 13 puntos porcentuales, el gas 5 puntos y la electricidad y el agua 4 puntos cada uno.
El informe también analiza la relación entre los costos de los servicios públicos y los salarios. En septiembre, la canasta representó el 11,1% del salario promedio registrado estimado en $1.564.013. Esto implica que un salario mensual alcanza para adquirir 9 canastas de servicios, frente a las 7,8 que podían comprarse un año atrás. El transporte concentra el 43% del gasto, duplicando la incidencia del resto de los servicios sobre el ingreso.
Finalmente, el documento incluye un apartado sobre el proyecto de presupuesto 2026. Allí se detalla que las partidas destinadas a energía y transporte ascienden a $11,4 billones, un nivel similar al de 2025 en términos de participación sobre el Producto Bruto Interno (PBI).
Shell aplicó un nuevo incremento en los precios de sus combustibles, que representa la quinta suba en menos de un mes. Con esta actualización, la nafta premium pasó a costar $1.767 por litro, mientras que la súper también se mantiene en niveles elevados.
Los aumentos se produjeron de manera escalonada durante septiembre: el litro de premium pasó de $1.715 el 31 de agosto a $1.729 el 6 de septiembre, $1.738 el día 7, $1.752 el 13 y finalmente $1.767 con la suba del 22. Estos ajustes se suman a los impuestos establecidos por la Ley 23.966, que fija actualizaciones trimestrales en base a la inflación medida por el INDEC.
El Gobierno, por su parte, derogó en junio la obligación de las estaciones de servicio de informar con antelación los cambios de precios, argumentando que se trataba de una medida para “eliminar trabas burocráticas” y otorgar mayor libertad al sector privado. En ese contexto, los aumentos se trasladan de forma inmediata a los consumidores, sin previo aviso en los surtidores.
Grandes pérdidas para los Bancos
Los bancos privados cerraron el tercer trimestre con grandes pérdidas, afectados por una mora de los préstamos en el país que subió a su peor nivel en al menos 15 años y las altísimas tasas de interés que convalidó el banco central de Milei en la previa a las elecciones del 26 de octubre. El ajuste dejó a los banqueros con poco margen y los llevó a frenar en seco la oferta de crédito, un repliegue que podría extenderse bien entrado 2026, justo cuando Milei necesita que el financiamiento vuelva a ser un motor clave del crecimiento económico.
Entre las instituciones que se retrajeron está Naranja X, la división de financiamiento de consumo de Banco de Galicia y Buenos Aires SA, la mayor entidad financiera privada del país. “Empezamos a limitar el otorgamiento de nuevos préstamos para proteger el balance”, explicó el director financiero, Hernán García.
Detrás de su decisión estuvo el peor trimestre para las ganancias del sector bancario argentino desde la pandemia, cuyo alcance total solo se hizo evidente en los últimos días. La morosidad entre los clientes de Naranja X aumentó un 11% en septiembre, un salto sin precedentes pero aún por debajo del promedio nacional del 18,4% para entidades crediticias no bancarias ese mes, según un informe de la consultora privada Eco Go.
Los resultados están entre los efectos secundarios de la dura batalla que libró Milei para evitar un colapso del peso y aun así ganar las elecciones legislativas del 26 de octubre. Para apuntalar la moneda, el gobierno adoptó una postura monetaria estricta, elevando las tasas de interés a niveles de tres dígitos y obligando a los Bancos a mantener encajes superiores al 50% de sus depósitos —y, lo que es más importante, a cumplir esos requisitos de manera diaria y no mensual—.
“Una política monetaria muy estricta, caracterizada por tasas reales insosteniblemente altas y requisitos de encaje históricos antes de las elecciones, tuvo un grave impacto en la actividad económica y particularmente en todo el sector bancario”, dijo Julio Patricio Supervielle, presidente de Banco Supervielle SA, a los inversores durante la última conferencia de resultados de la compañía. El retorno sobre el capital generado por grandes instituciones como Supervielle cayó a alrededor de -7%, desde cerca del 18% en 2023 antes de que Milei asumiera y en torno al 12% a fines del año pasado.
Para los Bancos, la combinación de factores fue tóxica total: los depósitos se encarecieron, una mayor parte de sus balances quedó inmovilizada en el banco central generando poco retorno real, y la demanda de crédito colapsó justo cuando el riesgo crediticio comenzaba a aumentar.
Incluso en el caso de bancos internacionales con importantes operaciones en América Latina, como Santander Argentina SA y BBVA Argentina SA, el país arrastró los resultados del tercer trimestre durante un período por lo demás saludable para las ganancias regionales. “Argentina está peor de lo que esperábamos”, dijo el CEO de BBVA, Onur Genç, en una llamada con inversores poco después de las elecciones.
El máximo ejecutivo de Santander coincide. “Con tasas reales en estos niveles, realmente es imposible ganar dinero”, dijo el CEO, Héctor Grisi. “Prestar en pesos en Argentina hoy es difícil por las tasas reales, y el despliegue de crédito es un desafío dado el costo del fondeo y el entorno de tasas”.
El marco regulatorio argentino les da poco margen de maniobra. Los emisores de tarjetas de crédito, por ejemplo, no pueden subir las tasas cuando quieren enfriar la demanda, lo que los obliga a reducir la base de potenciales prestatarios. En las últimas semanas, los equipos de riesgo de los bancos endurecieron sus métricas, usando ingresos inferidos del cliente, capacidad de repago y el registro de deudores del banco central para negar créditos a los prestatarios menos solventes.
El endurecimiento de las condiciones crediticias se produce en un momento en que los argentinos luchan por adaptarse a una nueva realidad macroeconómica. Durante años, los hogares dependieron de una inflación superior al 50% que erosionaba sus saldos de tarjetas de crédito en términos reales. Ahora, con el estancamiento de la actividad económica y tasas de interés por encima de la inflación, ese subsidio implícito ha desaparecido.
Los salarios han quedado detrás de la inflación, las tasas están altas y las perspectivas económicas son débiles, una mezcla que ha provocado un fuerte aumento de la morosidad. Los bancos informan que las cancelaciones han subido a sus niveles más altos desde la pandemia y que los préstamos en mora de los hogares alcanzaron su mayor porcentaje en al menos 15 años, desde que comenzó la serie del BCRA, llegando a dos dígitos en algunas carteras en septiembre.
“Algunas instituciones fueron demasiado laxas en 2024 a la hora de ampliar líneas de crédito y este año fueron golpeadas por un aumento de morosidades que afectó sus resultados. Además, con tasas más altas y encajes, los costos de financiamiento se dispararon”, dijo Ignacio Sniechowski, jefe de investigación de la corredora local IEB.
Los ejecutivos bancarios han expresado su frustración durante meses en reuniones con funcionarios del Banco Central, según fuentes con conocimiento directo de las conversaciones. Esperaban que, una vez despejada la incertidumbre electoral, las autoridades económicas relajaran rápidamente las restricciones.
Pero hasta ahora, la respuesta ha sido tibia total. Las tasas reales bajaron tras las elecciones, lo que contribuye a un mejor panorama para el crédito y la morosidad. Pero los encajes siguen altos. El Banco Central redujo la tasa de reposición a un día de 25% a 20%, flexibilizó ligeramente la regla de cumplimiento diario de encajes de 100% a 95% y permitió que parte de los encajes se mantengan en bonos del gobierno en lugar de efectivo.
Para los banqueros, eso no ha sido suficiente aún. “Los requisitos de efectivo siguen alrededor de 50% para los depósitos a la vista, lo cual sigue siendo extremadamente alto. Necesitamos que eso siga aflojándose”, dijo el CFO de Supervielle, Mariano Biglia, durante la última conferencia de resultados de la compañía.
La mayoría de los ejecutivos espera que la presión sobre los balances bancarios persista. Parte de eso tiene que ver con la economía real: la actividad probablemente se recuperará gradualmente y los salarios reales necesitarán tiempo para compensar lo perdido en el último salto inflacionario que siguió a la devaluación inicial tras la asunción de Milei.
“Todavía no se está viendo la estabilización en los niveles de mora, que siguen creciendo todos los meses”, dijo Marcelo De Gruttola, vicepresidente para instituciones financieras de Moody’s Ratings.
“Terapia de Shock” es una columna semanal enfocada en finanzas y mercados en Argentina.
La deuda externa privada subió a US$ 107.311 en el segundo trimestre
La deuda externa privada totalizó US$ 107.311 millones en el segundo trimestre, marcando un incremento US$ 2.690 millones con respecto al trimestre anterior, explicado tanto por el incremento de la deuda comercial por US$ 1.798 millones como por la deuda financiera por US$ 892 millones según el Banco Central.
La deuda por importaciones de bienes fue la más importante con un nivel de US$ 38.954 millones, seguida por los préstamos financieros con US$ 26.752 millones y los títulos de deuda en manos de no residentes, que totalizaron US$ 14.656 millones. Le siguieron en importancia la deuda por servicios con un stock (US$ 13.799 millones), la deuda por exportaciones de bienes (US$ 9.688 millones) y la categoría “Otra deuda financiera” (US$ 3.463 millones).
“El aumento de la deuda comercial estuvo explicada básicamente por el incremento de la deuda por exportaciones de bienes por US$ 2.455 millones, parcialmente compensado por las cancelaciones de la deuda de importaciones de bienes y por la deuda de servicios por US$ 305 millones y US$ 352 millones, respectivamente”, señala el reporte del Central.
Avalancha de importaciones: en sólo seis meses crecieron 40% los productos del exterior en la industria metalúrgica
Por su parte, el aumento trimestral de la deuda financiera estuvo explicado por el incremento de los títulos de deuda por US$ 864 millones, seguido por la “Otra deuda financiera” por US$ 492 millones y parcialmente compensado por la caída de los préstamos financieros por US$ 464 millones.
En al monto de financiamiento por sectores, en primer lugar a la “Industria manufacturera” (US$ 40.263 millones), “Explotación de minas y canteras” (US$ 25.215 millones) y “Comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas” (US$ 13.330 millones). Estos tres sectores concentraban alrededor del 73% de la deuda externa privada.
Orígenes de la deuda
El principal origen de la deuda comercial fue Estados Unidos con un stock de US$ 12.036 millones, representando un 19% del total, seguido por Brasil con US$ 8.566 millones (14% del total) y Suiza, con US$ 5.281 millones (8% del total). Esos tres países concentraron alrededor del 41% del stock de la deuda externa comercial total.
En cuanto a la deuda financiera, también Estados Unidos se ubicó en el primer lugar (US$ 6.612 millones), representando un 22% del total secundado por Países Bajos, con USD 4.587 millones (15% del total) y Uruguay, con US$ 2.467 millones (8% del total). Esos tres países concentraron el 45% del stock de la deuda externa financiera (excluyendo títulos de deuda).
Deuda externa: superó los U$S 305.000 millones en junio y Milei marca récord
Por Julio Pérez
El endeudamiento externo creció U$S 23.783 millones en el segundo trimestre de 2025 y es el valor más alto desde el inicio de la serie de Indec en 2006. Por el “dólar barato” hubo un deterioro externo impulsado por aumento de importaciones, turismo y giro de utilidades al exterior financiadas con deuda con organismos. Este lunes, el Tesoro compró los costosos dólares del agro, sin embargo, el BCRA perdió reservas por pagos de deuda.
Con Milei la sangría de dólares no para y las financia con mayor endeudamiento y sometimiento externo. El “ancla cambiaria” para contener la inflación genera un deterioro en las cuentas externas con sangría de divisas que aumenta la fragilidad de la “estabilidad” en el tipo de cambio. Este lunes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó el saldo negativo de la balanza de pagos.
Durante el segundo trimestre de 2025, la cuenta corriente tuvo un déficit de U$S 3.016 millones, un contraste con respecto a 2024 cuando para el mismo período había marcado un superávit de 3.732 millones. El deterioro es explicado por un rojo en el ingreso primario de -4.055 millones de dólares: la fuga de capitales en utilidades y dividendos de las empresas y pagos de intereses a los especuladores extranjeros. Solo en inversión directa, el egreso por utilidades ascendió a U$S 2.888 millones, mientras que la renta de cartera implicó otros U$S 1.251 millones.
También la cuenta “Servicios” profundizó su déficit, que alcanzó U$S 2.483 millones frente a U$S 1.136 millones un año antes. La diferencia se explicó por el incremento en los gastos por viajes y transporte, con crecimiento de turismo emisivo como de encarecimiento de fletes internacionales asociado a la suba de importaciones. El rojo del rubro viajes llegó a 1.454 millones, mientras que transporte marcó un saldo negativo de 886 millones.
El deterioro de la cuenta corriente fue financiado por un endeudamiento neto de la economía que creció a 2.854 millones en la cuenta financiera. El dato central fue el aumento de 14.271 millones en las reservas internacionales del Banco Central, explicado por desembolsos de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, la emisión de otros pasivos a largo plazo y por la ampliación de operaciones de financiamiento con “siete bancos internacionales” indica el informe.
La deuda externa bruta con organismos internacionales asciende a U$S 92.964 millones. Casi el 60% corresponde a obligaciones con el FMI, mientras que el 30% restante corresponde casi en su totalidad a préstamos del BID, el BIRF y el CAF.
En cuanto al stock de deuda externa bruta, al cierre de junio ascendió a U$S 305.043 millones a valor nominal, con un incremento de U$S 23.783 millones con respecto al primer trimestre de 2025. El aumento se concentró en el gobierno general, cuya deuda creció 18.480 millones en el trimestre, en línea con los nuevos desembolsos de organismos internacionales.
El balde rajado de la economía
La metáfora del “balde rajado” la utilizan los autores de Con exportar más no alcanza (2024, Siglo XXI) donde detallan la gran sangría de dólares del país a través del pago de la deuda externa fraudulenta, el giro de utilidades de las multinacionales a sus casas matrices (que controlan mayormente el comercio exterior) y la fuga de capitales.
Milei profundizó la sangría dando libertad de fuga a empresarios y especuladores como también jugosos beneficios con la timba financiera para mantener un “dólar barato” como ancla cambiaria. Todo fue en perjuicio de acrecentar la vulnerabilidad externa, que pese a los superávits comerciales, éstos se esfumaron con el fuerte déficit de servicios, la fuga de dividendos y pago de intereses.
El Gobierno volvió a endeudarse con el FMI y llega a las elecciones nacionales en una situación de dependencia del financiamiento externo y de la asistencia de organismos multilaterales con un riesgo país creciente que intimida con grandes intereses o compromisos a cambio.
Este lunes, el Tesoro compró U$S 500 millones, de los costosos dólares del agro, sin embargo, las reservas del BCRA bajaron U$S 116 millones por el pago de vencimientos de deuda.
La metáfora del balde rajado sirve para demostrar que sin romper con esa estafa de la deuda que nos somete por años, sin hacerse del control del comercio exterior bajo el estado gestionado por sus trabajadores, sin nacionalizar la banca para evitar la fuga, los hilos de la economía seguirán en manos de los fugadores de siempre. Estas son algunas de las medidas de urgencia del Frente de Izquierda para poner por encima las necesidades de las mayorías ante la debacle nacional, por sobre los intereses de unos pocos.
En agosto la balanza turística tuvo un déficit de US$ 371 millones
La balanza turística en agosto tuvo un saldo negativo de 696,7 miles de visitantes por todas las vías de acceso al país y de US$ 371,98 millones de acuerdo con el INDEC.
En el octavo mes de 2025, se registraron a 687,2 miles visitantes extranjeros, que marcaron una caída de 5% respecto a agosto de 2024.
El 68,3% del turismo receptivo provino de los países limítrofes, encabezados por Brasil (29,6%) y Uruguay (16,7%).
El superávit de la balanza comercial alcanzó los US$ 1.402 millones, el mayor monto del año.
El 55,2% de los turistas no residentes llegó a Argentina a través de la vía aérea, mientras que el 33,2% lo hizo por vía terrestre y el 11,7% restante por vía fluvial/marítima.
Por otra parte, se registraron 1,361 millón de viajes de argentinos en el exterior, marcando un aumento de 55% interanual.
El 65,8% del turismo emisivo se dirigió a los países limítrofes, teniendo como principales destinos a Brasil (20,8%), Chile (16,0%) y Paraguay (14,0%). El 54,0% de los turistas residentes salieron del país por la vía aérea; el 38,1% lo hicieron por vía terrestre; y el 7,9% optaron por la vía fluvial/marítima.
Los argentinos gastaron en el exterior US$ 618,94 millones, mientras que los extranjeros erogaron US$ 246,95 en el país.
En cuanto al promedio por persona, los argentinos gastaron US$ 95,2 contra US$ 86,3% de los visitantes en el país.
Fuentes: Noticias Argentinas, La Izquierda Diario, Resumen Latinoamericano, Página 12, Perfil, El Destape, Prensa Latina, La Política Online
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