Dando muestras de una cintura política incomparable y de su recuperado poder de locomotora de la coyuntura, la burguesía ha logrado recomponer el sistema capital-parlamentario institucional, aquel que fuera seriamente cuestionado y hasta casi puesto en jaque por un estallido popular sin precedentes, que por diversos motivos, confluyeron en una desobediencia civil al estado de […]
Dando muestras de una cintura política incomparable y de su recuperado poder de locomotora de la coyuntura, la burguesía ha logrado recomponer el sistema capital-parlamentario institucional, aquel que fuera seriamente cuestionado y hasta casi puesto en jaque por un estallido popular sin precedentes, que por diversos motivos, confluyeron en una desobediencia civil al estado de sitio; al cuestionamiento del sistema político partidario representativo y al reclamo de una democracia directa, popular y asamblearia
Aquel intento de darle vida a una democracia directa fue fagocitado por los partidos del régimen, a cuyos candidatos votaron sin ningún reparo, luego de que el senador Duhalde, a cargo de la presidencia, mandara ejecutar la masacre de Avellaneda y, al fracasar al tratar de imponer y demostrar orden ante los organismos financieros internacionales, tuviera que adelantar las elecciones
Con los cánticos no alcanzó, el «QSVT» fracasó, hasta hoy. Algunos se fueron, con la impunidad que le otorgaron quienes se quedaron, y estos se instalaron y se multiplicaron, no se fueron.
La mayoría de los que antes gritaban «que se vayan todos» terminaron votando a todos, y son utilizados sistemáticamente por la burguesía para llevarlos en la dirección opuesta al pueblo y la clase trabajadora, y a las apetencias de sectores fascistas identificados con la seguridad.
La clase media, si bien no es el motor político-social de la historia como si lo es la clase trabajadora, ni tiene un proyecto colectivo, siempre termina poniendo la carne a un proceso que conduce a los objetivos de la clase dominante e inclinando la balanza a favor de esta; como en el 76 y como ahora.
Creció la impunidad, aumentó la represión, «creció la economía», dicen, al ritmo que la participación de los trabajadores dentro del ingreso nacional es cada vez más chica y el país se vuelve cada día un país para pocos.
Tres años pasaron, y mientras algunos hacen un balance de los gobiernos que pasaron y pasan, la conmemoración del 19 y 20 de Diciembre termina por ser un acto folklórico, festejado por muchos que no estuvieron o llegaron tarde
Tiempos difíciles estos que corren, con tanta mentira ofrecida al por mayor, el movimiento social en la Argentina es un río de confusión.
El camino por el cambio social es largo y arduo, y si bien no hay estadísticas que muestren la cantidad de personas que están en ese camino, el sistema siente su presencia, por eso la represión, por eso la judicialización de la protesta, por eso los presos sociales, por eso la bomba impune del año pasado.
Hoy en día, con una parte de lo que fue el movimiento piquetero, cooptado y manejado por el gobierno -piqueteros blandos kichneristas- y el otro sector, el de los llamados por los medios «duros», paralizados por más de 4000 causas judiciales y 40 detenidos políticos; desmovilizados en lo que hace a la lucha directa en las calles, hay actividades convocadas para este lunes 20 de diciembre.
Habrá diferentes marchas que convergen en Plaza de Mayo, mientras Kirchner estará en Corrientes y algunas de las organizaciones sociales que lo apoyan -Frente Transversal Nacional y Popular, para desde allí marchar al Congreso Nacional junto a Barrios de Pie, FTV, MTD Evita, Octubres, PC.CE y demás organizaciones, estarán lejos de la pirámide de mayo.
El 20 de diciembre es uno de los días más importantes en la historia de este país. Cada uno y cada una sabrá donde estar de a cuerdo al valor que ese día signifique en la historia de su vida.
Mientras tanto, vos volviste a estar tranquilo, en casa, mirando la tele…
20/12/2004