Se cumplieron cuatro años de la detención arbitraria de la dirigente social Milagro Sala, quien cumple prisión preventiva.
Milagro Sala fue detenida el 16 de enero de 2016 por participar de una protesta: un acampe frente a la casa de gobierno de Jujuy. A partir de su detención hubo un entramado de «acusaciones consecutivas», un despliegue de causas judiciales y un contexto de vulneración de la independencia judicial destinados a sostener la privación de libertad de Sala de manera indefinida, de acuerdo a lo que sostuvo el Grupo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas, en octubre de 2016.
Por lo demás, la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenaron a Argentina adoptar de manera inmediata las medidas de protección que sean necesarias para garantizar la vida, integridad personal y salud de Milagro Sala. Decisión que fue reafirmada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Agosto de 2018.
En la actualidad se encuentra próxima a expirar la prorroga extraordinaria de prisión preventiva impuesta a Milagro Sala. En enero de 2018, cuando estaba por cumplirse el plazo máximo de dos años para mantener a una persona en prisión preventiva, la Sala Penal del Superior Tribunal de Feria resolvió extender por un año más, de manera extraordinaria, la medida privativa de la libertad. La defensa cuestionó la medida ya que, tal como había advertido el Grupo de Trabajo de la ONU, ninguna autoridad judicial pudo explicar que hubiera peligro de fuga o que pudiera entorpecer la causa.
A cuatro años del acampe en plaza Belgrano, la causa de la protesta que dio origen a su detención sigue abierta y por ser elevada a juicio. Resulta inadmisible que el ejercicio de la libertad de expresión en Argentina sea materia de persecución penal. El Estado deberá rendir cuentas por las violaciones a los derechos humanos en contextos de ejercicio de la protesta social.