Estimados señores: Desde hace una semana están ustedes publicando los cables de las embajadas norteamericanas que alguien filtró a WikiLeaks y que WikiLeaks les hizo llegar a ustedes. El interés mundial que han despertado esas publicaciones ha sido tan enorme y evidente como el beneficio que les ha debido de suponer a ustedes ser los […]
Estimados señores:
Desde hace una semana están ustedes publicando los cables de las embajadas norteamericanas que alguien filtró a WikiLeaks y que WikiLeaks les hizo llegar a ustedes. El interés mundial que han despertado esas publicaciones ha sido tan enorme y evidente como el beneficio que les ha debido de suponer a ustedes ser los únicos periódicos con acceso exclusivo a esos documentos.
Desde el primer momento, e incluso desde antes, WikiLeaks y su cabeza visible, Julian Assange, están sufriendo toda clase de ataques con el fin de silenciarles para siempre. La falsa acusación de violación contra Julian Assange en Suecia, la incitación a asesinarle hecha por un ex-consejero ministerial canadiense, la confirmación del fiscal general australiano de que están colaborando con EE.UU. en perseguir a Assange, los ataques DDoS contra WikiLeaks, la expulsión de los servidores de Amazon tras las presiones del senador Lieberman, el cierre de la cuenta de WikiLeaks en PayPal, los ataques de los más conservadores medios y políticos de EE.UU. y otros países… Todo para acallar a una persona y una web que sólo han hecho… lo mismo que ustedes.
Wikileaks ha recibido unos documentos reales sobre cuya autenticidad no ha dudado ningún alto cargo de EE.UU. Es más: WikiLeaks realiza una función de mera intermediación entre la persona o personas responsables de la filtración de esos documentos y los medios de comunicación: ustedes. Wikileaks es su fuente. Y los periódicos tienen la obligación ética de proteger a sus fuentes.
Mientras ustedes disfrutan los beneficios de su asociación con WikiLeaks en prestigio, exclusivas, ventas y publicidad, esta organización tiene que ir mudando de servidor día tras día y Julian Assange permanece escondido y buscado por Interpol. Hasta Reporteros Sin Fronteras ha salido en su defensa.
Por eso, por justicia y solidaridad, les pido que brinden a Julian Assange toda la ayuda legal que puedan y que alojen WikiLeaks en sus propios servidores. Es la única postura honesta.
Atentamente:
El País: – Telf: 913378200 – Email a Cartas al Director. – Email a Redacción Digital. – Email a Opinión.
http://elteleoperador.blogspot.com/2010/12/los-periodicos-del-cablegate.html