Nada está asegurado en el Senado con respecto a la posible sanción definitiva del proyecto aprobado la semana pasada en Diputados. La paridad, al menos aparentemente, es tan grande que se especula con un posible empate, y en ese caso el voto decisivo sería el de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de la Cámara. Las exposiciones del martes, la gente convencida, y el rol de la decisión política. Lo que cuenta una senadora criada en un ambiente tradicional, y el modo en el que transformó su visión sobre el tema.
Este martes, en la segunda jornada de debate en el Senado, comenzaron a escucharse a 20 oradoras y oradores, 10 a favor y 10 en contra, que intercalados tuvieron 7 minutos para desarrollar sus argumentos. Todo virtual. El jueves se emitiría el dictamen de comisión, y sigue habiendo aparente consenso en que el debate se producirá el 29 de diciembre. “La decisión no va a darse por estas intervenciones, son los mismos argumentos a favor y en contra que ya se conocen. La decisión es de otro tipo: es de orden político” sostuvo desde la pantalla la antropóloga y escritora mexicana Marta Lamas, una de las expositoras. En esa decisión política radica el enigma de lo que se viene.
“El debate se ha cristalizado”, sostuvo en diálogo con lavaca el senador Alfredo Luenzo (Frente de Todos), “es casi una foto de lo que ocurrió en 2018, en función de cómo se vienen dando estos primeros episodios, charlas y debates donde escuchamos expositores de un lado y del otro y creo que nada ha cambiado. El debate está detenido en lo que hemos visto en el 2018 y fundamentalmente esto también se vio reflejado en las posiciones públicas de todos los senadores. No hemos evolucionado demasiado a dar un salto de calidad ni en las estrategias ni en las miradas que cada uno tiene con respecto a este tema. Lo que ha cambiado es la composición parlamentaria y eso es lo único que puede en definitiva alentar a una posibilidad de que tengamos ley”.
En el 2018 las exposiciones servían para que los senadores pudiesen tomar posición. ¿Qué estrategia cree que se está utilizando ahora para quienes aún no se definieron?
Creo que aquel debate dejo una huella, inclusive en quienes hoy han asumido y forman parte de una nueva composición parlamentaria. Es muy difícil que el debate cambie la posición de alguno de los legisladores. Puede cambiar eventualmente la estrategia, una abstención o una ausencia, pero no un posicionamiento frente a lo que cada uno piensa de lo que estamos proponiendo acerca de no penalizar el aborto en Argentina hasta la semana 14. Otra ley sumamente importante es la de los 1.000 días. Todo el mundo reclama educación, mayor contención, y también estamos planteando esa alternativa que es de acompañamiento a quienes tienen la decisión de avanzar con una maternidad. El Estado está dando respuesta pero hay posiciones que son irreductibles, que están muy entrelazadas por creencias, inclusive forzadas a partir de interpretaciones que se hacen desde un punto de vista constitucional, o legal, o de tratados internacionales que nada tienen que ver con lo que estamos discutiendo. Lo que queremos es no criminalizar a la mujer. Al contrario de lo que algunos están sosteniendo desde el sector celeste, nosotros sí somos pro vida: no queremos más mujeres muertas y queremos acompañar a las mujeres muchas veces de los sectores más vulnerables que atraviesan una situación dolorosa.
Los números de la penalización
El doctor en Derecho Andrés Gil Domínguez planteó: “El Comité de los Derechos del Niño ha dicho, en informes particulares y en tres oportunidades, que Argentina debe adoptar medidas urgentes para reducir la mortalidad materna relacionada al aborto y que debe revisar su legislación sobre el aborto”.
La doctora Aida Kemelmajer de Carlucci habló sobre la autonomía. «Hay una norma que dice que la vida se protege desde la concepción, pero al mismo tiempo hay otros principios jurídicos que sostienen el derecho de toda persona a no ser instrumentalizada, a llevar adelante su propio proyecto de vida. Eso se llama autonomía». Para cerrar su exposición dijo: “La vida solo es tal si es digna, y la dignidad está unida a la autonomía”
“No hay ningún órgano constitucional que impida despenalizar el aborto temprano”, sostuvo en su exposición el abogado Ricardo Gil Lavedra, quien luego aseguró: “Nadie quiere que haya abortos, ¿cuál es la mejor manera que no los haya? Creo que no es penalizando”.
Quedó claro que la penalización no es el camino cuando expuso Paula Litvachky, directora ejecutiva del CELS y compartió los datos del reciente informe La criminalización por aborto y otros eventos obstétricos en la argentina: “No es cierto que la ley penal se usa poco para criminalizar el aborto. Hasta hoy, los números oficiales de 14 jurisdicciones indican que entre 2012 y 2020 se iniciaron 1.388 causas por abortos y 37 eventos obstétricos fueron criminalizados”.
Explicó: “Todas pertenecen a sectores sociales vulnerabilizados, no tienen trabajos remunerados, tienen poca instrucción de nivel formal y viven en condiciones muy precarias. La mayoría tiene menos de 30 años, y muchas tienen hijos. No hay duda de que estamos ante una política esencialmente selectiva, que ejerce distintos tipos de violencias sobre estas personas, por su género y por su clase social”.
También quedó claro que con despenalizar no alcanza. Aida Kemelmajer de Carlucci sintetizó: “La diferencia que se hace entre despenalizar y legalizar es una diferencia que en el mundo de los derechos humanos no tiene cabida”.
Otro de los ejes sobre los que insistieron los contrarios a la legalización fue, nuevamente, el principio de la vida. «Es una ficción sostener que un embrión es un chico», sostuvo Gil Lavedra.
“Hay una estrategia de los opositores a la ley de querer hacernos ver a nosotras que estamos a favor como gente en contra de la vida y es totalmente diferente. Estamos a favor de la vida, sabemos que cuando el aborto se despenalice y se legalice es más fácil aplicar políticas de cuidado de las personas y mujeres gestantes. Nuestra estrategia es no reaccionar ante las agresiones”, dijo a lavaca la senadora Sapag.
Las Ni Ni
La senadora de San Luis, Maria Eugenia Catalfamo, preguntó sobre las maternidades en las adolescentes. Lo hizo para reconfirmar lo que la Directora de Protección Social en Cippec, Gala Diaz Langou, expuso:
- 3 de 4 jóvenes llamados NINI (ni estudian ni trabajan) son chicas, que tienen a cargo el cuidado.
- El 60% de las mujeres que fueron madres en la adolescencia interrumpieron su trayectoria educativa antes de terminar la secundaria.
- El 68% de quienes fueron madres antes de los 20 reportaron que su embarazo no fue planificado.
Volverse militante
La senadora neuquina Silvia Sapag (Frente de Todos) habló con lavaca sobre su propia evolución en este tema.
“Soy parte de una familia árabe que tiene una concepción muy distinta de lo que es el transcurrir de la vida a lo que se piensa en occidente. Mi familia ya estaba en occidente pero tenía la concepción tradicional sobre sus mujeres. Somos una familia muy grande, éramos más de 40 primos, y de las primas mujeres solamente dos fuimos a la Universidad. A los varones se les daba todo servido en bandeja: si querían ir a una pensión, a tal o cual Universidad. A las mujeres nos decían que teníamos que conseguir un buen marido, que esa tenía que ser nuestra aspiración”, relató a esta agencia.
Hablar de aborto, cuenta la senadora, no era una posibilidad. Hasta que cursó en la Universidad Nacional de Comahue, a sus 40 años, una maestría en género. “La academia fue la que me abrió los ojos, me hizo tener certeza y firmeza en mis convicciones, que yo ya la tenía con mucha timidez. Por las enseñanzas que había tenido en mi familia no me atrevía a explicitarlas, y eso fue determinante en mi vida. Esa sensación de injusticia que que era más que una sensación. Era un tratamiento realmente injusto que les daban a las mujeres de mi familia. Ahí empezó mi lucha y por eso ahora soy una militante, por eso yo apelo a que una puede cambiar su forma de pensar y pienso que todavía puede haber un hecho, una palabra, un argumento, un razonamiento que les haga el click a estos senadores dubitativos, que entiendan cuán necesaria es esta ley para las mujeres. No se puede pretender tener sojuzgada a la mitad de población: todos merecemos la libertad, la igualdad y la sororidad”.
¿Impactó en la Cámara de Senadores la diferencia de votos con la que se obtuvo la media sanción?
Espero eso. La discusión en el 2018 fue muy buena, no se ganó la Ley, pero si la batalla cultural. A partir de ahí se habló abiertamente del aborto y aparte surgió esa masa de jóvenes que fueron a apoyar al Congreso y que nos hicieron ver una realidad que no sabíamos que existía. A algunos les cuesta y dan argumentos que, si uno lee los libros, son los mismos que cuando se justificaba que las mujeres no tuvieran la patria potestad sobre sus hijos, o no pudieran ir a la universidad, o no votar. Estos derechos que hemos ido ganando a lo largo de nuestras batallas después son vistos en el transcurso del tiempo, diciendo “¿Cómo puede ser que se haya pensado que una mujer no puede ir a la universidad, que una madre no puede decidir si su hijo va a una escuela o no?’. Ese tutelaje que se pretende sobre nosotras y viene desde la arquitectura familiar, de la época de la revolución industrial, se tiene que acabar.
La construcción del dictamen y la votación
El plenario de comisiones que está tratando en la Cámara de Senadores la legalización del aborto pretende firmar el jueves de esta semana el dictamen para que el proyecto quede listo para llegar al recinto y ser votado, tentativamente, el 29 de diciembre.
“No es momento para nosotros de hablar de modificaciones, tenemos que avanzar con el proyecto tal como llegó”, plantea ante lavaca el senado Luenzo. “Costó mucho en Diputados y el proyecto ha sido mejorado en relación al que teníamos en el 2018. Se han atendido demandas, fueron pertinentes, lo han mejorado”.
¿Se habla en la Cámara de los escraches que se sufrieron en Diputados?
No se habla ese tema. Hay antecedentes, por lo tanto pueden ocurrir, pero no es el mejor camino. Estos escraches los que plantean el lema “pro vida”, pero pro vida también implica el respeto al pensamiento diferente, al otro ser humano. Por eso son muy contradictorios. Si yo me paro en espejo a lo que ellos están diciendo, lo que pretenden es que se sigan muriendo mujeres en Argentina.
Usted es oficialista, ¿cree que dentro del bloque incide que el proyecto fue enviado desde el Poder Ejecutivo?
Es un dato anecdótico, de microclima, no tenemos que opacar el debate que es por la vida de las mujeres. No nos olvidemos que es una promesa de campaña, que venimos con el lema de será ley desde 2018, cueste lo que cueste vamos a seguir trabajando. Si hay alguien que está molesto, formará parte de sus creencias.
¿Están dadas las condiciones para que sea ley?
Mezclar pronóstico con deseo es un problema. El deseo mío es que sea ley. El pronóstico no sé, también es alentador desde mi punto de vista, pero estoy mezclando las dos cosas. Ojalá sea ley para salvar la vida de muchas mujeres.
Fuente: https://www.lavaca.org/portada/abortolegalya-los-enigmas-de-la-etapa-decisiva/