Dos agentes de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) participaron en la tortura de dos diplomáticos cubanos, Jesús Cejas Arias y Crescencio Nicomedes Galañena, durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), según denuncia la agencia estatal de información jurídica, Infojus. «En agosto de 1976 se ordenó el secuestro de los dos diplomáticos […]
Dos agentes de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) participaron en la tortura de dos diplomáticos cubanos, Jesús Cejas Arias y Crescencio Nicomedes Galañena, durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), según denuncia la agencia estatal de información jurídica, Infojus.
«En agosto de 1976 se ordenó el secuestro de los dos diplomáticos cubanos en Buenos Aires, para anotarse una estrella más en las acciones criminales contra la humanidad. No los querían muertos, los querían vivos. Los secuestraron y los llevaron a Orletti, donde los torturaron salvajemente. Vinieron a torturarlos, especialmente, un agente de la CIA que pertenecía a la DINA de Pinochet, Michael Townley, y otro agente de la CIA de origen cubano-americano, Guillermo Novo Sampol», ha comentado a Infojus la periodista y activista de derechos humanos Graciela Ramírez.
Ramírez, que vive en Cuba desde 1994, en su momento fue encargada de recoger testimonios para la Comisión Nacional de Argentina sobre la Desaparición de Personas. Detalla que para participar en la tortura, Novo Sampol llegó desde Miami y Townley lo hizo desde Santiago de Chile porque pertenecía a la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la temible policía secreta de Augusto Pinochet. Según Ramírez, los datos sobre la involucración de los agentes de la CIA en la tortura de los dos cubanos están en los testimonios del chileno Juan Manuel Contreras Sepúlveda de la DINA, corroborados ante la juez argentina María Servini de Cubría, que los tiene registrados.