El soldado estadounidense Bradley Manning, Julian Assange, sus compañeros de equipo, son jóvenes rebeldes que desafían el pesado orden de los capitalistas. Se han jugado por informar al público mundial lo que han logrado saber de las maquinaciones contra los intereses de los pueblos de los fascistas corporativos y su aparato imperial. Lo hacen arriesgando […]
El soldado estadounidense Bradley Manning, Julian Assange, sus compañeros de equipo, son jóvenes rebeldes que desafían el pesado orden de los capitalistas. Se han jugado por informar al público mundial lo que han logrado saber de las maquinaciones contra los intereses de los pueblos de los fascistas corporativos y su aparato imperial. Lo hacen arriesgando sus vidas y libertad.
Los integrantes de WikiLeaks han liberado pruebas de maniobras secretas que se sospechaban y el conocimiento de hechos completamente ignorados.
Una parte de la izquierda ha expresado dudas. El gobierno cubano ha guardado silencio y Fidel no se ha referido a Wikileaks en sus reflexiones. Correa se negó a un posible asilo a Assange en Ecuador. El gobierno comunista chino censuró las filtraciones. El ex guerrillero presidente de Uruguay habló de chusmerío.
Los cables confidenciales que difunde WikiLeaks son pruebas irrefutables -los estadounidenses confirman que son suyos- del pensamiento, los intereses y acciones de Estados Unidos y sus socios dependientes.
Los documentos son un libro de la historia del presente. Muestran la red global del imperio, el servilismo de sus socios desarrollados, la obediencia humillante de sus clientes del tercer mundo, las traiciones, los discursos de mentiras, a qué víctimas se apunta siempre.
Algunas filtraciones.
Rodríguez Zapatero ofreció a Washington que aumentara su presencia militar en la base naval de Rota, Cádiz, para instalar el nuevo mando para África, Africom. La embajada en Madrid lo interpretó como un gesto para suavizar la retirada de tropas españolas de Iraq.
El fiscal general del Estado español, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, la Vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, gestionaron junto con el embajador estadounidense el cierre irregular del caso del fotógrafo José Couso asesinado en Iraq por soldados yanquis.
Obama calificó públicamente como una sucesión normal de autoridades el alejamiento del presidente Manuel Zelaya habiendo sido informado por su embajador en Honduras que fue una violencia inconstitucional.
El actual ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague, interesado en una relación especial con EE.UU., le dijo el 2008 al segundo de la embajada estadounidense en Londres: «Queremos un régimen pro americano. Lo necesitamos. El mundo lo necesita».
Los archivos estadounidenses sugieren que el gobierno de Yemen se responsabilizó por ataques con misiles contra al-Qaida que hizo EE.UU.
Cuando el ministro de Etiopía Meles Zenawi, que encabezó las negociaciones de la Unión Africana sobre el calentamiento global, pidió a la subsecretaria de Estado estadounidense una garantía de Obama para la entrega de un financiamiento prometido, ella le sentenció: «Firman el acuerdo o la discusión se termina ahora».
El primer ministro de Pakistán, Yousuf Raza Gilani, dio su consentimiento para iniciar las incursiones de aparatos teledirigidos estadounidense que han dado muerte a miles de personas. Expresó: No me importa si lo hacen, mientras acaben con la gente correcta. Protestaremos ante la Asamblea Nacional por los ataques, y luego lo ignoraremos.
El 2008 el ministro de defensa del Líbano, Elías Murr, dijo a oficiales estadounidenses que ofrecía consejos a Israel sobre cómo podía derrotar a Hezbollah indicándoles qué áreas bajo control de Hezbollah no recibirían fuerzas libanesas de protección de ataques. «Si Israel tiene que bombardear todos esos lugares chiitas como asunto de preocupación, ese es problema de Hezbollah.»
El rey de Arabia Saudita, Abdullah bin Abd al-Aziz, instó a Estados Unidos a atacar a Irán con el fin de detener su programa nuclear.
Desde el Presidente Felipe Calderón hasta funcionarios de la Secretaría de Gobernación aprovecharon cualquier reunión con autoridades de Washington para insistirles, a veces de manera angustiosa, en su petición de ayuda tecnológica y de formación; que necesitan la ayuda de EE.UU., admitiendo que han perdido el control de varias zonas del país a manos de los carteles del narcotráfico.
El Departamento de Estado de EE.UU. selecciona cada año una lista de sitios estratégicos para proteger y mantener sus intereses en el resto del mundo. La importancia de los lugares es valorada por el grado de dependencia de ellos de Estados Unidos, por el impacto que su eventual destrucción o alteración de funcionamiento tendría sobre «la salud pública, la estabilidad económica y/o la seguridad nacional» estadounidense. En la selección de 2008 figuraron entre otros, Siemens en Alemania, Alstom en Francia, una mina de estaño en Perú, cuatro cables submarinos de comunicación en Venezuela, minas de manganeso, bauxita, rodio, cobalto en África, una mina de yodo en Chile.
Un alto funcionario alemán espió desde el año 2007 para la embajada de Estados Unidos en Berlín.
La reacción del poder por las revelaciones de Wikileaks ha sido furiosa. Thomas Flanagan -no es el único-, asesor del primer ministro canadiense Stephen Harper, dijo que el Gobierno de Estados Unidos debe fijar una recompensa para quien asesine a Assange. Se le ha encarcelado acusado por una cubana ligada a terroristas de Miami. Buscan la manera de extraditarlo a USA para condenarlo por traición y espionaje. Un banco suizo congeló fondos con que se financia. Visa, Mastercard y Postfinance le retiraron sus servicios. Amazon le cerró el acceso a sus servidores, en Francia ocurrió lo mismo. El sitio ha sido atacado en forma organizada.
Assange hizo una declaración denunciando la violencia en su contra. «Tenemos cientos de amenazas de muerte específicas de soldados del Ejército de los Estados Unidos. No es inusual, por experiencias pasadas, nos hemos acostumbrado a ignorar amenazas de extremistas islámicos, cleptócratas africanos, y demás. La situación ha cambiado recientemente al extenderse las amenazas a nuestros abogados y a mis hijos. No obstante, son los llamados específicos a nuestro asesinato, secuestro y ejecución por parte de las elites de la sociedad estadounidense lo que resulta más preocupante…»
La venganza de los sujetos en el poder del sistema corresponde a su decisión de actuar sin límites en una dictadura mundial con la complicidad de clase de jueces, políticos, medios de comunicación, militares, jefes religiosos.
En respuesta h a habido importantes apoyos a los combatientes, Chomsky, Lula, Putin, jóvenes que han marchado en Australia, medios influyentes del sistema, entre ellos The New York Times, aceptaron participar en la empresa, AnonOps, un grupo de piratas informáticos, ha atacado, además de otras, a financieras que se han vuelto contra Wikileaks, una funcionaria de Derechos Humanos de la ONU declaró su preocupación de que se esté violando la libertad de opinión del sitio, en la cárcel Assange recibió tales muestras de simpatía de los presos que optaron por cambiarlo a una prisión distinta.
Wikileaks no se rinde. Assange ha colocado en internet desde hace semanas un misterioso archivo llamado «insurance.aes256″ que puede contener secretos claves y se abrirá en caso de que les ocurra algo. Su defensa luchará para no ser enviado a Suecia. Su voluntad es que el sitio siga actuando pese a la represión. Llamó voluntarios a reproducir con sus equipos la página y pese al riesgo tuvo éxito.
Wikileaks demuestra que e l imperio de los magnates no es invencible. La fuga es producto de su decadencia relativa. Con un enorme ejército la OTAN-USA se ha resignado a que no podrá vencer en Afganistán; en India y Colombia hay guerrillas; Corea del Norte, Irán, Venezuela, Cuba, los desafían. Este puñado de jóvenes los golpea con computadores y sus propios secretos.
Mientras se desarrolla esta lucha sin armas el orador Obama recibe con una gala en la Casa Blanca a un músico popular y a una conductora de televisión después de justificar y mantener las rebajas tributarias de Bush a los multimillonarios.
Un saludo a Julian Assange y Bradley Manning presos. Enseñan hoy mismo la historia universal del presente.
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