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Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

¿Alianza entre Clarín y los diputados de la derecha?

Fuentes: Rebelión

La semana pasada se dió en Argentina media sanción a la nueva Ley de Servicios y Comunicación Audiovisuales, con la ausencia en el Congreso de casi un centenar de diputados, que se retiraron del recinto antes de la votación porque estaban en desventaja numérica y porque aducían supuestas irregularidades. Sin embargo, si analizamos los intereses […]

La semana pasada se dió en Argentina media sanción a la nueva Ley de Servicios y Comunicación Audiovisuales, con la ausencia en el Congreso de casi un centenar de diputados, que se retiraron del recinto antes de la votación porque estaban en desventaja numérica y porque aducían supuestas irregularidades.

Sin embargo, si analizamos los intereses puestos en juego y las diferentes posturas ante los cambios que impulsaría esta nueva Ley, podemos manejar algunas hipótesis para sacar conclusiones muy diferentes a las argumentaciones de esos diputados:

¿Existe una estrecha alianza entre los mayores multimedios y los políticos de la derecha, los que se retiraron del recinto a  la hora de votar?

Si uno revisa la manera en que fueron mostrados en medios masivos los candidatos, por ejemplo, de Unión PRO, en las últimas elecciones, y la manera en que estos defienden a los multimedios atacando ferozmente a la nueva Ley de Medios, no puede menos que pensar que ambos grupos se llevan extremadamente bien.

La descalificación de la Ley, sin matices, sin análisis, sin discriminación de artículos, tampoco puede menos que llamarnos la atención respecto de las intenciones que motivan a estos políticos..

Si uno analiza medianamente el grueso de los contenidos de la Ley que ya tiene media sanción fácilmente advertirá que es brutalmente más democrática que la que viene rigiendo, porque inevitablemente va a garantizar que alcanzen la difusión masiva muchas más miradas sobre la realidad de las que hay ahora, porque además van a tener trabajo muchos mas comunicadores y va a haber una consecuente mayor pluralidad de ideas en discusión.

Si uno a la vez calcula la cantidad de millones que con esta Ley van a dejar de  ganar las enormes corporaciones mediáticas que -controladas por un puñado de empresarios- acaparaban el 95% de la comunicación de la sociedad argentina, no puede menos que suponer que estas empresas van a desplegar todo su poderío para evitar que la Ley se sancione -léase van a hacer y decir lo que sea para descalificarla-.

Si además de eso uno advierte que la única chance que tienen los políticos de la derecha de ganar es mostrando sus discursos frente a periodistas que no les hacen ningún cuestionamiento mientras esos medios permanentemente agitan la inseguridad para que ellos puedan ofrecerse como protectores, uno empieza a darse cuenta que cuando se vota a un político de derecha, no se vota sólo a ese partido, sino también al multimedio que lo ha catapultado. Esto quiere decir que si el candidato gana, los intereses de ese multimedio serán prioridades, y probablemente también los intereses de las empresas que auspician en ese medio.

Los candidatos de la derecha saben muy bien esto, saben que sus discursos no resisten el debate, saben que solo ganan si son mostrados sin objeciones y reiteradamente.

Saben que Gabriela Michetti en Capital Federal salía -entrevistada por periodistas que la mimaban- en la TV aproximadamente 10 veces por cada vez que salía Pino Solanas y sin embargo estuvo cerca de empatarla en cantidad de votos. Saben que con sólo un debate público -que arriesgaron probar-,  recibieron un duro golpe que casi los deja knock out.

Saben que en esta sociedad fragmentada, que ha dejado de reunirse, que ya no discute masivamente sobre política como lo hacia hace 30 años, está más que nunca la TV controlando la opinión pública.

Y saben que cuantos más medios haya, más difícil les será tapar sus fisuras, tapar sus delitos, esa enorme cantidad de irregularidades, represiones ilegales, desalojos violentos y violaciones a los derechos humanos que diariamente son silenciados por los grandes multimedios.

Lo saben porque además la estrategia de alianza entre multimedios y candidatos neoliberales funciona bien en muchos lugares del mundo.

Por eso han quedado descolocados y por eso están enfurecidos. Por eso dicen atrocidades sin sentido que ofenden la inteligencia de un niño, como lo hizo Macri al tildar de «fascista» la la nueva Ley de medios.
Por eso unen su furia a la furia de los dueños de los multimedios que pierden un negocio multimillonario.

Por eso nosotros, aunque seamos oposición al kirchnerismo y aunque no veamos en la iniciativa una vocación puramente guiada por intereses populares sino que nos huele a una represalia por una pelea entre dos grupos de poder, la celebramos.

La celebramos porque al ver la furia que le produce la Ley a los que pertenecen al sector que histórcamente saquea al pueblo, sabemos que va a ser mejor, mucho mejor que lo que está vigente.

También sabemos que en una sociedad donde el mayor poder es el económico, los políticos de la derecha abroquelada no bajarán los brazos y desplegarán todos sus recursos para mantener el control de la opinión pública, por lo que no tenemos duda de que esta lucha está recién está empezando, de que va a ser larga, y de que la única forma que tiene el pueblo de enfrentar al poder económico es la organización.

http://comunicacionpopular.com.ar/%C2%BFalianza-entre-clarin-y-diputados-de-derecha-cierra-por-todos-lados/

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.