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Antes del «temblor social»

Fuentes: Rebelión

“El tema es si las cooperativas asumen este momento histórico como un desafío y una oportunidad. Existen indicios en la realidad que señalan que la crisis existente en la sociedad argentina habilita a pensar en la búsqueda de nuevas identidades sociales y políticas. En ese marco, las cooperativas pueden ser un instrumento destacado, sobre todo por lo que pueden representar como ámbitos de participación democrática en la organización de la economía y como expresión de una cultura solidaria”.

Julio Gambina

Por medio de la acción política del actual gobierno nacional argentino está más que claro su objetivo, inequívocamente: La precarización de la vida del pueblo.

La última y más impactante frase del presidente Milei lo pinta políticamente de cuerpo y alma, porque él mismo se define: Soy el topo que destruye el Estado desde adentro y  es como estar infiltrado en las filas enemigas, la reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado y yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto a soportar todo este tipo de mentiras, calumnias, injurias, tanto sobre mi persona como mis seres más queridos, que son mi hermana y mis perros y mis padres con tal de destruir al Estado”.

El asunto que surge inmediatamente es sobre la paciencia del pueblo ante tan feroz ataque que conlleva preguntas: ¿Cuánta más paciencia queda? ¿Llegará desde el pueblo el escarmiento a tanta infamia? El entorno, el contexto social, está dado por una bronca creciente y se están creando condiciones para el  “temblor  social”.

La casta política la pasa de lo mejor, sin embargo, “algo huele mal en Argentina”. William Shakespeare está de visita en Argentina con su obra sobre el príncipe de Dinamarca Hamlet, que nos habilita a decir: ¡Algo huele a podrido en Argentina!

La historia de los abusos del poder evidencia un derrotero lleno de conflictos con resolución inesperada para los privilegiados porque subestiman al pueblo, en realidad, la tan mentada consigna de “sólo el pueblo salvará al pueblo” está ya instalado en la conciencia del pueblo en razón a que lo único que recibe del gobierno nacional es hambre y apaleamientos, sin dudas, algo huele mal en el gobierno de Milei.

Otra economía antes del temblor social

La economía neoliberal con sus secuelas de hambre y miseria nos conduce inexorablemente a enfrentamientos y al “temblor social”. Mientras tanto… La gran alternativa a esta verdadera catástrofe es hacer ciencia e implementar una economía amigable que conlleve prosperidad social.

Debemos, de acuerdo a nuestro modesto entender, que es menester, proclamar que es posible construir otra economía a favor del pueblo.

Esa otra economía tiene necesariamente su base educativa y cultural contestataria al neoliberalismo y su sistema educativo tecnocrático.

Se alude con mucha frecuencia en desarrollar una educación de calidad e inclusiva, y esto está muy bien, sin embargo, las circunstancias actuales de profunda crisis civilizatoria reclama una pedagogía con contenidos educativos emancipatorios que no están presentes hoy.

El objeto de estudio principal de la pedagogía es la educabilidad del educando y por tanto, es allí donde debemos poner nuestra atención y reflexiones críticas para construir un nuevo paradigma educativo basado en la teoría y práctica de la pedagogía y economía cooperativa porque provee de herramientas conceptuales y procedimentales empresariales.

Sin embargo, no podemos hacernos ilusiones vanas, ningún derecho se conquista sin capacidad de incidencia política organizada.

Sabemos que se requiere implementar una economía amigable que conlleve prosperidad social. Tendremos que conquistar ese proyecto. La economía neoliberal ha fracasado.

Conquistar el derecho a construir otra economía basada en una pedagogía acorde como proceso de avanzada, por tanto, en este proceso de tensión social e histórica hace imprescindible que los pedagogos elaboremos y presentemos propuestas de  educación pública encaminadas al bienestar social  y económico.

Una economía social que reemplace a la economía neoliberal porque ha fracasado estrepitosamente, porque perjudica al pueblo y se ha convertido en una traba a la prosperidad social. También la educación, la extensión e investigación universitaria debe aportar nuevas concepciones de dinámicas del mercado social.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.