«Tenemos que proteger nuestros recursos, el hecho de que estén en otros países es un accidente», diría George Kennan, diplomático de EEUU en los 50 (0). La eclosión del debate en torno de la crisis energética argentina y las fundamentaciones oficiales con respecto a la soberanía hidrocarburifera, se hacen cada vez más contradictorias; a […]
La eclosión del debate en torno de la crisis energética argentina y las fundamentaciones oficiales con respecto a la soberanía hidrocarburifera, se hacen cada vez más contradictorias; a medida que se agudiza e instrumenta estructural, operativa y políticamente el modelo capitalista extractivo, se hace cada vez más claro su verdadera funcionalidad.
En torno de esto, se evidencia la necesidad de instrumentar una planificación que se adapte a los requerimientos de un esquema de desarrollo, cuya lógica y dinámica destruye los territorios donde se asienta, basada en la implementación de una estrategia de expansión de la frontera extractiva, siendo esto el eje principal y el núcleo de la discusión actual. La voracidad de la faena extractivista necesita, fundamentalmente, además de muchos recursos hídricos, de energía para sustentar su logística y movilidad depredadora. La intensa punción que ejerce el modelo actual sobre la utilización intensiva de los recursos fósiles para la generación de esta, en todas sus formas, está deteriorando aún más el abastecimiento interno y ampliando la brecha entre la posibilidad de disponer de más recursos hidrocarburiferos para el autoabastecimiento y la importación de estos. Hacia 2011 Argentina importaba combustibles por 9300 millones de dólares, en 2012 por 10300 y con una proyección en aumento del 30% más, hacia el 2013.
Petróleo y hegemonía
A lo dicho anteriormente, se agrega que a escala mundial hay una pugna enorme entre los países desarrollados por apropiarse de los yacimientos de hidrocarburos de mayor importancia del planeta, empujado por una matriz de consumo voraz y sin límites, pero además porque el petróleo es un recurso estratégico, crítico y escaso, condicionado por la expansión demográfica y la puja por la hegemonía y el poder. Existe una relación directa, entre el producto bruto interno de los países y el consumo energético, pero hay una gran diferencia entre los países desarrollados. «Estados Unidos tiene un consumo per cápita de 11,4 kw. En Alemania y Japón, que son las economías que le siguen, el consumo es de 6Kw, mientras que en China e India (los emergentes más poderosos) es de 1,6Kw y 0,7 Kw respectivamente; Bangladesh está cerca del fondo de la tabla con 0,2 Kw…» (1) . Esta gran necesidad de energía, que en el caso central de los EEUU se agudizó desde 1998, porque tuvo que incrementar sus importaciones de petróleo para mantener su nivel de consumo, también obligado por la incrementada competencia, sobre todo de China, por reservas que se hacen cada vez más escasa, como ya dijimos, y cuya explotación es aún más onerosa. Beijing ha incrementado su consumo de electricidad desde 1990 hasta mediados de la década actual. Hacia 2003 China dejó de ser exportador, para convertirse en importador neto; hoy es el segundo consumidor de petróleo después de Estados Unidos, superando a Japón inclusive. EEUU consume 20800000 de barriles diarios, (La unión Europea 12680000), China 7578000, Japón 5007000, Rusia 2858000, India 2722000, Alemania 2456000, Brasil 2372000 barriles diarios. Argentina consume aproximadamente 470000 barriles diarios, después de Sudáfrica.
La imposición de un esquema hegemónico en torno de la cuestión del petróleo tiene características centrales en el debate mundial, y marca la agenda bélica inclusive; tal es la importancia del petróleo que Washington, para mantener intactas sus reservas energéticas, dentro y fuera de su órbita territorial, hasta un tercio de su gasto militar está destinado a garantizar el libre abastecimiento de petróleo; teniendo en cuenta que desembolsa para la cuestión bélica «el 4,06 % de su PBI, es decir 607,0 mil de millones de dólares, el 41% del porcentaje del rubro a nivel mundial …» (2)
Es importante recordar que este escenario en torno de la cuestión del petróleo-energía, está marcado por un decrecimiento de la producción petrolera a nivel mundial, es decir que alcanzó su punto máximo, peak oil, después de lo cual la producción empieza a decrecer.
Argentina Extractivista
El marco histórico en que este proceso se lleva adelante, el periodo de desarrollo capitalista y su correspondiente modelo de acumulación, determina la intensificación del modo extractivista de capital intensivo; con variadas formas, que van desde la minería metalífera a cielo abierto, pasando por la extracción intensiva de agua potable para exportación, los inmensos bosques de pino y eucaliptus transgénicos para la pasta de celulosa, y ahora también la forma extractiva intensiva, altamente contaminante de hidrocarburos por el método de fractura hidráulica, llamado fracking.
El desenmascaramiento de la verdadera columna vertebral del régimen actual, y su proyección estratégica, va marcando el paso de los conflictos sociales a lo largo y ancho de Nuestramérica. La dependencia y la subordinación de la economía y las políticas de estado a una planificación global por parte de los países más poderosos, fundamentalmente los de la triada, EEUU, Europa y Japón, pero además de los que vienen en ascenso, los llamados emergentes, condicionan una planificación independiente y sustentable del desarrollo en los países más pobres.
El modelo de sujeción a un orden de complacencia al capital transnacional y sus empresas, ha ido destruyendo paulatinamente la capacidad operativa, en términos logísticos y técnicos, y la posibilidad de generar políticas hacia una autonomía e independencia energética diversificada, que pueda establecer las pautas para generar autoabastecimiento energético en la región, al contrario de esto, se ha ido construyendo una ingeniería jurídica, un aceitado engranaje de lobby político y un inmenso aparato mediático a favor del capital transnacional.
Hacia el 31 de diciembre 1998 YPF S.E concentraba el «44% de petróleo el 38% de gas de Argentina, con reservas probadas, en producción y exploración, de 2681 millones de barriles de petróleo (43% de crudo y 57% de gas), para esa fecha YPF S.E obtuvo un resultado neto de 580 millones de dólares y tenía en activos totales 13146 millones de dólares; además de tener concesiones de yacimientos en Estados Unidos, Venezuela, Perú, Guyana, Ecuador e Indonesia; es decir, la capacidad operativa, tecnológica y un amplio conocimiento técnico de primer nivel, ubicaban a YPF S.E entre las compañías más prosperas de América. En sus 70 años como empresa estatal YPF S.E fue responsable del descubrimiento del 95% de las reservas de hidrocarburos del país». (3)
La degradación y la pauperización de las empresas estatales agudizada a comienzo de la década del noventa, pero que tiene su génesis a principio de los 70, con la dictadura militar, da lugar a una creciente transnacionalización del sistema energético, que se expresa por un lado, con la concesión del sistema de distribución de la energía y todo lo que tenga que ver con el manejo estratégico de esta, y a la vez, la transnacionalización del uso energético, en manos de la compañías de bandera extranjera o de las locales asociadas a esta. La política y la intervención del Estado en este aspecto ha incidido directamente y de manera certera a favor de esta lógica. La modificación de la constitución del 94 y luego «la promulgación en 2006 por el entonces presidente Kirchner de la llamada ley corta, que supuso de manera definitiva la provincialización del subsuelo de la nación, el tratamiento y la reforma de la ley 171319/67 aprobada el 23 de noviembre de 2006, que reglamentó el artículo 124 de la constitución de 1994, además de ratificar la provincialización del recurso para las provincias petroleras, aunque las refinerías estén en provincias no petroleras, como tampoco el 85% del mercado de consumo. YPF S.E fue creada con el aporte de todas las provincias, pero al igual que las provincias mineras, la estrategia de debilitamiento del estado nacional, con una fuerte descentralización económica, ideada para la privatización de distintas áreas de exploración». (4)
El curso de desarrollo del capitalismo en Nuestramerica encalla en un modo primarizado de las economías nacionales en clave exportadora, pero con una baja incidencia de la renta en los presupuestos nacionales, al contrario de lo que en su momento generó YPF S.E , una de la únicas compañías estatales estables financieramente, que destinaba sus beneficios a sostener la renta nacional y ampliar las reservas hidrocarburiferos del país, desde 1922 hasta 1992 aproximadamente fue el principal activo estratégico y económicamente viable del estado en esos años, además de expandir la oferta y la producción de energía en todas sus formas (combustibles derivados del crudo, gas natural y electricidad), diversificando el suministro eléctrico (sobre la base del gas natural que distribuía Gas del Estado, más la hidroelectricidad y en menor medida la nucleoelectricidad) y permitiendo una configuración de la estructura socioeconómica del país basada en la industrialización para sustituir importaciones de productos de consumo masivo, además en industrias claves como el acero, petroquímica, automotriz, aeronáutica y naval, y en el avance científico-tecnológico del campo nuclear.
La privatización de YPF y el posterior rearmado de la empresa en 2012, donde el estado argentino participa con el 51%, se inscribe en una revisión de relaciones con los grupos del rubro a nivel mundial, y la ubicación en escala de prioridades con estos. En esta suerte de reprivatización, YPF concreta acuerdos específicos con las transnacionales que manejan el 70% del mercado energético mundial, repartido entre las poderosas: Total, Exxon, Chevron, Pan American Energy y Petrobras respectivamente.
La designación de Miguel Galuccio como CEO de YPF, y cabeza visible de la política energética argentina, va directamente en ese sentido; Galuccio fue gerente general de operaciones para México y América Central de Schulemberger, la poderosa multinacional prestadora de servicios petroleros, que tiene su sede en Houston, Texas, luego en 2011 fue Director de Gestión de la Producción, con sede en Londres. Schulemberger cuenta con ingresos netos por 5,52 mil millones de dólares. Esta compañía en 1991 terminó de adquirir PRAKLA- SEISMOS, una empresa pionera en el uso de geo navegación para planificar la trayectoria de perforación en pozos horizontales, es decir la exploración de hidrocarburos no convencionales, cuenta además con el mapeo mundial de este tipo de recursos. (5)
El acuerdo del estado argentino con Chevron es la garantía para la intensificación de la explotación, prioritariamente de hidrocarburos no convencionales, basada y concebida para motorizar una dinámica que garantice la movilidad del flujo de capitales y rentabilidad de las transnacionales, el acuerdo deja claro que Chevron puede exportar luego de 5 años, y llevarse del país el 20% de la producción; las garantías sobre los beneficios extraordinarios a las empresas extranjeras del petróleo, reproducen la misma política aplicada a las transnacionales mineras; la exportación de bienes primarios, hacia los centros mundiales de consumo atenta contra todo intento de autoabastecimiento, porque además, el modelo actual de extractivismo intensivo destina una porción muy importante de estos bienes primarios a garantizar el mega-consumo en energía.
Un ejemplo claro de esto es la creación y desarrollo por YPF S.A «del gasoil minero, un combustible exclusivo de YPF, especialmente formulado para brindar las máximas prestaciones al sector minero… un combustible de óptimo comportamiento en zonas donde por efectos de altitud o latitud la temperatura ambiente es muy baja…» (6) Este tipo de combustible se distribuye desde la recientemente inaugurada planta de distribución YPF Directo Valles en General Güemes, Salta, de la red YPF Directo, la cual posee una capacidad instalada de almacenaje de «300.000 litros, distribuida en cinco tanques de 60.000 litros cada uno…» (7) Paulo Pelliciari, gerente de Minería de YPF menciona en una entrevista a Mining Press: «Hay una proyección clara de incremento de los consumos. Estamos acompañando el desarrollo minero. YPF tiene como vectores de crecimiento para el país, la agroindustria y la minería donde tenemos asegurado el producto que necesitamos para nuestros clientes»… » Su historia (el gasoil minero) en el país se remonta a 1995, donde comenzó la provisión de la entonces flamante Minera Alumbrera y tuvo un repunte notable en el consumo con el comienzo de la operación de Veladero, en 2005…» (8). Es claro y visible que la política energética, conjuntamente con la reorganización de YPF, apunta a redistribuir, a favor de las transnacionales, los hidrocarburos de la nación, para exportar, con todos los beneficios impositivos, y para uso de la logística de las empresas mega extractivas.
La cantidad de combustible ocupado por los mega emprendimientos, según el propio órgano de difusión oficial de las mineras, Minning Press, en el caso de la provincia de San Juan es de 16900000 litros por mes (16900 M3). Esto equivale a todo el gasoil vendido en la provincia de Corrientes en todo el mes de diciembre de 2012.
La fisonomía de la entrega, el saqueo de nuestro subsuelo y los recursos energéticos, tiene como protagonistas a las ya conocidas multinacionales extractivistas de la materia prima generadora de recurso energético propiamente dicha, pero también las multinacionales que hacen uso local de ella, para extraer otros recursos mineralógicos, ricos y estratégicos, para el uso suntuario y la especulación financiera, como el oro, el cobre, la plata o las pocas conocidas «Tierras raras», que tienen un capítulo aparte en esta historia de saqueo y destrucción. Sobre principios de 2012 la canadiense Wealth Minerals cerró la compra de casi 6.000 hectáreas en cercanías de Rodeo de los Molles, San Luis, para iniciar la búsqueda en un área considerada por los especialistas como el proyecto no desarrollado de Tierras raras más grande de Sudamérica; otra canadiense, Artha Resources, anunció otro descubrimiento en la zona de Cachi, provincia de Salta. La superficie con potencial para ser explotada, en ese caso, totaliza unas 55.000 hectáreas. También la norteamericana Bolland realiza tareas de monitoreo de tierras raras en el norte de Córdoba. Aunque parezca imposible, el territorio de Sumampa en Santiago del Estero, ha sido cateado por geólogos del CONICET donde se encontraron altas concentraciones de estos minerales, los cuales son usados en la tecnología de última generación, para la industria electrónica y militar. (9) Las denominadas tierras raras (también llamado oro tecnológico) son metales blandos de color gris y brillo intenso, suman un total de 17, y las más conocidas son: samario, terbio, erbio, cerio, lantano, europio o neodimio.
La colaboración de Pluspetrol, Chevron, Shell e inclusive Petrobras, con la estadounidense Universidad de Colorado, para conocer las características geológicas y el comportamiento productivo de Vaca Muerta, la formación de roca madre de la cuenca Neuquina, muestra hasta qué punto, las cientos de Transnacionales que han invadido nuestros territorios, y como bajo la hegemonía de EEUU fundamentalmente, Argentina está siendo entregada por nada, al poder globalizado de los imperialismos.
Notas
0-(Chomsky, 2003).Chevron. Mano derecha del imperio.Oilwatch.2005.
1- Raúl Sohr .Chao, Petróleo. El mundo y las energías del futuro. Santiago 2009. Chile. E. Debate. Apoyo y Cooperacion,Fundación Heirich Böll.
2- https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2034rank.html
3- R. Gómez Mederos. YPF, de una sociedad anónima a otra sociedad anónima. Mayo de 2012. Taller de formación y debate. CTA San Juan. San Juan. Argentina.
4- R. Gómez Mederos. YPF, de una sociedad anónima a otra sociedad anónima. Mayo de 2012. Taller de formación y debate. CTA San Juan. San Juan. Argentina.
5- http://www.slb.com/services/technical_challenges/unconventional_resources.aspx
6- http://www.enernews.com/revistaonline/index.php .
7- Idem 6
9- http://www.miningclub.com/nota/789
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