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Argentina, peronismo y post keynesianismo: Vértices para amar

Fuentes: Rebelión

La actual coyuntura económica internacional es fruto todavía de las crisis financiera de 2008 donde los bancos centrales salieron al rescate de la banca. Su flujo no hizo más que continuar el acrecentamiento bursátil a costa de los contribuyentes quienes recibieron como premio consuelo una gran recesión. Como correlato asistimos a la falta de estimulo […]

La actual coyuntura económica internacional es fruto todavía de las crisis financiera de 2008 donde los bancos centrales salieron al rescate de la banca. Su flujo no hizo más que continuar el acrecentamiento bursátil a costa de los contribuyentes quienes recibieron como premio consuelo una gran recesión.

Como correlato asistimos a la falta de estimulo de la demanda efectiva lo que lentifica el proceso industrial de bienes industriales y de consumo agravando los indicadores de desempleo.

El afán por la productividad del capital alimenta el fenómeno anteriormente mencionado, lo que pone en encrucijada la formación y la asimilación de la clase trabajadora, fuente principal en la generación de riqueza.

Si algo ha generado el Neoliberalismo es la domesticación de los intereses laborales ante la recomposición de la tasa de ganancia por parte de los tenedores del capital.

Ya no hay dudas de la omnipresencia del mercado como regulador de las interacciones mercantiles lo que empuja a la re consideración del Estado como factor interviniente.

En este sentido, la recuperación política de las funciones de los bancos centrales y la potestad de marcar la macroeconomía y desde allí establecer un flujo monetario acorde a cada situación particular – lo que alejaría el factor deflacionario/inflacionario como limitante del financiamiento del desarrollo económico – es nuestro gran desafío.

Ya las mismas voces del FMI están en revisión de la llamada liberalización de la economía y abogan por nuevas intervenciones públicas por sobre los factores de poder financiero y económico.

La tan mentada concentración y monopolización del capital planteada por Marx en el siglo XIX se ha producido y sus efectos ya son conocidos por todos.

Una amplia corriente de economistas plantea la necesidad de gravar la riqueza como mecanismo fiscal re distributivo.

La expansión de políticas públicas y la motorización de la economía argentina han sido fruto de variados gobiernos peronistas que han adherido a los postulados de Keynes y que la memoria de los argentinos tienen todavía en vista hoy en día.

El hoy nos encuentra en una etapa reflexiva a la hora de construir política desde nuestro partido lo que invita a considerar cuales pueden ser los instrumentos necesarios que conlleven a la tan mentada reconstrucción nacional de Raul Scalabrini Ortiz.

Sabemos por la historia y el transcurso del presente de aquellas recetas que han fracasado no solo aquí sino en otros confines.

Será la hora de establecer un Movimiento al servicio de la Patria incorporando todos los insumos intelectuales y políticos capaces de dar esplendor y bienestar a nuestro terruño.

 

Ezequiel Beer (Geógrafo UBA) / Analista Politico.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.