El libre comercio, el alineamiento con Estados Unidos y la injerencia de la DEA han transformado al país azteca en un territorio de pobreza, crimen y represión social. El filósofo Fernando Buen Abad y el analista Oscar Laborde opinan sobre el modelo que Macri puso como el ejemplo. La represión contra los maestros desatada el […]
El libre comercio, el alineamiento con Estados Unidos y la injerencia de la DEA han transformado al país azteca en un territorio de pobreza, crimen y represión social. El filósofo Fernando Buen Abad y el analista Oscar Laborde opinan sobre el modelo que Macri puso como el ejemplo.
La represión contra los maestros desatada el pasado domingo 19 de junio por el Gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto no sólo dejó como saldo 13 muertos, 25 desaparecidos, 65 dirigentes sociales detenidos y decenas de heridos; además, expuso las características de un modelo político, económico y social que intenta extenderse por toda América Latina.
Acuerdos de libre comercio, alineamiento total con las políticas de Estados Unidos y la injerencia de la DEA bajo la excusa del combate al narcotráfico son las principales líneas de un modelo que, en Argentina, el Gobierno de Mauricio Macri ve con muy buenos ojos, y al cual ha destacado como un ejemplo a seguir.
El filósofo de origen mexicano Fernando Buen Abad aseguró: «Al principio de esta situación se le puede poner una fecha, y es el 1º de enero de 1994. Desde ese día empezó a funcionar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. A su vez, en esa fecha se declaró el alzamiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) con una agenda política e histórica que recoge de los pueblos indígenas de México la lucha por la defensa de la tierra, el ideario de Emiliano Zapata».
«Esto ensambla con un concepto que es de ‘un México moderno’, atravesado por su historia y por la presión de desarrollo industrial al servicio de manufacturas, y de mercancías que son un complemento de la economía norteamericana. Esto es un neocolonialismo o un colonialismo económico-industrial. Sumado a eso, la lucha del movimiento obrero mexicano, que tiene también su historia particular», agregó.
«Ese es el punto de referencia para entender cómo el laboratorio neoliberal que se desarrolla en México busca experimentar algunas soluciones del capitalismo a su propia crisis de sobreproducción. Para llevar esto adelante se necesita un aparato político que sea totalmente servil al empresariado norteamericano. Todo esto en una vorágine de proyectos privatizadores. A lo que se suma el aparato mediático infernal del gran grupo monopólico que es Televisa y TV Azteca. Aparato mediático que hoy se ha transformado en el partido dominante de México», aseguró.
La injerencia de la DEA
En la misma línea, Oscar Laborde, director del Instituto de Estudios de América Latina de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), afirmó: «Estos hechos de los últimos días lo que desnudan es una situación cotidiana en México, que es prácticamente un Estado fallido. Es decir, que ya no cumple los roles de un Estado. Eso tiene que ver con el crecimiento del tráfico de drogas estimulado por el consumo de los norteamericanos y administrado por la DEA».
«Tiene que ver con ese canje de drogas por armas en el que el pueblo mexicano sufre la violencia entre las bandas criminales y un Ejército que no se sabe bien para quién trabaja, porque se da el caso de Los Zetas, que son todos ex militares que armaron su propio cartel», completó.
«Más allá del hecho puntal, lo que desnuda es una situación generalizada y tiene mucho que ver la influencia de Estados Unidos en lo comercial, porque es evidente la decadencia en la que ha entrado México luego de incorporarse al NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte). Ha deteriorado su economía y, en consecuencia, las condiciones de vida de los mexicanos», aseguró.
Laborde también señaló: «El modelo implementado en México implica ‘un combo’. Desde lo económico, el libre comercio; desde las relaciones exteriores, un alineamiento incondicional con Estados Unidos; y con la excusa de la lucha contra el narcotráfico, justificar la presencia militar».
Massa también sigue el modelo
El acercamiento del Gobierno de Mauricio Macri con el modelo mexicano es evidente, no sólo por el interés del mandatario en acercarse a la Alianza del Pacífico, sino por la posición que el Gobierno argentino ha tomado en el plano económico, en su política exterior y en el discurso del combate al narcotráfico promoviendo el involucramiento de la DEA.
En ese sentido, Buen Abad señaló: «Argentina se acerca al modelo mexicano a pasos agigantados. Ya lo declaró el propio Macri en su campaña. Él y Sergio Massa dijeron que el modelo que había que seguir para Argentina era el mexicano. Luego Macri lo repitió durante una visita que hizo Álvaro Uribe, y ya se empieza a ver en el modelo económico que está desarrollando el macrismo».
Por su parte, Laborde aseguró: «Los acuerdos que Macri ha firmado con la Casa Blanca van a en esa línea. Entre ellos está la colaboración con la DEA y abrir las puertas a la instalación de bases militares. Acá hay una subordinación absoluta, a pesar de que estamos viendo cuál es el resultado de la aplicación de ese modelo en México».
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.