En una primera imagen, un plano de tres funcionarios del Poder Ejecutivo. Alejandro Finocchiaro, Mauricio Macri y Manuel Vidal, de izquierda a derecha, ante una mesa, en plano levemente diagonal. El centro de la imagen, la cabeza de Macri, con el sol de la bandera clavado en su occipital izquierdo, se duplica en el reflejo […]
En una primera imagen, un plano de tres funcionarios del Poder Ejecutivo. Alejandro Finocchiaro, Mauricio Macri y Manuel Vidal, de izquierda a derecha, ante una mesa, en plano levemente diagonal. El centro de la imagen, la cabeza de Macri, con el sol de la bandera clavado en su occipital izquierdo, se duplica en el reflejo de la mesa. Los funcionarios ríen por algo que desconocemos. Macri y Vidal manejan unos papeles con colores y letra grande. El lugar donde se encuentran es el Salón de los Científicos. El epígrafe de la foto en Twitter de Casa Rosada es: «El Presidente tuvo una reunión con miembros del Observatorio Educativo Argentino (sic) esta tarde en Casa Rosada.» Aparte de escribir mal el nombre de la ONG, es llamativo no mencionar a los otros dos funcionarios, pero aún más que la imagen no muestre una reunión, sino un solo lado de una mesa, ni se expliciten los temas desarrollados. El Registro Único de Audiencias, que debe publicar la agenda del poder ejecutivo por el decreto 1172/03, tampoco menciona el encuentro.
El Observatorio Argentinos por la Educación (AxE) sube un tuit a continuación, intentando aparecer en escena. Con la mesa vidriada como centro, cinco personas de un lado y tres del otro. Vasos de agua para todes, austeridad pública en la ausencia de café. De las cinco, tres son varones, de los cuales el del medio aparece hablando, podemos entender que el de mayor jerarquía, por estar en el centro y frente al Presidente. Las dos mujeres (mayoritarias en los ámbitos educativos y, sin embargo, minoría en esta mesa) están de espaldas y la más cercana a la cámara aparece cortada. De arriba hacia abajo, son Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo de la ONG Argentinos por la Educación; Federico Eisner, socio de Bain & Company, firma de consultoría estratégica con sedes en todo el mundo y de activo diálogo en el ámbito de esta gestión; Ricardo Torres, CEO de Edenor y segundo de Pampa Energía, la distribuidora eléctrica más grande del país, encabezada por Marcelo Mindlin, salpicado por las denuncias de corrupción de los cuadernos de Centeno; Karina Román, presidenta de Organización Román, una cartera de inversiones familiares en múltiples campos (Karina y su pareja aportaron 3 millones de pesos para la campaña del PRO en 2015); finalmente, Constanza Morales Gorleri, gerente de responsabilidad social corporativa (sic) de Banco Galicia. Estos cuatro forman parte del Consejo Ejecutivo de la ONG, que nuclea a empresarios (Despegar.com y Muchnik también figuran como aportantes) y otra ONG, Educar 2050, parte de REDUCA, un espacio de empresarios que intervienen en el ámbito de la educación en lo que se ha definido como un nuevo consenso de Washington educativo. Del otro lado, Mauricio Macri, presidente de la Nación, miembro de una de las empresas familiares más grandes del país, beneficiaria de varios gobiernos civiles y militares en torno a lo que se conoce como «la patria contratista», con menciones a 19 empresas offshore en los Panamá Papers. Su ministro de educación, reconocido casi exclusivamente por disputar la paritaria docente de la provincia de Buenos Aires durante 2016 y su jefe de gabinete. Estas tres figuras aparecen serias, muy derechas, contrastadas con la foto anterior. Si seguimos navegando la imagen, la mitad superior contiene una araña de bronce, un empapelado antiguo y unas cortinas con volados. El centro lo ocupa un televisor negro, que tiene continuidad con las líneas de la mesa, también negra, y forman un curioso efecto: el de presidir la escena, como un monolito oscuro, hacia donde las perspectivas tienden en su punto de fuga.