El miércoles 1 de diciembre la Gendarmería y la Policía de la provincia de Santa Cruz reprimieron brutalmente a un grupo de trabajadores desocupados que se encontraban reclamando puestos de trabajo en la planta de la contratista petrolera Oil ONS, ubicada en la localidad de Las Heras. El saldo del operativo represivo fueron alrededor de […]
El miércoles 1 de diciembre la Gendarmería y la Policía de la provincia de Santa Cruz reprimieron brutalmente a un grupo de trabajadores desocupados que se encontraban reclamando puestos de trabajo en la planta de la contratista petrolera Oil ONS, ubicada en la localidad de Las Heras.
El saldo del operativo represivo fueron alrededor de 25 desocupados detenidos y un embarazo de tres meses perdido producto de la violencia con que la policía reprimió y torturó a Carina Sauco. Así el gobierno de Néstor Kirchner y del gobernador santacruceño Sergio Acevedo se han cobrado su primera víctima fatal en el marco de una brutal avanzada represiva iniciada contra los movimientos sociales del norte de Santa Cruz.
Los desocupados tomaron la planta de la empresa Oil ONS, contratista de Repsol-YPF, peticionando se cumpliera con un acuerdo firmado semanas atrás cuando la contratista de servicios que lidera el empresario Cristóbal López se comprometió a incorporar alrededor de 65 trabajadores en su base de Las Heras.
Con la intención de restringir el acceso de los desocupados Oil interpuso una serie de requisitos de difícil cumplimiento para los laburantes incluidos en el padrón original lo que derivó en el inicio de la protesta que concluyó con un trágico final.
Vale recordar que Cristóbal López se ha convertido en los últimos años en el empresario fetiche de Kirchner, transformándose en el negociador entre las «instituciones santacruceñas» y cada una de las protestas de desocupados que se produjeron en los últimos tiempos en la región. Este López es el mismo que supo ocupar la tapa de la revista Noticias que lo calificó como el nuevo Yabrán de la Argentina.
Ante la dureza del reclamo y la imposibilidad de retomar la planta por parte de Oil, los directivos de la empresa efectuaron la denuncia ante la jueza Graciela Ruatta de Leone quien inmediatamente solicitó la intervención de efectivos de Gendarmería y de la Policía para desalojar la planta.
El desalojó se produjo el miércoles en las primeras horas de la mañana y terminó con un saldo de 25 desocupados tras las rejas, algunos de los cuales fueron a parar a las instalaciones del hospital local debido a la brutalidad con que actuaron los miembros de la fuerza de seguridad.
Entre las detenidas se encontraba Carina Sauco, de 32 años y esposa de Claudio Bustos -uno de los máximos dirigentes de la protesta que dicho sea de paso ya se encontraba trabajando desde hace unos meses en la empresa Oil-.
Carina se encontraba embarazada de tres meses y en las dependencias de la comisaría de Las Heras fue torturada y molida a golpes. Los efectivos policiales le reclamaban a Carina que les diera información sobre su marido ya que este se encontraba prófugo. A cambio de la información le prometieron liberarla, pero mientras tanto la joven recibió todo tipo de vejámenes y golpes en su vientre.
La propia Carina relató a los medios de comunicación regionales que los policías la golpearon en la vagina en varias oportunidades y que también le ejercieron presión sobre el embarazo con los bastones represivos.
Sin importarles que Carina les avisara que llevaba un embarazo de tres meses los delincuentes de gorra la siguieron golpeando hasta que dos horas más tarde se produjeron las primeras pérdidas en el organismo de la víctima. Ante esta situación se decidió el traslado de Carina al hospital donde fue atendida por médicos del nosocomio quienes detectaron que el bebé que Carina llevaba en su vientre había dejado de latir y decidieron realizarle un legrado.
Hasta las 21 horas del viernes Carina estuvo con custodia policial e incomunicada de su familia, especialmente de sus otros cuatro hijos. El sábado a las 9 de la mañana Carina recuperó su libertad e hizo público todo lo sucedido en las interminables horas de calvario que le tocó vivir.
Lo cierto es que en Las Heras el gobierno de Acevedo y de Kirchner se han cobrado su primera víctima de la repugnante represión ejercida a un grupo de trabajadores que la único que reclamaban era trabajo digno para poder sustentar a sus familias.
Mientras el presidente Kirchner se jacta de haber cambiado la política Argentina en el rubro de los derechos humanos, en la Patagonia y todo el país las cárceles se llena de presos políticos y ahora también de muertos. Sería bueno preguntarse qué lugar va a ocupar en el museo de la memoria este pequeñito que ni siquiera tuvo la oportunidad de nacer. Si esto no es un derecho humano vulnerado de qué estamos hablando en este rubro tan trágico en este país.
Lamentablemente la provincia de Santa Cruz se ha convertido en la capital nacional de los presos políticos. A los seis presos que ya llevan tres meses de prisión en Caleta Olivia, también por reclamar trabajo digno, se les deben sumar los 20 detenidos que hasta las primeras horas del domingo 5 de diciembre había en Las Heras. Pero ellos no son los únicos, en toda Santa Cruz existen más de 250 luchadores sociales procesados por diversas manifestaciones.
La estructura represiva de la «horda K» se cobrado su primera víctima y esta situación necesita de su mayor difusión y repudio a nivel nacional. Por estas horas Las Heras se encuentra militarizada y no se descarta que producto de lo sucedido se produzca una pueblada que podría ser nuevamente reprimida por la Gendarmería y la Policía.
* Periodista integrante del programa radial autogestionario El cielo por asalto de Comodoro Rivadavia, miembro del grupo Economistas de Izquierda (EDI), miembro del Consejo Editorial de la revista Marxismo Vivo e investigador del Centro Regional de Estudios Económicos de la Patagonia Central (CREEPaCe). Dirección electrónica: [email protected]