Se trata del segundo traslado de mercurio originado en la mina Veladero y hay programados otros cuatro hasta 2023. La Asamblea Jáchal No Se Toca denunció que el hecho prueba la presencia de residuos peligrosos en zona glaciar y la falta de información pública previa al operativo de traslado.
Se trasladaron cien toneladas de mercurio desde la mina Veladero en San Juan al puerto de Bahía Blanca. El 23 de junio el Consorcio portuario bahiense informó que ya había recibido los contenedores. El destino final de estos desechos de alta peligrosidad es Alemania, donde serán depositados en una mina de sal, a 200 metros de profundidad. Ante este acontecimiento, la Asamblea Jáchal No Se Toca volvió a expresar su repudio al extractivismo contaminante. «Queda absolutamente comprobado que la mina Veladero acumula cientos de toneladas de mercurio en zona glaciar, tal como fue denunciado por esta Asamblea”, afirman. Sostienen que la población no fue debidamente informada sobre el transporte del mercurio por el territorio nacional. Responsabilizan al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, y al gobernador Sergio Uñac. El operativo volverá a realizarse en el último trimestre de este año. En 2022 y 2023 partirán otra vez tres embarques con mercurio.
El cargamento constó de cinco contenedores, de 20 toneladas cada uno, y viajó en camiones por 1225 kilómetros, a través de varias provincias. «Esto es una irresponsabilidad más de Uñac y de Cabandié, porque el mercurio es una sustancia altamente tóxica que pone en riesgo el ambiente y la salud de los seres humanos, por lo que se debe alertar a todas las poblaciones por las cuales pasarán estos camiones de gran porte con esta letal sustancia«, reclamaba la asamblea en las horas previas al inicio del viaje. Este es el segundo traslado de mercurio que parte de la mina explotada por la Barrick Gold —asociada a la firma china Shandong Gold Group Co. Ltd desde 2017—. El primero fue en 2019, con destino al puerto de San Antonio en Chile.
La mina Veladero obtiene mercurio al recuperar el oro y la plata de la piedra triturada de Veladero, por lo que es clasificado como un residuo. En el último procedimiento de traslado intervinieron personal de la cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, del Área de Residuos Peligrosos, de la Aduana, de la Administración Federal de Ingresos Públicos, de la Policía Aduanera, de la secretaría de Medio Ambiente de San Juan y del Ministerio de Minería de esa provincia. En San Juan, el procedimiento de transporte y eliminación es llevado a cabo por la empresa suiza Batrec. A su vez, Batrec subcontrata para la operación logística a la firma Cruz del Sur.
«La explotación de la mina Veladero viola la Ley de Glaciares, la Ley de Residuos Peligrosos y la Ley de Medio Ambiente«, denuncia la Asamblea Jáchal y lamenta: «Queda claro que el gobierno es cómplice, en los ámbitos departamental, provincial y nacional». A principios de este año, la organización alertó sobre filtraciones de mercurio en la cuenca del río Jáchal y frente a este cronograma de traslados de mercurio desde la Cordillera hasta el mar, la asamblea vuelve a denunciar lo que califica como «una política perversa que señala territorios para su destrucción a fin de sostener el proceso de acumulación de los grupos de poder capitalista».
En septiembre de 2015, el proyecto minero explotado por Barrick Gold protagonizó el derrame más grande de la historia de la minería en el país: un millón de litros de agua con cianuro y mercurio, que se volcó sobre los ríos Potrerillos, Las Taguas, La Palca, Blanco y Jáchal. En septiembre de 2016 y marzo de 2017 se volvieron a repetir los derrames. La Universidad Nacional de Cuyo demostró que existe presencia de mercurio en el río Jáchal y desde la asamblea local denuncian que el intendente Miguel Ángel Vega descontinuó los análisis de agua.
A pesar de las irregularidades, la Barrick Gold confía en continuar con nuevos proyectos mineros como el binacional Pascua Lama —clausurado por el Poder Judicial de Chile— y el Gobierno continúa respaldando la actividad megaminera, como lo hizo el ministro de Producción, Matías Kulfas, que visitó Veladero en febrero pasado y habló de «minería inclusiva y sustentable».
Por su parte, la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) de Bahía Blanca también denunció que «el traslado de residuos tóxicos, que cuenta con el aval del gobernador de San Juan, el Ministerio de Minería y Medio Ambiente se está haciendo a espaldas de la población de Bahía Blanca e Ingeniero White y del conjunto de las localidades que serán atravesadas por el convoy».
Un convoy de mercancías peligrosas
Por su parte, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca —a cargo de Federico Susbielles, referente del Frente de Todos bahiense— emitió el siguiente comunicado: «Ante versiones erróneas que circulan en redes sociales y atentos a las consultas recibidas, el Consorcio del Puerto de Bahía Blanca informa que esta semana ingresaron al sitio 21, muelle concesionado a Patagonia Norte S.A., cinco contenedores consolidados y precintados conteniendo 100 toneladas de mercurio líquido en envases de máxima seguridad». Los mismos, fueron trasladados desde la provincia de San Juan con custodia de Gendarmería Nacional, explicó el ente portuario en un comunicado de prensa.
«El operativo previo estuvo a cargo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación y dentro del Puerto se encuentran bajo custodia permanente de Prefectura Naval Argentina, según protocolos nacionales e internacionales de seguridad vigentes», agrega. Los contenedores, de 20 toneladas cada uno, permanecerán en la terminal hasta ser embarcados con destino al Puerto de Rotterdam en área primaria aduanera, dentro de zona especial para Mercancía Peligrosas, según requiere el Código Internacional IMDG.
El primer destino será Suiza, donde se realiza el proceso de patentado por parte de Batrec. Este procedimiento estabiliza el mercurio y es único en términos de seguridad, tasa de conversión y eficiencia del proceso. Luego la sustancia viajará a Alemania. Tras la mezcla con un reactivo se convertirá en cinabrio (HgS), se envasará en bidones de acero y se transportará a la mina subterránea como destino permanente.