Marcelo Bonelli forma parte de ese ejército comandado por el general Magnetto que está en guerra, no con el kirchnerismo, sino con el pueblo argentino, y como en la guerra la primera víctima es la verdad, cada artículo de este operador de la siniestra corporación es una ridícula perorata de falsedades y calumnias. Este guerrero […]
Marcelo Bonelli forma parte de ese ejército comandado por el general Magnetto que está en guerra, no con el kirchnerismo, sino con el pueblo argentino, y como en la guerra la primera víctima es la verdad, cada artículo de este operador de la siniestra corporación es una ridícula perorata de falsedades y calumnias.
Este guerrero ya tiene antecedentes en la defensa de políticas neoliberales en los años 90 cuando el país fue saqueado por los mismos personajes, que hoy reaparecen de la mano del macrismo para destruir el aparato productivo y desplazar a millones de argentinos hacia el desempleo y la pobreza.
Una de las mayores sorpresas ocurridas durante la última campaña electoral, consistió en que Bonelli fue invitado a oficiar de «moderador» en el debate presidencial, que más que debate fue una emboscada contra Daniel Scioli.
Las intervenciones de Bonelli en la emboscada, consistieron en desembozadas opiniones tendenciosas que transgredían su función de supuesto moderador, llegando a falsear datos de la Unesco para mostrar una inexistente crisis, que intentaban inventar quienes bregaban por el retorno de las recetas neoliberales.
Pero obviamente el comportamiento de Bonelli no tuvo nada de sorpresivo como tampoco lo fue, que casi todos los organizadores del falso debate fueran premiados con puestos en el gobierno macrista.
Silencio sobre los despidos
Siguiendo la línea editorial del diario Clarín los escritos del guerrero de la corporación, tienen por objeto ocultar la realidad y evitar hacer referencia a la catástrofe que está produciendo el macrismo.
Todos los viernes aparece su columna que se denomina Panorama Empresarial, pero donde paradójicamente nada se dice sobre las empresas, que debido a la política del gobierno nacional, proceden a despedir o suspender personal, estas no son cuestiones que preocupen a Bonelli.
Durante el mes y medio que estuvimos siguiendo sus columnas se produjeron, para citar sólo algunos, los siguientes conflictos: Atanor cerró dos plantas, Volkswagen suspendió a 600 trabajadores, Bangho confirmó el despido de 400 trabajadores, General Motors suspendió a 350 obreros y Sancor anunció el cierre de 4 plantas, pero la situación de los trabajadores de estas empresas no merecieron una mención en el panorama empresarial de Bonelli.
Ocultando la corrupción
Otra de las misiones que cumple Bonelli es disminuir el impacto de los hechos de corrupción que salpican al gobierno, aunque a esta altura más que salpicar lo tapan hasta las orejas, intentando desviar la atención, ¡cuando no!, hacia el gobierno anterior.
El único denunciado por las coimas de la empresa Oderbretch es Gustavo Arribas, que es el inquilino del presidente y director de la Agencia Federal de Inteligencia, o sea una persona de suma confianza de Macri, sin embargo, como un hábil prestidigitador, saca sus barajas de la manga, para tratar de ensuciar al anterior gobierno.
Nos dice Bonelli fundándose en las denuncias de dos personajes oficialistas, un fiscal macrista y una política del opooficialismo: «Odebrecht obtuvo negocios muy importantes aquí. Stornelli y Stolbizer se concentran en la figura de los principales operadores de la obra pública: la dupla Julio de Vido- José López.» ¿Y de Arribas, el único denunciado hasta el momento no descubrieron nada?
Este intento de cubrir a Arribas se produjo al día siguiente en que el funcionario de Cambiemos concurrió al Congreso a declarar de una manera muy confusa y desmintiendo lo que había afirmado unos días antes, cuando dijo que el dinero era producto de la venta de un inmueble y en esta declaración señaló que se trataba de cuadros y muebles.
Operación en marcha
A la semana siguiente, alardeando de sus buenos contactos con el oficialismo, anunció que el gobierno le pidió información al Departamento de Justicia de los Estados Unidos sobre los exfuncionarios que cobraron coimas de Oderbecht, es decir que al gobierno le interesa conocer quienes cobraron coimas, sólo si fueron funcionarios kirchneristas, en un intento por evitar seguir recibiendo malas noticias sobre los funcionarios del gobierno que fueron denunciados por corrupción, empezando por el presidente.
Esta nota tiene su importancia porque delata que entre el gobierno argentino y sectores de la administración de los Estados Unidos pueden estar armando una nueva operación con información falsa como la que montaron en la elección anterior contra Aníbal Fernández.
Como los casos de corrupción del macrismo son cada vez más numerosos y notorios a pesar de los esfuerzos de Bonelli y Clarín por esconderlos, una jugada que se viene para la campaña es mostrar que todos somos ladrones como ellos, y cuando todos lo son, nadie lo es. La operación queda en evidencia cuando nos dice que el pedido corre por cuenta de Laura Alonso y el Ministerio de Justicia.
Vocero de los poderosos
También Bonelli intenta proteger al gobierno en el caso del escándalo del Correo, con idéntica metodología, mintiendo al decir que el kirchnerismo nunca intentó cobrar la deuda, cuando fue el kirchnerismo quien expulsó a la familia Macri del Correo y fue el Poder Judicial el que estuvo dilatando la causa para favorecer a la familia del actual presidente. Pero además sobre el tema del Correo intenta salvar al presidente calificando que los errores fueron de su equipo y transcribe supuestas declaraciones de Macri que señala no haber hecho nada incorrecto. ¿Le podemos a creer a Macri a esta altura? Bonelli parece tenerle una fe ciega.
Queda claro que Clarín se ha convertido en el vocero de la oligarquía, por eso es que más allá de los nombres, la corporación apoya las medidas de ajuste y los beneficios a los sectores más concentrados, por eso Bonelli señala sin cuestionar, que los empresarios españoles le pidieron al presidente argentino que una de las condiciones para las inversiones de ese origen, es la reducción del costo laboral, es decir que se incremente la explotación sobre los trabajadores, aquí Bonelli se limita a transcribir el pensamiento de los empresarios españoles sin opinar, cuando en épocas de Cristina utilizaba la palabra ajuste para definir la política económica.
Donde si opina, es cuando se convierte en el vocero de los exportadores y le reclama al gobierno una nueva devaluación, que en estos momentos se traduciría en un incremento de la inflación, lindando la hiper, y un salvaje ajuste que condenaría a la pobreza a millones de integrantes de la clase media que alegremente votaron a Macri y que comienzan a darse cuenta de su enorme error.
Tras la senda de González Fraga
Bonelli hace tiempo que dejó de ser periodista para convertirse en vocero de las clases dominantes que pretenden condenar al pueblo argentino a ajustes constantes, es por eso que cuando habla de los pobres señala: «Néstor Kirchner y sobre todo Cristina Kirchner se cansaron de machacar con la propaganda de la justicia social. Despilfarraron un ingreso de fondos adicionales por 300.000 millones de dólares».
Eso a lo que Bonelli llama despilfarro fue lo que se transfirió a los sectores más desprotegidos de la población en concepto de Asignación Universal por Hijo, Jubilación para todos los que tuvieran la edad correspondiente, aumentos salariales por paritarias y una gran cantidad de subsidios que permitieron un incremento histórico en el nivel de vida de gran parte de la población.
Esto es lo que más le molesta a los representantes de las clases privilegiadas y a sectores de la clase media que tienen el cerebro conectado a la cadena nacional de los medios concentrados, los irrita que los sectores populares tengan acceso a un consumo que antes era privilegio de unos pocos, en ese sentido González Fraga fue un adelantado al señalar que hay ciertas clases sociales que no tienen derecho a consumir viajes, televisores, celulares, etc.
Bonelli nos quiere hacer creer que el gobierno está preocupado por el incremento de la pobreza, que como ya muchos señalaron, no es producto de un error, es consecuencia de una política deliberada, se llama transferencia de recursos de los más pobres hacia los más ricos, a los que Bonelli defiende en los informes en su condición de corresponsal de guerra.
Un servicio al patrón
En su informe empresarial, como obediente servidor de Magnetto, no podía faltar un servicio al patrón, consistente en denostar contra un empresario al que califica de K, que compite y vence al canal de noticias donde trabaja Bonelli, varios de sus informes están dedicados a atacar a Cristóbal López dueño de C5N canal de noticias que ha superado en ráting a TN.
Enfurecido por un dictamen favorable para Cristóbal López que le concedió una moratoria para pagar impuestos atrasados, hace lo mismo que según él hacen sus enemigos, la de presionar a la Justicia, para que saque un dictamen condenatorio contra el empresario y competidor.
El guerrero de Clarín acusa al empresario de fraude fiscal, ¿pero tiene autoridad moral de realizar esta acusación quién no dijo una sola palabra sobre el escándalo en el HSBC de Suiza? donde se descubrió que varios directivos de Clarín tenían cuentas en el exterior de manera irregular, actualmente varios funcionarios de ese banco fueron ubicados en la UIF, que paradójicamente tiene la misión de evitar el blanqueo y la evasión. Situación que al guerrero de Clarín no lo inmuta.
¿Habrá dicho algo Bonelli sobre la enorme deuda que el diario La Nación tenía con el fisco y que no pagó con el aval de la Corte Suprema en donde había un familiar de un integrante del directorio del diario?
Y estamos seguros que Bonelli no dijo nada sobre ese hecho aberrante que fue la apropiación de la empresa Papel Prensa por parte del diario Clarín, recibida de manos del dictador Videla.
No es precisamente un combatiente de Magnetto el más autorizado moralmente para realizar denuncias de este tipo.
La última canallada
Cuando estábamos concluyendo el artículo, el 17 de marzo de 2017, leemos otra de las notas de Bonelli, pero esta vez se trata de una maniobra que podríamos definir, sin exagerar, de un acto mafioso, mediante el cual Clarín le ordena al gobierno y al Poder Judicial que proceda con el encarcelamiento de Cristina Fernández de Kirchner y también le reclama al macrismo que de ninguna manera intente polarizar con la expresidenta en las próximas elecciones, porque tiene serias posibilidades de ser derrotado.
La fórmula empleada es a través de un guión de una incomprobable conversación entre el ex primer ministro español, el dirigente ¿socialista? Felipe González y el presidente argentino, donde el español le dice que no llegarán las inversiones de ese origen mientras no se condene a la expresidenta.
Nosotros nos permitimos sospechar de la veracidad de ese conversación porque de ser verdadera, cualquier argentino de bien, se irritaría por la intromisión de un dirigente extranjero en los asuntos internos y también aclararía que no es el presidente de los argentinos quien tiene la facultad de detener a una persona. Pero nada esto ocurre en el escrito de Bonelli, más bien parece sumarse al supuesto reclamo del representante del empresariado español.
Aunque no sea su intención, queda más que claro que Cristina Fernández de Kirchner es la única integrante de la clase política argentina con el coraje, patriotismo y capacidad para enfrentar a la lacra oligárquica que está destruyendo al país.
No sabemos cuanto tardará el pueblo argentino para volver a darse un gobierno que responda a los intereses de las mayorías y no al lucro de una minoría codiciosa, pero cuando ese momento llegue será importante no olvidarse de estos personajes serviles a los poderosos cuando llegan al gobierno aplican medidas que condenan a millones de hogares a la miseria y a un sufrimiento por demás injusto.
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