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Brutal desalojo policial en Comunidad Paichil Antriao, Villa La Angostura

Fuentes: Azkintuwe Noticias

«Todos andaban armados con pistolas, comenzaron a desarmar la casa a golpes, la hicieron pedazos y la cargaron arriba del camión municipal. Con orden del Intendente dicen que fueron a desarmar ellos, una señora está toda rasguñada del cogote, porque de allí la agarraron y la golpearon los policías. A las mujeres las agarraron solas. […]

«Todos andaban armados con pistolas, comenzaron a desarmar la casa a golpes, la hicieron pedazos y la cargaron arriba del camión municipal. Con orden del Intendente dicen que fueron a desarmar ellos, una señora está toda rasguñada del cogote, porque de allí la agarraron y la golpearon los policías. A las mujeres las agarraron solas. Mi hijo está detenido en la comisaría». El relato de don José Miranda, miembro de la comunidad, da cuenta de lo violento del desalojo que afectó la tarde de ayer a la miembros de Paichil Antriao, quienes desde hace más de un año mantenían una recuperación territorial en la zona de Paso Coihue.

«La orden de desalojo la dio el juez de Junin de los Andes, Rolando Lima. Se provecharon de que estaban todas las mujeres solas con los chicos. Irrumpieron en la comunidad, armados y muy prestos a la represión. La demás gente de la comunidad y nadie de los compañeros solidarios alcanzaron a llegar a hacer la resistencia, asi que en estos momentos han sido todos desalojados. Esto demuestra que el apetito del doctor Lima no soportó más, no aguanto más este apetito, las ganas de reprimir a los mapuches, esta necesidad del juez de demostrar su fuerza, su autoridad», señaló a FM Pocahullo, Fidel Colipán, werken de la Confederación Mapuche Neuquina.

«Lamentable el actuar policial, a los tiros, lamentable por este personal policial, que quiere tambier demostrar su capacidad bélica y no se dan cuenta que actúan contra mujeres y chicos indefensos», señaló Fidel Colipán. Según informaciones de prensa, una lamngen se encontraría hospitalizada luego de sufrir graves lesiones producto de la brutalidad de los efectivos que participaron del operativo.

Tierra con historia

Paso Coihue se alza en el sur de la denominada provincia de Neuquén. Sus centenarios bosques y su cercanía con el inmenso espejo de agua lo han convertido en un rincón muy atractivo para la industria turística. Se ubica a mitad de camino de dos ciudades que son importantes para esa actividad: Bariloche y Villa La Angostura. José Mercedes Quintriqueo cuenta con 82 años y ya no oye bien, pero sabe que su bisabuelo Vicente fue inan lonko del mismísimo Inakayal, uno de los héroes de la resistencia mapuche en Puel Mapu, quien recién se rindió cuando todo estaba perdido a uno y otro lado de la cordillera. Don José nació en Paso Coihue, al igual que su ñuke Rosario, quien hablaba corrientemente el mapuzugun, como todos sus vecinos.

Cerro Belvedere se alza en el corazón de Villa La Angostura. O mejor dicho, la ciudad fue avanzando sobre sus laderas umbrías. Sólo seis años después de la mal llamada Conquista del Desierto, el Estado le había restituido a los mayores de los Paichil Antriao parte del territorio que les había arrebatado. Es más, en 1951 el gobierno de Perón les reconoció una vez más, 625 hectáreas. En la actualidad, al lof no le queda ni la mitad.

Muchas mujeres y niños cruzaron a fines de 2003 ese alambrado que consideran intruso. Villa La Angostura necesita más turistas y por eso, algunos «emprendedores» echan mano al turismo aventura. ¿Sabrán que están deslizándose sobre territorio mapuche?. La gente del lof Paichil Antriao tenía esa certeza y estableció el campamento para evitar que los intereses de las inmobiliarias y los empresarios turísticos continúen avanzando sobre el espacio que les pertenece.

El lonko Ernesto Antriao le explicó a quienes no estaban al tanto. «Aquí se levantaba el rewe de nuestros mayores. Acá hacían los nguellipun y los kamarikün. De todos lados venía gente». En efecto, puede percibirse el espíritu de los antiguos. Pese al paso del tiempo -han transcurrido 80 años desde la última ceremonia- el lelfün ha permanecido limpio, tanto de vegetación extraña como de construcciones intrusas. Sin embargo, para la legislación de los winka el predio es propiedad de un estadounidense que ni siquiera vive en Villa La Angostura. Así de ridículo es el presente de cerro Belvedere, así de injusto el funcionamiento de una localidad que ha florecido económicamente de espaldas al pueblo mapuche.

Por sus calles pasaron los mapuche, con su bandera, sus ñorkin, sus afafan, sus trarilonko, su determinación. Desde su fundación hasta hace muy poco, Villa La Angostura insistió en hacerlos invisibles, los omitió, los ignoró. De ahí la sorpresa de algunos de sus habitantes, la irritación de otros y la reacción de los usurpadores ante el campamento de los Paichil Antriao y su recorrida por tantas «propiedades privadas». Corría el 30 de noviembre de 2003.