Día a día, hora a hora, minuto a minuto las evidencias de la implosión de gobierno de Cambiemos están a la vista de todos, salvo de algunos pocos mercenarios que a fuerza de pauta oficial brindan el servicio para el que sus amos le pagan y creen ver a un Macri convertido en león, cuando […]
Día a día, hora a hora, minuto a minuto las evidencias de la implosión de gobierno de Cambiemos están a la vista de todos, salvo de algunos pocos mercenarios que a fuerza de pauta oficial brindan el servicio para el que sus amos le pagan y creen ver a un Macri convertido en león, cuando tiempo atrás lo veían como un símil de Nelson Mandela.
La podredumbre abarca cada rincón del poder llegando hasta el judicial que remitiéndonos a las pruebas recabadas por un juez merecedor de ese título, queda evidenciado que ha constituido una mafia para encarcelar opositores y de paso hacer suculentos negocios.
Ya nada parece salirles como desean, Bullrich dice haberlo visto una sola vez a D’Alesio y al día siguiente aparecen fotos que muestran su mentira, engaños como los que la ministra realizó con las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, también apareció otra foto que inmortalizaba la presencia del falso abogado en una reunión en su ministerio.
Otra comprobación de estos días es que nos quedamos cortos cuando decíamos que «Clarín miente» porque ahora sabemos que Clarín miente y extorsiona a través Daniel Santoro, multipremiado como ejemplo de periodismo, él también extorsionador, inventor de falsas noticias y lo que más preocuparía en cualquier barrio, ser buchón de sus compañeros.
El Poder Judicial era el arma que Cambiemos pensaba utilizar para atacar a sus adversarios políticos durante la campaña electoral pero estos acontecimientos inesperados lo dejan al borde de nocaut haciendo peligrar la continuidad y la credibilidad de los principales agentes utilizados para perseguir a la oposición.
Una cuestión ha quedado más que clara, Cambiemos entregó la economía para que la maneje el FMI y subordina el Poder Judicial a las órdenes de la embajada de los Estados Unidos, mientras que el Estado no se hace cargo de la Salud Pública y la Educación, la función de este gobierno ha quedado limitada a la represión de la protesta, por eso está tratando de apañar al asesino de Rafael Nahuel, y asegurarle a las empresas de energías una sideral ganancia a costa del saqueo de los hogares argentinos.
No existe un solo índice económico que Cambiemos pueda utilizar en la campaña electoral, la desocupación crece de manera alarmante, la industria está siendo liquidada sistemáticamente, un explosivo endeudamiento ha aportado la certeza que el default, más tarde o más temprano, es inevitable y el nivel de vida de la mayoría de los argentinos se está desbarrancando, entre otras cosas, por una inflación que el gobierno y los grupos concentrados están impulsando con los continuos aumentos de tarifas y alimentos.
Y para colmo de males sus aliados empiezan a tomar distancia y en las provincias tratan de disimular y ocultar la pertenencia a Cambiemos porque cualquier sociedad con el presidente se convierte en piantavotos.
Las desastrosas performances en las elecciones de La Pampa y Neuquén, y el desaguisado interno en Córdoba es una comprobación adicional que muestra el estado actual de Cambiemos en todo el país, lo que no impide que tendenciosos encuestadores insistan en la paridad entre Macri y Cristina, en lo que parece un dibujo poco serio.
En este panorama no parece extraño que algunos de los sus aliados estén pensando en reemplazar al actual presidente por la ex hada buena, que hoy está más emparentada con Cruela de Vil, a pesar de la protección que le brindan los medios, blindaje que también se extiende al represor de la Capital, Horacio Rodríguez Larreta,
Hablando de las corporaciones mediáticas es bastante notorio que los medios concentrados oficialistas están perdiendo audiencia de manera acelerada, se puede comprobar con las estadísticas de venta del diario La Nación y el rating de Canal 13 y el canal de noticias color de rosa TN, muchos seguidores tal vez se hayan cansado de que los inciten a militar el ajuste comiendo tierra, viviendo en 30 metros cuadrados o dándoles a sus hijos juguetes alquilados que hay que devolver ante el llanto de los niños.
Están débiles y eso los hace más peligrosos, así como destruyeron el Poder Judicial están dispuestos a todo para seguir en el gobierno saqueando el país, por eso es que se han vuelto más represivos, Larreta ordena una represión por semana, han incrementado el espionaje a opositores e incluso a gente que no lo es, como Fantino y Manguel, y por supuesto están preparando un inmenso fraude.
Algunos podrán pensar que es una exageración pero el copamiento a la justicia electoral, la contratación de una empresa venezolana denunciada en varios países, los intentos de imponer formas de votación de muy difícil control como es el voto electrónico con máquinas que ya sirvieron para hacer fraude en distintas elecciones en el mundo, sumado a lo que ya se conoce de aportantes truchos y dinero de oscura procedencia, todo absolutamente todo apunta a que la oligarquía no está dispuesta a dejar el poder mansamente, de otra parte, la historia nacional tiene múltiples ejemplos que al poder económico no lo frena ninguna legislación ni Constitución a la hora de hacer valer sus intereses.
Como «el ladrón piensa que todos son de su condición», Cambiemos está convencido que le serán aplicados los mismos métodos que ellos utilizaron para perseguir a la oposición y se ven encarcelados, por eso mismo es que se ha visto una epidemia de declarantes que «si gana Cristina se irán del país» no pudiendo esconder el pánico que les produce el regreso de un gobierno popular.
También hay que tener bien presente que este también es un gobierno radical, partido asociado a las peores masacres en épocas democráticas, como la Semana Trágica, La Patagonia Rebelde y la represión en diciembre de 2001.
Hay que estar alertas y movilizados, el adversario aún débil mantiene un inmenso poder de daño, cualquier subestimación puede ser fatal.
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