Este año, nuevamente Chapelco y específicamente la Comunidad Curruhuinca en San Martín de los Andes en el paraje Payla Menuko, fue noticia debido a los intentos de desalojo de sus habitantes de sus tierras y por acciones ilegales de inteligencia llevados en contra de sus dirigentes por parte de la policía de Neuquén. Sin embargo, […]
Este año, nuevamente Chapelco y específicamente la Comunidad Curruhuinca en San Martín de los Andes en el paraje Payla Menuko, fue noticia debido a los intentos de desalojo de sus habitantes de sus tierras y por acciones ilegales de inteligencia llevados en contra de sus dirigentes por parte de la policía de Neuquén. Sin embargo, la Comunidad ha debido enfrentar por larga data diversos conflictos territoriales y ambientales, entre ellos los del complejo turístico del Cerro Chapelco cuyos problemas aún no están resueltos del todo.
El complejo turístico cerro Chapelco que mantiene conflictos ambiéntales y territoriales con las comunidades, se sitúa a unos 20 kilómetros de la ciudad de San Martín de los Andes y a más de 400 kilómetros de Neuquen capital, siendo uno de los más grandes de Argentina. El complejo cubre una superficie de 140 hectáreas con una capacidad de transporte de once mil personas por hora.
El Complejo mantiene modernas infraestructura y su principal actividad es el deporte de ski, donde asisten anualmente miles de turistas de diversas partes del mundo, principalmente en la época de invierno. Los complejos turísticos, junto con las canchas de este deporte invernal, mantienen hoteles de lujo, cabañas equipadas, góndolas, entra mucha otra infraestructura. El centro y sus pistas se encuentran entre los 1250 y 1970 metros sobre el nivel del mar.
El complejo y sus circuitos hacia el Cerro se realiza bordeando el lago Lácar por la Ruta Nacional 234. Luego de 15 kilómetros y tomando la Ruta Provincial 19, se accede, después de recorrer 5 kilómetros, a la base del Cerro Chapelco.
Para la comunidad, el cerro chapelco históricamente ha formado parte integral de la vida, cultura, cosmovisión y productividad de las familias mapuche. De hecho, gran parte del Cerro Chapelco donde actualmente se ubican complejos turísticos, ha servido a las familias para la utilización de veranadas.
Las primeras infraestructuras impuestas en el lugar, datan del año 1974, con las mejoras de los caminos de acceso para luego instalar inmuebles. Con los años, con la difusión y promoción turística, comenzaron las primeras secuelas de impacto ambiental que ha perjudicado directamente a la comunidad y denota en el año 1999 por las movilizaciones de la comunidad, que más adelante se explica.
Antecedentes Comunidad Mapuche Curruhuinca
Los primeros documentos que reconocen sus terrenos a la comunidad Curruhuinca, datan del año 1882, oportunidad en que el Estado argentino otorgó titulación al lonko Bartolomé Curruhuinca. Originalmente la comunidad mantenía una superficie de unas 30.000 a 35.000 hectáreas, incluidos los terrenos donde actualmente se fundó la ciudad de San Martín de los Andes.
Actualmente la comunidad tiene 10.540 hectáreas de superficie, con titulo de propiedad, las que se dividen en 4 parajes.
Históricamente, los longko de la comunidad siempre han reclamado la tenencia legal de sus terrenos, pero recién al año 1994, el gobierno argentino reconoce los actuales terrenos a través de títulos de dominios, hecho que se gestó producto de la insistencia de la comunidad y de los conflictos de propiedad que habían a la fecha.
Para el longko de la comunidad, Carlos Curruhuinca, la titulación otorgada por el Estado argentino no estuvo exenta de conflictos y tensiones. Recuerda el longko que entre los años 1985 y 1986, mientras la comunidad reclamaba la tenencia legal de sus tierras frente al gobierno provincial y Nacional, el servicio público parques nacionales decide vender superficies que estaban en los terrenos de la comunidad, donde actualmente funcionan las cabañas paihuén (actualmente se ubican 33 cabañas de lujo en 4 hás. De superficie). La comunidad decide en la época movilizarse y paralizar los inicios de esas obras lo que conllevó finalmente, al año 1994, que el Estado otorgara los títulos, pero ya con las 4 hás menos.
El longko señala que en la comunidad hay una población de unas 1.000 personas en el espacio territorial, donde la mayoría de la superficie se ubica dentro de la jurisdicción de parques nacionales. Si bien existe reconocimiento legal a la superficie total de la comunidad, gran parte de esta está instalada al interior de los terrenos protegidos que el Estado argentino asume como Parque Nacional Lanin que representaría un 80 % de la superficie de la comunidad.
Carlos Curruhuinca explica que en la comunidad se cruzan cuatro tipos de jurisdicciones y normas. Una de ella es el az mogen, que son las normas tradicionales que regulan la relación entre los mapuche y la naturaleza; Otra es la jurisdicción de parques nacionales que aplica también sus normas; otra es la de la jurisdicción Municipal de San Martín de los Andes; y por último la jurisdicción del gobierno provincial, hecho que para el longko, la aplicación e imposición de normas afuerinas, una distinta de la otra, explica «Es una aberración que perjudica notablemente la convivencia de la comunidad Mapuche, ya que una misma comunidad, histórica, tradicional, se tiene que dirigir en temas comunes, pero con diferentes ámbitos», señala.
La comunidad presenta actualmente importantes expectativas económicas, basada principalmente en el turismo y la crianza de ganado.
Historia de Conflictos territoriales y ambientales en Chapelco
3 comunidades (comunidad Curruhuinca, Vera y Treuco) que han sido afectados por el complejo turístico en el cerro Chapelco en los lotes 16 y 17, inician en el año 1999 una vez otorgada a particulares la ampliación de la concesión del cerro una serie de denuncias y movilizaciones.
A modo de comentario, a la comunidad Atreuco le habían otorgado hace 30 años derechos sobre los lote 16 y 17 en el cerro chapelco. Pero cuando el gobierno provincial decide ampliar la concesión a particulares, se olvida que los terrenos ya habían sido otorgados a la comunidad Mapuche, hecho que para el longko Curruhuinca fue una acción absolutamente arbitraria, gatillando un grave conflicto.
En mayo y junio del año 1999, las comunidades viajan a Neuquen capital a la gobernación provincial con una misiva para dar cuenta de la decisión arbitraria sobre la concesión y de los impactos ambientales que enfrentan las comunidades. El gobernador de la época, Felipe Sapag, no recibió ni atendió las demandas mapuche y desde ese momento comenzaron las movilizaciones, con cortes de ruta y nombraron dos werkén (mensajeros) para que sean intermediarios ante el Municipio de San Martín de los Andes, con la finalidad que este intervenga ante el gobierno provincial.
Las presiones de la comunidad logró finalmente algunos resultados, como fue la posterior entrevista con el Gobernador en Neuquen, oportunidad que acompañaron una serie de documentos, puntos que hasta la fecha no han tenido solución definitiva. La única acogida a los puntos planteados por las comunidades fue de buscar alternativas de solución a los problemas ambientales que afecta a las comunidades, sin embargo aún no se resuelven integralmente.
Para las comunidades el Complejo Turístico Chapelco, provoca la contaminación del agua en el territorio de las Comunidades Mapuche. La contaminación que, según las comunidades han indicado, se ha hecho evidente en distintas temporadas por lo que se ha exigido en diversas ocasiones la clausura del complejo.
Actualmente, la concesión del cerro Chapelco recae en el empresario. Copozzolo, a quienes las comunidades han denunciado por no cumplir con las pautas contractuales ,ni ambientales mínimas. Para ellas, sus intereses están amparadas por el poder político local y provincial, ambos responsables de lo que sucede. Se ha denunciado también que grandes son las perdidas ambientales y económicas.
A los conflictos con comunidades Mapuche, en marzo y abril de 2002, se agregó el conflicto con los trabajadores de la empresa. La temporada fue precedida de un intenso conflicto con el personal del complejo turístico, en línea con intentos de la concesionaria de reducir salarios mediante un plan de contingencia, que no prosperó finalmente en el ministerio de Trabajo argentino.
Una de las situaciones de mayor tensión con las comunidades, se provocó en agosto del año 2002, al no haber soluciones a las demandas de las comunidades, integrantes de la Comunidad Mapuche Curruhuinca nuevamente cortaron los accesos al centro invernal Chapelco – en protesta por la contaminación de arroyos y otros cursos de agua por los afluentes provenientes de los baños de las instalaciones del complejo de esquí. La comunidad mantuvo cortado el acceso central al Cerro – ruta nacional 234 y ruta provincial 19- y también el camino que habitualmente se utiliza para regresar a San Martín de los Andes en el paraje «Puente Blanco» que se ubica en la comunidad.
En esa misma semana de este corte de ruta, la comunidad había realizado nuevos estudios en el cerro para determinar si había contaminación por derrame de afluentes, quedando demostrado que los líquidos cloacales continuaban contaminando la tierra y los arroyos y napas de la zona.
Los reclamos de la comunidad ya habían sido planteados a principios de esa temporada invernal ante la justicia que ordenó la integración de una comisión de seguimiento integrada por técnicos ambientales y un representante de la comunidad mapuche.
Los problemas fueron detectados en los baños que funcionan en la base del complejo de esquí y en el refugio «Antu Lauquén» en la base intermedia que es el más utilizado por miles de esquiadores en la temporada de invierno. «Se le pidió a la justicia que tome medidas firmes y esta claro que cuando la justicia no actúa lo hace la gente en defensa de su tierra y de la naturaleza», señalaban los representantes de la comunidad.
Paralelo a los corte de ruta, el 28 de agosto del 2002, a través de un Amparo Ambiental, que había sido presentado por las comunidades en conjunto con la Coordinadora de Organizaciones Mapuche de Neuquén, lograron la clausura preventiva del Complejo Turístico Chapelco.
Las Comunidades Mapuche, en la acción legal denunciaron la contaminación del agua, como consecuencia del vertido de líquidos cloacales sin tratamiento en los arroyos del cerro. El Complejo Turístico que la provincia dio en concesión a Nieves del Chapelco S.A., (del empresario Cappozolo), había sido clausurado. La contaminación del agua de los arroyos con el vertido de líquidos cloacales, proveniente desde la cuenca de Quitrahue en el cerro, que realiza la empresa, fue uno de los argumentos del Amparo Ambiental que presentó la Confederación Mapuche Neuquina y las comunidades.
La Jueza Civil de Junin de los Andes que llevó la causa, Dra. Norma Galván; notificó a las partes sobre la decisión de clausurar el Complejo turístico debido a la contaminación que provoca, en medio de una de las mejores temporadas de afluencia turística, quedando miles de turistas sin poder acceder.
Las comunidades mapuche habían relatado casos de infecciones intestinales en chicos y en adultos, y otras enfermedades cuyo origen atribuyeron al vertido de efluentes cloacales, denuncias que nunca fueron atendidas por las autoridades. Así lo han afirmado Aníbal Treuquil, encargado de la educación mapuche en el paraje Payla Menuko y werkén de la comunidad, junto a Clara González y Marta Colipán, integrantes del paraje y apoderados de la Escuela, quienes han manifestado que los alumnos de esa Escuela fueron las principales víctimas y que gracias a la radio local (FM Pocahullo) se logró visibilizar y sensibilizar comunicacionalmente estos problemas que hasta hace algunos años la ciudadanía y el turismo en Chapelco desconocían.
Esta situación, fue presentada incluso, a la misión especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que realizó la visita a Argentina en el mismo mes (agosto 2002), oportunidad en que se dio cuenta de una serie de problemas que afectan a varias comunidades Mapuche de la provincia de Neuquen, entre ellas el conflicto Chapelco y el de loma de la lata a causa de las petroleras.
Posterior a esto, a principios de enero del año 2003, miembros de la comunidad mapuche Curruhuinca bloquearon momentáneamente la ruta provincial 19, a la altura del paraje Puente Blanco, con el objetivo de explicarle a los turistas que descendían del cerro Chapelco la problemática que los afecta y que está relacionada con el reclamo territorial que efectúan ante el gobierno provincial.
Otro hecho que se agregaba a los conflictos relacionados con el Cerro Chapelco, eran los reclamos de la comunidad Vera, también del sector, que había iniciado ocupaciones de las tierras situadas en el Lote 69B, demanda que se agrega a la de la propia comunidad Curruhuinca, que también reclama una fracción de tierra del Lote 69B, lo mismo que en el 69A donde está ubicada la base del centro de esquí. Por su parte los Vera piden la restitución de 354 hectáreas en el Lote 69b, y la mensura y reconocimiento de 200 hectáreas en el Lote 69A. Conflictos territoriales, que se suman al anterior descrito, en relación a la comunidad Atreuco que solicita la tenencia definitiva de los terrenos situados en el Lote 17 aledaño al cerro Chapelco, y que les fuera otorgado por un decreto ley firmado por el entonces gobernador Felipe Sapag hace 30 años y que en el año 1999 lo desconoció. El actual gobernador provincial, Jorge Sobich, tampoco ha dado solución a estos problemas, para más, el 18 de enero de dicho año, el propio gobernador Sobisch se negó a recibir a las comunidades argumentando que el entredicho estaba en manos de la justicia, lo que derivó en fuertes refriegas con la intervención de la Policía.
El 04 de febrero del año 2003, el gobierno neuquino y las comunidades mapuche dieron un nuevo paso para desactivar estos conflictos territoriales, interviniendo el ministro Jefe de Gabinete, Jorge Brillo.
Jorge Brillo y las comunidades Curruhuinca, Vera y Atreuco, mantuvieron reuniones, con la promesa de que en 45 días se firmará el acta de escrituración de las tierras que la comunidad Vera reclama al pie del cerro Chapelco, mientras se avanzaría en las mensuras de la fracción remanente que llega más allá de la base del complejo de esquí.
También los Curruhuinca exigen la regularización de una franja que reivindican en el mismo lote.
Las reuniones se efectuaron en el lote 69B, que la comunidad ocupó en un gesto reivindicativo que llamó «recuperación de territorios». Hasta allí -a 5 kilómetros del casco céntrico- se trasladó Brillo, para dialogar con los longkos y werkén.
Las partes firmaron un acta en la que el gobierno se compromete a escriturar en 45 días las 354 hectáreas del lote 69B, que incluyen 170 de coníferas plantadas por la provincia años atrás.
En la futura escrituración, los Vera aceptaron incorporar una cláusula en la que se deje sentado el destino y uso de caminos a propiedades lindantes y a la llamada Tercera Reserva Fiscal, asunto que trababa la titularización del lote.
Otro dato saliente es el compromiso por concluir con las mensuras del lote 69A, acaso el más importante por incluir la mismísima base de Chapelco.
La provincia y las comunidades Curruhuinca y Atreuco acordaron el diseño de propuestas sobre la escrituración de tierras que afectan a Chapelco y el destino de la ruta 19 de ascenso al complejo de esquí, que cae sobre las propiedades revindicadas.
El propio Ministro se trasladó al paraje Puente Blanco, donde mantuvo un encuentro con las comunidades Vera y Curruhuinca y representantes de la Confederación Mapuche, en similares términos.
Allí se convino avanzar en planes de viviendas pendientes, la traza y apertura de un camino al lote 17 de la comunidad Atreuco -en la pared sur de Chapelco-, la mensura de ese mismo predio, la titularización de una franja de 600 metros que abarca un sector de los lotes 69B y 69A, y el futuro de la vital ruta 19.
Asimismo, se decidió regularizar la provisión de agua a las comunidades y mejorar el camino de acceso a un vivero de la comunidad. Todos los puntos acordados se discutirían en un nuevo proceso tendiente a la solución de estos conflictos. En la misma acta se dejó sentada la preocupación de las comunidades por recientes episodios de «presión política» hacia las comunidades, que adjudicaron los afectados a «punteros» del partido gobernante.
La temporada invernal del año 2004 (junio-julio), arrancó sin graves conflictos. Sin embargo, a la fecha, en el año 2005, aún quedan pendientes reclamos territoriales sobre parte de los lotes que caen en Chapelco. Además, a pesar que algunos integrantes de la comunidad forman parte de los monitoreos ambientales y que se encuentran instaladas plantas de tratamientos, aún los problemas ambientales no se han resuelto del todo y los peligros para los niños y niñas de la Escuela en Payla Menuko, principalmente, siguen latentes.