¿Matar a Assange? ¿cerrar la web de Wikileaks? ¿instaurar la censura informativa? Nada de eso es necesario en nuestra civilizada sociedad. Hagámonos una simple pregunta: ¿cuál ha sido la reacción popular ante las revelaciones de Wikileaks? ¡Ninguna! Y no estoy hablando de conversaciones de bar más o menos airadas, o furibundos intercambios de mails diciendo […]
¿Matar a Assange? ¿cerrar la web de Wikileaks? ¿instaurar la censura informativa? Nada de eso es necesario en nuestra civilizada sociedad. Hagámonos una simple pregunta: ¿cuál ha sido la reacción popular ante las revelaciones de Wikileaks? ¡Ninguna! Y no estoy hablando de conversaciones de bar más o menos airadas, o furibundos intercambios de mails diciendo que nuestros políticos son todos unos criminales. Hablo de la calle, de poner en aprietos al poder. No hay nada de eso, y pronto ellos se darán cuenta.
Me sigue sorprendiendo la reacción visceral del gobierno yanqui. ¿Es que no tienen ya una larga experiencia de revelaciones, por otros medios, que muestran su verdadero rostro inmoral y genocida? ¿No ha habido un montón de estudios, artículos, documentales y películas sobre, por ejemplo, la guerra de Irak que así nos lo dicen? ¿cómo han reaccionado ante eso? Pues con indiferencia, poniendo cara de póker o reconociendo que ha habido «errores» y quedándose tan anchos.
Apuesto a que lo mismo pasará con Wikileaks. Ahora la cosa está en su punto álgido, parece que los gobiernos están en apuros y políticos embrutecidos llaman a matar a Assange. Pero ya se está llamando a la calma.
Si yo fuera el primero en decirlo aún podría sentirme mal por dar ideas, así que tras una sencilla búsqueda he comprobado, como esperaba, que no es así. Aznar hace poco calificó las revelaciones de «cotilleos», Duran sugirió que fueran ignoradas, y en general creo que esta será la pauta que seguirán los acontecimientos: un ninguneo gradual y progresivo de Wikileaks, hasta quedar en el olvido salvo para una pequeña minoría que desee seguir conectada la realidad.
Hay que agradecer a Julian Assange su esfuerzo, por arriesgar su vida para sacar a la luz la realidad que se esconde tras los parlamentos, los discursos y las sonrisas. Deso que la cosa siga, que Wikileaks encuentre la forma de no decaer, de multiplicarse y descentralizarse, de volverse aún más anónimo, invisible y vaporoso.
Pero por desgracia me parece que de momento Wikileaks no pasa de ser un divertimento más de la gente acomodada de los países ricos. En los países empobrecidos (por nosotros) no hacen falta estas filtraciones para saber cómo es la chusma que los gobierna. Ellos sí salen a la calle y a veces consiguen cosas, porque tienen poco que perder.
Tal vez dentro de unos años o unas décadas, cuando nos hayan jodido bastante más que ahora, empecemos a tomar en serio lo que Wikileaks y muchos otros sitios nos enseñan, y dejemos la actitud bobalicona de ‘alguien tiene que hacer algo pero no seré yo’ y empecemos a representar una amenaza para el poder. De momento, veo lo que se va filtrando y no puedo evitar pensar, ¿a quién le importa?
http://www.kaosenlared.net/noticia/como-acabar-algo-como-wikileaks-sociedad-como-esta