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Como educa Davos

Fuentes: Página/12

La concepción político-pedagógica del gobierno de Mauricio Macri salta a la vista. El perro en el sillón de Rivadavia no es una broma sino una enseñanza del valor que le otorga a la investidura presidencial y por ende al Estado; la sustitución de los retratos de Evita, Rosas y el Gaucho Rivero por animales no […]

La concepción político-pedagógica del gobierno de Mauricio Macri salta a la vista. El perro en el sillón de Rivadavia no es una broma sino una enseñanza del valor que le otorga a la investidura presidencial y por ende al Estado; la sustitución de los retratos de Evita, Rosas y el Gaucho Rivero por animales no es una mala lección de zoología sino de política. El DNU del 10/12/15 es la nueva Ley de Ministerios que restablece la Ley Federal de Educación y toda la política educativa menemista. Ante la oposición de los gremios docentes, el 20/1/16 se publicó en el Boletín Oficial una versión corregida, que registra ahora sí a la vigente Ley de Educación Nacional de 2006.

El gobierno dijo que en el primer DNU había cometido un error. Un lapsus, digamos, que mostró su verdadero marco de principios, ratificado de inmediato por la reunión de Macri en Davos con Sunny Varkey, fundador de Gems Education Management Systems (GEMS), una de las redes más importantes del mundo que ofrece servicios a instituciones educativas. Macri y Varkey acordaron que GEMS ingrese a la Argentina para entrenar a los docentes e instalar la poderosa red de escuelas privadas que se extiende a 70 países impartiendo educación preescolar, primaria y secundaria. Obsérvese que GEMS trabaja con el sector público y privado. La empresa se presenta con valores «altruistas y filantrópicos», lo que puede traducirse en una ideología de la beneficencia que aporta enormes réditos económicos y permite evadir impuestos en muchos países. Pero el ingreso de GEMS al país solo confirma que los acuerdos de universidades (públicas y también privadas) con entidades financieras, que hemos informado en varias oportunidades, eran solamente el bastión de proa de la mercantilización del conjunto del sistema de educación pública argentino.

El Banco Santander, a través de varios programas, tiene acuerdos con cerca de dos mil universidades latinoamericanas, entre las cuales se cuentan varias públicas a las cuales vende o gestiona sus campus informáticos, aulas digitalizadas, asesoría legal, formación de docentes, administración de las cuentas sueldo de grandes universidades como la UBA, llegando a proporcionar las credenciales de ingreso a los campus. Nadie puede creer que se trata solamente de una altruista ayuda de éste y otros gigantes financieros (HSBC, Banco Francés, Citibank) que canjean su ingreso a las instituciones públicas por puñado de becas para pobres meritorios. La educación fue descubierta como un mercado, con garantía de reproducción infinita de la clientela y un gran competidor que se llama Estado.

En ello radica la intención que mostró hace unas semanas el gobierno de Macri de achicar la inversión en educación del 6 al 3 por ciento del PBI, lo cual significa avasallar la Ley de Financiamiento Educativo. Ahora Macri va directo al grano, por lo cual es de esperarse que la apertura del mercado a la educación pública obligatoria avance tan rápido como las medidas draculianas que ha tomado en un mes. ¿Modificará con un DNU la educación común, obligatoria, gratuita y democrática que, salvo dictaduras, organizó al sistema de educación pública a partir de la Ley 1420 y ratificaron sus reformas y en particular el Art. 75, inc 19 de la Constitución de 1984? ¿Derogará las leyes más ampliamente consultadas de la historia educacional argentina, la Ley de Educación Nacional (26206/06), la de Financiamiento Educativo (26975/05) y la Ley de Responsabilidad Efectiva del Estado en la Educación Superior, que modifica la Ley de Educación Superior menemista? La responsabilidad de defenderlas por parte de los legisladores del Frente para la Victoria es enorme. Y el radicalismo y el socialismo socios de Cambiemos ¿votarán a favor de la libertad de mercado en educación, para convertir a las escuelas públicas en envases vacíos penetrados por empresas contratadas, que avancen hacia la precarización laboral de los docentes, que construyan una pirámide de educadores y educandos sacando a paladas la «grasa que le sobra» al sistema educativo? Al Gobierno no le tiembla la mano. Pero el rally que corre tiene barreras que se han mostrados infranqueables en muchos momentos de la historia: los docentes, la población mayoritaria que manda a sus hijos a las escuelas públicas y esa conciencia nacional que no resurge porque mecánicamente la historia se repita, sino porque germina al calor de la leña que atizan los poderosos.

Adriana Puiggrós. Ex diputada. Presidente de la Asamblea Nacional del Frente Grande.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-291062-2016-01-25.html