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Cómo EEUU financia órganos de prensa de todo mundo para comprar influencia mediática

Fuentes: In These Times

Las campañas de propaganda a nivel nacional como el fiasco de los «Expertos del Pentágono» han sido puestas al descubierto y desacreditadas. Los representantes de los principales medios de comunicación contrataron a oficiales de alta graduación de las fuerzas armadas para que realizaran «análisis» sobre la guerra en Iraq. Resulta que estos tenían vínculos con […]

Las campañas de propaganda a nivel nacional como el fiasco de los «Expertos del Pentágono» han sido puestas al descubierto y desacreditadas. Los representantes de los principales medios de comunicación contrataron a oficiales de alta graduación de las fuerzas armadas para que realizaran «análisis» sobre la guerra en Iraq. Resulta que estos tenían vínculos con contratistas militares con gran interés en que la guerra continuara.

Sin que haya llamado la atención de mucha gente, se cocina otro escándalo periodístico: el gobierno estadounidense financia en secreto a medios de prensa y periodistas extranjeros. Organismos gubernamentales incluido el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación Nacional para la Democracia (NED por sus siglas en inglés), los Junta de Gobernadores para la Radiodifusión BBG y el Instituto estadounidense para la Paz (USIP) apoyan el «desarrollo de los medios de comunicación» en más de 70 países.

In These Times ha descubierto que estos programas incluyen el financiamiento a cientos de organizaciones no gubernamentales (ONGs), periodistas, políticos, asociaciones del periodista, medios de comunicación, institutos de capacitación y facultades de periodismo en el exterior. Las concesiones pueden ir desde unos pocos miles hasta millones de dólares.

«En pocas palabras, estamos enseñando la mecánica, la forma de hacer periodismo, ya sea impreso, en televisión o en la radio», afirmó el portavoz de la USAID Paul Koscak. «Cómo hacer una historia, cómo escribir con equilibrio… todas esas cosas que usted esperaría en un trabajo profesional que se ha de publicar»

No obstante, algunas personas, sobre todo fuera de Estados Unidos, ven las cosas de forma muy diferente.

«Nosotros creemos que lo verdaderamente importante aquí son los objetivos de la política exterior que están detrás de estos programa para el desarrollo de los medios», afirma un diplomático venezolano de alto nivel que solicitó no ser identificado. «Cuando el objetivo es lograr un cambio de régimen, estos programas han demostrado ser instrumentos para la desestabilización de gobiernos electos democráticamente a que los Estados Unidos no apoyan».

También se expresó de manera crítica Isabel MacDonald, directora de comunicaciones de la Fairness and Accuracy in Reporting, FAIR, (organización para la justeza y la veracidad en la información) un organismo sin fines de lucro con sede en Nueva York que estudia a los medios de comunicación. «Éste es un sistema que, a pesar de su pretendida adhesión a normas de objetividad, a menudo ha trabajado contra la verdadera democracia», afirma «al reprimir a las opiniones que se le oponen y al contribuir a que el gobierno de los Estados Unidos disemine información que sirva a sus objetivos en cuanto a política exterior.

Muéstreme la agencia

Es difícil medir las dimensiones y el alcance del desarrollo de los medios de comunicación independiente porque existen programas similares con nombres diferente. Algunas agencias consideran que el «desarrollo de los medios de comunicación» es un concepto independiente, mientras otras agencias lo enmarcan dentro del campo de la «diplomacia pública» u «operaciones psicológicas». Eso hace difícil determinar cuánto dinero entra a través de estos programas.

En el mes de diciembre de 2007, el Centro para la Asistencia a la Prensa Internacional (CIMA por sus siglas en inglés) una oficina financiada por el Departamento de Estado dentro de la NED informó que en 2006 la USAID distribuyó casi 53 millones de dólares para actividades de desarrollo de los medios de comunicación en el exterior. Según el estudio de CIMA el Departamento de Estado gastó una cantidad aproximada de 5 millones de dólares en programas de este tipo. El presupuesto de la NED para los proyectos relacionados con los medios de comunicación fue de 11 millones de dólares adicionales. Además el pequeño Instituto Estadounidense para la Paz con sede en Washington, D.C. puede haber contribuido con 1,4 millones de dólares o más, según el informe que no examinó los fondos que el Departamento de Defensa o la CIA destinan a los medios de comunicación.

El gobierno de Estados Unidos es por mucho el mayor proveedor de financiamiento al desarrollo de los medios de comunicación en el mundo, al otorgar más de 82 millones de dólares en 2006, sin contar el dinero proveniente del Pentágono, la CIA o las embajadas de EE.UU. en los países receptores. Para complicar más las cosas, muchas ONGs y periodistas extranjeros reciben financiamiento para el desarrollo de los medios de comunicación de más de una fuente gubernamental de Estados Unidos. Algunos reciben fondos de varios subcontratistas estadounidenses y «organizaciones internacionales independientes sin fines de lucro», mientras que otros reciben el dinero directamente de la embajada estadounidense en su país.

Tres periodistas extranjeros que reciben fondos para el desarrollo de los medios proveniente de Estados Unidos dijeron a In These Times que tales regalos no afectan su comportamiento ni alteran su perspectiva a la hora de informar. Además, ellos niegan que se autocensuren. Sin embargo, ninguno permitió que se les citara como autores de tales declaraciones.

Gustavo Guzmán, otrora periodista y actualmente embajador boliviano en Estados Unidos, afirma, » Un periodista que reciba semejantes regalos ya no es periodista, se ha convertido en un mercenario.»

Una historia retorcida

El financiamiento a los medios de comunicación extranjeros por parte del gobierno estadounidense tiene una larga historia. A mediados del decenio de los setenta, en el periodo que siguió al escándalo del Watergate, dos investigaciones del Congreso, los Comités Church y Pike, llamados así por los nombres de quienes los dirigieron: el Senador, Frank Church (Demócrata de Idaho) y el Representante. Otis Pike (Demócrata por Nueva York) hurgaron en las actividades encubiertas llevadas a cabo por el gobierno de EE.UU. en otros países. Ellos confirmaron que, aparte de los periodistas financiados por la CIA (tanto extranjeros y como estadounidenses), el gobierno de Estados Unidos también subvencionó medios extranjeros de prensa escrita, radial y televisiva, algo que los soviéticos también hacían. Por ejemplo, en 1967 se reveló que Encouenter, una revista literaria anticomunista que se publicó en Inglaterra entre1953 y 1990, era una operación de la CIA., y como es el caso en la actualidad, organizaciones cuyos nombres parecen benignos, como el Congreso para la Libertad Cultural, también han sido una pantalla de la Agencia Central de Inteligencia.

Las investigaciones del Congreso descubrieron que el financiamiento clandestino a la prensa extranjera desempeñó un papel decisivo en el exterior, pero en ningún otro lugar se evidenció más que en Chile a principio de los setenta.

«La Gran operación de propaganda de la CIA, a través del periódico de oposición El Mercurio, probablemente tuvo la contribución más directa al sangriento derrocamiento del gobierno de Allende y la democracia de Chile,» afirma Peter Kornbluh, uno de los principales analistas del Archivo de Seguridad Nacional, un instituto de la investigación no gubernamental independiente.

In These Times preguntó a la agencia si todavía financiaba a periodistas extranjeros. El portavoz de CIA Paul Gimigliano respondió,»La CIA, como es natural, ni niega ni confirma públicamente este tipo de afirmaciones».

¿Enemigos del Departamento de Estado?

El 19 de agosto de 2002, la Embajada de Estados Unidos en Caracas, Venezuela, envió un cable a Washington que decía:

«Esperamos que la participación del Sr. Lacayo como Beneficiario clase IV sea reflejada directamente en su informes sobre temas políticos e internacionales. A medida que ascienda en su carrera profesional, nuestros mejorados vínculos con él significarían que tendríamos a un amigo potencialmente importante en posiciones de influencia editorial». [Nota del editor: Se ha cambiado el nombre del Sr. Lacayo para proteger su identidad.] El Departamento de Estado había escogido al periodista venezolano para que visitara EE.UU. según lo que se conoce como una Concesión IV un programa de intercambio cultural que comenzó en 1961. El año pasado, el departamento trajo a unos 467 periodistas a los Estados Unidos a un costo de aproximadamente 10 millones de dólares, según un funcionario del Departamento de Estado quien solicitó el anonimato.

MacDonald de FAIR afirma que las «visitas sirven para construir lazos entre los periodistas extranjeros de visita en EEUU e instituciones que… no cuestionan en lo absoluto la política exterior estadounidense y los intereses empresariales a los que esta sirve».

El Departamento de Estado financia el desarrollo de los medios de comunicación a través de algunas de sus dependencias, incluido la Oficina para Asuntos Educativos y Culturales, el Buró de Inteligencia e Investigación (INR por sus siglas en inglés), y la Oficina para los asuntos de Democracia, los Derechos Humanos, y el Trabajo (DRL), así como a través de sus oficinas regionales y embajadas por todo el mundo. También financia a periodistas extranjeros a través de otra sección denominada la Oficina para la Diplomacia Pública y Asuntos Públicos. Lo que es más importante, el Departamento de Estado comúnmente decide donde deben invertir sus fondos para el desarrollo de los medios de comunicación, otras agencias como la USAID y la NED,

(El Departamento de Estado no respondió a las solicitudes de información por parte de In These Times sobre su presupuesto destinado a los programas para el desarrollo, pero de acuerdo con un estudio de 2007de CIMA en 2006, el DRL, recibió casi 12 millones de dólares solamente para el desarrollo de los medios de comunicación).

El caso de Bolivia es un ejemplo revelador de un país en que los Estados Unidos han estado financiando el desarrollo de los medios de comunicación. De acuerdo con es sitio Web del DRL en 2006 la oficina patrocinó 15 talleres en Bolivia sobre libertad de prensa y de expresión. «Los periodistas y los estudiantes de periodismo del país debatieron sobre ética profesional, buenas prácticas de reportaje y acerca del papel de los medios de comunicación en una democracia,» afirma el sitio. «Estos programas se enviaron a 200 estaciones de la radio en áreas remotas a lo largo ancho del país.»

En 2006, Bolivia eligió a Evo Morales, su primer presidente indígena, cuya ascensión al poder, han intentado obstaculizar de manera reiterada tanto el gobierno estadounidense como los principales medios de prensa. Morales y sus partidarios alegan que el gobierno estadounidense brinda apoyo al movimiento separatista de los estados del este de Bolivia, los cuales que poseen grandes reservas de gas, y también alegan que parte de ese apoyo implica reuniones para el desarrollo de los medios, según afirma el periodista y antiguo portavoz presidencial Alex Contreras. Koscak de la USAID niega las acusaciones.

Ésta es la BBG

La Junta de Gobernadores para la Radiodifusión (BBG), es muy conocida como el principal proveedor de financiamiento de la Voice of América (Voz de los Estados Unidos). Según su sitio Web, BBG es» responsable de todas las transmisiones internacionales, de carácter no militar, del gobierno de los Estados Unidos o patrocinadas por este» que llevan «noticias e información a personas de todo el mundo en 60 idiomas.»

En 1999, la BBG se convirtió en una agencia federal independiente. Para 2006 recibió un presupuesto de 650 millones, según los cálculos de CIMA, con aproximadamente 1.5 millones de dólares destinados al desarrollo de los medios de comunicación y para capacitar a periodistas en Argentina, Bolivia, Kenya, Mozambique, Nigeria y Pakistán.

Además de la Voz de los Estados Unidos, BBG también administra otras estaciones de radio y de Televisión. Alhurra, con sede en Springfield, Virginia, «es una estación de televisión por satélite que transmite en idioma árabe para el Medio Oriente, que no transmite comerciales, y se dedica principalmente a ofrecer noticias e información», según su sitio Web. Alhurra que en árabe significa «la libre» ha sido descrita por el Washington Post, como «el esfuerzo más grande y costoso del gobierno de los Estados Unidos para lograr cambiar la opinión pública internacional a través de las ondas hertziana desde la creación de la Voz de Estados Unidos en 1942.»

La BBG también financia a Radio Sawa (para la juventud árabe, dirigida a Egipto, el Golfo, Irak, Líbano, el Levante, Marruecos y Sudán), Radio Farda (a Irán) y Radio Asia Libre (programación regional dirigida a Asia). La BBG también apoya las transmisiones hacia Cuba a través de la Radio y Televisión Martí» que sumará casi 39 millones de dólares este año según la Justificación Presupuestaria del Congreso para las Operaciones en el Exterior para el año fiscal 2008.

Relaciones Públicas para el Pentágono

El Departamento de Defensa (DOD) se negó a hablar a In These Times sobre sus programas de desarrollo de los medios de comunicación. Según un artículo escrito por Jeff Gerth publicado en el New York Times el 11 de diciembre de 2005, «el ejército opera estaciones de la radio y periódicos [en Irak y Afganistán] pero no hace públicos sus vínculos con Estados Unidos.

La tarea de desarrollar a los medios de comunicación en Irak «se le asignó al Departamento de Defensa de Estados Unidos, cuyos principales contratistas tenían poca o ninguna experiencia en el tema», afirma un informe de octubre de 2007 realizado por el Instituto Estadounidense para la Paz (USIP).

Un estudio de 2007 realizado por el Centro para Estudios de Comunicación Global de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Pennsilvania descubrió que la Corporación Internacional para la Aplicación de las Ciencias Science Applications International Corp. (SAIC), un contratista de muchos años del Departamento de Defensa, recibió un contrato inicial de 80 millones de dólares durante un año para convertir todo un sistema de medios de comunicación estatal en un servicio de noticias nacional al estilo de la BBC, en parte para neutralizar el efecto que Al Jazeera estaba teniendo en la región.

«Dirigiendo a la SAIC estaba una oficina del DOD que se especializa en operaciones de guerra psicológicos que de acuerdo a la opinión de muchos contribuyó a la percepción entre los iraquíes de que la Irak Media Network (IMN) (red de medios de comunicación de Irak) era simplemente un vocero de la Autoridad Provisional de la Coalición» el informe de USIP dice. «El desempeño de la SAIC en Irak fue considerada muy costosa, poco profesional y un fracaso en lo que se refiere al establecimiento de la objetividad e independencia del IMN». Finalmente SAIC perdido el contrato ante otra compañía, Harris Corp.

SAIC no fue el único subcontratista de medios de comunicación del Pentágono que fracasó estrepitosamente. En un artículo de Peter Eisler publicado en USA Today con fecha 30 de abril, se reveló que el sitio Web de noticias iraquí

Mawtani.com era financiado por el Pentágono.

USAID: «Del pueblo de Estados Unidos’

El Presidente John F. Kennedy creó la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) en noviembre 1961 para brindar ayuda humanitaria y contribuir al desarrollo económico a nivel mundial. No obstante, mientras la USAID se enorgullece de fomentar la transparencia en los asuntos de otras naciones, en realidad es bastante poco transparente. Esto es especialmente cierto en el caso de sus programas para el desarrollo de los medios de comunicación.

«En varios países, incluidas Venezuela y Bolivia, la USAID actúa más como una agencia que participa en acciones encubiertas, como la CIA que en la manera en que lo haría una agencia de ayuda al desarrollo», afirma Mark Weisbrot, un economista perteneciente al Centro para la Investigación Económica y Política, un comité de expertos con sede en Washington, D.C.

De hecho, aunque los investigadores han podido obtener los presupuestos generales para los programas globales de la USAID a través de la Ley para la Libertad de Información, así como los países o las regiones geográficas dónde se ha empleado el dinero, los nombres de las organizaciones extranjeras específicas que reciben este dinero siguen siendo secreto de estado, al igual que en el caso de la CIA. En los casos en que los nombres de las organizaciones receptoras se conocen y se solicita información sobre ellos, la USAID responde que es «no puede confirmar o negar la existencia de archivos» sobre ellos, utilizando el mismo lenguaje de la CIA. (Revelación: En 2006, yo presenté una demanda que no prosperó contra la USAID en un esfuerzo por identificar a qué organizaciones financia en el extranjero).

La USAID financia tres grandes operaciones para el desarrollo de medios de comunicación: la Internacional International Research & Exchanges Board (Junta para la Investigación y el Intercambio Internacional, más comúnmente conocida como IREX por sus siglas en inglés), el Internews Network y Search for Common Ground (en busca de un terreno común). Para complicar aún más las cosas, los tres también han recibido fondos del Departamento de Estado, la Iniciativa de Asociación con el Oriente Medio (MEPI por sus siglas en inglés), el Buró de Inteligencia e Investigación y la Oficina para la Democracia, los Derechos Humanos, y el Trabajo.

Según sus folletos, IREX es una organización internacional sin ánimo de lucro que» trabaja con socios locales para ayudar al progreso de la profesionalidad y el mantenimiento económico a largo plazo de periódicos, radio, televisión e Internet. La planilla de la autoridad tributaria «990» de IREX para el 2006 afirma que sus actividades relacionadas con los medios de comunicación incluyen» el apoyo con pequeños prestamos para más de 100 periodistas y organizaciones de la prensa; capacitación para centenares de periodistas y representantes de los medios» y tiene un personal de más de 400 miembros realiza programas y consultas en más de 50 países.

Internews Network, más comúnmente conocida como «Internews», sólo recibe cerca de la mitad del presupuesto que recibe IREX pero es mucho mejor conocida. Fundada en 1982, la mayor parte de sus fondos proviene de la USAID, aunque también recibe dinero de la NED y el Departamento de Estado. Internews es una de las operaciones más grandes dentro del negocio del desarrollo de los medios de comunicación independientes, al brindar financiamiento a docenas de ONGs, periodistas, asociaciones de periodistas, institutos de capacitación y facultades de periodismo académicas en docenas de países por todo el mundo.

Países como Bielorrusia, Rusia y Uzbekistán han cerrado las operaciones de Internews, pues han sido consideradas como elementos que intentan socavar la autoridad de sus gobiernos respectivos e impulsar los programas políticos de los Estados Unidos. En un discurso pronunciado en mayo de 2003 en Washington, D.C., Andrew Natsios, antiguo administrador de la USAID, describió a los contratistas privados financiados esa agencia como «un brazo del gobierno de Estados Unidos».

El otro gran receptor de ayuda de la USAID para el desarrollo de los medios de comunicación, Search for Common Ground, recibe del sector privado más dinero que del gobierno estadounidense, la mayoría del cual va a parar a la «resolución del conflictos» según el informe de CIMA.

Dos de los más importantes objetivos para la USAID en materia de desarrollo la ayuda a los medios de comunicación son Cuba e Irán. El presupuesto de la USAID para «Libertad de los Medios de Comunicación y Libertad de Información» para «la transición» en Cuba, a tenor de lo que dispone la Comisión para la Ayuda a una Cuba Libre II (CAFC II), asciende a 14 millones de dólares. Esto representa un aumento de 10.5 millones en comparación con la cantidad asignada en 2006. En el caso de Irán la USAID tiene asignados unos 25 millones de dólares para el desarrollo de los medios de comunicación para el año fiscal 2008. Es parte de un paquete de 75 millones de dólares para lo que la USAID califica como «diplomacia transformadora» en ese país.

Financiando la «democracia» al estilo de Estados Unidos

«Mucho de lo que hacemos en la actualidad se hacía de manera encubierta hace 25 años por el CIA». dijo Allen Weinstein, uno de los fundadores de la Fundacional Nacional para la Democracia, en un artículo publicado en el Washington Post en 1991.

Creada a principios de los años ochenta, la NED «se rige por una junta directiva independiente, no partidista». Su supuesto objetivo es apoyar a organizaciones prodemocráticas por todo el mundo. Sin embargo, históricamente, los objetivos de la política exterior de Washington han definido sus programas.

«Cuando se aparta la retórica de promoción de la democracia, la NED es una herramienta especializada en introducirse en la sociedad civil de otros países hasta el nivel de base» para lograr los objetivos de Estados Unidos en cuanto a política exterior», escribió el profesor William Robinson de la Universidad de California en Santa Bárbara en su libro, A Faustian Bargain. (Un pacto con el diablo) Robinson estaba en Nicaragua a fines del decenio de los ochenta y vio a la NED trabajar con la oposición nicaragüense apoyada por EEUU para sacar del poder a los izquierdistas Sandinistas durante las elecciones de 1990.

La NED también suscitó mucha atención pública en Venezuela dónde se reveló que financiaba al movimiento contra Chávez. En su libro El Código Chávez, la abogada venezolano-estadounidense Eva Golinger afirma que los receptores de ayuda de la NED (y la USAID) estaban involucrados en el intento de golpe de estado contra el Presidente venezolano Hugo Chávez, así como en las «huelgas obreras» dirigidas por la patronal que tenían como objetivo hacer colapsar la industria petrolera del país. Golinger también resalta que la NED financió a Súmate una ONG venezolana cuyo objetivo declarado es promover el libre ejercicio de los derechos políticos de los ciudadanos, y qué orquestó el fallido referéndum revocatorio contra Chávez en 2004.

Dependencia y obligación

El concepto de separación de los poderes de la prensa con relación al gobierno es un principio básico, no sólo del sistema político estadounidense, sino también está plasmado en el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El financiamiento por parte del gobierno de EE.UU. a cualquier tipo o medio de prensa implica el riesgo de que se establezcan relaciones cliente-donante que no pueden ser consideradas como relaciones con medios de comunicación independientes.

Incluso la donación de equipos, tales como computadoras y grabadoras por parte del gobierno de Estados Unidos, afecta el trabajo de los periodistas y las organizaciones que los aglutinan», afirma Contreras, el periodista boliviano, «porque provoca dependencia y obligaciones con los programas ocultos de instituciones estadounidenses».

Traducido por: Juan Carlos Saladré Despaigne

Equipo de Servicios de Traductores e Intérpretes.

Jeremy Bigwood, periodista estadounidense.

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