Las cuatro computadoras portátiles que el ex analista de inteligencia estadounidense Edward Snowden se llevó consigo a Hong Kong y a Moscú fueron una «distracción» y no contenían secretos, según un ex agente de la CIA que se reunió con Snowden en Rusia esta semana. Los documentos clasificados que Snowden había obtenido de la Agencia […]
Las cuatro computadoras portátiles que el ex analista de inteligencia estadounidense Edward Snowden se llevó consigo a Hong Kong y a Moscú fueron una «distracción» y no contenían secretos, según un ex agente de la CIA que se reunió con Snowden en Rusia esta semana.
Los documentos clasificados que Snowden había obtenido de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos estaban almacenados en dispositivos más pequeños, como discos duros y lápices de memoria, y no han sido entregados a las autoridades rusas o chinas, dijo Ray McGovern, un ex analista de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense.
El miércoles, Snowden mantuvo una reunión de seis horas en Moscú con McGovern y otros tres ex funcionarios de Estados Unidos que se han convertido en críticos de los programas de vigilancia del Gobierno de Washington.
Snowden, de 30 años, vive en un lugar secreto en Rusia, más allá del alcance de las autoridades estadounidenses que lo buscan por cargos de espionaje por haber filtrado a los medios información secreta sobre programas de espionaje electrónicos.
El ex analista viajó a Hong Kong en mayo y después, debido a la presión de China, voló hacia Moscú.
Autoridades estadounidenses han dicho que operaban con la hipótesis de que los materiales clasificados descargados por Snowden cayeron en manos de agencias de espionaje de China y Rusia, aunque reconocieron que no tenían pruebas de ello.
McGovern dijo que Snowden dejó claro en la reunión del miércoles que no había «nada» en sus computadoras personales.
El ex integrante de la CIA había viajado a Rusia para dar a Snowden un premio por «Integridad en Inteligencia».
Los otros estadounidenses que participaron del encuentro fueron Coleen Rowley, un ex agente del FBI; Jesselyn Radack, un ex funcionario del Departamento de Justicia; y Thomas Drake, un ex funcionario de la NSA que el Gobierno de EEUU había procesado por supuesta filtración de secretos sobre un proyecto de la agencia llamado «Trailblazer.»
En una entrevista telefónica desde Moscú, McGovern dijo que Snowden le había dicho que Drake fue el «modelo» en su decisión de filtrar secretos. El Gobierno finalmente retiró casi todos los cargos contra Drake, excepto uno menor por el que fue declarado culpable.
McGovern señaló que Snowden «no se arrepiente en absoluto y me lo dijo muy convencido». Está «bien protegido» y puede hacer «casi todo lo que le gusta» y «salir por ahí», agregó.
El ex miembro de la CIA se negó a decir dónde y cómo se reunieron con Snowden, pero dijo que había tenido que pasar por detectores de metales antes del encuentro y que Snowden parecía estar asistido por algún tipo de funcionario de seguridad ruso.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y su principal colaboradora, Sarah Harrison, una estudiante de periodismo británica que ha estado ayudando a Snowden, tuvieron un papel destacado en la organización de la reunión, dijo McGovern.
Harrison se quedó con Snowden cuando pasó varias semanas en un limbo legal en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, y permaneció en Rusia después de que se le concediera asilo temporal al joven estadounidense.
McGovern dijo que en el hotel donde se hospedó en Moscú se reunió con Lon Snowden, el padre de Edward, que viajó esta semana para intentar ver a su hijo. Y añadió que el joven le manifestó su deseo de volver a estar en contacto con su padre.
La agencia de noticias rusa Interfax informó el viernes que Edward y Lon Snowden habían tenido un «encuentro muy emotivo» en un lugar desconocido.
No había más detalles disponibles y Anatoly Kucherena, el abogado ruso que ha estado asistiendo a Edward Snowden, no pudo ser contactado para hacer comentarios.
(Reporte de Mark Hosenball; Traducido en la Redacción de Madrid; Editado por Ana Laura Mitidieri)
Fuente: http://lta.reuters.com/article/idLTASIE99A06B20131014