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Consideraciones acerca de la situación argentina

Fuentes: Rebelión

Los problemas estructurales internos de la Argentina tales como el desequilibrio poblacional espacial, los elevados niveles de pobreza y marginalidad, la concentración del proceso económico y un Estado que no satisface en su totalidad en sus deberes básicos a un vasto margen de la población son claros indicadores de las tareas pendientes para las próximas generaciones de argentinos.

La macrocefalia bonaerense que concentra casi el 50% de la población en función de una concentración de la actividad económica industrial y de servicio junto a la salida portuaria en un espacio territorial nacional de mayor esplendor indica la necesidad de una redistribución de las funciones económicas estableciendo incentivos territoriales para la localización de inversiones tanto internas como externas direccionadas por el Estado en función de generar infraestructura urbana básica y la tan mentada des centralización locacional de la centralidad estatal sita en la Ciudad de Buenos Aires.

Experiencias similares pueden ser analizadas vía el proceso brasileño o alemán donde en este ultimo la distribución de población y actividades torna a la equilibracion.

En particular la planicie argentina debe ser aprovechada en ese sentido vía la concreción de un sistema de infraestructura radial de conectividad entre puntos de conexión – tanto vial como ferroviario – radicados estratégicamente a lo largo del territorio y un red aeroportuaria que integre al territorio a tal fin donde el Estado establezca las rutas a otorgar a las companias de aviación.

La oferta laboral de dicho proceso inducirá a la posible radicación poblacional en ciudades donde tanto las redes de servicios estatales y privados permitirá su desarrollo.

La necesidad de considerar integralmente la situación de pobreza y no de manera focalizada desde la cobertura de la vivienda hasta la necesaria cobertura educativa es una tarea ineludible por parte del Estado y los recursos actuales no solo deben procurar un ingreso mínimo sino que se debe obrar a dichos fines que a su vez generan un efecto económico sobre el resto de la población económicamente activa.

Por otra parte, se debe establecer una política de ingresos nacional elevando el salario mínimo vital y móvil y la adecuación de las paritarias en función de las variables inflacionarias reales lo que permitirá paulatinamente un engrosamiento del mercado interno particularmente el de consumo.

La sanción y aplicación de leyes anti monopólicas y su rigor en su funcionamiento tal cual lo es en otros países es una condición sin ecuanon para comenzar a des comprimir la concentración económica y sus efectos en el sistema de precios y en la competencia en el mercado particularmente de consumo y en particular en el indicador inflacionario.

El Estado necesita una re distribución de sus partidas en función de las necesidades poblacionales tales como una política de vivienda, de infraestructura urbana y transporte y de formación y capacitación del sistema educativo en su conjunto con la expresa vinculación al sistema universitario local que provea insumos tanto humanos como materiales para confluir en un proceso de superación de la situación actual.

La financiación del Estado es otra de las materias a considerar pues pivotea entre el fomento interno o externo según sea el color de su administración donde se debe encontrar un equilibrio entre ambas fuentes de financiamiento.

Ezequiel Beer. Geografo UBA y analista político.

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