El coronavirus ya está presente en la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú, uno de los puntos más recónditos de la Amazonía, con casos de Covid-19 reportados por los tres países en todas las orillas del río Amazonas, donde el acatamiento de medidas de contención, como la cuarentena, es prácticamente nulo.
Sin medicina ni alimentos, las comunidades indígenas del Amazonas enfrentan una situación de caos total ante la presencia del nuevo coronavirus. Los representantes indígenas se quejaron de la poca asistencia que reciben de los gobiernos de la región pese a la expansión de la Covid-19.
Lamentan que el flujo de embarcaciones que transita por la zona amazónica continúe con normalidad, pues temen que los foráneos, sobre todo los procedentes de Brasil, convertido en el epicentro regional de la pandemia, los puedan infectar .
La tesis del presidente brasileño Jair Bolsonaro sobre la pandemia es que afectará inexorablemente al 70 por ciento de la población de su país. «Quien tenga que morir, va a morir, lamentablemente», dijo. Al parecer el general Eduardo Pazuello, nuevo ministro de salud, cuya última misión fue recibir, alojar y vejar a los inmigrantes venezolanos en el estado de Roraima, comparte la idea de dejar que la dolencia se esparza libremente para que sobrevivan los más fuertes.
Entre los sectores más vulnerables, sin dudas, se encuentran el indígena. Unos 462 pueblos actualmente tienen menos de 3.000 habitantes y alrededor de 200 de ellos se encuentran en aislamiento voluntario, todos en situación de extrema dificultad, altas tasas de desnutrición, inaccesibilidad a servicios de salud, precariedad de infraestructura e imposibilidad de ejercer derechos individuales y colectivos fundamentales.
El dirigente indígena colombiano Luis Fernando Arias, denunció la escasez de agua potable, alimentos e implementos de bioseguridad y el confinamiento por el conflicto armado latente en su país, junto al hostigamiento militar, agravan la situación. El genocidio contra los Pueblos Indígenas se ha convertido en la peor pandemia nuestra en estos últimos años, añadió..
«No hay médicos en nuestras comunidades, no hay materiales de prevención ante esta pandemia (…) No hay un apoyo en el tema alimentario», deploró José Gregorio Díaz, de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) que agrupa a los nueve países que comparten el mayor bosque tropical del mundo, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Surinam, Guayana y Guayana Francesa.
La COICA denunció que no existe un registro d personas contagiadas entre los pueblos originarios y clamó por mayor protección ante la invasión de mineros ilegales, traficantes de drogas, taladores, invasores de tierras y turistas en los territorios indígenas de la Amazonía.
Según el dirigente indígena colombiano Luis Fernando Arias, la escasez de agua potable, alimentos e implementos de bioseguridad y el confinamiento por el conflicto armado agravan la situación de los indios colomiainos, que vienen denunciando hostigamientos militares, sobre todo en el norte del Cauca. El genocidio contra los Pueblos Indígenas se ha convertido en la peor pandemia nuestra en estos últimos años, añadió..
Los indígenas que viven en un aislamiento voluntario son especialmente vulnerables a las enfermedades infecciosas puesto que no tienen ninguna inmunidad frente a la mayoría de estos males.
La Organización Regional de Pueblos Indígenas del Oriente, del Perú, advirtió que teme que el descontrol provoque el contagio de los ticunas y los yaguas, los dos pueblos nativos que tradicionalmente han habitado este espacio fronterizo de la selva amazónica., ya que hayvarios contagiados por el lado peruano, en Leticia, Colombia Tabatinga, Brasil,
La cuarentena no ha detenido las actividades extractivas en Bolivia. Desde que se inició la emergencia, por lo menos 64 campos de extracción de gas y petróleo han mantenido sus actividades en Tarija, Santa Cruz y el Chaco, lo que ha generado cuestionamientos y críticas. Nuestro temor es que lleven el virus para las comunidades indígenas”, dijo Alex Villca, de la Coordinadora de Defensa de Territorios Indígena, Originario, Campesino y Áreas Protegidas.
Para algunos analistas, la falta de respuestas de los gobiernos, significa su complicidad con el genocidio de los pueblos originarios, con el fin de adueñarse de sus tierras y de los numerosos recursos naturales de la cuenca amazónica.
Camilo Rengifo Marín. Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)