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Entrevista a Beverly Keene de Diálogo 2000-Jubileo Sur

«Creemos que la investigación debe abarcar toda la deuda no solo el último acuerdo con el FMI»

Fuentes: Rebelión

Sobre la deuda externa argentina y el 5° aniversario del asesinato de Berta Cáceres.

***

M.H.: Si la deuda es fraudulenta e ilegal, como mencionó el presidente Alberto Fernández, el 1° de marzo ¿por qué pagarla? 

B.K.: Justamente es lo que planteamos desde la Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda, que una deuda que se denuncia por fraudulenta e ilegal, no debe ser pagada. Lo que corresponde en lo inmediato al Presidente que ha hecho las denuncias, es suspender de inmediato los pagos. Mientras sigue su curso la investigación no tenemos nosotros por qué estar pagando una estafa. Eso sobre todo porque las denuncias que ha hecho el Presidente sobre la fraudulencia e ilegalidad de este acuerdo, sobre todo con el FMI, no son denuncias nuevas. Él mismo hizo esas denuncias durante su campaña presidencial. 

Desde la firma del acuerdo en 2018 son varias las denuncias penales que se han interpuesto judicialmente aquí en Argentina. Nosotros mismos lo hemos denunciado públicamente desde ese momento, con muchas otras organizaciones populares de la Argentina y la Autoconvocatoria, que en diciembre terminamos una experiencia muy importante de juicio popular al FMI que entre sus conclusiones dio que este acuerdo sin duda no tiene razón de ser, no tiene base legal ni en las leyes argentinas ni el estatuto del FMI y por las consecuencias que ha tenido en la vida del pueblo argentino, es realmente un crimen de lesa humanidad económica y de lesa naturaleza por su impacto en la naturaleza.  

M.H.: Al respecto ¿qué propone la Autoconvocatoria por la suspensión de pago e investigación de la deuda? 

B.K.: Lo concreto es que suspendan todos los pagos, mientras siga su curso la investigación y también nos parece importante y seguimos reclamando, que la investigación de la deuda sea una investigación integral, de toda la deuda, no solo del acuerdo firmado entre el FMI y el gobierno de Macri, sino del conjunto de la deuda que se le reclama a Argentina y que nosotros pagamos.  

Desde la dictadura que esta deuda se viene acumulando, en algunos momentos, como en el gobierno de Macri mucho más rápido que en otros, pero se viene acumulando sobre la base de una deuda también fraudulenta, acumulada durante la dictadura. Por eso creemos que es muy importante que la investigación abarque toda la deuda, que se suspendan los pagos mientras tanto y eso sobre todo porque hay suficientes pruebas y denuncias de hechos para que se tome esa medida que es preventiva. 

M.H.: Se realizó un tribunal popular el año pasado que calificó unánimemente en su fallo a estas deudas y acuerdos como verdaderos crímenes de lesa humanidad económica y de lesa naturaleza inaceptables, bajo cualquier punto de vista y nulos de nulidad absoluta. ¿Tienen previstas nuevas acciones? 

B.K.: En estos momentos estamos debatiendo fecha para próximas actividades. En estas últimas semanas empezamos un trabajo de presentación de los resultados del fallo del juicio popular a la deuda y al FMI. Concretamente, entre otras cosas, con Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel fuimos hace dos o tres semanas atrás al ministerio de Economía, tuvimos una entrevista con el representante de Argentina en el FMI, Argentina al ser miembro del FMI tiene un asiento en la Junta directiva y le entregamos el fallo y como dice Nora le dijimos que tienen que investigar la deuda, que las denuncias son efectivamente denuncias penales, son actos delictuales los que se han cometido y suspender los pagos.  

Esto sobre todo porque mucha gente no sabe, porque la deuda parece una cosa muy lejana, hemos escuchado durante el último año sobre la negociación con las deudas privadas, o sea, las deudas que el Estado argentino tenía con fondos de inversión, empresas y bancos privados. Esa deuda que es lo que se negoció el año pasado se sigue pagando, y hay mucha gente que tampoco sabe que también el año pasado pagamos muchos intereses al FMI. 

M.H.: U$S 1.200 millones. 

B.K.: Que es más o menos, para decirlo en términos más concretos, a fin de año el gobierno decidió que no podía otorgar otro pago del IFE, instrumento que sirvió de respaldo para muchísima gente, 10 millones de personas recibieron ese pequeño subsidio. Se tuvo que suspender el pago de ese subsidio, y es el equivalente a lo que Argentina pagó el año pasado solamente en intereses, sobre una deuda que estamos diciendo es efectivamente ilegal e ilegítima.  

Por eso señalamos lo importante de suspender los pagos, que esta denuncia no solamente sea cuestión de titulares y movimiento de papeles en el Poder Judicial, que ha mostrado poca eficacia en juzgar temas de semejante importancia para el pueblo. Pero para que estos anuncios tengan un impacto real en la vida cotidiana de nuestro pueblo se tienen que suspender los pagos. Si no pueden hacer todas las denuncias que quieran, pero mientras tanto seguimos pagando el peso de ese acuerdo, su acción criminal efectivamente en la vida del pueblo argentino, en el hambre, en el desempleo, en la recesión económica, en la imposición del modelo extractivista que va provocando cada vez más daño al pueblo, cada vez más contaminación del agua, del aire, de nuestras posibilidades de vida; esto va a seguir adelante si no se suspenden los pagos.  

Berta Cáceres: se sigue luchando para lograr que los autores intelectuales de su asesinato sean condenados 

M.H.: Te quiero llevar a otro lugar de América Latina, se han cumplido cinco años del asesinato de Berta Cáceres. ¿Qué reflexión hacés al respecto? 

B.K.: Berta Cáceres, además de amiga, compañera de ruta, de muchas acciones que desde hace mucho tiempo organizamos en toda América Latina frente a la deuda y, sobre todo, frente a los megaproyectos, como la megaminería que se buscan imponer en estos días en Chubut, Catamarca, o las megarepresas en Neuquén y Santa Cruz. Pensando en algunos conflictos que están muy presentes en nuestra Argentina.  

Berta fue una dirigente indígena, popular que buscaba esa unidad de su pueblo con la naturaleza y con esa integridad y esa perspectiva frente al patriarcado, al capitalismo y frente a la mercantilización de la vida, que torna el agua y el aire como cosas que se pueden vender en la Bolsa de Wall Street y así algunos piensan que se puede vivir.  

A cinco años de su asesinato, yo creo que lo más positivo que se puede decir es que su comunidad sigue absolutamente intacta, unida y fortalecida en la lucha por hacer justicia frente a ese asesinato; con muchísimas dificultades y obstáculos se han logrado condenas judiciales en Honduras, algunas de las personas implicadas como autores materiales del asesinato.  

Y en este momento se sigue luchando con mucha fuerza para lograr que los autores intelectuales de su asesinato sean condenados. Eso significa, en concreto, que la empresa quiso construir una represa sobre el río y que la comunidad se opuso a esa construcción, contaminación y destrucción de ese río que es parte de su comunidad, de su cultura y de su identidad.  

Esa lucha sigue adelante, seguimos apoyándola en todas partes. En Honduras sigue habiendo una represión muy feroz y sistemática, direccionada contra los pueblos que se afirman en sus territorios ancestrales, por ejemplo, en el noreste de la costa de Honduras, en territorios que están muy buscados por empresas canadienses que quieren poner sus plantaciones de palma africana o sus hoteles turísticos, o sea, convertir el lugar en un oasis de turismo para el Primer mundo. 

Esa comunidad sigue defendiéndose, está atacada permanentemente, tenemos cinco compañeros garífonos desaparecidos hace ya cuatro meses en Honduras. Y justo este fin de semana, volviendo de alguna de las actividades con las que en Honduras se recordó el asesinato de Berta, fueron detenidos otros compañeros por la policía y están ahora acusados, sin ninguna prueba, de delitos que van desde traición a la patria, usurpación de territorios y obstrucción de la justicia. Un montón de problemas judiciales inventados por la policía como parte de un esquema muy sistemático de criminalización y de control sobre esas poblaciones. 

A cinco años del asesinato de Berta, su siembra sigue viva, en Honduras como en toda nuestra América Latina. De hecho, es un símbolo a nivel mundial del impulso de esa lucha, sobre todo desde los pueblos originarios que tiene que ver con una visión de una vida en armonía con la naturaleza, reconociendo que como personas, humanidad, somos parte de la naturaleza, no somos dueños de ella y que un modelo económico como el sistema capitalista, como el modelo extractivista que se impone en América Latina hoy, va en contra de toda posibilidad de vida para todos los pueblos. Y esa lucha es lo que se sigue impulsando en Hondura, así como aquí en nuestro país.