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Cristina Kirchner llama a hacer «grandes negocios»

Fuentes: Izquierda Socialista

El acto de lanzamiento de la fórmula presidencial del gobierno, -Cristina Fernández de Kirchner y el gorila radical Julio Cobos-, se realizó este martes en el Luna Park. Pero el verdadero lanzamiento tuvo lugar la semana pasada, con los grandes empresarios multinacionales yanquis del Consejo de las Américas. Y antes, con los multimillonarios españoles y […]


El acto de lanzamiento de la fórmula presidencial del gobierno, -Cristina Fernández de Kirchner y el gorila radical Julio Cobos-, se realizó este martes en el Luna Park. Pero el verdadero lanzamiento tuvo lugar la semana pasada, con los grandes empresarios multinacionales yanquis del Consejo de las Américas. Y antes, con los multimillonarios españoles y mexicanos (como Carlos Slim), a los que les dijo que Argentina es «una muy buena oportunidad para hacer negocios».

Carlos Slim y el matrimonio Kirchner, recientemente en México
 
En el seminario del Consejo de las Américas, realizado en el Alvear Palace Hotel, no sólo estuvo la candidata, sino el gobierno completo. Esta institución que habitualmente funciona en Nueva York fue fundada por David Rockefeller y familia, dueños del Chase Manhattan Bank (fusionado en el JP Morgan Chase), la petrolera Standard Olil y otras multinacionales. El director de ese banco es William Rhodes, quien presidió el comité de bancos que negoció la deuda externa con nuestro país. En 1994, fue condecorado por Carlos Menem y Domingo Cavallo.
Del mismo banco proviene la señora Susan Segal, la presidente del Consejo, quien dijo ser muy amiga de Cristina. Al finalizar el evento, afirmó: «Nunca esperé discursos tan positivos» (Clarín, 8/8). Similares comentarios elogiosos hicieron otros concurrentes destacados como el embajador estadounidense Earl A. Wayne; Juan Brochou, del Citibank, experto en fuga de capitales; y Alfredo Coto, el millonario supermercadista amigo de Menem, a quien Kirchner acusó hace dos años de «extorsionar a todos los argentinos». Este dijo de Cristina: «Fue un discurso impecable, pro empresarial, para que sigamos invirtiendo».
 
Alberto Fernández: «ahora viene lo mejor»
 
Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, se jactó de que el gobierno de Kirchner pagó 25.000 millones de dólares a los usureros de la deuda externa. Y aclaró: «hasta ahora hemos gobernado con la emergencia, pero ahora vamos a gobernar con normalidad». Ya se sabe que «normalidad» para estos buitres responsables de las privatizaciones, la sangría de la deuda externa, la masiva fuga de capitales que produjo la crisis de 2001 y el robo a los ahorristas, es que sigan llevándose las riquezas y el fruto del trabajo de los argentinos.
 
En tanto, Cristina ya prometió eliminar la doble indemnización para los despidos. Además se comprometió a indemnizar a las patronales españolas negreras repudiadas recientemente por los trabajadores marítimos de Puerto Deseado en Santa Cruz.
 
Para eso necesitan el «Pacto Social», de la mano de las patronales y los burócratas de la CGT, para intentar encorsetar la lucha de los trabajadores. A esto le llaman «normalidad».
 
Cristina y las «ventajas argentinas»
 
En el afán por «vendernos», Cristina Kirchner dijo que otros países están «histórica y genéticamente en inferioridad de condiciones» respecto a Argentina, ya que nuestro país tiene «recursos humanos distintivos por su larga historia de educación pública y por la tradición de ingesta de proteínas».¡Esto lo dijo mientras muchos argentinos mueren por desnutrición! Por otro lado, ¿qué quiso decir con «ventajas genéticas»?, un concepto abiertamente racista.
Estos discursos muestran lo que realmente significa «el cambio que recién comienza». Por eso, ante los representantes de las multinacionales, Susan Segal explicó que «La gobernabilidad de la Argentina, por ahora sólo se garantiza con el triunfo de Cristina» (Clarín, 10/8). Más claro imposible. La «gobernabilidad» para los yanquis y las multinacionales ahora se llama Cristina. Un proyecto de los enemigos de los trabajadores y de la mayorías populares.