Cristina Fernández de Kirchner será la próxima presidenta de los argentinos. Apenas terminadas las votaciones en todo el país sudamericano, demoradas una hora por la falta de autoridades en las mesas, la esposa del actual presidente según cifras extraoficiales, superaba con el 42% de los votos a su competidora Elisa Carrió, que alcanzaba el 22%. […]
Cristina Fernández de Kirchner será la próxima presidenta de los argentinos. Apenas terminadas las votaciones en todo el país sudamericano, demoradas una hora por la falta de autoridades en las mesas, la esposa del actual presidente según cifras extraoficiales, superaba con el 42% de los votos a su competidora Elisa Carrió, que alcanzaba el 22%.
Veintisiete millones de argentinos eligieron ayer a quien gobernará los destinos de ese país en los próximos cuatro años. Cristina Fernández de Kirchner fue la triunfadora, tal y como lo vaticinaban la totalidad de las encuestas previas al sufragio.
La única duda que presentaba esta elección era la de saber si Elisa Carrió, segunda en el favoritismo de la gente, podría obligar a la esposa de Kirchner a una nueva ronda electoral que se preveía para el próximo 11 de noviembre. Pero los primeros resultados provisorios arrojaban una diferencia de 20 puntos a favor de Cristina.
El tercero en la lucha electoral es el ex ministro de Economía del gobierno de Kirchner, Roberto Lavagna.
La actual senadora y futura «presidenta», como prefiere que la llamen, se impuso en casi la totalidad de las veinticuatro provincias, aunque sufrió una derrota en la ciudad de Buenos Aires, donde Carrió sí le sacó una considerable ventaja; en la capital argentina el peronismo nunca pudo ganar una elección, ni siquiera para alcalde. También fue derrotada en la provincia de Santa Fe, donde el socialismo mantiene su liderazgo.
En la provincia de Buenos Aires, la más grande e importante del país, el candidato del oficialismo y actual vicepresidente, Daniel Scioli, se imponía contra todos sus adversarios por amplio porcentaje para ocupar el cargo de gobernador.
Fue una jornada electoral signada por la falta de autoridades de mesa, que retrasó la apertura de los comicios en varios lugares de votación. Eran catorce los candidatos a presidente de la nación, con la particularidad que por primera vez tres de ellos eran mujeres. Y también por primera vez, una mujer elegida en elecciones directas asume la presidencia de Argentina. Sin duda una elección teñida por lo femenino, porque ellas también significaron 650.000 más que los hombres.
Las urnas electorales se trasladaron por primera vez en la historia a las cárceles argentinas, donde casi un millar de reclusos en prisión preventiva y con documento de identidad pudieron ejercer su derecho a voto.
Los argentinos definieron ayer, además del sucesor de Kirchner, el nuevo mapa parlamentario con la renovación parcial de las cámaras de Diputados y Senadores nacionales.
Veintisiete millones de argentinos eligieron ayer a quien gobernará los destinos de ese país en los próximos cuatro años. Cristina Fernández de Kirchner fue la triunfadora, tal y como lo vaticinaban la totalidad de las encuestas previas al sufragio.
La única duda que presentaba esta elección era la de saber si Elisa Carrió, segunda en el favoritismo de la gente, podría obligar a la esposa de Kirchner a una nueva ronda electoral que se preveía para el próximo 11 de noviembre. Pero los primeros resultados provisorios arrojaban una diferencia de 20 puntos a favor de Cristina.
El tercero en la lucha electoral es el ex ministro de Economía del gobierno de Kirchner, Roberto Lavagna.
La actual senadora y futura «presidenta», como prefiere que la llamen, se impuso en casi la totalidad de las veinticuatro provincias, aunque sufrió una derrota en la ciudad de Buenos Aires, donde Carrió sí le sacó una considerable ventaja; en la capital argentina el peronismo nunca pudo ganar una elección, ni siquiera para alcalde. También fue derrotada en la provincia de Santa Fe, donde el socialismo mantiene su liderazgo.
En la provincia de Buenos Aires, la más grande e importante del país, el candidato del oficialismo y actual vicepresidente, Daniel Scioli, se imponía contra todos sus adversarios por amplio porcentaje para ocupar el cargo de gobernador.
Fue una jornada electoral signada por la falta de autoridades de mesa, que retrasó la apertura de los comicios en varios lugares de votación. Eran catorce los candidatos a presidente de la nación, con la particularidad que por primera vez tres de ellos eran mujeres. Y también por primera vez, una mujer elegida en elecciones directas asume la presidencia de Argentina. Sin duda una elección teñida por lo femenino, porque ellas también significaron 650.000 más que los hombres.
Las urnas electorales se trasladaron por primera vez en la historia a las cárceles argentinas, donde casi un millar de reclusos en prisión preventiva y con documento de identidad pudieron ejercer su derecho a voto.
Los argentinos definieron ayer, además del sucesor de Kirchner, el nuevo mapa parlamentario con la renovación parcial de las cámaras de Diputados y Senadores nacionales.