Recomiendo:
0

Crónica de una restauración anunciada

Fuentes: Rebelión

El dinosaurio de papel… parte III: sobre los colmillos y las herramientas para el regreso de una dictadura que nunca se fue. la victoria del PRI en las elecciones del 2012, como la punta de lanza para la agresión del estado-capital, no es un hecho espontáneo ni se da por error, sino es el producto […]

El dinosaurio de papel… parte III: sobre los colmillos y las herramientas para el regreso de una dictadura que nunca se fue.

la victoria del PRI en las elecciones del 2012, como la punta de lanza para la agresión del estado-capital, no es un hecho espontáneo ni se da por error, sino es el producto final de la llamada «transición democrática» que se consolidará en una «nueva» dictadura. Desde años antes, en especial con las elecciones intermedias del 2009 para diputados y senadores, así como en las elecciones estatales, el PRI recuperó importantes posiciones y se consolidó como la principal fuerza política parlamentaria, ante la debacle del PAN por la extrema violencia de la guerra contra el pueblo, y del PRD, al mostrarse cada vez más como un PRI amarillo. La hegemonía priista en la mayor parte del territorio en el plano de los gobiernos estatales, junto con el gran arraigo de este partido en la oligarquía y sus empresas, como Soriana, Monex, Televisa, las organizaciones narco-paramilitares (cárteles, como los Zetas) y otras hicieron que el PRI concentrará, de los tres partidos, la mayor cantidad de poder y de dinero, que serían usados para engrasar la maquinaria corrupta de las elecciones, principalmente para pagar a altos y medios funcionarios, pero también para engañar y corromper a la «base social» popular, que recibió todo tipo de mercancías a cambio de su voto para legitimar la restauración del PRI. Por supuesto que todo esto era válido para el IFE y los demás partidos, que también pusieron en práctica estos mecanismos, pero con menor efectividad, por contar con menos poder, dinero, organización y administración, por lo que las elecciones legitimaron sin serios problemas la victoria del PRI.

Durante todo el proceso electoral, el PAN y el PRD, en especial AMLO, validaron y casi santificaron las elecciones como la única vía de expresión política de la población. Cuando el show estaba muy aburrido, el día 132 del año surgió un movimiento a partir de estudiantes de escuelas privadas como la Ibero, el Tec, el Itam, primero y públicas después, como la UACM, el Poli, la UNAM. Este movimiento se manifestó desde un inicio como «anti-peña nieto», por lo que abrió las puertas al PAN y al PRD para que se librara esta lucha «electoral» y «mediática» (supuestamente para la democratización de los medios) en contra de la imagen, la representación casi de telenovela, con todo y su gaviota, de nuestros enemigos. Pero a final de cuentas una representación no es la realidad concreta, y cuando luchas contra una, la lucha se convierte también en una representación. Así sucedió con el movimiento #yosoy132, que terminó por luchar contra imágenes proyectadas en las fachadas de edificios de gobierno ante la impotencia de enfrentarse realmente, pues todo dependía de las instancias legales, «legítimas» del espectáculo de las elecciones, como el TRIFE y demás rituales. El movimiento nunca ofreció nada real aparte de lo que las campañas ya ofrecían, es decir nada real, y no se propuso en ningún momento combatir a «Peña Nieto» con otras armas que no fueran las mismas que el estado capital legitima, por lo que no es de extrañarse que millones de personas hayan optado por una tarjeta de Soriana para una despensa, una tarjeta de Monex con 500 pesos, un costal de cemento, o cualquier otra cosa real que ayudara a sus necesidades inmediatas antes que por la «aprobación» y «dignificación» por parte de los estudiantes #132 que, por supuesto, no tienen necesidad de ninguna de esas cosas.

Cuando el resultado largamente previsto por fin se confirmó, el PAN y el PRD desplegaron sus dotes de actuación en el show de la «oposición» parlamentaria, simulando supuestas discrepancias, para hacer más verosímil la siguiente escena de total subordinación al PRI con la firma del «pacto por México» para llevar a cabo los objetivos centrales de la restauración priista. AMLO, a pesar de que se queda fuera del pacto, actúa y actuó de la misma manera, según le corresponde su papel; primero al desmovilizar con supuestos planes absurdos de escribir ensayos, juntar fotos, y dejarlo todo en manos de «especialistas» en la legalidad del estado capital y despues al formalizar su partido, para poder recibir su propia tajada de dinero y seguir avalando, desde la simulada «oposición», la imposición real de las llamadas «reformas estructurales» y la guerra contra el pueblo, mientras todavía puede lucrar con la clientela electoral de su ya menguada base social. Y es que aún mucho antes de la consumación de la restauración priista con las elecciones y la toma de protesta, el dinosaurio había estado ahí, siempre. Ni el PAN ni el PRD representaban otra cosa que dinosaurios de diferente color y tal vez tamaño, pero de la misma naturaleza que el PRI, al fin y al cabo. Pero sería el Tiranosaurio tri-color, que nació con el estado «post-revolucionario», el único que podría recomponer la dictadura de este estado, que ahora se cae a pedazos.

La democracia bárbara, en todo su esplendor, se expresaría tan pronto como Peña Nieto tomó protesta y dirigió su primer mensaje. Protegido por la burbuja espectacular y de policías, mencionó en uno de sus puntos que sería aprobada la ley de víctimas, una de las demandas del movimiento por la paz con justicia y dignidad, que fue elaborada por luchadores sociales, víctimas, especialistas y legisladores y en su momento aprobada de forma unánime por el parlamento, pero vetada por FeCal del PAN, por tener elementos favorables a la población y a las víctimas en general. Mientras tanto, fuera de la burbuja, lo que había era víctimas de la ley, represión brutal del estado-capital, indiscriminada, como siempre, pero que aún así no afectó la «imagen» del «recién llegado» PRI. El espectáculo debe continuar, como lo demuestra el boxeador mexicano «Márquez», quién le dedicó el triunfo de la pelea a Peña Nieto y además le regaló sus guantes. El PRI gobierna el resto del país, aunque en la ciudad capital, donde se dieron las víctimas de la ley y la represión, ya no tenga ninguna legitimidad.

La fuerza y la impunidad lo resuelven. Esta política apunta a una vuelta a la «negociación», división y cooptación a través del gobierno, métodos que utilizó el PRI durante largo tiempo, conocidos como «corporaciones», para mantener una hegemonía política en sectores populares. «Pan y circo», es otra de las formulas complementarias. Televisa y organizaciones como «Antorcha Popular y Campesina», que aglutinan a los amplios sectores populares desprovistos de los medios básicos para sobrevivir, como vivienda e ingreso a través del salario, y que se ven obligados a «afiliarse» para poder acceder a trabajos «corporativos» por cuenta propia en mercados, calles, etc. Y/o terrenos y casas para vivir, demostraron en la ciudad capital, a principios de septiembre del 2012, con la violencia y la confusión en Neza, Chimalhuacan y otros lugares, que ocasionaron el cierre de miles de comercios, la suspensión de numerosas rutas de transporte y el cese de la actividad de cientos de miles de personas, en el oriente de la zona metropolitana (hasta llegar a las delegaciones sureñas como Tlahuac y partes de Coyoacan), cuales serán las bases la de reconfiguración de una «base social», y las herramientas para enfrentar a las luchas populares y proyectar el terror y el engaño, simulando la negociación y la paz.

Con el gabinete de los dinosaurios, no hay sorpresa alguna, la vieja escuela del PRI-Gobierno de Hidalgo y el Edomex a la cabeza. Grandes lagartos de colmillos afilados y copete, hambrientos de dinero y poder, no disimulan sus objetivos. Murillo Karam, PGR, impunidad. Coldwell, energía, privatizar. Osorio Chong, Segob, cerrazón. Videgaray, SHCP, corrupción… podríamos pasar lista de los protagonistas del «mirreynato», sin embargo, creemos que no es necesario. No hay sorpresa alguna. Solo nos detendremos un poco en un personaje clave de la restauración priista, también propuesto por AMLO para su gabinete, el policía Mondragón y Kalb, que ahora ocupará la dirección de la antes Secretaria de Seguridad Pública. Este personaje fue el responsable de organizar el operativo de represión y provocación en las inmediaciones de San Lázaro, el zócalo y otros lugares estratégicos el primero de diciembre, en equipo con los policías Ebrard-Mancera, que completaron la agresión contra-insurgente(y que Ebrard también fue propuesto por AMLO para su gabinete). Como decíamos, aunque en la ciudad Capital, el personaje de Peña Nieto ya no tiene ninguna legitimidad, y no le hace ninguna falta, pues para eso está su equipo de dinosaurios amarillos y «morenos» del PRD y AMLO, que se encargan de engañar, contener, desmovilizar y en última instancia reprimir, golpear y encarcelar a lo ciudadanos descontentos con el dinosaurio tri-color.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.