El ex presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, fue procesado en la llamada causa del «Megacanje», una operación en la que su gobierno reestructuró parte de la deuda externa del país y que, según sus críticos, condujo al estallido de la crisis económica a finales del 2001. La medida también alcanza al ex ministro […]
El ex presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, fue procesado en la llamada causa del «Megacanje», una operación en la que su gobierno reestructuró parte de la deuda externa del país y que, según sus críticos, condujo al estallido de la crisis económica a finales del 2001.
La medida también alcanza al ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, y a otros funcionarios de segundo rango del entonces gabinete económico.
De la Rúa y Cavallo seguirán en libertad, porque la conducta de la que se les acusa no implica prisión preventiva, pero la justicia les decretó un embargo de US$10 millones a cada uno.
Esta no es la primera vez que De la Rúa y Cavallo, que renunciaron a sus cargos en plena crisis económica y social en diciembre del 2001, son procesados por la justicia.
De la Rúa estuvo vinculado a otra investigación penal, mientras que Cavallo cumplió dos meses de cárcel por su presunta participación en un caso de tráfico de armas.
Deuda externa
El «Megacanje» consistió en la postergación del vencimiento de parte de la deuda argentina y en la emisión de nuevos bonos a menor plazo y con un rédito mayor.
En su momento, el gobierno de De la Rúa exhibió la operación como un éxito que descomprimiría la complicada situación financiera argentina.
Sus críticos, en cambio, señalan que el «megacanje» incrementó el monto total de la deuda externa en un 30%.
Seis meses después de firmar el decreto que autorizó la operación, De la Rúa renunció en medio de una de las peores crisis económicas en la historia del país.
En la causa también fueron procesados los ex secretarios de Finanzas y Hacienda, Daniel Marx y Jorge Baldrich, respectivamente.
Defensa
compareció ante los tribunales y se defendió diciendo que el «megacanje» había sido la única manera de evitar una cesación de pago con los acreedores internacionales.Pero el juez de la causa, Jorge Ballesteros, le dio la razón al fiscal, Federico Delgado, quien acusó a De la Rúa y a parte de su equipo económico de haber seguido adelante con el canje aún sabiendo que éste sería perjudicial para el Estado.
Delgado también señaló que De la Rúa era consciente de que la operación generaría un «lucro indebido» en favor de los acreedores.
Pocos días después de que De la Rúa renunciara, el gobierno argentino, por entonces en manos de Adolfo Rodríguez Saa, decretó la cesación de pagos.
Argentina volvió a reestructurar su deuda bajo el actual gobierno de Néstor Kirchner y salió del default a comienzos del 2005.