La audiencia en la Corte Suprema sobre los 2 artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales que obligan al Grupo Clarín a achicar su dominio de la comunicación puso en escena hoy 5 argumentos a favor y 5 en contra. Bajo la forma de amicus curae – del latín «amigo de la Corte», un recurso […]
La audiencia en la Corte Suprema sobre los 2 artículos de la Ley de Servicios Audiovisuales que obligan al Grupo Clarín a achicar su dominio de la comunicación puso en escena hoy 5 argumentos a favor y 5 en contra. Bajo la forma de amicus curae – del latín «amigo de la Corte», un recurso legal que le permite a organizaciones a presentarse en este tipo de instancias- cada bando defendió su posición bajo un mismo lema: la libertad de expresión. Para los amigos del Grupo Clarín se trata de un derecho asociado a la propiedad de la empresa mediática. Para las organizaciones de derechos humanos, académicas y cooperativas, un derecho de la sociedad. Ese es el motor que impulsó la sanción de esta ley y que hoy está en cuestión, especialmente si del otro lado del ring solo se presenta como contrincante a un gobierno, con el telón de fondo de un proceso electoral.
Martín Sivak, autor del libro Clarín, el gran diario argentino, -que reconstruye minuciosamente la historia del grupo que justamente hoy cumplió 68 años- lo sintetiza de la siguiente manera: «La ley se debilita porque hasta ahora no la cumple ni el Grupo Clarín ni el Gobierno. Es una ley que necesita del disenso para existir, porque exactamente eso fomenta cuando sostiene que su base es la democratización de la comunicación. Y en la medida en que los dos bandos busquen el control de la comunicación, la ley pierde no solo su fuerza, sino su sentido». lavaca invitó a Sivak a compartir esta jornada que mostró en la calle un hecho excepcional: tres canales de televisión (la tevé pública, el Canal 26 y el bonaerense Qum) instalaron en la plaza Tribunales escenográficos estudios a cielo abierto, donde entrevistaban a expertos y opinólogos. Desde un gran escenario se leían las adhesiones, más numerosas que el público que asistió, escaso si se tiene en cuenta que en 2009 esta ley motivó movilizaciones de cientos de miles de personas.
Este jueves sube a escena el segundo round, desde las 10.
A escena
La audiencia de este miércoles se llamó «Audiencia pública Corte Suprema: Grupo Clarín S.A. y otros c/ Poder Ejecutivo Nacional y otros/acción meramente declarativa». Transcurrió en la Sala de Audiencias del palacio de Tribunales. Los primeros en llegar fueron Martín Sabatella, presidente del Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA)y Damián Cassino, abogado del Grupo Clarín.
25 cámaras de televisión y casi 100 periodistas cubrieron la audiencia. Los medios comerciales la televisaron parcialmente y el Centro de Información Jurídica lo hizo en vivo.
El titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, dio comienzo a la sesión a las 10.03: da la bienvenida, explica el sentido de esta audiencia informativa y la declara de «valor de trascendencia institucional». Cuenta la secuencia de estas dos jornadas previas al fallo: hoy declararán los amicus, no todos ya que otros harán su presentación únicamente por escrito; luego, hoy también, expondrá su opinión la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; y por último, luego de un cuarto intermedio hasta mañana, declararán las partes: el Grupo Clarín y el Ejecutivo Nacional.
Decisión política y paradigmática
Cada representante dispuso de 15 minutos para exponer sobre los puntos que están en controversia: el límite a la cantidad de licencias, la posición dominante en el mercado de la TV paga y, fundamentalmente, la cláusula de desinversión, frenada judicialmente por una medida cautelar que presentó el Gupo Clarín.
El primero en exponer es el representante del Observatorio Iberoamericano de la Democracia, Asdrubai Aguiar Aranguren. Algunos de sus argumentos:
- «No se puede impedir el crecimiento y desarrollo de los medios»
- «La ley no afecta a los medios ya existentes»
- «Rodarán cabezas de víctimas que denuncian»
- Plantea que la Ley N° 26522 responde a una «tendencia en la región» que busca el «restablecimiento de la hegemonía comunicacional del Estado.
Luego es el turno del abogado Beinusz Szmukler, de la Asociación Argentina de Juristas. -Comienza relatando brevemente la historia del irlandés Sean MacBride, ganador del premio Nobel de la Paz, que dice olvidado por los medios, justamente. Cita un informe elaborado por una comisión de la UNESCO que MacBride presidía acerca de las comunicaciones en las sociedades modernas llamado «Voces múltiples, un solo mundo»: http://unesdoc.unesco.org/images/0004/000400/040066sb.pdf
Szmukler calificó de «vergonzosa e injustificada la demora» de la aplicación de la ley y se refierió al Grupo Clarín como «un monopolio informativo integrado a la red mundial de desinformación». Plantea que «ningún artículo debe verse aisladamente» y agrega que es «difícil que los jueces sean imparciales», porque «han de tomar una decisión política que, en este caso, será paradigmática».
Luego fue el turno de los amigos del Grupo Clarín. Eduardo Oteiza, representante de la Organización de Empresas de Televisión Pagada para Iberoamérica, con sede en Panamá, y profesor de Derecho Procesal en la Universidad Nacional de La Plata, hizo eje en la legislación norteamericana que declara inconstitucional la limitación de licencias y privilegia el juego regulatorio del libre mercado.
Oteiza comenzó por presentar la institución que representa: fundada en 1992, se erige «en defensa de la libertad de expresión y en defensa de la actividad empresarial», que él plantea como un «conjunto». Otros ejes:
- Declaró la importancia de la actividad empresarial para «el desarrollo de la industria de los Estados Unidos» y apeló a ese país para observar los «regímenes jurídicos».
- Citó una serie de casos del país norteamericano que, dijo, sientan un antecedente jurídico para pensar la constitucionalidad de los artículos de la Ley en cuestión: Time Warner, ComcasTV FCC y Fox Television.
- Recurrió a unas placas emitidas en las pantallas de transmisión de la sala para ordenar su exposición y resaltar los puntos gruesos de sus argumentos; será el único orador que utilice este método.
Libertad de expresión liberal o democrática
El rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Ruta, planteó la necesidad de un Estado que «limite los derechos corporativos en beneficio del interés general». Advirtió: «Está en juego la democracia institucional: la propiedad se devora a la libertad y el mercado al Estado».
Los amigos del Grupo Clarín, Luis Pardo y Carlos Laplacette, de Adepa, sostuvieron que la ley constituye «un grave retroceso para la sociedad» . Sus credenciales y argumentos:
- Dicen representar a 17 mil radios y tevé privadas y defender la «libertad de expresión y comunicación privada independiente».
- El primer orador se presentó como propietario de una radio de Chile.
- Aseguró que la Ley es un «grave retroceso de la libertad» y que «viola la Constitución argentina y americana».
- Tuvo un fallido. Dice: «sin esa economía» y corrige al instante… «autonomía».
- Asegura: «Multitud de medios no es pluralidad».
- «Los medios precarios quedan expuestos a la influencia del Estado».
Representando a la Universidad Nacional de Lanús, Víctor Abramovich, afirmó que el Estado «tiene el deber de intervenir para transformar estructuras que silencian a sectores de la población». Contundente, Abramovich:
- Habló de una «visión contrapuesta sobre qué entendemos por libertad de expresión» entre las partes intervinientes en la audiencia: la liberal individual frente a la democrática.
- Respondió a los anteriores oradores que insistían en la idea de los artículos que demandan la desinversión como una «restricción», orientando la interpretación como una «garantía de libertad».
- Otro concepto clave que refutó: «Están confundiendo sustentabilidad de un medio con rentabilidad. Es obvio que una ley antimonopólica saca rentabilidad.»
El sociólogo Eliseo Verón, representante del Comité del Consumidor (Codelco) y amigo del Grupo Clarín, consideró que la norma «ya era obsoleta el día en que salió publicada en el Boletín Oficial» porque no preveía la «revolución generada por Internet». Por la misma organización expuso su abogado, Andrés Gil Domínguez, quien dramatizó: «Sin televisión por cable va a suceder que aquellos que tienen Internet por cable no van a tener Internet». Por último señaló que hay existe «discriminación a las nacionalidades» porque la Ley no contempla pliegos para ciudadanos extranjeros.
De la criminalización a la ley
Sin leer y con la convicción que le da una trayectoria de batallas legales para legitimar las FM comunitarias de su provincia, Córdoba, el doctor Miguel Julio Rodriguez Villafañe cosechó el primer aplauso de la jornada. Rodriguez Villafañe fue autor de la primera demanda que llegó a la Corte en contra de la antigua Ley de Radiodifusión, en momentos en que la comunicación comunitaria era penalmente criminalizada. Ya en 2003 entrevistado por lavaca comentaba al respecto: «En el interior hemos sufrido mucho más que en Buenos Aires el proceso de concentración de los medios. Acá se han comprado los canales y solo han puesto un electricista que lo único que hace es prender la luz y apagarla. La lucha no es sólo por la verdad y la información sino por abrir espacios alternativos». En esta jornada recordó que «durante 29 años estuvimos marginados» y que recién con la sanción de la Ley de Servicios Audiovisuales «pudimos recuperar nuestra voz». Algunos puntos de la exposición de Rodriguez Villafañe:
- «Gobernadores e intendentes no dejan crecer la democracia local»
- Citó casos concretos de Zapala, Neuquén, Cañuelas, Tres Arroyos, Córdoba en los cuales las cooperativas debieron hacer frente al vasallaje del multimedio.
- «Cuando el cooperativismo podía hacerle competencia, se lo marginó».
- Señaló que este debate se da «Es un momento en que un país está arrodillado ante la justicia de otro país».
La sorpresa fue la breve exposición del periodista Horacio Vertbisky, quien dedicó unas pocas palabras a criticar el aspecto formal de la audiencia, tras lo cual dejó el estrado al abogado Damián Loretti, quien en representación del Cels, desarrolló los antecedentes internacionales que avalan las limitaciones a los monopolios mediáticos en defensa de la calidad y fortaleza de la vida democrática. El informe completo del Cels presentado por Loretti se puede leer en: http://www.cels.org.ar/comunicacion/?info=detalleDoc&ids=4&lang=es&ss=46&idc=1661
Cuestión de tamaño
La licenciada Cinthia Ottaviano, de la Defensoría del Público, primera mujer en exponer, señaló:
- «Ya se acabó la etapa del empresario que bajaba la información, también la del periodista que media entre la realidad y la gente. Estamos en la etapa universalista donde somos ciudadanos comunicacionales».
- Citó casos particulares en los que Cablevisión se fue comiendo a medios regionales.
- Hizo foco en la cantidad de señales bajo un mismo licenciatario, no sólo como dueños.
- Dijo: «En otros países sería ilegal» el accionar de Clarín. Y agregó: «En este también, según los legisladores que ya votaron la Ley y la manifestación popular: los que no entraron hoy acá»
- «Si está ley aún no está vigente es sólo por las medidas cautelares que presentó el Grupo Clarín y que el Poder Judicial avaló» Preguntó: «¿Por cuánto tiempo más?» Respondió: «Es decisión de esta Corte avanzar o retroceder 30 años».
El último amigo elegido por el Grupo Clarín para exponer fue el abogado Lucas Grossman, quien pronunció la frase más polémica: «El tamaño es importante». Aludía así a la relación entre la calidad del servicio informativo y el tamaño de la empresa. «Hay actividades que requieren mayor escala», aseguró. No hizo referencia a la drástica caída de ventas que protagoniza el diario Clarín en la última década y sin tregua. Grossman fue el único que utilizó la palabra «expropiación» para referir a la desinversión exigida por esta ley.
La última en exponer fue la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbo. Primero recorrió todos los rubros en los que el Grupo Clarín tiene licencias o simplemente negocios: «Ninguna de las actividades ha sido restringida».Luego planteó que la estrategia del Grupo Clarín es desviar los debates a través de «falacias»:
- La primera falacia es plantear este debate como una pelea Gobierno vs una empresa: «se minimiza así el consenso social» y que «está en juego la libertad de información y expresión».
- La segunda falacia es presentar la regulación de medios como un avasallamiento a una empresa privada: «No es así: estamos en el ámbito del Derecho Público».
Gils Garbó puso el dedo en la llega al mencionar el caso de Papel Prensa como «piedra angular»: el huevo de esta serpiente.
Por último dijo a los jueces: «Solicito que dicten un fallo histórico».
La voz de AReCIA
Entre todas las voces que este proceso obligó a pronunciar, rescatamos la de la Asociación de Revistas Culturales de Argentina (AReCIA) de la cual somos fundadores y parte:
«La sociedad argentina ya debatió qué comunicación quiere: democrática y dispuesta a defender los intereses de la sociedad. Las revistas culturales independientes exigimos que la justicia, el Estado y las y los legisladores cumplan su rol y trabajen para construir las herramientas necesarias para garantizar que la comunicación nunca más sea un negocio ni un privilegio. Por el pleno cumplimiento de la Ley de Servicios Audiovisuales. Por la pronta sanción de una ley de Fomento de Revistas Culturales Independientes gráficas y de Internet. Por una comunicación social democrática y plural.»
Que así sea sigue siendo hoy una batalla.
Y es la nuestra.
Fuente: http://lavaca.org/notas/de-quien-es-la-batalla-por-la-aplicacion-de-la-ley-de-medios/