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Un conflicto recorre las universidades del centro y del sur del país

De reforma, democratización y otras yerbas

Fuentes: ANRed

En el sur y en el centro del país, en Comahue y Buenos Aires, un conflicto recorre las universidades. El problema: los sistemas electorales de las universidades, los órganos de decisión basados en una lógica de claustros que se asemeja a los regimenes políticos autoritarios del siglo XIX, en los cuales algunos votos valían más […]

En el sur y en el centro del país, en Comahue y Buenos Aires, un conflicto recorre las universidades. El problema: los sistemas electorales de las universidades, los órganos de decisión basados en una lógica de claustros que se asemeja a los regimenes políticos autoritarios del siglo XIX, en los cuales algunos votos valían más que otros.

Esta situación ha llevado a numerosas protestas docente-estudiantiles a lo largo de los últimos años, en las cuales a través de diferentes medidas de protesta como las marchas, los paros y la toma de facultades se ha impulsado el reclamo de democratizar esos órganos de decisión.

Es en esos espacios de decisión institucional y políticos (Junta de Carrera, Consejo Directivo, Consejo Superior, Asamblea Universitaria) dónde se hacen explícitos los modelos de universidad que luego se implementan por ejemplo en las políticas de «extensión» y en los planes de estudio. Son esos espacios en los cuales se definen las políticas universitarias los que se pide democratizar.

A esta situación se suman los problemas económicos y de infraestructura, que acentúan la crisis de la educación pública superior. El salario por debajo de la línea de pobreza de los docentes, los docentes ad honoren, que no cobran un peso. Los problemas edilicios, la división de la facultad en sedes, el financiamiento privado que precariza y condiciona la formación.

La Universidad del Comahue lleva cinco meses en conflicto, la UBA seis. En ninguna todavía se eligió rector. El reclamo principal de los estudiantes en lucha por la democratización ante esta situación es la reforma de los estatutos universitarios antes de que se realice alguna elección. El centro y el sur del país están unidos por algo más que un presidente. En Comahue y en Buenos Aires las universidades se encuentran en conflicto.

Guillermo Martín es presidente de la Federación Universitaria del Comahue, miembro del Frente de Estudiantes por la Resistencia y estudiante de la Facultad de Ingeniería. En diálogo con ANRed, nos habla acerca del proceso que se vivió en la Universidad Nacional del Comahue, que implicó 100 días de toma de facultades.

- Anred ¿Cómo se desató el conflicto?

Guillermo Martín: El conflicto no empieza con la toma. El reclamo de democratizar venía desde hace tiempo. El concepto democratización tiene varios aspectos; uno es el mecanismo a través del cuál se eligen los representantes del Consejo Superior de todos los claustros de la universidad. Este reclamo tenía un antecedente. En el 2003 se presentaron proyectos de elección directa de autoridades. Se presentó un proyecto de claustro único docente, esto quiere decir que todos aquellos que cumplen iguales roles dentro de la universidad, es decir rol de docencia sin importar cuál es la categoría en la que están dentro de la carrera docente, formen parte de un mismo claustro. Frente a algunas irregularidades que tuvo la asamblea en el año 2003 no pudo realizarse la reforma y quedó trunca la modificación del estatuto en esos puntos: mecanismo de elección y creación del claustro único docente.

En el 2006 la Federación Universitaria del Comahue planteó la necesidad de hacer una Asamblea Extraordinaria que reforme el Estatuto, a través de un temario rubricado por el Consejo Superior, en los puntos acordados: creación del claustro único, aumento de la representación estudiantil hasta equipararla con al representación docente en los órganos de gobierno y la democratización de todos los espacios de decisión en las facultades en los que participan de manera deficiente o no participan los sectores estudiantiles; por ejemplo en la decisión de las líneas de extensión, investigación, la apertura de cátedras y demás funciones que tienen que ver con una lógica de desempeño departamental y no tiene prevista ninguna participación estudiantil.

Nosotros hicimos el planteo de la necesidad, pero esta propuesta fue negada. Mientras, las autoridades avanzaron a través de un mecanismo de elección fraudulenta. Esto tuvo como resultado el fraude, se pretendió elegir un rector sin la conformación plena del Consejo Superior e incluso sin la representación estudiantil correspondiente. Primero la Cámara de Apelación de Roca dio un fallo favorable para el fraude, posteriormente desfavorable que determinó que Daniel Boccanera (ex decano de la facultad de Ingeniería) no era Rector de la universidad y que debía cumplimentarse el proceso electoral.

- ANRed: La toma se desata, entonces, por el fraude ¿cómo logra continuar tanto tiempo y masificarse?

G.M: Si, la toma empieza oponiéndose a lo que fue el fraude. En el inicio se toma el rectorado y posteriormente por Asamblea de facultades se decidió la toma sucesiva de todas las unidades académicas. La Universidad del Comahue tiene una particularidad geográfica bastante importante, está muy dispersa, hay una sede en Vietma y otra en Bariloche. Lo que se tomó en su totalidad fue el asentamiento central de la universidad, es decir, todas las dependencias de Neuquén. El número de participación fue variable, las más numerosos fueron las de Economía e Ingeniería con asambleas de 500- 600 personas.

Posteriormente la toma sigue por la falta de perspectiva y de contexto para modificar el Estatuto de la universidad. Creció y se mantuvo en términos numéricos a partir de la discusión que se propició en cada una de las Asambleas por facultad y de las enumeraciones que se fueron haciendo de las consecuencias negativas que tendría el no avanzar sobre un proceso de reforma política e institucional. En función de eso nosotros planteamos la democratización como un paso más, el hecho de la reforma estatutaria es sólo un paso en lo que tiene que ver en hacer la universidad más democrática y más participativa.

Esos fueron los ejes para lo que fue la toma de más de tres meses de la universidad, que arrojó como resultado la anulación del mandato del ingeniero Boccanera. Sin embargo, no hemos tenido hasta el momento una perspectiva clara de cuál será el rumbo que va a iniciar la universidad para discutir esta reforma.

- ANRed: ¿Cuál fue el rol de los medios y la repercusión en la sociedad?

G.M: Hubo una mala difusión de los medios masivos, faltó información y eso provoca que la sociedad tome lógicas maniqueas, es decir, `estoy en contra de la toma / estoy a favor’. En función de esas dos grandes posturas se divide la sociedad y esto es grave porque implica una inacción y una falta de participación de la sociedad en los problemas concretos de la universidad; por otro lado marca una complicidad escandalosa de los medios de comunicación que saben que la falta de información se traduce en asumir lógicas maniqueas. Entonces muchas veces nos encontramos discutiendo con la sociedad que cuestiona los mecanismos que se utilizan para protestar, pero en realidad están de acuerdo con reclamos generales. La forma de compensar esto es discutiendo con la sociedad, enfrentar las contradicciones, que se generan a priori sobre muchos sectores a partir de una medida tan drástica como es la toma de la universidad durante 100 días.

- ANRed: ¿Por qué se levanta la toma? ¿Cuáles fueron los logros?

G.M: El primer objetivo de la toma era decir no a un golpe institucional. Segundo objetivo intentar lograr un contexto más favorable para un proceso de reforma político institucional de carácter estructural que en algún punto incluye la reforma del Estatuto de la universidad, pero sabemos que eso no es la garantía de que vaya a hacer una universidad más plural, lo que si sabemos es que nos va generando a los sectores estudiantiles una condición más acorde para poder desarrollarnos en ese ámbito.

A tres semanas de haber levantado la toma los logros en la generación del contexto son positivos porque básicamente se ha instalado el tema que nunca se la había discutido seriamente, todos los sectores de todos los claustros hoy en día tienen una posición respecto a cómo se tendría que hacer una reforma del estatuto. Ahora tenemos que discutir los mecanismos que nos permitan definir los detalles de ese proceso de reforma y ahí es donde están las mayores diferencias porque hay intereses creados, prioridades que no son institucionales sino sectoriales que se imponen sobre las institucionales. Hay grupos de poder que son los que hoy en día tienen la posibilidad de habilitar los mecanismos institucionales para reformar el estatuto que dicen: ‘no, lo importante ahora es elegir el rector y en función de eso vamos a actuar`.

Hemos generado un contexto favorable, pero no lo suficiente como para iniciar un proceso auspicioso para los sectores estudiantiles. Hay posibilidades concretas de realizar una Asamblea Universitaria que reforme los estatutos, pero no hay garantía de que esa reforma sea el resultado de un proceso estructural de discusión de todos los sectores, de cada una de las unidades académicas discutan.

- ANRed: ¿Cuál es la situación actual del conflicto?

G.M: Actualmente tenemos un problema porque en estos días ha sido convocada una nueva Asamblea de Claustros (eligen a los representantes del Consejo Superior) de tres de los cuatro claustros; y para los últimos días del mes se ha convocado a una Asamblea Universitaria Extraordinaria para elegir al rector. Así, parecería que han pasado en vano estos últimos cuatro meses porque se vuelve a ensayar con las mismas recetas; intentar elegir rector y las discusiones pendientes dejarlas para otro momento. Esto es insustentable. Hay dos vías: la resolución de la crisis en términos de un enfrentamiento liso y llano con los estudiantes o la otra es una solución de construcción de consenso con todos los sectores de la universidad. Lamentablemente, los sectores de poder han optado por la primera línea.

- ANRed: ¿De qué hablamos cuándo hablamos de democratización?

G.M: Un aumento de la pluralidad, es decir, que sean más los que decidan, los que intervengan, los que deliberen acerca de las cuestiones cotidianas de la universidad. Es en esa pluralidad que está escondido el poder para responder cabalmente a las demandas y las necesidades de la sociedad y que hace a la universidad parte de la sociedad. Durante muchos años ha estado disociado el plano universitario del plano social, de hecho cuando se habla de extensión se habla de un vaso comunicante entre dos planos coexistentes pero que no tienen una vinculación muy estrecha.


A continuación, reproducimos el siguiente comunicado de prensa:

Como parte del plan de lucha establecido por la asamblea interfacultades, los estudiantes de la UNCo marchamos hacia la escuela de medicina con el propósito de ocupar la sede ubicada en la calle Toschi y Arrayanes, para impedir la asamblea del claustro de profesores convocada para el día miércoles 6/9 por la profesora Teresa Vega.

Es por ello que por las calles de Cipolletti marchamos más de 1500 personas exigiendo la democratización de la UNCo y la reforma de su estatuto antes de la realización de la asamblea universitaria que debe elegir rector.

Esta intransigencia demuestra el desconocimiento y la negación de la profunda crisis que atraviesa la institución en tanto no contempla las demandas que planteamos los estudiantes junto a un amplio sector de la comunidad universitaria.

Reafirmamos que una institución «democrática» debe resolver sus conflictos a través del dialogo sincero con los integrantes que la conforman. El estatuto actual ha naturalizado un mecanismo mediante el cual un sector minoritario y poco representativo de los intereses de la comunidad universitaria decide el destino de la institución.

Es por esto que insistimos en que debemos avanzar en un proceso de discusión que nos lleve a una asamblea universitaria que reforme los estatutos y democratice nuestra universidad y no simplemente marginar sistemáticamente los cuestionamientos de los estudiantes.

La convocatoria que hace la profesora Teresa Vega en este contexto va en sentido contrario a este planteo y es otra clara provocación.

Por lo tanto reafirmamos nuestra posición de no conformar el consejo superior hasta tanto no halla un claro compromiso de discusión y reforma.

Asamblea interfacultades
Federación Universitaria del Comahue