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Declaración Final – III Foro Social de Salud

Fuentes:

Ciudad de Buenos Aires – 7 de noviembre 2004 Para todos los pueblos de América Latina y el Caribe, como para Argentina la asamblea de movimientos sociales del Tercer Foro Social de Salud declara que: Desde el Foro Social de Salud de Argentina, siendo una construcción social autónoma de los gobiernos como de los partidos […]

Ciudad de Buenos Aires – 7 de noviembre 2004

Para todos los pueblos de América Latina y el Caribe, como para Argentina la asamblea de movimientos sociales del Tercer Foro Social de Salud declara que:

Desde el Foro Social de Salud de Argentina, siendo una construcción social autónoma de los gobiernos como de los partidos políticos, se considera a la salud como un derecho humano esencial. Así como un deber irrenunciable del Estado y derecho universal de Todos los ciudadanos o residentes del territorio argentino.

Consideramos al derecho a la salud como un proceso integral que tiene como pilares de una vida digna el empleo en condiciones saludables, acceso a servicios básicos como agua de calidad, a una vivienda confortable, por educación pública para desarrollar ciudadanía, buena alimentación, medioambiente sano y servicios de atención de salud accesibles y de calidad en todos los niveles.

Luchamos para que la sociedad tenga un papel protagónico en el control popular real y efectivo (no clientelar ni ficticio) del sistema público de salud. Asumir la defensa del hospital público, centros asistenciales u entes sanitarios como ícono de la salud pública ante los intentos privatistas o de desfuncionalización operativa, son parte de la pelea por la necesaria mayor oferta de servicios sanitarios mediante un shock de inversión de fondos públicos hacia el sector público sanitario.

Los y las trabajadoras de salud también juegan un papel fundamental en la concreción del derecho a la salud. Por eso, es importante que cuenten con condiciones laborales y salarios dignos. La implicancia de respeto, reconocimiento y capacitación sobre otros saberes desde el sistema oficial de salud y sus profesionales, juega un rol fundamental a la hora de contemplar e incluir en la lucha por la salud a las poblaciones vulnerables como las indígenas, que son muchas veces discriminadas y estigmatizadas por el saber científico-tecnológico hegemónico. La unión en la diversidad, debe ser un eje para lograr romper con la sectarización de las luchas o resistencia.

Hoy millones de personas quedaron a la deriva sin acceso a la salud en Argentina y la situación no fue más grave por la multiplicación de los esfuerzos de un sector público diezmado. Se demostró que frente a las crisis el único recurso con que cuenta la sociedad es su sistema público de servicios de salud.

Denunciamos el profundo y sostenido intento de privatizar los servicios de salud y desaparecer al sector público por parte de los organismos financieros internacionales(FMI, BM, OMC y BID) en toda América. El Banco Mundial mediante el Plan Federal de Salud impulsado militantemente por el ministro nacional de salud, Ginés González García, profundiza la focalidad en los programas por medio de seguros y canastas básicas sólo buscando paliar el hambre de un pueblo mediante parches asistenciales como en los ´90, endeudando a la Argentina bajo condicionamientos en las reformas, volviendo con las premisas de subsidiar desde el Estado Nacional al subsector privado de salud y a las cajas negras sindicales de las Obras Sociales de la CGT.

Rechazamos las tercerizaciones, intermediaciones y consultorías(muchas veces ligadas a los propios funcionarios) que imponen mediante el financiamiento externo de Programas los organismos internacionales de crédito, ya que forman parte de una estratégica de desfuncionalización del Estado mediante la desarticulación de sus capacidades profesionales autónomas para el tema.

A su vez, la salud de nuestro pueblo no podrá mejorar en tanto no sea erradicada la inmensa desocupación(junto a la precarización laboral), dejando atrás las flexibilizaciones laborales empresarias, como la profunda pobreza e indigencia. Las llamadas «reformas de Segunda Generación» y «modernizaciones» neoliberales del sector salud – que son sólo disfraces para la privatización – profundizan la desigualdad, la pobreza y la falta de acceso sanitario de los sectores excluidos. Hay varias formas de privatización, una es la entrega de servicios a prestadores privados y aseguradoras, otra la incorporación de la lógica mercantil en el sector público. Ambas lesionan el derecho a la salud.

Hacemos principal hincapie en el creciente deterioro de las condiciones de vida y medio ambientales de millones de personas en nuestro país. La contaminación ambiental y la destrucción progresiva del ambiente como las patologías u hasta muertes derivados de ello, son producto de una mano invisible llamada «mercado» que pondera la ganancia y la explotación ambiental o de recursos en detrimiento de los ciudadanos. Formando parte de un profundo problema que afecta a cada vez más vecinos de nuestro país. Su origen es la concepción de la salud y la vida como mercancías y fuentes de lucro y especulación, buscando la rentabilidad a costa de la propia humanidad.

Consideramos que frente a la imposición autoritaria de formas brutalizantes de organización socio-económica desde 1975 en adelante, es necesario impulsar una alternativa desde el movimiento social argentino centralizándose en una estrategia de democratización, protagonismo del pueblo y una amplia distribución de la riqueza. Debemos profundizar sobre un nuevo paradigma en la salud pública nacional: por un Sistema Nacional de Salud gratuito, universal, igualitario, solidario, público y de calidad que sea el verdadero motor y eje fundamental de justicia social y constructor de ciudadanía.

Romper con la lógica neoliberal es también una lucha cultural de nosotros mismos, que debemos imponer por sobre el individualismo, la soberbia corporativa y el autoritarismo profesional en las organizaciones o trabajos, la cultura de la solidaridad, la igualdad y la vida.

Romper con los dogmas neoliberales en salud que direccionan hacia los pobres sólo acotados servicios de salud, dejando para la compra en el mercado a los servicios de más complejidad sanitaria, accesibles claramente sólo por los estratos sociales beneficiados por estas políticas, es parte de la tarea. También para romper con esta cultura individualista y fragmentadora socialmente, es necesario oponernos a la criminalización de la protesta social como la judialización de la pobreza que intentan disciplinar las luchas de millones que sienten la necesidad y compromiso de salir a pelear por lo que les corresponde.

POR ELLO PROPONEMOS:

1) La creación de un Sistema Nacional de Salud que tenga como eje al Sector Público conjuntamente con el PAMI y las Obras Sociales del Sector Público. Resulta la mejor ecuación como muestra la práctica de países como Gran Bretaña, Canadá, Cuba y más cercanamente Brasil. Siendo este el principal eje de movilización nacional.

2) La inmediata aprobación de la Leyes nacionales de Gratuidad del Sector Público de Salud y de Boleto Sanitario.

3) Frente al superávit fiscal nacional de más de 19 mil millones de pesos, exigimos un aumento sustancial del presupuesto público de salud por medio de un Fondo de Emergencia Sanitaria.

4) Promoción de la producción estatal de medicamentos, sueros y vacunas.

5) Apoyo a todas las luchas por un medio ambiente saludable y comenzar a trabajar en legislación sobre el tema.

6) Por la despenalización del aborto. Trabajando para que desde los ambitos legislativos se pueda impulsar proyectos que reflejen todas las voces del movimiento social.

7) Financiar la salud con las rentas generales del Estado nacional y no con créditos internacionales que nos generan más deuda externa.

8) acceder a la salud por el principio de ciudadanía o residencia, no por el privilegio de tener trabajo en blanco o por poder pagarla en el mercado.

9) rechazar los Programas focalizados de salud (para unos pocos) promovidos por el Banco Mundial, y reemplazarlos por programas universales (para tod@s) ofrecidos por instituciones oficiales.

10) que el FORO SOCIAL DE SALUD a partir del 2005 lleve el nombre de: Foro Social de Salud y Medio Ambiente de manera permanente.

11) Libertad a los presos políticos y el desprocesamiento de los más de 5000 luchadores sociales.

12) Adhesión e impulso a la Jornada por la 6 Horas laborales.

13) Fortalecer y continuar desarrollando las experiencias de regionalización con construcciones locales de Foros y espacios comunitarios en lucha por la salud.

14) La conformación durante el 2005 de una Mesa Nacional Coordinadora del Foro Social de Salud y Medio Ambiente.

A nivel internacional, proclamamos que la victoria de George Bush en EE.UU. bajo el terror y el sostenimiento de una guerra imperial mundial, sólo llevará a más muerte e injusticia en un mundo gobernado por la lógica hegemónica de la dominación, opresión y muerte. En salud desde EE.UU. se profundiza la política de seguros y se avanza en su definitiva privatización, país que deja sin servicios de salud a 42 millones de personas.

Apostamos al fortalecimiento de un movimiento social continental antimperialista basado en la bolivariana Venezuela, Brasil, el frentista Uruguay como en la dignidad de Cuba para lograr enfrentar las imposiciones del Norte con dignidad y autonomía.

Condenamos la militarización y la desregulación privatista del sector salud en Colombia, como los intentos o logros de privatización de la salud en Centroamérica o en Canadá, entre otros.

Seguimos promoviendo la unificación de las experiencias y espacios internacionales de todos los movimientos sociales en lucha por la salud , apostando a una confluencia estratégica en una amplia coalición u alianza internacional en defensa del derecho a la salud.

Así, impulsamos que el próximo 7 de Abril(«Día Internacional de la Salud») de 2005 se realice una movilización continental(e internacional) contra las privatizaciones y por el derecho a la salud.

Otra Salud es Posible y Necesaria en Argentina.

Otra Salud es Posible y Necesaria en América Latina.

Comité Organizador del Foro Social de Salud

Argentina – Noviembre 2004